lunes, 28 de noviembre de 2022

ESCENARIOS EN EL JARDÍN HERMÉTICO. Mª Ángeles Díaz

Fig. 1

Siguiendo el hilo del post anterior sobre los jardines herméticos cuyos diseños reproducen escenas teatrales, me gustaría mostraros en esta ocasión el jardín de la villa palladiana de Chiswick, en el oeste de Londres (fig. 1).

En él una hilera de cedros del Líbano enmarcan un diseño con tres senderos, cada uno de los cuales termina en un pequeño edificio de arquitectura palladiana. Un tridente de caminos que parten de un mismo punto, pero solo uno es un sendero recto, los otros dos son oblicuos.

Se trata de un escenario que ofrece al visitante la oportunidad de entrar en él y actuar conforme al papel que en la vida desee representar. Pues no todo está escrito, se dice que "Dios escribe recto con renglones torcidos", la experiencia de hacer de nosotros una cosa u otra, alcanzar la rectitud de pensamiento o perdernos en el laberinto de la existencia, es opcional. Ahí radica el libre albedrío, capacidad que el ser humano no comparte con ninguna otra criatura.

El diseño escenográfico de este jardín de la villa Chiswick, con su tridente de caminos, imita el modelo del escenario del Teatro Olímpico de Vincenza (Fig. 2), donde tres calles se alejan de la escena hasta el horizonte. Ese es, también, el escenario del Teatro de Agua de Versalles, cuya imagen ilustra nuestro anterior post (Fig. 3).

Como vemos en todos estos jardines teatrales se juega con la perspectiva y no solo desde el punto de vista arquitectónico, sino que también podemos entrar en el juego propuesto por el jardín: penetrar en distintos planos de la realidad y ser conscientes de las diversas perspectivas del mundo y de nuestro papel en él. 


Fig. 2


Fig. 3


Imágenes:

1- Pieter Andreas Rysbrack (1729.1730). Tridente de Chiswick.
2- Andrea Palladio (1580). Teatro olímpico de Vicenza. 
3.-Jean Cotelle (1693). Bosque del Teatro del Agua. Jardín de Versalles.



EL BOSQUE SAGRADO

viernes, 25 de noviembre de 2022

LA IMPORTANCIA DE EGIPTO EN NUESTRA TRADICIÓN


La importancia de Egipto en la historia de nuestra tradición es fundamental. Kemi (nombre dado al Egipto antiguo, que significa "tierra negra", origen de la palabra Alquimia), es cuna de toda la cultura occidental y particularmente del Hermetismo.

Alquimia, tierra quemada o corazón en llamas, son los nombres que los antiguos egipcios daban a su tierra. Así lo dijo Horapolo del Nilo, sacerdote del templo de Isis y Osiris, en aquel manuscrito hallado en Andros, donde traducía para la posteridad el significado de los jeroglíficos egipcios. Gracias a ese libro supimos que los sacerdotes cuando querían escribir Egipto pintaban un pebetero ardiendo:

“El mismo nombre de Egipto significa ‘Corazón en llamas’ y para escribirlo pintaban un pebetero ardiendo y encima un corazón, indicando que así arde el corazón de Egipto produciendo incesablemente los seres vivos que lo habitan”.

 

"... ya que la sagrada patria de nuestros ancestros se encuentra en el medio de la Tierra, que el centro del cuerpo humano es el santuario del corazón y

que el corazón es el habitáculo del alma, por esa razón, hijo mío, los humanos de este país, por lo demás no menos dotados que los otros, son,

excepcionalmente, más inteligentes y más sabios, porque han nacido y crecido en el lugar del corazón". (Palabras de Isis a Horus). Corpus Hermeticum, Estobeo XXIV, 13.

 Y ampliando el plano citamos lo siguiente:

“Según Plutarco, los egipcios comparan su tierra a un corazón que representa también al cielo. Esta visión, que concibe al espacio habitado por el hombre como un reflejo de lo celeste y como una región central y sagrada es común a toda civilización que proviene de la Tradición Primordial, como es el caso de la egipcia, que comparte con otras altas culturas las verdades esenciales. Thot, el dios egipcio que posteriormente tomará entre los griegos el nombre de Hermes, es el que enseña a Isis el arte sacerdotal que esta diosa transmitirá a su hijo Horus. Estos misterios pasan a los hierofantes, guardianes y transmisores de una Sabiduría divina y esotérica que se deposita y revivifica en los símbolos, mitos y ritos de esa gran cultura, que con otras formas será también conocida por griegos y romanos y por el Occidente medieval y renacentista. El descuartizamiento de Osiris –como es el caso igualmente del Dionysos Zagreus griego– a manos de Seth y la restitución que de su cuerpo realiza Isis, uniendo lo disperso, ha sido en Occidente el modelo simbólico de la Iniciación (muerte y resurrección). Guiados por Hermes y con el auxilio de Isis, viajan los muertos hacia la verdadera morada, en un trayecto que es análogo al viaje iniciático. Isis en Egipto, como Deméter en Eleusis, es la que instituye las iniciaciones entre los hombres y la que enseña sus ritos”

Texto y edición: Mª Ángeles Díaz 

 

Fuentes:

Mª Ángeles Díaz. Viaje Mágico-Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual. Editorial SYMBOLOS.

Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Federico González con la colaboración de Francisco Ariza y la de Fernando Trejos, José Manuel Río, L. Herrera, Mª V. Espín y Mª A. Díaz


martes, 22 de noviembre de 2022

EL JARDÍN HERMÉTICO, UN ESCENARIO TEATRAL PARA EL ALMA


Teatro de Agua, adornado con estatuas de los dioses niños. 

El jardín renacentista que crearon los hermetistas, y que continuó hasta el siglo XVIII, es un auténtico escenario teatral. Esa fue la idea para su esquema, la creación de un espacio donde se produjeran encuentros y se entablaran conversaciones inspiradas en su recorrido por grutas, laberintos y alimentadas por la simbólica de su estatuaria. Todos esos jardines fueron, efectivamente, diseñados para producir un efecto en aquellos que los recorren dejándose atrapar por la belleza de un lugar culturizado, hecho a imagen del modelo de la propia cosmogonía.

Muchas veces se ha comparado la labor del alquimista con la de un jardinero pues como este, el alquimista tiene entre sus prioridades nutrir las raíces celestes de sus propias capacidades intelectuales, a fin de que, como cada planta del jardín, adquiera la belleza que está implícita en su propio desarrollo. El jardinero sabe que para conseguir una buena floración de su jardín precisa de ciertos cuidados y de una tierra bien abonada. También el alquimista necesita abonar su mente para que florezca adecuadamente el vergel de su alma que es siempre un espacio secreto que ocupa el lugar más íntimo de su corazón. 


Publicación: MªAngeles.Díaz

OTRAS ENTRADAS RELACIONADAS CON "JARDINES Y LABERINTOS"



HACER MAGIA. Pico de la Mirandola

"Hacer magia no es otra cosa que fecundar el mundo".

*


Conclusiones de Pico de la Mirandola.

Tomado de Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha, de Federico González, con la colaboración de Francisco Ariza, y la de Fernando Trejos y José Manuel Río, L. Herrera, Mª. V. Espín y Mª. A. Díaz


https://dmiventana.blogspot.com/2022/11/encuentro-en-florencia-de-pico-de-la.html

miércoles, 16 de noviembre de 2022

ALBAHACA ¿Cuántas hojitas tiene la mata? Cuento andaluz

 

Planta de albahaca. Ibn Butlan, Tacuinum sanitatis, siglo XV. B.N.F.

Había una vez una muchacha que tenía en su terraza una hermosa y verde planta de albahaca. Cada día que la joven salía a regarla recibía de parte de un joven que la observaba desde un ventanal de enfrente, la misma irónica pregunta:

Niña que riegas la albahaca ¿cuántas hojitas tiene la mata?

La joven, un tanto avergonzada, se retiraba dentro de la casa no sabiendo qué responder al dicharachero joven.

Más un día en el que nuevamente salió a regar su plantita de albahaca y que como de costumbre tuvo que enfrentar la reiterada chanza, fue ella quien dejó sin respuesta a su creído mirón diciéndole:

¡Anda, so repinturero, cuántas estrellitas tiene el cielo!  


Publicación: Mª Ángeles Díaz

Cuento andaluz narrado por mi padre, Fernando Díaz Montoro

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EL BOSQUE SAGRADO

lunes, 14 de noviembre de 2022

ENCUENTRO EN FLORENCIA DE PICO DE LA MIRANDOLA CON MARSILIO FICINO Y LA FAMILIA PLATÓNICA.

 

Pico de la Mirandola con su libro Heptaplus

 A finales de 1483 Pico se instala en Florencia, donde de inmediato se relaciona con la "familia platónica", algunos de cuyos miembros ya eran amigos suyos y con los cuales había mantenido una relación epistolar desde su primer encuentro unos años atrás, tal es el caso de Marsilio Ficino y Angelo Poliziano. Al primero, le había contado, por esa vía epistolar, que poseía una copia de su Teología de la Inmortalidad del Alma[1].

En la capital del Arno el joven conde se encuentra en el centro más dinámico del neoplatonismo y por supuesto en el bastión más importante desde el que se defendía la convergencia entre el pensamiento de Platón y el de Aristóteles que algunos, por desconocimiento, ven como filosofías enfrentadas. Sin duda todos estaban al corriente del Calumniatorem Platonis de Bessarion (a quien Ficino llamaba “la Luz de la Academia”), obra con la que había demostrado, de la forma más eficiente, que la filosofía platónica y aristotélica no se contradicen, sino que están referidas a planos diferentes, resaltando la concordancia allí donde la hay, pues al fin y al cabo Aristóteles fue discípulo de Platón[2].

Ya en ese entonces, con un Pico de apenas 20 años y un Ficino que anda por la cincuentena, traban un afectuoso vínculo que va mucho más allá de una simple amistad, pues Ficino se percata de la calidad intelectual del joven mirandolano y lo considera un enviado de la divinidad a razón de establecer un juego simbólico de relaciones, lo que para Ficino es algo serio que tenía que ver con su teatro personal que le ayudaba a penetrar en los mismos planes del Creador a través de observar las señales que los acontecimientos emiten. Pico, que como decíamos ya conoce las traducciones que Ficino ha hecho de la obra platónica, le pide al filósofo florentino que ahora traduzca a Plotino. Lo que Ficino escucha en boca de su joven visitante le recuerda a su viejo amigo Cosme de Medici, por lo que cree que es el mismo Cosme quien le ha enviado un mensajero y que no es sino el propio Platón el que en verdad ha cruzado el umbral de su estancia. De ese encuentro con el joven conde son las siguientes palabras de Ficino:

Nacido exactamente el mismo año en que empecé a traducir a Platón, Pico llegó a Florencia el mismo día y a la misma hora en que mandé la traducción a la imprenta y apenas cambiado el primer saludo, me habló de Platón. Nuestro Platón, le dije, acaba de trasponer los umbrales de mi casa. Me felicitó con entusiasmo y ya no sé en qué términos y tampoco él lo sabe, no sólo me instó a traducir a Plotino, sino que más bien me empujó a que lo hiciera[3].

 

Zacarías en el Templo (detalle). Fresco de Domenico Ghirlandaio en la Cappella Tornabuoni de la Basílica de Santa Maria Novella, Florencia, Italia (1486-1490). En este detalle que tomamos, vemos, de izquierda a derecha, a Marsilio Ficino, Cristoforo Landino y Angelo Poliziano


*


Efectivamente, Ficino tomó buena nota de lo que le pedía su jovencísimo amigo, lo cual se constata en estas líneas que tomamos del proemio que escribe a Lorenzo de Medici presentándole la traducción de Plotino:

El gran Cosme, por decisión del Senado padre de la patria, en el tiempo en que se desarrollaba Florencia bajo el Pontificado de Eugenio el acuerdo entre griegos y latinos, escuchó con frecuencia discutir acerca de los misterios platónicos a un filósofo griego de nombre Gemisto, de apelativo Plethon, como si fuera otro Platón; hasta tal punto fue inspirado por la palabra ardiente de aquel, hasta tal punto animado, que desde entonces concibió la idea de una Academia, la cual había de hacer nacer en tiempo oportuno. Mientras que el mismo gran Medici iba concibiendo tan gran concepto, a mí, todavía un joven hijo de su ilustrísimo médico, me destinó una gran obra: a esto me dedico en lo sucesivo. En adelante, puso su esfuerzo para que yo tuviese todos los libros griegos no solo de Platón, sino también de Plotino. Posteriormente en el año 1463, cuando yo tenía treinta años de edad, me encargó que tradujera primeramente a Hermes Trismegisto y después, a continuación, a Platón. En el plazo de pocos meses traduje a Hermes, mientras todavía vivía, entonces también empecé con Platón[4].

En el mismo texto añade:

El espacio ocupado por los peripatéticos está dividido en dos sectas fundamentales: la alejandrina y la averroísta (…) si bien ambos se apartan por igual de su Aristóteles, cuya mente pocos –excepto el sublime Pico, nuestro compañero en la platónica familia-, interpretan hoy con aquella devoción con que lo interpretaron antaño Teofrasto y Temistio, Porfirio, Simplicio, Avicena y recientemente Plethon.

Texto de: Mª Ángele Díaz

[1] Teología platónica sobre la inmortalidad del alma, obra teológica que consta de dieciocho libros elaborados por Marsilio Ficino entre 1469 y 1474 y publicada en 1482.

[2] Bessarion rebatía de ese modo las acusaciones del zafio aristotélico Jorge Trebisonda que presentaba a Platón como poco sabio, de vida descuidada e incompatible con el cristianismo. Bessarion escribió su defensa de Platón sin atacar la figura de Aristóteles, a quien mostró un gran respeto, pero defendiendo la supremacía del primero. Sus colaboradores fueron dos jóvenes: el español Fernando de Córdoba y Juraj Dragisic, de Srebrenica, actual Bosnia, ambos miembros del entorno de la Academia. Del segundo volveremos a hablar dado que será el jurista que defenderá a Pico de la condena de herejía que le impusieron a varias de sus 900 tesis.

[3] Adolfo Ruiz Díaz. Estudio Preliminar a La Carta de Pico della Mirandola a Lorenzo de Médici. “Revista de Literaturas Modernas”. Universidad de Cuyo. Mendoza. Argentina.

[4] Ficino Op. “Proemio a la traducción de Plotino”. Citado por Javier Clemente Hernández. “Malón de Chaide: Coincidencia y disparidad con dos renacentistas italianos”. Centro de Estudios Merindad de Tudela (España).

sábado, 22 de octubre de 2022

SOBRE LA MUERTE DE SÓCRATES Y EL ORIGEN DE LA FILOSOFÍA

Sócrates dialogando con Diotima de Mantinea y quizá con Platón (anónimo).


Consultar al Oráculo de Apolo, tanto en el templo que tuvo en la isla de Delos como el que luego fue su famoso templo en Delfos, del que Plutarco fue sacerdote, requería de una pregunta bien planteada ya que solo de ese modo el Oráculo podía emitir una respuesta adecuada. Nadie que tuviese que tomar una decisión crucial para su vida, enfrentar un dilema o realizar un viaje dejaba de acudir al consejo de Apolo. Sabemos que Eneas se detuvo en Delos para preguntar al dios, qué camino debía tomar para fundar Alba Longa, que fue el origen de Roma. Otros dirigían sus preguntas en pos de una orientación que les guiase a elegir entre la diversidad de creencias y filosofías que había en esa época.

Querefonte, un ciudadano ateniense, buen amigo de Sócrates y reconocido político demócrata, fue al Oráculo de Delfos para hacer la siguiente pregunta: ¿Quién de todos los filósofos y pensadores es el más sabio?  El Oráculo, por medio de la Pitonisa, respondió que Sócrates era el más sabio de todos ellos. Ciertamente, aunque la Filosofía nace con Pitágoras siendo el primero en nombrarla, es Sócrates quien la desarrolla y le da forma.

Naturalmente enseguida corrió por todas partes esta respuesta oracular llegando hasta el propio Sócrates quien quedó totalmente sorprendido. ¿Cómo podía haber emitido el dios aquella respuesta cuando él se consideraba tan ignorante sobre tantas cosas?

Y es por ello que a partir de ese momento se dedicó a desentrañar el enigma del dios, esto es, a preguntar sobre lo que no sabía a los que decían tener las respuestas. Y así fue como se ganó la enemistad de los sofistas que tras ser interrogados, primero uno, luego otro, y ponerse de manifiesto que los que se tenían por más sabios eran los más carentes de sabiduría, estos se enojaban al quedar en evidencia ante las personas que seguían a Sócrates, en su mayoría jóvenes de familias nobles, que eran también los más ilustrados. Platón es el mejor ejemplo, un aristócrata hijo de una familia muy ilustre de la antigua realeza del Ática, que desde niño escribía y componía textos teatrales.

Sócrates cuya su filosofía se basa en la “docta ignorancia”, se tomó esa búsqueda como si se tratara de realizar los trabajos de Hércules, pues se propuso ser fiel a su deber consigo mismo y con la divinidad.

Y así, dialogando y reflexionando con unos y otros y esperando saber si habría alguien capaz de rebatirle aquella certeza, refrendada por el propio dios Apolo, fue como descubrió que los poetas no son sabios, sino inspirados con ciertas dotes naturales y que escriben bajo inspiración, Asimismo vio que los profetas y adivinos practican frases inteligentes y bellas, pero nada es fruto de su inteligencia y por ello muchas veces lanzan mensajes sin darse cuenta de lo que están diciendo. Descubrió también que hay otra clase de conocimientos que son los que poseen los artesanos. De todo eso Sócrates reconoce no saber nada.

Como respuesta a las afrentas que recibían por no saber responder a las preguntas de Sócrates algunos de los agraviados, entre ellos un tal Anito, acabaron denunciándolo ante el tribunal bajo la acusación de pervertir con sus ideas a los jóvenes.

Finalmente, el tribunal decidió por mayoría que Sócrates era culpable por lo que fue condenado a la pena de muerte, aunque le dieron a escoger: pagar una cuantiosa multa, o bien aceptar la pena capital a través de la ingesta de cicuta.

Ciertamente Sócrates no tenía esa cantidad que le exigían, ni quiso endeudarse permitiendo que otros pagaran por él la multa, así que no le quedó otra que aceptar tomar la cicuta, lo cual era una deferencia dado que a los reos en general se les encerraba y simplemente se les dejaba morir de sed.

La defensa que Sócrates hizo sobre sí mismo ante los miembros del Senado no solo es conmovedora, sino que constituye el fundamento del pensamiento filosófico que atraviesa y articula la historia y la cultura de Occidente. Este que sigue es un fragmento de su propia defensa que puede seguirse en la Apología de Sócrates, de Platón:

“Veréis atenienses, todos sabéis quien era Querefonte, demócrata como vosotros, desterrado por el régimen de los 30 tiranos y que luego contribuyó a restaurar el sistema democrático. Este amigo mío, en cierta ocasión fue a Delfos y se atrevió a hacer la siguiente consulta al oráculo; preguntó si había algún hombre más sabio que yo, y este le dijo que no había nadie más sabio que yo. Cuando conocí la opinión del oráculo sobre mí, empecé a reflexionar. ¿Qué quiere decir realmente el dios? ¿Qué significa éste enigma? Porque yo sé muy bien que no lo soy. ¿A qué viene, pues, proclamar que lo soy? (…)

Al desenmascarar a la gente ésta se encorajina contra mí (…) Es probable que ni uno ni otro sepamos nada que tenga valor, pero estos hombres creen saber algo y no lo saben, en cambio yo, así como, en efecto no sé, tampoco creo saber. Parece, pues, que al menos soy más sabio que ellos en esta misma pequeñez, en que lo que no sé tampoco creo saberlo (...) Luego ha surgido un grupo de jóvenes que parece que se interesa y me sigue pues le gusta ver cómo interrogo a la gente y ellos mismo me imitan.

De esta indagación, atenienses -sigue diciendo Sócrates- han surgido todos estos odios y estas enemistades, que han provocado las calumnias que sabéis, y me han hecho adquirir el nombre de sabio; porque todos los que me oyen dialogar creen que sé todas las cosas sobre las que descubro la ignorancia de los demás. Me parece, atenienses, que sólo Dios es el verdadero sabio, y que esto ha querido decir a través de su oráculo, dando a entender que toda la sabiduría humana no es gran cosa, o mejor dicho, que no es nada; el oráculo ha elegido mí nombre como un ejemplo, y como si dijese a todos los hombres: el más sabio entre vosotros es aquel que reconoce, como Sócrates, que su sabiduría no es nada.

 Toda mi ocupación ha sido y es trabajar para persuadiros, jóvenes y viejos, que antes que del cuidado del cuerpo y de las riquezas, es del alma y de su perfeccionamiento de lo que os habéis de ocupar, porque no me canso de deciros que la virtud no viene de las riquezas, sino por el contrario, que las riquezas vienen de la virtud, y que es de aquí de donde nacen todos los demás bienes públicos y particulares. Pues bien, si diciendo esto corrompo a los jóvenes, tendré que aceptarlo, pero si alguien sostiene que yo digo una cosa distinta miente. Atenienses tened presente que aunque se me impongan mil penas de muerte no puedo sino afirmarme en todo lo que he dicho, así hagáis caso a Anito, me absolváis o no me absolváis. Y no digo más, porque es hora de partir, yo para morir, y vosotros para vivir. Quién de nosotros va a una mejor suerte, nadie lo sabe, solo los dioses lo saben".  Mª Ángeles Díaz (Fb)

Sócrates tomando la cicuta (1890)

 

 

 



lunes, 17 de octubre de 2022

LOS NOMBRES DE LA MUJER

 


Pintura: Frederic Leighton (1830-1896) "Muchaha con cesta de frutas".

Vídeo:

https://youtu.be/tsoED326ekc

🌹FÉMINA🌹

"Palabra de origen latino cuyo significado es tan alto y noble que pocos nombres pueden igualarlo, tanto si lo queremos derivar de "fetu", o "parto", como quiere Isidoro, o del "fos" griego, que significa "fuego". (…) en el primer modo "fémina" denota generación, como dejó dicho Platón en el Cratilo. (…) en el segundo modo significa fuego (…) Dos cosas maravillosas se descubren en el fuego, el calor y el resplandor. (…) ¿Quién produce y fecunda más que el calor? ¿Qué hay en el mundo más hermoso y útil que la luz?".

🌴SEÑORA🌴

"Este nombre proviene de "domina", voz latina que significa "Señora" y "Dueña", nombre también de "Imperio", y de potencia regia, el cual no sólo es usado entre nosotros, sino que también fue usado por los clásicos. Llamaban los espartanos a las mujeres, como escribe Plutarco en la vida de Licurgo, con una voz significativa "señoras". (…) Y Claudio César, conociendo la excelencia de las mujeres, llamaba a su mujer ‘señora’. Lo mismo hizo el emperador Adriano, y hasta la época de Homero se honraba a este sexo con tan ilustre nombre".

Y no sólo reyes y héroes aplicaron este nombre a sus parejas, también los poetas considerando su simbolismo lo aplicaron a “cualquier cosa que signifique "dominio" y "señoría” ".

🌿EVA🌿

"El tercer nombre Eva, es una voz antiquísima que denota vida, de la cual depende el ser de todas las cosas del mundo, y en particular de las cosas animadas. De hecho, muchos quieren que el nombre de vida se asocie solo a las cosas animadas. Cuán noble es dicha excelencia ahora no me extenderé contándolo; ya que dependen de la vida el ser y todos sus actos; y con razón es atribuido este nombre al sexo femenino (…) ¿Qué más se puede decir que dar el ser y la vida? Y, por ello, este nombre supera los anteriores".

🌺ISCHAH🌹

"El cuarto nombre (dado a la mujer) es "Ischah" que significa fuego, pero muy distinto del fuego primero, ya que este nombre significa un fuego celeste, divino e incorruptible, cuya naturaleza consiste en perfeccionar el alma encerrada dentro de nuestros cuerpos, estimularla, hacerla resplandeciente y, en definitiva, partícipe de la divina perfección, alejándola de toda fealdad terrenal. Este fuego celeste se ve resplandecer en la belleza del cuerpo femenino, como probaremos en su lugar. ¿Qué se puede decir de este nombre?, sino que, así como las cosas celestes son más nobles que las terrenales, del mismo modo este supera ampliamente a todos los demás (…) Por ello, se puede perfectamente llamar feliz a aquel hombre que tenga en su casa semejante fuego que lo estimule y anime a contemplar el Cielo".

🌺MULIER🌺

"El quinto y último nombre es “Mujer” o "Mulier", voz latina que significa suave y delicado, si aplicamos el nombre al cuerpo, pero si lo aplicamos al alma, significa "apacible" y "benigno". Por ello, tanto en uno como en otro modo siempre resulta en alabanza de la mujer (…) por todas estas cosas el nombre Mulier no es inferior a los demás narrados, sino que es incluso de mayor valor y prestigio. ¡Oh, qué nombres más claros y dignos!, ya que denotan y significan todas aquellas maravillosas excelencias que en el mundo se encuentran y se puedan encontrar (…) producción y generación; fuego y esplendor del mundo; alma y vida; rayo divino y celeste; delicadeza y clemencia, y finalmente dominio y señoría. Por ello se podría decir, juntando todos esos nombres (Señora, Donna, Fémina, Eva, Ischah, Mulier), que la mujer engendra al hombre, le da alma y vida; lo ilumina con el esplendor de la divina luz; lo conserva en este cuerpo terrenal con el calor, y con la luz; lo vuelve de ánimo afable y cortés y finalmente lo inclina con un dulce y nada tiránico mando. Dios inmortal, ¿qué nombres más claros se encuentran, pues, en el mundo?, que son tan nobles y dignos, que, con los mismos, precisamente, yo me atrevo a decir, que los hombres llaman y denominan a la Divina Providencia, siendo llamada Vida, generadora, fuego, clemencia, y señor. Y esto quiero que baste en torno a la declaración de los nombres atribuidos al sexo femenino". Mª Ángeles Díaz

"Lucrezia Marinella (1571-1653) "De los cinco nombres de honor de la mujer" (texto completo en BibliotecaHermética.com

SOBRE LOS CINCO NOMBRES DE HONOR DE LA MUJER: Fémina, Señora, Eva. Ischah, Mulier

 

 🌹FÉMINA🌹,  🌴SEÑORA🌴, 🌿EVA🌿, 🥀ISCHAH🥀, 🌺MULIER🌺

sábado, 8 de octubre de 2022

ARTE Y SÍMBOLO EN EL DAMASQUINADO (TOLEDO) Mª Ángeles Díaz

 



Los que hemos visitado alguna vez la ciudad de Toledo conocemos bien el damasquinado, una bella y sofisticada artesanía tradicional que aún en la actualidad se sigue realizando.Originario de Oriente, el arte de damasquinar el metal mediante oro, plata y piedras preciosas, tuvo su mayor centro de difusión en la ciudad de Mosul (actual Irak) de donde se expandió en el siglo XIII a Egipto y Siria, de cuya capital, Damasco, procede la denominación, extendiéndose desde allí, un siglo más tarde, a Europa.

Parece ser que al principio fue en Francia e Italia (exactamente Venecia) donde este arte consiguió más notoriedad. En nuestro territorio peninsular fueron importantes los trabajos llevados a cabo por los árabes granadinos, pero solo los artesanos de Toledo, la antigua capital de España, logró mantener vivo el oficio hasta nuestros días aplicando las mismas técnicas manuales que sus antepasados orientales. Aunque también es cierto que en los últimos tiempos estos artesanos se reducen en número, siendo los talleres donde se ha introducido la semi-industrialización los que realizan las piezas a mayor escala. De todos modos, sigue siendo corriente ver, a las puertas de sus comercios de artesanías, a los damasquinadores toledanos realizando su oficio a la vista de todo el que pasa y se detiene a observarlos.

El material con el que se elabora esta artesanía no puede ser más extremo: acero ferruginoso, un material corruptible, y oro y plata, ambos materiales nobles. Esto da a las obras un carácter extraordinario haciendo evidente lo que se puede llegar a conseguir con arte, en este caso uniendo adecuadamente dos opuestos y haciéndolos complementarios. Un símbolo expresado tanto en la vara de Hermes con las dos serpientes enroscadas, así como en el YinYang de la filosofía china.

Para la obtención de la pieza damasquinada (platos, vasijas, broches, brazaletes, empuñaduras de espada, etc.) -nos dice uno de estos artesanos toledanos- se parte de una lámina de acero. Esta se raya en toda su superficie impresionando el diseño que vaya a ornamentar la pieza.  Seguidamente se perfila el dibujo con un profundo rayado efectuado con un punzón y se introduce en la muesca que ha dejado el buril hilo o láminas muy finas de oro y plata, y si la pieza lo requiere, diamantes, zafiros o rubíes. Todo ello se fija a la lámina base de acero mediante un golpeteo especial conocido como “hacer perla”. La operación se completa introduciendo la pieza incrustada en un ácido corrosivo que ennegrece el acero ferruginoso sin alterar el brillo de los materiales nobles, lo cual le da un impresionante acabado a la pieza.

Con esta operación, denominada “pavoneo” los artesanos consiguen un fondo oscuro en donde contrastan y sobresalen los elementos decorativos: arabescos, líneas entrelazadas, figuras geométricas y pequeñísimas filigranas que componen verdaderos mandalas luminosos que alcanzan su mayor vistosidad en las piezas circulares.

Se hace evidente la relación simbólica que este oficio posee con la Alquimia filosófica dado que la pieza damasquinada, convertida en una joya después de haber transmutado su estado ferruginoso, encuentra paralelismo con el proceso alquímico y el simbolismo constructivo ejemplificados en la Masonería en la piedra bruta expresión del estado profano en el que se encuentra el recipiendario antes de recibir la iniciación y de realizar un trabajo operativo y artístico de transmutación consigo mismo que le permita, finalmente, convertirse en una piedra pulida y cúbica, apta para la edificación del templo de su alma y así ocupar conscientemente el lugar y sitio que le corresponde en el gran concierto cósmico.

 


Cualquiera de estas piezas circulares nos recuerda, por su semejanza, a las cúpulas, bóvedas y artesonados que podemos admirar en la Alhambra de Granada, los Alcázares de Sevilla, la Sinagoga del Tránsito de Toledo o los de la Sala Capitular de la Catedral de la misma ciudad que, aunque realizadas con otros materiales (madera, mármol o yeso), siguen la misma técnica de incrustación de elementos y sobre todas estas obras tienen en común el de estar representando una cúpula mayor, cuyo fondo es el cielo incrustados de todas sus luminarias. Oro para el sol, plata para la Luna y piedras preciosas para las estrellas.

Como todas las artesanías tradicionales, pensamos por ejemplo en las incrustaciones de mármol en los decorados del pavimento de la catedral de Siena, el damasquinado tiene su propia simbólica, en este caso asociada a la alquimia, ya que para obtener el resultado final de la obra es necesaria la transmutación efectiva del acero en beneficio de los materiales nobles, concluyéndose de ese modo una pieza única, y esto gracias a la idea de su artífice y el conocimiento que posee de los metales. Una joya en la cual el acero, ennoblecido gracias a su transmutación alquímica, es parte fundamental, esto es, su soporte o su base. Es por ello que el damasquinado, como todo oficio o arte tradicional, representa para el artesano que lo realiza, y así lo sepa ver, un símbolo de lo que puede llegar a hacer consigo mismo, es decir un símbolo de su propia realización espiritual, constituyendo su oficio, por analogía, su particular fuente o vía de conocimiento.

La herramienta, que es en primera instancia, una prolongación de la mano, lo es en definitiva de la idea, la que en realidad está simbolizando. Por ello, el artesano que cumple su oficio de modo tradicional, repitiendo la técnica y modelos, conecta con su antepasado aquel a quien le fue revelado la creación de ese oficio, por lo cual a la vez conecta misteriosamente con esa energía creadora que adaptándose a los tiempos permanece inalterable perpetuándose en cada acto o gesto del artesano. Mª Ángeles Díaz



martes, 4 de octubre de 2022

SOBRE LA GENEALOGÍA DE ERIS, LA DISCORDIA, MADRE DE PONOS , LA PENA Por Mª Ángeles Díaz



Los dioses no son buenos ni malos, son energías  que se manifiestan siempre, aunque dependiendo del momento cíclico sean los aspectos negativos de unos o los posotivos de otros los que se revelan con más fuerza, pues dependerá de la calidad que posea la naturaleza humana y del momento cíclico determinado se expresará la energía de uno u otro de esos dos aspectos.

En este momento del ciclo que estamos atravesando son precisamente los aspectos negativos los que se manifiestan con mayor intensidad. A ello ha contribuido la conjunción de dos errores, o desviaciones sufridos por la naturaleza humana: el racionalismo y el sentimentalismo, aspectos aparentemente opuestos, pero que a decir de Guénon se complementan para facilitar que las fuerzas del caos prosperen. 

Lo primero que se ve afectado por esa “alianza malsana” es nuestra percepción de la verdad de las cosas, pues como también manifiesta Guénon, ¿qué importa la verdad en un mundo cuyas aspiraciones son únicamente positivistas, materialistas y sentimentales?

No debemos perdernos en los detalles, mirar los árboles (la parte) que tenemos delante sin ver el bosque (el todo), porque en esa mirada corta es donde perdemos la perspectiva, siendo en ese espacio mental donde se solaza el “príncipe de la mentira”, que siempre se las ingeniará para adoptar los disfraces, o las máscaras, más adecuados para lograr seducir a la mayoría de personas. No olvidemos que este gran tergiversador de los principios es un imitador de Dios, pero de manera “invertida”, o mejor “contrahecha”, “adulterada”, un hacedor de principios falsos o “consignas” con los que pretende, y muchas veces consigue, destronar a la Concordia, “la unión de los corazones”, una manifestación del Amor, y poner en su pedestal a Eris, la Discordia.

De ella y de su abyecta genealogía todo lo sabemos, pues nos lo dejó dicho bien claro Hesíodo en su Teogonía:
"Eris (Discordia) parió al doloroso Ponos (Pena), a Lete (Olvido) y a Limos (Hambre) y al lloroso Algos (Dolor), también a las Hisminas (Disputas), las Macas (Batallas), las Fonos (Matanzas), las Androctasias (Masacres), los Neikea (Odios), las Pseudologos (Mentiras), las Anfilogías (Ambigüedades), a Disnomia (el Desorden) y a Ate (la Ruina y la Insensatez).” Mª Ángeles Díaz


1. Dioses niños, de Mazzola-Bedoli-Girolamo-c1533-40.
2. El Juicio de Paris y la discordia de la manzana (Sin identificar al autor)

sábado, 1 de octubre de 2022

HERACLES EN LA FUNDACIÓN DE BARCELONA

Pieza de mármol mitad del s. II d.C. Museo Capitolino de Roma (Italia)


Cuenta el mito que al nacer Heracles, Hera, esposa celosa de Zeus, envió dos serpientes para que matasen al niño. Estas “se acercaban blandiendo sus lenguas emponzoñadas, Heracles que no conoce otra defensa que su valor coge con sus manos de niño los horribles reptiles y oprime su garganta que hincha negro veneno, odiado de los mismos dioses. Es en vano que estrechen con sus mil anillos al niño del cual Hera ha retardado su nacimiento. Muy pronto, agotadas por inútiles esfuerzos, se desenrollan y tratan de liberarse de la mano que las aplasta. 

Al ver al niño Heracles oprimiendo estrechamente las dos serpientes en sus infantiles manos, lanzan todos a la vez un grito de horror; pero él, en los transportes de la alegría infantil, muestra a Anfitrión las serpientes y riendo las arroja a sus pies, ahogadas y sin vida”

La imagen de Heracles niño envuelto por dos serpientes evoca al cayado de oro de Hermes, con el que el dios separó a dos serpientes que luchaban entre sí y que una vez amansadas se enroscaron en torno a su vara, dando origen al caduceo.  Pero la relación de Hermes con el fundador de Barcelona no se limita a esta correspondencia simbólica. Se dice que Hermes, instigado por Zeus, depositó a Heracles niño en el regazo de Hera mientras esta dormía a fin de que mamase de ella la leche de la inmortalidad. La diosa despertó violentamente de su sueño, y al reconocer a Heracles, se apartó dejando escapar un chorro de leche que formó la Vía Láctea. 

Heracles niño separando dos serpientes que peleaban. Bronce c. III-I a.C. British Museum (Londres)


Además, Hermes acompaña a Heracles en su descenso a los infiernos para llevarse al can Cerbero y completar así sus doce trabajos, y vuelve a hacerlo cuando el héroe va a rescatar a Alcestes del reino de las sombras. Por otra parte, Hermes es el encargado de vender a Heracles a la reina Onfale, a quien el héroe deberá servir durante tres años para expiar el asesinato de Ifito.  

Hay huellas de Hermes en la historia de Barcelona, en su fundación mítica –a través del héroe civilizador–, pero también en todos los tiempos. La ciudad se construye y administra por medio de artes transmitidas por el dios Hermes a los hombres, aunque éstos hayan llegado a desconocerlo, y cada edificación o acto de gobierno revelan, en su sentido más profundo, a esta deidad intermediaria y esquiva. Además, por causas que escapan a lo racional y previsible, la vinculación de Hermes con Barcelona se ha expresado de una manera especialmente palpable, hasta se diría que gráficamente, en una determinada coyuntura histórica de la ciudad.

Situémonos en los inicios del siglo XIX. En esa época, la mayoría de las ciudades españolas seguían conservando sus murallas medievales, pero el intenso crecimiento poblacional que algunas experimentaban imponía en ellas el tránsito a un nuevo modelo urbanístico, hecho signado por el derribo de las viejas murallas. De entre las grandes realizaciones de reforma llevadas a cabo durante esa época fue el plan elaborado por el arquitecto Ildefons Cerdá para Barcelona el proyecto más espectacular. Diseñado alrededor del antiguo núcleo gótico, el conocido Eixample extendió la ciudad varios kilómetros a lo largo de su costa y hacia la sierra de Collserola, gestándose así la nueva ciudad, que integraba en su proyecto a la Ciudad Antigua (Ciutat Vella). Este impulso promocionó enormemente las relaciones e intercambios humanos de toda índole entre Barcelona y el resto de Europa, y sobre todo con América, estableciéndose en ese periodo un intenso comercio de ultramar. Barcelona, imbuida por ese espíritu expansionista y renovador, se abre popularmente a la cultura. Nacen una multitud de cafés que acogen tertulias en las que se habla de literatura, de ciencia, de política, de filosofía, de música, de poesía, de arte, de teatro, de la industria y del comercio. En definitiva, estos cafés eran auténticos centros populares de información y comunicación de ideas y novedades, siendo en ellos donde se gestan y promocionan los negocios, entre ellos gran número de editoriales, periódicos y revistas. 

Escudo de Barcelona entre la figuras de Hermes y Fortuna. Imagen tomada del libro "Hermes y  Barcelona", de la cual soy coautora junto a Francisco Ariza y otros miembros del Centro de Estudios de Símbología de Barcelona, los que dedicamos el libro a Federico González, como nuestro guía intelectual.


No es pues casual que esa ciudad renaciente tomara como símbolo de su emergencia la figura del dios Hermes-Mercurio, el mensajero divino, intermediario entre los dioses y los hombres, a los que comunica las ideas, las artes y las ciencias, siendo por su intermedio que Barcelona está ligada a su tradición más ancestral, la tradición de Hermes, la que, llegada a través de Egipto, Grecia y Roma, nos conecta con un pensamiento primigenio y universal, el mismo que ha forjado desde antiguo el alma de Occidente. Como nos dice Federico González: "La Tradición Hermética es, pues, una forma de la Tradición Unánime, universal y primigenia –adecuada al ropaje histórico y a la mentalidad de ciertos pueblos y ciertos seres– que se ha manifestado aquí y allá, conformando y organizando su cultura y la civilización" (La Rueda. Una Imagen Simbólica del Cosmos. Barcelona, 1986).

Cabe advertir en esa invocación generalizada para atraer la influencia de Hermes (constatada en los muchísimos documentos impresos donde se plasmó su figura, como es el caso de la propia moneda, las acciones del Metro emitidas en esa época, grabados, forjas, vidrieras, cerámicas, esculturas y bastantes otras muestras que podríamos enumerar donde se representa la figura del dios o bien sus atributos) que, en este periodo de refundación de la ciudad, la Tradición Hermética, sus símbolos y mitos estaban aún presentes entre las gentes y sobre todo entre aquellos que de alguna manera participaron con más vigor en la creación de la nueva Barcelona. Nos referimos especialmente a los distintos gremios de artesanos y constructores que colaboraron activamente en esa refundación, tales como arquitectos y constructores, forjadores, vidrieros, ceramistas, escultores, etc. Seguramente esos gremios (herederos de los artesanos renacentistas y medievales, surgidos a su vez de las cofradías artesanales de la antigua Roma) no conservan ya una comprensión cabal de la simbólica que plasmaban en sus obras, si bien estos gestos aun sin esa comprensión, han contribuido a la pervivencia de los símbolos herméticos que hoy siguen sirviendo como testimonio y soporte para el despertar de la conciencia. En este sentido, hemos de destacar como hecho relevante que en el florecimiento que vivió la ciudad condal en el siglo XIX coincidió también con la expansión de la Masonería, organización iniciática de origen artesanal y rama de la Tradición Hermética. Esa presencia masónica duraría hasta el final de la II República, siendo Barcelona la ciudad que siempre ha contado con mayor número de Logias y donde se halla una importante Biblioteca pública donada a la ciudad en el siglo XIX por Rosendo Arús, coautor de un Diccionario Enciclopédico de la Masonería. Mª Ángeles Díaz

Nota: Texto tomado del capítulo I de Hermes y Barcelona, libro que los miembros del "Centro de Estudios de Simbología de Barcelona", fundado por Federico González, le dedicamos como nuestro guía intelectual, y que se corresponde con uno de los escritos de mi pluma con el que colaboré como coautora.  Este texto, casi íntegro,  está recogido también por Federico en su Diccionario de Símbolos y Temás Misteriosos, entrada: "Ciudades y Centros Sagrados. Barcelona" M.A.D.

Ver en nuestro Canal de Youtube: "La Memoria de Calíope", de la Biblioteca Hermética.com, la siguiente lista de reproducción dedicada a los Héroes mitólogicos, a cargo de Francisco Ariza

https://www.youtube.com/watch?v=sfhAlwW6zj0&list=PL0hwrcsSfC7IZxfdaY0K5SQ0Mdq5Pau8d

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