lunes, 19 de mayo de 2008

Viaje a los Orígenes: la Cultura Ibérica. La ciudad de Ullastret y su entorno histórico-geográfico. Y la Cova d’en Daina

El pasado sábado, 17 de mayo de 2008 a las ocho y media de la mañana, un nutrido grupo de personas, convocadas por el Centro de Estudios de Simbología de Barcelona, nos reuníamos en la puerta de la cafetería Sandor, situada en pleno centro de la ciudad condal, para realizar una nueva ruta simbólica.
Nuestro guía, Francisco Ariza, y la ruta que nos había planeado:
“Viaje a los Orígenes: la Cultura Ibérica. La ciudad de Ullastret y su entorno histórico-geográfico. Y la Cova d’en Daina”.

Dos instantáneas desde dentro del autocar.


Una vez en el autocar, Francisco desde la primera fila del autocar, junto al conductor, tomó el micrófono para saludarnos e introducirnos en lo que se convirtió en un verdadero viaje mágico, lleno de impresiones hacia la raíz del pensamiento humano y hacia la reconstrucción de la verdadera historia. Sin duda era Clio, la musa de la historia, quien estuvo detrás de sus palabras, ya que éstas consiguieron verdaderamente mezclarnos con los antepasados que nos revelaron su mensaje, aquel que habían dejado grabado para nosotros en la piedra, pues como nos dijo:

“No sólo somos hijos de nuestro tiempo histórico, aquel que nos ha visto nacer, el cual podría llegar a ser una limitación castradora si nos identificamos totalmente con él olvidando que es un segmento de un ciclo mucho más amplio, dentro del cual se han desarrollado multitud de culturas, civilizaciones y tradiciones cuyo legado cultural transmitido a través de su arte, su ciencia, su cosmogonía y su metafísica también nos pertenece, y forma parte de lo que podríamos llamar nuestra “genética” espiritual, la única que puede liberarnos de cualquier tipo de condicionamiento: racial, cultural, social, familiar, etc."
Y para introducirnos en la cultura ibérica añadión que ésta pertenece:
“a las civilizaciones que surgieron en el Mediterráneo a lo largo de milenios. Todos ellas tuvieron relaciones entre sí, de ahí el apelativo de Mare Nostrum con que en un momento dado los romanos llamaron al Mediterráneo. Para los griegos el Mare Nostrum, Nuestro Mar, era el lugar donde se manifestaba la ecumene, es decir un espacio compartido por todos los pueblos que lo habitaban, y que incluía no sólo el intercambio comercial sino también el intercambio espiritual e intelectual a través de sus símbolos, ritos y mitos. De hecho, muchas veces el comercio propiciaba también ese otro tipo de intercambio, y era éste precisamente el que realmente cimentaba y articulaba la relación entre todos esos pueblos. No olvidemos que Hermes es por igual el dios del comercio y el de las transmisiones intelectuales. El comercio no era para las civilizaciones tradicionales una actividad puramente material y profana, en primer lugar porque entre esas civilizaciones no existía nada de profano, palabra que en sí misma indica una separación, o mejor dicho un “estar fuera” de una concepción del mundo o cosmogonía sustentada en la idea de un Principio a partir del cual la propia existencia del mundo y del ser humano cobra sentido y significado.”
(…)
"Para todas esas culturas sus deidades y númenes, es decir las ideas-fuerza en acción, lejos de considerarse ajenas a la vida humana, a su acontecer y “circunstancias”, estaban por el contrario plenamente integrados en ella. Como lo estaban en la propia naturaleza. Es por eso que para todas aquellas sociedades, y por muy arcaicas y protohistóricas que nos parezcan, la vida revistiese siempre un carácter mágico-teúrgico y sagrado, donde no sólo esas deidades e ideas-fuerza intervenían en los asuntos de los hombres, sino que también conformaban su pensamiento dándoles las pautas necesarias para la creación de sus estructuras culturales, y por consiguiente su concepción del mundo, su cosmogonía, a imagen de la Cosmogonía Perenne. Esas pautas o medios no han sido otros que los símbolos y los códigos simbólicos. Precisamente, en esta Ruta, como en todas las actividades del CES, nos ceñiremos al mensaje que la cultura ibérica nos ha transmitido mediante su lenguaje simbólico expresado también en sus ritos y mitos fundacionales, que conservan toda la frescura de lo arcaico, de lo perenne, y que por poco que los conozcamos podrán abrir nuestra mente y comenzar a concebir en nuestra interioridad otras posibilidades y otras realidades más universales”.


Vista de la cueva desde el sudeste, desde donde se puede apreciar la entrada.

Antes de llegar a la ciudad ibérica de Ullastret, situada en la provincia de Gerona, nos detuvimos para visitar un increíble monumento megalítico, el dolmen llamadeo la Cova d'en Daina, situado en el corazón de la sierra de las Gavarres, en lo que fue evidentemente un santuario natural de los hombres que hicieron posible aquella cultura, que se encuentra en los orígenes de nuestra civilización y cuyo mensaje, atravesando los tiempos, nos llegó como un beneficio intelectual que en esa mañana quedó fijado en cada uno de nosotros al ser comprendido.

La cova d’en Daina está rodeado de un círculo astronómico de piedras (un cromlech), en el centro del cual se encuentra el dolmen propiamente dicho, donde aquellos hombres, que consideraban la piedra como verdaderos receptáculos de los dioses con capacidad para traspasar el tiempo, enterraban a sus antepasados y al mismo tiempo se proyectaban en el porvenir.


En las fotos diversos momentos de la explicación de Francisco en torno al Dolmen.
La cueva, una estructura perfecta construida con enormes piedras, está orientada al sudeste, lugar donde tiene la entrada, de modo que durante el solsticio de invierno, momento en que el sol comienza su ascenso, el primer rayo de su luz penetra hasta lo más profundo del interior del dolmen, interior que es propio útero de la madre tierra, a la que fertiliza con su luz. De este modo aquellos antepasados portadores de una alta concepción de la vida, ritualizaban la unión entre el cielo y la tierra, es decir la hierogamia del dios y la diosa, de cuya cópula el mundo y todos los seres nacen perennemente.




















































Las dos fotos envueltas en la niebla pertenecen a unos días anteriores, cuando Francisco, quien aparece en la última imagen con paraguas, estaba preparando la ruta.


Núria, blogger de Desde mi Ventana

Nota: Dejo para otro momento el relato del resto del viaje.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

...¡Y todo eso sin llegar siquiera a Ullastret...!

Gracias por hacernos partícipes de ese viaje fabuloso.

V dijo...

Hola Nuria: Estoy un poco atrasado con tus posts. Espero ponerme al día pronto.
¿Hay algún problema con tu dirección de correo? Acaba de rebotarme un mensaje...
Necesito hacerte una pequeña consulta ¿a dónde puedo escribirte? Mi dirección está en el perfil.
Saludos.

Mª Ángeles Díaz dijo...

Gracias Estrella. Es un gusto encontrarte por aquí. Espero poner una segunda parte, con notias sobre el viaje, en algún momento.
Un abrazo

Mª Ángeles Díaz dijo...

Sahaquiel, un gusto saludarte.

No sé que le pasa a este correo y tampoco cómo cambiarlo, pues es con el que entro al blog.
Bueno, enseguida te escribo y te adjunto otro
Un abrazo

Anónimo dijo...

Querida Núria:
Me parecen buenas tanto las fotos como y el texto. Me comentaron algunas personas que para ellos lo más impáctate fue saber lo del rayo de luz que entra en la cueva justo el día del solsticio de invierno.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Qué interesante todo lo que cuentas, Nuria. Me atrae muchísimo.
He estado en un seminario de iconografía y simbolismo y, realmente, se mira todo con otros ojos, con una mirada a la vez más amplia y más concreta... uffff ¿puede ser eso?
:)

Besos!

Mª Ángeles Díaz dijo...

Que interesante, Botón.¿Qué tipo de iconografía? Lo cierto es que todo el arte tradicional es muy interesante y muy misterioso. Uno descubre muchas cosas y no sólo de los pueblos que los crearon, sino sobre la mentalidad de lo sagrado, que, por cierto, nada tiene que ver con lo religioso, sino que es una mirada atemporal que lo abarca todo. Una mirada que hemos perdido los modernos, pero que no es imposible recuperar. De esa autoeducación va, en realidad, la iniciación y la alquimia.
Muchas gracias por todo y seguimos trabajando en equipo.

BeTina dijo...

Nuria!! Que experiencia enriquecedora!!
El lugar se ve muy mágico.
Creo que este tipo de encuentros nos aporta en varios aspectos, y el entorno nos predispone. Cada lugar tiene su energía y la naturaleza presente le aporta mucho más.
Gracias por compartirlo con quienes estamos alejados, físicamente, de estos lugares y eventos.
Saludos!!
Alchemy (BeT)

Anónimo dijo...

Gracias por el artículo y también las fotos. Disfruté mucho compartiendo tan enriquecedor y estimulante viaje y ...espero sea solo el principio de otras rutas y/o actividades compartidas.
Con afecto sincero,
Xaty.