jueves, 31 de octubre de 2019

ACERCA DE NUESTRO INTERÉS EN CIERTAS BIOGRAFÍAS


 El criterio con el que abordamos nuestras biografías tiene un sentido bien definido que se resume muy bien en el siguiente acápice del Programa Agartha:


Hemos estado ofreciendo una serie de escuetas "biografías" (Heracles-Hércules, Moisés, Hermes, Pitágoras, Platón, Isis) de "personas", seres o entidades que han encarnado estados espirituales y necesariamente los han volcado sobre el medio, según era su destino y su función. No nos interesan de estas historias arquetípicas los rasgos humanos y anecdóticos ni las valoraciones a que esos enfoques se prestan. Creemos que son importantes al ser simbólicas, es decir como reveladoras de determinadas pautas esotéricas, perfectamente asimilables –en cuanto son ejemplares– al hombre en general, por ser universales y no sujetas por eso al espacio y al tiempo sino de modo secundario. 

Tienen también otra función: la de ir preparando el camino para el conocimiento y la comprensión de otra historia, secreta para los que no son capaces de profundizar y establecer relaciones entre símbolos y se sienten satisfechos con las cómodas e inverosímiles historias oficiales. La verdadera historia es otra cosa. Y los occidentales podemos leer en la nuestra como en una simbólica de ritmos y ciclos, una danza de cadencias y entrelazamientos, no casuales por cierto, y donde todos y cada uno de los hechos adquieren un significado en la armonía del conjunto, que se contempla bajo una lectura diferente, bañada por una nueva luz. Además, y es lo importante, esto es especialmente válido para ser aplicado a nuestra propia vida, a las anécdotas, aconteceres e historias relativas de nuestra existencia. Las cuales han de ser consideradas bajo un enfoque simbólico y nunca como un conjunto de posesiones personalizadas y exclusivas con las que nos identificamos. 


INTRODUCCIÓN A LA CIENCIA SAGRADA, PROGRAMA AGARTHA, DE FEDERICO GONZÁLEZ Y COLABORADORES 



martes, 1 de octubre de 2019

PINACOTECA SIMBÓLICA. FILÓSTRATO SOBRE LA PINTURA Mª Ángeles Díaz


"Quien no ama la pintura es injusto con la verdad, es injusto con toda sabiduría que les ha sido dada a los poetas –pues tanto éstos como los pintores contribuyen por igual al conocimiento de los hechos y apariencia de los héroes- y desprecia las proporciones por las que el arte se vincula a la razón. Para el que quiere ejercer su ingenio, la pintura fue inventada por los dioses a partir de las formas naturales, como los prados pintados por las Estaciones o los fenómenos celestes; pero para quien investiga el origen del arte, es la imitación el hallazgo más antiguo y más afín a la naturaleza, y fueron hombres sabios quienes la inventaron, llamándola unas veces pintura y otras arte plástica.

Hay muchas formas de artE plástica: el modelado, propiamente dicho, la imitación en bronce, la obra de quienes trabajan el mármol blanco o el de Paros, la talla en marfil y, por Zeus, hasta la glíptica. 

La pintura, en cambio, está basada en los colores, y, aunque sólo se sirve de éstos, con ellos se las ingenia mejor que el arte plástica con sus muchos medios. Porque reproduce el sombreado y permite reconocer la mirada del loco o de quien está triste o alegre. Un artista plástico no es capaz de reproducir el brillo de los ojos, mientras que la pintura sabe representar el ojo azul, verde o negro, y conoce también la cabellera rubia, pelirroja o dorada, el color de los vestidos y de las armas, las habitaciones, las casas, los bosques, las montañas, las fuentes y la atmósfera que todo lo envuelve". Filóstrato. Filósofo griego. 

Pintura: Danza de la música del tiempo. Nicolás Poussin (1636)

AD FINES, CORTOMETRAJE Y COMENTARIO DE FRANCISCO ARIZA


De este cortometraje nos dice Francisco Ariza, uno de los protagonistas, en su página de Fb: 
"Este es un simpático cortometraje producido por el Taller de Cinema de Martorell (Barcelona), en donde interpreto el personaje de un antiguo director de museo. Se titula “AD FINES”, en alusión al “limite” o “término” que separaba dos territorios dentro de la provincia romana de la Tarraconense, el de Tarraco y el de Barcino, límite que estaba ubicado en la actual villa de Martorell. Esta es famosa por su puente de origen romano que salva el río Llobregat, el cual fue construido por la “VI Legio Victrix”, aunque en la Edad Media (siglos XIII-XIV), se le añadió una estructura en su parte superior característica de la arquitectura gótica.

La trama, aderezada con un toque de suspense de “cine negro” y rodada por igual en catalán y en castellano, consiste fundamentalmente en una reflexión sobre el amor y el tiempo, y más concretamente sobre el “cruce” de dos épocas distintas, haciendo posible que dos amantes de hace veinte siglos se vuelvan a encontrar hoy en día en el lugar donde se vieron por última vez, en el puente, reparando así un amor truncado por las circunstancias de la vida. Si el río es un símbolo del tiempo que fluye, el puente es aquí el que "salva" ese fluir y el que permite dicho reencuentro.

El “amor nunca muere” podría ser la conclusión final, lo cual no es para nada descabellado pues eso mismo es lo que significa etimológicamente la palabra amor: “a-mor = no muerte”. Ese es en realidad el “tesoro” que buscan los protagonistas, aunque algunos, como les sucede a los tres mafiosos, no lo hayan entendido así.
Francisco Ariza junto a algunos compañeros de rodaje de Ad Fines


Francisco Ariza junto a algunos compañeros de rodaje. En el centro el director 
Francisco Ariza junto a los dos protagonistas de Ad-Fines