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jueves, 16 de febrero de 2023

SIMBOLISMO DEL CARNAVAL

Óleo de Johannes Lingelbach, c. 1650/1651.

El Carnaval, tiempo de desorden

Para hablar con propiedad del Carnaval, lo primero que debemos saber es que no podemos pensar en una fiesta concreta que responda a un solo patrón, sino que es necesario que sepamos que dentro de las fiestas carnavalescas se encuentran huellas de distintas celebraciones, religiones y creencias. Manifestaciones todas ellas destinadas a señalar el final y principio del ciclo anual. En nuestro calendario, el periodo concreto para celebrar los festejos carnavaleros va desde Navidad al Miércoles de Ceniza, aunque se concrete o se sintetice en los tres días anteriores, incluyendo el propio miércoles.

En realidad, y siendo mucho más precisos, debemos decir que las fiestas carnavalescas esconden bajo su manto, o bajo sus mascaradas, un sinfín de antiguos cultos y que son algo así como un arca de mitos y leyendas ancestrales que han subsistido en ese espacio del calendario destinado a acoger ciertas fiestas libres de normas. No deja de ser irónico, y si nos fijamos es algo que define muy bien a la sociedad actual, que lo único que perdure de la memoria de antiguas tradiciones sapienciales sean sus parodias. La gente en realidad lo que hace a través del folklore, es sostener unos símbolos que no comprenden, pero que conservan y en alguna medida mantienen despierto el interés por ellos, dando así la oportunidad para que algunos intenten rescatar lo verdaderamente valioso que hay en esas huellas simbólicas. Aunque debemos reconocer que cada vez cobran más valor las palabras de Caro Baroja (quien mejor ha estudiado y recopilado en España sobre las fiestas de Carnaval), al decir que la mayoría de los festejos se quedan siempre en una “simple diversión

El Carnaval representa un periodo que está fuera del orden, una fiesta (o una cualificación del tiempo), creada conscientemente para abolir el orden establecido, y de ese modo liberar lastre, o sea, que se trata de crear las condiciones propicias para poder dejar atrás aquellos condicionamientos que nos hemos fijado en nuestra psiqué y que nada tienen que ver con nuestra verdadera naturaleza. Ese caos al que se vuelve cíclicamente es, desde el punto de vista del viaje iniciático, un paso ineludible en el camino del Conocimiento. En la Cábala, es decir, en el esoterismo judeocristiano, se le llama plano de Yetsirah, en el que se dice que uno debe perderse para encontrarse. Se trata de la necesidad de volver al caos primigenio, o lo que es lo mismo, de la posibilidad de renacer a un nuevo y superior estado de conciencia. Ese punto de vista sobre las cosas es el que hace que una fiesta folklórica y profana se convierta en un símbolo sagrado, y revelador para aquel que logra despertar su significado, aunque éste pueda seguir siendo totalmente desconocido incluso para quien participa de tales festejos.

Por otra parte, eso ha sido siempre así; me refiero a que no todos, en una sociedad tradicional, han tenido totalmente claro qué fuerzas o qué ideas-fuerza se estaban invocando en cada fiesta ritual, y siempre hubieron iniciados que las celebraban de un modo y el resto de la comunidad que hacía de ellas otra lectura y asociaciones particulares, muchas veces reflejadas en el costumbrismo y las leyendas locales. En cualquier caso, lo que conviene saber es que las sociedades tradicionales de todos los tiempos han considerado imprescindible contar con un poder espiritual que mantuviera un eje entre los distintos planos de la realidad, para ayudar a compensar la tendencia del hombre caído a descender a sus estados inferiores. Aquéllos ligados con su parte animal. 

En Occidente, ese poder de invocación de la luz inteligente ha permanecido en manos de distintas organizaciones iniciáticas, cuya testificación está en una larga cadena de nombres, entre los que se encuentran filósofos, hombres de ciencia, astrónomos, artistas, así como también algunos hombres de Iglesia, como el cardenal Nicolás de Cusa, impulsor, junto a Marsilio Ficino y otros afines, de ese gran movimiento cultural que se dio en la época del Renacimiento, llamado así precisamente por ese renacer.

El Carnaval representa un tiempo destinado a los ritos de purificación, y por lo tanto un espacio donde lo grotesco y la fealdad son exaltados. Esa es la razón de que sea tan característico de los carnavales resaltar todo aquello que exprese inversión de roles, cambio de papeles, de sexo, de identidad. Desde el punto de vista simbólico, se trata de un espacio creado para que lo invertido y oscuro que llevamos dentro salga a la luz, se exprese y concluya así su ciclo. De ese modo, tras su muerte, se consigue que estas influencias dejen de constituir un impedimento a la posibilidad de alcanzar un nuevo renacer. Dicho de otro modo, un tiempo destinado a que las bajas pasiones y las tendencias inferiores se manifiesten y puedan así vivir su existencia y agotarse antes de que inicie el ciclo nuevo, siendo eso precisamente lo que da sentido a tales festejos.

“Se trata -dice Guénon- de ‘canalizar’ de alguna forma esas tendencias y hacerlas lo más inofensivas posibles dándoles ocasión de manifestarse, pero solo durante periodos muy breves y en circunstancias bien determinadas, y asignando además a esa manifestación límites estrictos que no se le permite sobrepasar. Si no fuera así, esas mismas tendencias, faltas del mínimo de satisfacción exigido por el estado actual de la humanidad, arriesgarían producir una explosión, si así puede decirse, y extender sus efectos a la existencia entera, tanto colectiva como individual, causando un desorden muchísimo más grave que el que se produce únicamente durante algunos días expresamente reservados a ese fin, y además tanto menos temible cuanto que se encuentra por eso mismo como ‘regularizado’, pues, por una parte, esos días están como puestos fuera del curso normal de las cosas, de modo que no ejerza sobre este ningún influjo apreciable, y empero, por otra parte, el hecho de que no haya nada de imprevisto ‘normaliza’ en cierto modo el desorden mismo y lo integra en el orden total”.

Sin embargo, en este sentido, podemos añadir con este autor que dado que vivimos ya en un eterno Carnaval, estas fiestas han perdido su razón de ser, y como decíamos no van más allá de un simple divertimento. Mª Ángeles Díaz


Este texto es un fragmento de nuestra conferencia pronunciada en el Centro de Estudios de Símbología de Barcelona, entidad fundada por Federico González, y posteriormente publicada en la revista Symbolos por el propio Federico. En la actualidad se encuentra en la página Dos de Enero (Temas de Symbolos) y en formato vídeo en la cadena La Memoria de Calíope, de la Biblioteca Hermetica.com 

Danza en la antigua Roma, mosaico

Otros enlaces:

https://www.docsity.com/es/carnaval-de-maria-angeles-diaz/3652274/

https://dmiventana.blogspot.com/2008/02/el-simbolismo-del-carnaval.html

https://www.oocities.org/es/atrivm2001/5colaboraciones/diaz_folklore.html


sábado, 1 de octubre de 2022

HERACLES EN LA FUNDACIÓN DE BARCELONA

Pieza de mármol mitad del s. II d.C. Museo Capitolino de Roma (Italia)


Cuenta el mito que al nacer Heracles, Hera, esposa celosa de Zeus, envió dos serpientes para que matasen al niño. Estas “se acercaban blandiendo sus lenguas emponzoñadas, Heracles que no conoce otra defensa que su valor coge con sus manos de niño los horribles reptiles y oprime su garganta que hincha negro veneno, odiado de los mismos dioses. Es en vano que estrechen con sus mil anillos al niño del cual Hera ha retardado su nacimiento. Muy pronto, agotadas por inútiles esfuerzos, se desenrollan y tratan de liberarse de la mano que las aplasta. 

Al ver al niño Heracles oprimiendo estrechamente las dos serpientes en sus infantiles manos, lanzan todos a la vez un grito de horror; pero él, en los transportes de la alegría infantil, muestra a Anfitrión las serpientes y riendo las arroja a sus pies, ahogadas y sin vida”

La imagen de Heracles niño envuelto por dos serpientes evoca al cayado de oro de Hermes, con el que el dios separó a dos serpientes que luchaban entre sí y que una vez amansadas se enroscaron en torno a su vara, dando origen al caduceo.  Pero la relación de Hermes con el fundador de Barcelona no se limita a esta correspondencia simbólica. Se dice que Hermes, instigado por Zeus, depositó a Heracles niño en el regazo de Hera mientras esta dormía a fin de que mamase de ella la leche de la inmortalidad. La diosa despertó violentamente de su sueño, y al reconocer a Heracles, se apartó dejando escapar un chorro de leche que formó la Vía Láctea. 

Heracles niño separando dos serpientes que peleaban. Bronce c. III-I a.C. British Museum (Londres)


Además, Hermes acompaña a Heracles en su descenso a los infiernos para llevarse al can Cerbero y completar así sus doce trabajos, y vuelve a hacerlo cuando el héroe va a rescatar a Alcestes del reino de las sombras. Por otra parte, Hermes es el encargado de vender a Heracles a la reina Onfale, a quien el héroe deberá servir durante tres años para expiar el asesinato de Ifito.  

Hay huellas de Hermes en la historia de Barcelona, en su fundación mítica –a través del héroe civilizador–, pero también en todos los tiempos. La ciudad se construye y administra por medio de artes transmitidas por el dios Hermes a los hombres, aunque éstos hayan llegado a desconocerlo, y cada edificación o acto de gobierno revelan, en su sentido más profundo, a esta deidad intermediaria y esquiva. Además, por causas que escapan a lo racional y previsible, la vinculación de Hermes con Barcelona se ha expresado de una manera especialmente palpable, hasta se diría que gráficamente, en una determinada coyuntura histórica de la ciudad.

Situémonos en los inicios del siglo XIX. En esa época, la mayoría de las ciudades españolas seguían conservando sus murallas medievales, pero el intenso crecimiento poblacional que algunas experimentaban imponía en ellas el tránsito a un nuevo modelo urbanístico, hecho signado por el derribo de las viejas murallas. De entre las grandes realizaciones de reforma llevadas a cabo durante esa época fue el plan elaborado por el arquitecto Ildefons Cerdá para Barcelona el proyecto más espectacular. Diseñado alrededor del antiguo núcleo gótico, el conocido Eixample extendió la ciudad varios kilómetros a lo largo de su costa y hacia la sierra de Collserola, gestándose así la nueva ciudad, que integraba en su proyecto a la Ciudad Antigua (Ciutat Vella). Este impulso promocionó enormemente las relaciones e intercambios humanos de toda índole entre Barcelona y el resto de Europa, y sobre todo con América, estableciéndose en ese periodo un intenso comercio de ultramar. Barcelona, imbuida por ese espíritu expansionista y renovador, se abre popularmente a la cultura. Nacen una multitud de cafés que acogen tertulias en las que se habla de literatura, de ciencia, de política, de filosofía, de música, de poesía, de arte, de teatro, de la industria y del comercio. En definitiva, estos cafés eran auténticos centros populares de información y comunicación de ideas y novedades, siendo en ellos donde se gestan y promocionan los negocios, entre ellos gran número de editoriales, periódicos y revistas. 

Escudo de Barcelona entre la figuras de Hermes y Fortuna. Imagen tomada del libro "Hermes y  Barcelona", de la cual soy coautora junto a Francisco Ariza y otros miembros del Centro de Estudios de Símbología de Barcelona, los que dedicamos el libro a Federico González, como nuestro guía intelectual.


No es pues casual que esa ciudad renaciente tomara como símbolo de su emergencia la figura del dios Hermes-Mercurio, el mensajero divino, intermediario entre los dioses y los hombres, a los que comunica las ideas, las artes y las ciencias, siendo por su intermedio que Barcelona está ligada a su tradición más ancestral, la tradición de Hermes, la que, llegada a través de Egipto, Grecia y Roma, nos conecta con un pensamiento primigenio y universal, el mismo que ha forjado desde antiguo el alma de Occidente. Como nos dice Federico González: "La Tradición Hermética es, pues, una forma de la Tradición Unánime, universal y primigenia –adecuada al ropaje histórico y a la mentalidad de ciertos pueblos y ciertos seres– que se ha manifestado aquí y allá, conformando y organizando su cultura y la civilización" (La Rueda. Una Imagen Simbólica del Cosmos. Barcelona, 1986).

Cabe advertir en esa invocación generalizada para atraer la influencia de Hermes (constatada en los muchísimos documentos impresos donde se plasmó su figura, como es el caso de la propia moneda, las acciones del Metro emitidas en esa época, grabados, forjas, vidrieras, cerámicas, esculturas y bastantes otras muestras que podríamos enumerar donde se representa la figura del dios o bien sus atributos) que, en este periodo de refundación de la ciudad, la Tradición Hermética, sus símbolos y mitos estaban aún presentes entre las gentes y sobre todo entre aquellos que de alguna manera participaron con más vigor en la creación de la nueva Barcelona. Nos referimos especialmente a los distintos gremios de artesanos y constructores que colaboraron activamente en esa refundación, tales como arquitectos y constructores, forjadores, vidrieros, ceramistas, escultores, etc. Seguramente esos gremios (herederos de los artesanos renacentistas y medievales, surgidos a su vez de las cofradías artesanales de la antigua Roma) no conservan ya una comprensión cabal de la simbólica que plasmaban en sus obras, si bien estos gestos aun sin esa comprensión, han contribuido a la pervivencia de los símbolos herméticos que hoy siguen sirviendo como testimonio y soporte para el despertar de la conciencia. En este sentido, hemos de destacar como hecho relevante que en el florecimiento que vivió la ciudad condal en el siglo XIX coincidió también con la expansión de la Masonería, organización iniciática de origen artesanal y rama de la Tradición Hermética. Esa presencia masónica duraría hasta el final de la II República, siendo Barcelona la ciudad que siempre ha contado con mayor número de Logias y donde se halla una importante Biblioteca pública donada a la ciudad en el siglo XIX por Rosendo Arús, coautor de un Diccionario Enciclopédico de la Masonería. Mª Ángeles Díaz

Nota: Texto tomado del capítulo I de Hermes y Barcelona, libro que los miembros del "Centro de Estudios de Simbología de Barcelona", fundado por Federico González, le dedicamos como nuestro guía intelectual, y que se corresponde con uno de los escritos de mi pluma con el que colaboré como coautora.  Este texto, casi íntegro,  está recogido también por Federico en su Diccionario de Símbolos y Temás Misteriosos, entrada: "Ciudades y Centros Sagrados. Barcelona" M.A.D.

Ver en nuestro Canal de Youtube: "La Memoria de Calíope", de la Biblioteca Hermética.com, la siguiente lista de reproducción dedicada a los Héroes mitólogicos, a cargo de Francisco Ariza

https://www.youtube.com/watch?v=sfhAlwW6zj0&list=PL0hwrcsSfC7IZxfdaY0K5SQ0Mdq5Pau8d

VER TAMBIÉN: 





martes, 5 de octubre de 2021

ACERCA DE MI Y MIS REFERENCIAS INTELECTUALES

Rodeada de mis referencias principales*.


Mª Ángeles Díaz (Ángela), nací en Granada, aunque resido en Barcelona. He sido colaboradora de la revista Symbolos Arte-Cultura-Gnosis desde su fundación en 1991 y hasta el fallecimiento de Federico González, su fundador y director. En ella he publicado numerosos artículos sobre Arte, Masonería y Hermetismo. 

Con Federico González  también he participado en otros proyectos como el Programa Agarthael Teatro de la Memoria. Asimismo, como miembro de la Gran Logia Operativa Latina y Americana, he colaborado en los libros Símbolo, Rito, Iniciación. La Cosmogonía Masónica, de Siete Maestros Masones; también en el volumen La Logia Viva, Simbolismo y Masonería (id.), Hermes y Barcelona y Documentos de la Iglesia Secreta.

También he escrito el libro Viaje Mágico-Hermético a Andros. Una Aventura intelectual (Ed. Symbolos, 2014). Desde hace algunos años investigo en las corrientes herméticas del Renacimiento y el entorno a la Academia Platónica de Florencia dirigida por Marsilio Ficino, 

Junto a Francisco Ariza edito el blog de la Biblioteca Hermetica.com y el Canal de Video-Arte Documental "La Memoria de Calíope", en youtube. 


ESTOS SON ALGUNOS DE MIS VÍDEOS


*
 LA TRADICIÓN HERMÉTICA. PROGRAMA AGARTHA

* EL TEATRO DE LA MEMORIA DE FEDERICO GONZÁLEZ

* MARSILIO FICINO CREADOR DE LA ACADEMIA PLATÓNICA DE FLORENCIA

* LUCRECIA BORGIA Y EL ESPÍRITU DE SU ÉPOCA

 

* ISABEL D’ESTE, LA GRAN DAMA DEL RENACIMIENTO

* LAS PINTURAS DE ARENA DE LOS NAVAJO, IMÁGENES DE SU COSMOGONÍA

ALGUNOS CUADERNOS EN PDF

* MARGARITA DE NAVARRA. LA PERLA DE LAS MARGARITAS
Bibliotecahermética.com

* LUCRECIA MARINELLA. De los Cinco Nombres de Honor de la Mujer
Bibliotecahermética.com

* LAS SIBILAS. Sacerdotisas Itinerantes de Apolo y Cristo
Bibliotecahermética.com

* DEMÉTER. Símbolos y Ritos de la Diosa Madre

Bibliotecahermética.com

* SIMBOLISMO DEL CARNAVAL
Bibliotecahermética.com

* RENÉ GUÉNON, MAESTRO MASÓN
Bibliotecahermética.com

* LA MASONERÍA Y EL ARTE DEL BORDADO
Bibliotecahermética.com

* FEDERICO GONZÁLEZ:
DESDE LA COSTA MAYA DEL PACÍFICO
Bibliotecahermética.com

*EL VIAJE DEL CONOCIMIENTO:
DIALOGOS CON FEDERICO GONZALEZ
https://www.2enero.com/textos/s32madiaz1.html

* DEFENSA DE SÓCRATES. APOLOGIA DE LA JUSTICIA
Bibliotecahermética.com

* SOBRE EL ZEN
Bibliotecahermética.com

* SÍMBOLOS UNIVERSALES EN EL FOLKLORE DE CATALUÑA
Con Francisco Ariza
Bibliotecahermética.com

*CATALINA DE MEDICI REINA HERMÉTICA DE FRANCIA  Bibliotecahermética.com

HEROIDAS. Mujeres del Ciclo Heroico (Próximamente)
Biblioteca Hermética

http://dmiventana.blogspot.com/
https://angeladiazk.blogspot.com/
https://www.bibliotecahermetica.com/

Federico González, Francisco Ariza, Safo, Alan Watts, Suzuki, Sócrates, Deméter, Marsilio Ficino, Pico de la Mirandola, Hermes... 


domingo, 9 de noviembre de 2008

Viaje a Ampurias, Puerta de Entrada de la Cultura Clásica en Hispania

Ruinas de Ampurias (Empúries), en la costa catalana

Siguiendo las rutas simbólicas por la Geografía y la Historia de Cataluña, y después de haber visitado Tárraco y Centcelles , la Cova d’en Daina y la ciudad ibérica de Ullastret, Francisco Ariza nos conduce en esta ocasión a Ampurias (Empúries), un bellísimo paraje en la costa mediterránea que se convirtió en el primer asentamiento griego dentro de la Península Ibérica, y podríamos incluso decir que también allí en Ampurias se estableció, simultáneamente con Tárraco, el primer enclave romano. Es decir que Ampurias, fue la puerta de entrada de la Cultura Clásica en Hispania.

Una ciudad cuyos restos comenzaron a emerger hace justamente un siglo gracias a los datos aportados por ciertos historiadores, arqueólogos y arquitectos como Puig y Cadafalch, que se ocuparon de ubicar el enclave.

Al reportaje fotográfico del viaje a Ampurias he añadido algunas frases, entrecomilladas, pronunciadas por Francisco Ariza durante la visita guiada que tuvo lugar ayer, y que como las anteriores rutas simbólicas ha sido patrocinada por el Centro de Estudios de Simbología de Barcelona.
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"Hay ciudades que han jugado un papel crucial en la historia de los pueblos y las civilizaciones, que no olvidemos constituyen organismos vivos. Ampurias es una de esas ciudades, y su elección por parte de aquellos comerciantes griegos venidos de la lejana Focea respondió en gran medida a la posibilidad de realizar ese imaginario mítico que les nutría desde antiguo, es decir de establecerse en una tierra que de algún modo ya les era familiar pues formaba parte del paisaje de su propia geografía espiritual".
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Al nordeste aparece Sant Martí de Empúries, la pequeña isla (más tarde unida a la costa por un istmo) a la que arribaron los primeros pobladores griegos. En este mapa se distinguen claramente la ciudad griega (junto al mar) y la ciudad romana, mucho más grande.


“El primer lugar escogido para establecerse fue una pequeña isla, cercana a la costa en la desembocadura del rio Fluviá, cuyos sedimentos dejados a lo largo de más de dos mil años fueron haciendo desaparecer poco a poco la isla, uniéndola finalmente a tierra firme. A esa ciudad la llamaron Palaiópolis (que quiere decir “Ciudad antigua”) y desde la Edad Media recibe el nombre de Sant Martí de Empúries, la cual ha tenido su papel histórico en la gestación misma de Cataluña. Palaiópolis fue el germen originario de lo que sería Ampurias, que se comenzó a edificar al lado mismo de la ciudad antigua. Gracias a ese establecimiento la cultura clásica fue introduciéndose poco a poco en Hispania, pues Ampurias no era un punto comercial más en el Mediterráneo, sino que también fue un centro cultural de primer orden”.

Estela funeraria de un guerrero íbero, su lanza aparece recogida en espiral. Museo de Ampurias



“Efectivamente los iberos toman contacto con la cultura griega a través de Ampurias, y de ella reciben determinados conocimientos relacionados con las distintas artesanías, los nombres y atributos de sus dioses (que los íberos reconocen en los suyos propios), o las técnicas arquitectónicas, sin las cuales no se entenderían las ciudades íberas amuralladas que, como la de Ullastret, eran verdaderas acrópolis según el modelo de las griegas”.

Cabeza de Hermes-Dionisio, hallada en una excavación hace apenas 2 ó 3 años

Vasija cultual griega con símbolos terrestres y cósmicos

Ara romana. Ampurias


"Con toda certeza los griegos que se acercaron a la península ibérica a partir del siglo VIII a.C. conocían ya las leyendas míticas que se habían ido tejiendo desde antiguo por la civilización cretense y micénica acerca de las tierras del Occidente mediterráneo, y más concretamente de Iberia y Tartesos, que ellos conocían. Allí se encontraba el dios Océano, el Jardín de las Hespérides, las Islas Afortunadas, las columnas de Cronos (que después pasaron a ser las de Heracles-Hércules), nacidas de la separación de la tierra y el cielo, el País de los Antepasados, el cual estaba entroncado con la remota civilización atlante. Los viajes de Heracles-Hércules, de Ulises y de Jasón por las tierras del extremo Occidente forman parte de esas leyendas que siempre encierran una realidad concreta relacionada con el acto fundador y civilizador".
Asclepios, o Asklepios (Esculapio en latín). Estatua de gran tamaño encontrada en las excavaciones. Museo de Ampurias



Instantáneas tomadas en el recinto del poblado de Ampurias, durante la ruta simbólica guiada por Francisco Ariza. En ella aparecen algunos de los asistentes en distintos momentos del viaje.



“Aquella colonia griega destinada al comercio (Emporiom precisamente quiere decir “mercado” en griego), se convertiría enseguida en un foco de difusión de esa cultura, es decir en la transmisión de su cosmovisión, expresada a través de su mitos, ritos y símbolos. Por otro lado, ya sabemos que el comercio es una actividad que está bajo el amparo de Hermes-Mercurio y por tanto puede ser también un vehículo de relaciones e intercambios culturales"
"Pero Ampurias también fue la puerta de entrada del helenismo, lo que se vio potenciado cuando se convirtió en una ciudad romana a partir del siglo II a.C. Desde ese momento Ampurias establece una intensa relación comercial y cultural con Alejandría, capital del helenismo, y donde se gestó la gran síntesis cultural que dio nacimiento a la filosofía alejandrina y a la Tradición Hermética. En Ampurias esto se vería reflejado en la construcción del templo dedicado a la deidad greco-egipcia Serapis, que junto con el templo de Asclepios y el de Artemisa, constituyeron a lo largo de los siglos los centros sagrados de esta ciudad bañada por las aguas del Mare Nostrum. Así pues, con la visita a Ampurias continuaremos participando de la memoria de la herencia clásica y pagana, que está en la raíz de la cultura occidental, formando parte indisociable de nuestra propia identidad".


A continuación algunos de los mosaicos de las casas situadas en la parte romana del poblado de Ampurias. Como se podrá apreciar los pavimentos se conservan en un estado inmejorable. También se puede observar la distribución que tenían las casas.




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Foto del grupo tomada junto al mar Mediterráneo, justamente en la punta costera de la antigua isla de San Martín. Primer asentamiento griego en la Península Ibérica.
Ver fragmento de la disertación en este corte de video

viernes, 11 de abril de 2008

La Masonería. Símbolos y Ritos

En el Ateneo Barcelonés, institución cultural catalana con más de 150 años de historia en la ciudad condal, tendrá lugar el próximo lunes día 14 de Abril del 2008, la presentación del libro: La Masonería. Símbolos y Ritos, de Francisco Ariza. Editorial: Libros del Innombrable. ISBN 10 84 95399 81 4

La información que ofrece el propio Ateneo es la que sigue:

"El director de la revista telemática de Estudios Masónicos 'El Taller', nos ofrece un interesante volumen donde nos acercará a todo aquello que la Masonería, con su conjunto de símbolos y ritos, revela.
Una obra de Francisco Ariza, que será presentada por Marc García, codirector del Centro de Estudios de Simbología de Barcelona

La Masonería: Símbolos y Ritos es un compendio de trabajos que Francisco Ariza ha publicado en la revista Symbolos a lo largo de más de una década, junto a otros textos inéditos de la pluma del autor, unidos unos y otros con maestría para conformar una extraordinaria síntesis".

En la contraportada del libro leemos lo siguiente:


"La Masonería, organización iniciática integrada dentro de la gran corriente del Hermetismo, remonta sus orígenes históricos a la época de los constructores medievales, conocidos como los free-masons o franc-masones (los «albañiles libres»), si bien éstos eran depositarios de una herencia mucho más antigua, como atestiguan las propias leyendas masónicas con genealogías que se remontan a la construcción del Templo de Salomón, e incluso mucho más allá, a los tiempos antediluvianos y primordiales. Esa herencia es la que ha recibido la Masonería actual a través de los símbolos de la construcción (como los números, las formas geométricas y las herramientas), a saber: que ante todo se trata de los vehículos de la edificación interior, del templo espiritual, que está en la esencia misma de lo que ha sido y es la Masonería, la cual nos enseña a conocer el sentido iniciático de su Arte (idéntico a la "Gran Obra" de la Alquimia), pues sólo a través de ese conocimiento podemos realizar, u operar en nosotros mismos, los principios derivados de él."

Nota de prensa: Núria

Abril, 14 . Amplío esta crónica con una foto tomada durante la presentación del libro, en el Ateneo Barcelones. En la imagen se ve al autor, Francisco Ariza, (derecha) y Marc García, codirector del Centro de Estudios Simbólicos de Barcelona. No se aprecia bien, pero en la pared se proyectaron todas las imágens del libro que el autor iba comentando.




Abril, 28. Unos días después me veo, de nuevo, en la necesidad de completar esta noticia, primero porque el libro se ha presentado en Zaragoza, en la sala de cultura del Corte Inglés, y luego por haber tenido la noticia de un nuevo libro de Francisco Ariza sobre el mismo tema. Su título: La Tradición Masónica: Historia, Simbolismo, Documentos Fundadores. Para mayor detalle consultar la reseña de la Libreria 2 de Enero



Portada del nuevo libro de Francisco Ariza, titulado: La Tradición Masónica. Historia, Simbolismo, Documentos Fundadores. Ed. Obelisco.


De dicha reseña resaltamos estas palabras: "En este libro, extraordinariamente documentado y profusamente ilustrado, Francisco Ariza aborda no sólo la historia y los símbolos de la masonería, sino también los documentos fundadores, los catecismos y los manuales de instrucción." Ed. Obelisco, Barcelona.
Debo seguir ampliando esta noticia, pues también la ciudad de Zaragoza acogió la presentación de uno de estos volúmenes de Francisco Ariza, cuya reseña puede leerse en la Revista El Arka.


viernes, 1 de febrero de 2008

EL SIMBOLISMO DEL CARNAVAL

Conferencia pronunciada el 29-Enero-2008 en el




Mª Angeles Díaz y
Ana Contreras

En la foto la cueva de las Lupercas , descubierta hace menos de un año en la ladera del monte Palatino, a unos 16 metros de profundidad, en el palacio del emperador Augusto. Estaba cubierta de conchas.

Con el título de referencia Mª Angeles Díaz y Ana Contreras, ambas colaboradoras de la revista Symbolos, y miembros del Centro de Estudios de Simbología, de Barcelona, realizaron el pasado martes, en la sede de dicho centro, fundado en 1979 en Barcelona por Federico González, dos conferencias donde se trató en profundidad del simbolismo del Carnaval, de su origen y de su significado.

En la imagen dos momentos de las conferencias donde se ve a Mª Angeles Díaz (izquierda) y Ana Contreras.
Ambas charlas se refirieron a los mitos, al arte y a la literatura tradicional. La primera de las exposiciones, a cargo de M.A. Díaz, se refirió al Carnaval como una fiesta tradicional, que desde siempre ha estado cercana al fin del ciclo anual y por tanto una fiesta asociada a los ritos de purificación. Un periodo que todos los pueblos han tenido señalado en su calendario, como un tiempo destinado a vivir conscientemente el desorden, la vuelta al caos, con el fin de agotar las energías inferiores y que éstas no representen un lastre en el ciclo siguiente. En todo ello siguiendo a René Guénon y Federico González, a quienes citaron ambas conferenciantes Seguidamente A. Contreras, realizó una lectura simbólica de la obra pictórica de Peter Bruegel, un pintor vinculado al pensamiento hermético, titulada Combate entre el Carnaval y la Cuaresma. El fragmento que sigue corresponde a la primera conferencia. En un proximo post añadiré otra muestra de lo que fue la otra exposición.

Sobre el Simbolismo del Carnaval:

"En realidad, y siendo mucho más precisos, debemos decir que las fiestas carnavalescas esconden bajo su manto, o bajo sus mascaradas, un sinfín de antiguos cultos y que son algo así como un arca de mitos y leyendas ancestrales que han subsistido en ese espacio del calendario destinado a acoger ciertas fiestas libres de normas".
“No deja de ser irónico, y es algo que define muy bien a la sociedad actual, el hecho de que lo único que quede de la memoria de antiguas tradiciones sapienciales sean sus parodias. La gente en realidad lo que hace mediante el folklore, es sostener unos símbolos que no comprenden, pero que conservan y en alguna medida mantienen despierto el interés por ellos, dando así la oportunidad para que algunos intenten rescatar lo verdaderamente valioso que hay en ellos”Junto a las Saturnales, los ritos de las Lupercas sobreviven en el Carnaval. Pero ¿quienes son las Lupercas?
“Los datos acerca de estas mujeres y sus santuarios han demostrado que las Lupercas, no sólo realizaban ritos mágicos y aquelarres para fertilizar la tierra y atraer las energías celestes al ámbito del hombre, con el fin de fecundarlo y vigorizarlo. Estas mujeres, además, tenían entre sus múltiples funciones ejercer de maestras, nodrizas de niños ajenos, amas de cría, es decir que criaban e instruían, o sea, nutrían en el Lupanar.
En la novela “La Dama de Urtubi”, de Pio Baroja, se pone, en boca de uno de los personajes la siguiente frase: “Perdonad que un poeta del Bearn intervenga en vuestras lupercales y penetre en este antro recóndito y sagrado para dirigiros un saludo”

Estas cofradías de mujeres ya desde época remota, desde sus Templos daban culto a sus deidades y transmitían el Conocimiento a través de enseñar la escritura, la música, el relato de los mitos antiguos, la magia semítica, formas de la magia egipcia, así como la confección de talismanes y las diferentes técnicas artesanales. Santuarios-bibliotecas donde se acumulaban las tablillas con escritos, pergaminos o libros que contenían todo el Saber acumulado.
Precisamente la palabra alumna, dijo la conferenciante, procede de alimentadora, y es el epíteto que se daba a las sacerdotisas de Deméter, en Eleusis, llamadas maestras nodrizas, o las abejas, o sea las que nutren, maestras alimentadoras del espíritu y la inteligencia"
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"Cicerón habla de las Luperci y también Plutarco quien relaciona estas celebraciones con el Lobo, y Ovidio, quien destaca su carácter purificatorio y su relación con el culto de Pan.
Una deidad seguida por los pastores, pero imbricada en el culto a Dionisio, y que siguieron conservando un ritual donde se practicaban como ceremonia un rito relacionado con el Lobo, al que invocaban para que fuera éste quien protegiera al ganado de las demás fieras.

Este es el origen de la fiesta vasca llamada Otsoa Bilk, otso: que se traduce por Lobo y Bilk, recoger. De este modo quedan invertidos los papeles, pedir para el lobo con tal de saciarlo. Lo que traducido al lenguaje iniciático, significa alimentar todas los bajos instintos de modo que estos queden excluidos por agotamiento. Por otro lado Otsa-illa es febrero y significa mes de los lobos siendo además en esta época cuando estos animales entran en celo.

En cuanto a la razón por la que estas mujeres se identificaran con el lobo se debe a que éstas tenían muy presente que éste animal es un símbolo de la luz, y al mismo tiempo de la oscuridad. Representa pues la Unión de los contrarios, ampliamente expresada en los trajes de los arlequines que aparecen en la escenografía de los diferentes Carnavales.
El lobo es feroz y maléfico y al mismo tiempo un animal luminoso capaz de ver en la noche.

La boca del lobo, en muchas mitologías, por ejemplo la escandinava, es un símbolo de reintegración cíclica. Algunos textos hablan de que la boca del lobo se traga el sol en cada final de ciclo, y lo vuelve a desembuchar cuando inicia el ciclo. En ese sentido simboliza la muerte cósmica y por eso se le tiene como dios de los infiernos, o el propio diablo, a veces también identificado con el perro, guardián del umbral, entre la vida y la muerte".
"De hecho la palabra Luperca es un compuesto entre lupus lobo e hircus macho cabrío.
Por eso el nombre popular por el que eran conocidos los Lupercos era: capri, relativo a la cabra
."
(Leer el altículo completo) Publica: Núria (Mª Ángeles Díaz)
Publicación de Federico González en la revista SYMBOLOS (retirado tras su fallecimiento por los nuevos dueños de la revista junto a un centenar de artículos más) https://www.docsity.com/es/carnaval-de-maria-angeles-diaz/3652274/