domingo, 29 de septiembre de 2019

ARCÁNGEL MIGUEL, JEFE DE LAS MILICIAS CELESTES. Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos


"Miguel: Jefe de las milicias celestiales relacionado con el fuego y la guerra, lleva en una mano una espada y en la otra una balanza porque a la hora del juicio de las almas pesa sus valores. Su nombre significa "¿quién como Dios?".

Es típicamente solar y por ello se lo equipara a Tifereth, el centro crístico". Entrada: Arcángel

Federico González Frías
Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos
Pintura de la Escuela Cuzqueña


martes, 17 de septiembre de 2019

RENÉ GUÉNON ACERCA DE LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL

La doncella del Grial. Anthony Frederick

Texto Mª Ángeles Díaz

Estos días estoy leyendo los capítulos que René Guénon le dedica al Simbolismo del Grial, "El Santo Graal" (Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada). De esta lectura son los siguientes extractos que, a mi entender, sintetizan muy bien lo fundamental de dichos capítulos en los que, con su maestría habitual, Guénon nos introduce en los elementos esenciales que conforman la tradición del Grial.

Uno de los tapices que componen la serie realizada 
por William Morris en el siglo XIX con la leyenda del Santo Grial 


"No nos parece dudoso que los orígenes de la leyenda del Graal deban remitirse a la transmisión de elementos tradicionales, de orden iniciático, del druidismo al cristianismo; habiendo sido esta transmisión operada con regularidad, y cualesquiera hayan sido por lo demás sus modalidades, esos elementos formaron desde entonces parte integrante del esoterismo cristiano".


Frescos alusivos a la leyenda artúrica en la Biblioteca Pública de Boston.
Edwin Austin Abbey

"La existencia del esoterismo cristiano en el Medioevo es cosa absolutamente segura; abundan las pruebas de toda clase, y las negaciones debidas a la incomprensión moderna, ya provengan, por otra parte, de partidarios, ya de adversarios del cristianismo, no pueden nada contra ese hecho".



Ilustración en un manuscrito medieval en la que el Rey Arturo y sus caballeros se encuentran ante el Santo Grial

"Nótese bien que decimos “esoterismo cristiano” y no “cristianismo esotérico”; no se trata de modo alguno, en efecto, de una forma especial de cristianismo, sino del lado “interior” de la tradición cristiana; y es fácil comprender que hay en ello más que un simple matiz. Además, cuando cabe distinguir así en una forma tradicional dos fases, una exotérica y otra esotérica, debe tenerse bien presente que no se refieren ambas al mismo dominio, de manera que no puede existir entre ellas conflicto ni oposición de ninguna clase; en particular, cuando el exoterismo reviste el carácter específicamente religioso, como es el caso aquí, el esoterismo correspondiente, aunque tomando en aquél su base y soporte, no tiene en sí mismo nada que ver con el dominio religioso". 


Biblioteca pública de Boston. 
Sala donde se encuentran los frescos con la leyenda artúrica. 


"Queremos aludir aquí al simbolismo de la desaparición definitiva del Graal: que éste haya sido arrebatado al Cielo, según ciertas versiones, o que haya sido transportado al “Reino del Preste Juan”, según otras, significa exactamente la misma cosa".

"Se trata siempre de esa misma retirada de lo exterior hacia lo interior, en razón del estado del mundo en determinada época." 

Las doce doncellas bailarinas. Ruth Sardenson


"Tal retirada no se aplica aquí, por lo demás, sino al lado esotérico de la tradición, ya que en el caso del cristianismo el lado exotérico ha permanecido sin cambio aparente; pero precisamente por el lado esotérico se establecen y mantienen los vínculos efectivos y conscientes con el Centro supremo". 

"Que algo de él subsista empero, aun en cierto modo invisiblemente, es forzosamente necesario en tanto que la forma tradicional de que se trata permanezca viva; de no ser así, equivaldría a decir que el “espíritu” se ha retirado enteramente de ella y que no queda sino un cuerpo muerto". 

"Se dice que el Graal no fue ya visto como antes, pero no se dice que nadie le haya visto más; seguramente, en principio por lo menos, se halla siempre presente para aquellos que están 'cualificados'". 


Edwin Austin Abbey. Rey Lear, 1898.

ENTRADAS DEL BLOG SOBRE ESTE TEMA:

domingo, 8 de septiembre de 2019

SIMBOLISMO DEL RAPTO ENTRE LOS DIOSES.


Frecuentemente aparecen actos de secuestro en los relatos sobre los dioses y los héroes, se trata siempre de dramas simbólicos y son una forma de explicar el rapto que sufre el alma que es seducida o atraída por el Amor al Conocimiento. Cuanto más inocente y virgen sea esta alma, mayor atractivo tiene para el espíritu ya que así puede modelarla de acuerdo a él mismo y hacer de ella su paredro. No su gemela, sino su esposa, su igual a la que poder inspirarle toda clase de cosas bellas y sorprendentes. Eso mismo se cuenta precisamente acerca de las musas de las que se dice que cuando se apoderan de un alma para inspirarla la transportan a sus moradas donde le enseñan odas y otros poemas que sirven para la enseñanza de las generaciones nuevas.
Arriba El Rapto de PerséfoneAlessandro Allori
sobre estas líneas:
 Mismo tema en los Jardines de Versailles.
Escultura de Girardon sobre dibujos de Le Brun.

El proceso iniciático del alma es asimilado al de la semilla secuestrada por Amor para fecundarla y devolverla de nuevo al mundo trasformada ya en su esposa. A esta clase de amor se refieren precisamente las leyendas que funden a Perséfone con Afrodita-Venus. Esta unión de los contrarios, a veces forzada, señala que ambas partes del ser humano (alma y espíritu) han de vivir juntas el paso por la caverna iniciática. Morir o disolverse juntos para nacer finalmente a su unidad. Es lo que en el Hermetismo y la Masonería se conoce como la realización de las Bodas Alquímicas. Orfeo se refiere a este mito invocando a la bella Afrodita en estos términos


"Venerable compañera de Baco. Que te complaces en las festividades. Propiciadora de las bodas. Madre de los Amores. Manantial de persuasión que se complace en el lecho. Apasionada por los hombres. Vivificadora que a muchos pueblos cautivas por la desenfrenada fuerza de la pasión amorosa".


Perséfone y Dioniso. Pinax o tabla. Locri.

Y en este mismo sentido, la controvertida y mítica poetisa griega Safo, la invoca para que sea su aliada en los temas del amor:

"¡Acude a mí [Afrodita] y líbrame de mis penas, y todo aquello que mi corazón desea que se cumpla, cúmplemelo tú en persona, sé mi aliada! Sólo contemplarte un solo instante y ya ni una sola palabra decir puedo, mi voz se quiebra y un tibio fuego al momento recorre mi piel, con mis ojos nada veo, y sordos tengo los oídos, de arriba abajo el sudor me brota y toda yo tiemblo, más verde que la hierba estoy y sin embargo siento que poco me falta para la muerte".

Este enamoramiento pasional forma parte del viaje iniciático y se experimenta como un tipo de arrebato calificado por algunos maestros herméticos como una locura de amor por el Conocimiento y, como tal, experimentada como ardor intenso en el corazón por lo que ésta sólo ha podido ser comparada a la pasión amorosa. De tal modo es importante ese furor pasional que sin el calor que provoca no hay combustión ni transformación de la conciencia; ese es el sentido simbólico de que Deméter, en calidad de Nodriza, pusiera en el fuego al niño que criaba, el príncipe de Eleusis, primer iniciado en los misterios de la diosa, y a quien ésta quería hacer inmortal como a un dios.

La cultura popular, que si bien no crea sí conserva las tradiciones a través del folklore, ha recogido la idea del rapto simbólico y de las Bodas Alquímicas entre el espíritu y el alma, asociándolas a los cortejos nupciales; es así que en algunos ritos de esponsales incluso se escenifica el rapto de la novia por parte del novio o de algún familiar de éste, que lo hace en su nombre, dando con ello inicio a la ceremonia. Casi siempre amparándose en la noche se produce el secuestro de la mujer para conducirla a su nueva casa, y en ocasiones nuevo pueblo, ritualizando mediante esta escenificación el cambio de estado. Siendo secuestrada, la novia es, con respecto a sus dioses tutelares (es decir los dioses lares y los penates que eran los propios de cada familia y de sus hogares), inocente de haberlos cambiado por otros nuevos, evitándose con esto el enojo de cualquiera de ellos. Hacer traspasar a la recién casada el umbral de su nueva casa en brazos del marido tiene su raíz en esta tradición del rapto que ejemplifica el secuestro sagrado del alma por el espíritu fecundante.



Rubens. El rapto de las hijas de Leucipo de 1616

El arte en la antigüedad, y luego en el Renacimiento, especialmente el pictórico, escultórico, la cerámica, la tapicería, el bordado, etc., se vieron completamente inspirados por este mito del rapto. Hoy podemos ver escenas reproduciendo el secuestro de Perséfone-Proserpina por Hades, el de Europa por Zeus o el de la hermosa Helena (ganadora del primer certamen de belleza) por el príncipe troyano Paris, en los principales museos del mundo. Son escenas representadas sobre lienzos, decorando vasos, fuentes, ánforas, sobre baúles o arcones, así como en otros muchos enseres pertenecientes a ajuares, lo que se advierte al ver que en bastantes de estas piezas se presentan escenas nupciales en donde la novia, engalanada según las costumbres de la época, aparece violentada de alguna manera, bien siendo agarrada por el brazo o directamente viéndose introducida en un carro con el que será conducida a su nueva morada. La tradición popular ha conservado este mito, aun sin comprenderlo en su esencia más profunda, en la costumbre de que los nuevos esposos se retiren de la ceremonia nupcial en una carroza o coche, a menudo tirado por caballos, con el que emprenden su primer viaje de casados, desapareciendo así de entre los suyos para morir definitivamente a su etapa anterior y tornar renacidos inmersos ya en su nueva vida de casados.

La asociación tradicional que hace del matrimonio y de la muerte asuntos semejantes, en el sentido de que ambas situaciones suponen un tránsito a otro estado, también ha quedado arraigada en la memoria popular, ya que en muchos lugares aún se acostumbra a guardar el traje de la boda para el propio funeral. El mismo origen mítico tiene la costumbre de ataviar, como si de una novia se tratase, a la joven fallecida antes de haber sido desposada. E igual equivalente simbólico tiene, entre algunos pueblos americanos y también africanos, la manta nupcial utilizada en el lecho y empleada luego como mortaja.

Perséfone, es un aspecto de la diosa que encarna tanto las energías que descienden del cielo, como aquellas ascendentes que impulsan el crecimiento de la nueva planta; por tanto, además de la semilla, Perséfone simboliza la lluvia que emanando del cielo penetra en la tierra y la fertiliza. De ahí que esta joven diosa sea hija de Zeus, dueño de las nubes y del rayo, y a veces también su esposa, en realidad siempre su contraparte y uno de sus aspectos femeninos.


Luca Giordano. El Rapto de Helena 1680-1683


Este mito violento del rapto por amor, única fuerza capaz de unir a los contrarios, tomado como idea de un amor superior, es compartido por otros muchos pueblos. Por ejemplo, entre los aztecas Xochiquetzal, diosa del amor, la vegetación, las flores y la fecundidad, y esposa de Tlaloc, el dios del agua y la lluvia, también es raptada por el dios del mundo subterráneo para liberarla renovada. Es cierto que esta relación entre las energías celestes y telúricas, simbolizadas por estos mitos, se establecen por intermedio del aire, la lluvia y otras deidades atmosféricas y de la tormenta como el trueno, el rayo o el relámpago directamente ligadas a ellos, y que el viento aparece como trasformador y emisario de la resurrección vegetal, como dice Federico González, pero también aclara que
"de ninguna manera son sólo eso las deidades correspondientes al viento. El aire también transporta el sonido e igualmente el polen y las semillas de las plantas. Pero por sobre todo es el símbolo del espíritu, el aliento o soplo vital, e inclusive de la palabra, y en este sentido debe recordarse al verbo como vehículo creacional y generativo, presente en numerosas tradiciones universales y también mencionado en varias de la América Antigua, especialmente cuando se comprende que ese verbo no es otra cosa que el logos griego. En todo caso, el viento como gestor de la fertilidad de la tierra interviene perennemente en el acto creacional, precediendo a las lluvias que son su consecuencia". Los Símbolos Precolombinos, cap. XVI: "Plantas y animales sagrados". Mª Ángeles Díaz
El Rapto de Europa. Rembrandt

EN POS DE DEMÉTER. Artículo completo en Revista Symbolos Arte-Cultura-Gnosis 27-28
Y en la página de la Librería Dos de Enero, sección Symbolos
En la Biblioteca Hermética PDF, con el título DEMÉTER. SÍMBOLOS Y RITOS DE LA DIOSA MADRE.
http://dmiventana.blogspot.com/2019/01/en-pos-de-demeter-revista-symbolos.html


IMAGEN DE ARRIBA: Alessandro Allori. El Rapto de Perséfone


lunes, 2 de septiembre de 2019

EN EL ÚTERO DEL COSMOS. TEATRO DE LA MEMORIA, FEDERICO GONZÁLEZ

Francisco Ariza y Mª Ángeles Díaz durante un ensayo de la Colegiata

"Lamentablemente se confunde a la humildad con la tontera. El humilde sabe que no tiene nada. El tonto quiere quedarse con lo que nunca tuvo. 

Dos actitudes mentales  completamente diferentes. El segundo se resigna, lo hace a su pesar y con odio; el primero acepta y participa de la Obra con amor. 

Advirtamos otra clara diferencia: la unidad se desdobla produciendo el binario y nunca el binario podría ser el origen de la unidad. En esos pequeños detalles, al parecer molestos, e inatendibles, nos hemos derrochado toda una civilización. 

Sólo un mundo ignorante puede imaginar que el átomo de los griegos, es decir, el concepto de lo irreductible, pueda ser reducido. Se supone que enfatizando estas calumnias ante la opinión pública, lo irreductible deja de ser tal, o desaparece. 

Si decimos: que lo reductible es lo irreductible, que la uniformidad es la unidad, que la substancia es la esencia, que existir es ser, que la personalidad o la individualidad es el Yo, que la humanidad es lo divino, que lo cósmico es el infinito, que lo espiritual es material, que lo más bajo es lo más alto, que lo grande y múltiple es lo valioso, que nuestras miserias son importantísimas, no diremos sino lo que dice el amo invertido de este mundo". En el Útero del Cosmos. Teatro de la Memoria Federico González Frías.