lunes, 31 de diciembre de 2007

Mitología hindú


Según la mitologia hinduista cada forma de vida es una máscara de Dios y es así que la vida existe porque siempre se ofrenda a sí misma, ya que el alimento que es comido es Dios disfrazado dándose como comida a sí mismo. De aquí la fórmula, Annam Brahman, la comida es Dios.

Todo ello se relaciona con la frase de Cristo: Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo.

El grabado de la imagen es un bellísimo emblema simbólico de los altos grados masónicos, en él unos polluelos comen del cuerpo en carne viva de su progenitor, es decir se alimentan de la propia Masonería.

Todos esos símbolos son formas diferentes de referirse a una misma idea y por tanto revelan la unidad de los símbolos universales, es decir de la Tradición Primordial.

Que la diosa Fortuna nos acompañe a todos durante el 2008.

Núria

5 comentarios:

Pola dijo...

Feliz eterno retorno.

Un abrazo.

V dijo...

Te deseo un 2008 feliz e iluminado por la Sabiduría de la Tradición Primordial.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Feliz año, Núria! Que las lluvias y el rocío desciendan como bendiciones sobre tí en este año que comienza!

Abrazos!

M.

Anónimo dijo...

Gracias amigos.
A Mahatma quiero decirle además que no consigo dejar un comentario en su nuevo espacio. Así es que por el momento le pongo aquí el que estoy intentando dejar allí,en su post: "La duda como camino espiritual".

Enhorabuena por tu nuevo espacio. Yo también te deseo lo mejor para este año que acabamos de estrenar.

Respecto al post decirte que creo que la duda agudiza el intelecto y despierta la opinión crítica sobre las cosas.

Por otro lado nosotros, culturalmente hablando, tenemos un ejemplo preciso de lo que sería un “ejercicio intelectual basado en la duda”, me refiero al que realizó Sócrates durante su vida.

Este dudó de la Pitia de Delfos, quien le señalara como el hombre más sabio, dedicándose desde ese momento a comprobar hasta qué punto la Sacerdotisa, es decir la Tradición que en ese momento ostentaba el poder espiritual, estaba o no equivocada.

Era el oráculo tan sabio y el hombre tan ignorante que no podía entender por qué lo había elegido.

Por tanto no le quedaba más remedio que indagar, exponer su punto de vista sobre las cosas y enfrentarlo al de todos aquellos considerados, por aquel entonces, como los sabios o eruditos. Sin embargo éstos ante las preguntas de un hombre que iba a corazón abierto sólo a corroborar su propia fe, sus certezas, se descubrieron como unos demagogos, poseídos de un verbo florido y otras artes o artimañas de las que se sirve la ignorancia (razón por la cual en la República de Platón estos quedan excluidos de pertenecer a la ciudad ideal, es decir utópica o espiritual-intelectual), una de las cuales es la tergiversación de las ideas y su consecuente empobrecimiento.

Por otro lado siempre es un aliciente pensar en aquella máxima tradicional que dice que "toda pregunta bien planteada lleva consigo aparejada la respuesta”, una expresión donde, particularmente, encontré todo el sentido al Tarot o al I Ching como libros oraculares y de trabajo personal e intimo con uno mismo y con la propia “instrucción” o realización.
Un abrazo
N.

Polvorilla dijo...

Feliz año nuevo Núria, que en este período te sean favorables las estrellas y alumbren tu camino.

Un fuerte abrazo.