miércoles, 25 de mayo de 2022

DESDE MI "JARDÍN SECRETO", HERMETISMO, MASONERÍA, ALQUIMIA, HISTORIA Y MÁS, MUCHO MÁS

Iniciamos una nueva serie "Desde mi Jardín Secreto", jardín al que todos los que queráis estáis invitados. Videos, podcast, escritos, comentarios, y todo aquello que  nos ayude a rellenar algún hueco de nuestra alma. Todos estamos en el camino de la vida, elegir a los compañeros forma parte del 'libre albedrío', aquella cualidad èxclusivamente humana que el querido amigo Pico de la Mirandola nos enseñó a admirar por encima de muchas otras. Mª Ángeles Díaz



sábado, 14 de mayo de 2022

IKEBANA, EL ARTE FLORAL DE LA FILOSOFÍA ZEN (Texto y Vídeo)*

Tanto en tiempo de primavera como de otoño, y según el lugar de la tierra que habitemos, es siempre una interesante opción practicar el arte japonés Ikebana. Este consiste, sencillamente, en colocar las plantas en recipientes con agua y conservarlas así, adornando nuestros espacios, el tiempo que duren. Todos creamos ramos a menudo, los hacemos con las plantas de nuestro jardín, las que compramos o nos regalan y sabemos lo bonitos que son esos ornamentos y la belleza que crean allí donde los coloquemos. Pero Ikebana es algo diferente, pues es un arte ritual de meditación, esto es, una disciplina de la filosofía Zen-budista.

Básicamente el arte floral Ikebana consiste en penetrar en la esencia de cada planta, de cada rama y dejar que sean ellas mismas, con nuestra ayuda al interpretarlas, las que elijan su propio lugar dentro de la composición y que finalmente contribuyan, cada una de ellas, a la forma final que tenga el ornamento, es decir el arreglo floral.

Ikebana es, por tanto, un ejercicio tradicional que el Zen utiliza para armonizarnos con la naturaleza que cada planta posee. Esto conlleva un total respeto por sus fases de desarrollo y culminación floral, lo cual es análogo al propio proceso de la manifestación, pues "nada hay que exprese mejor el despliegue de la vida universal que una planta en su pleno desarrollo".

Ikebana es una disciplina cosmogónica que sitúa a quien la practica de intermediario entre el Cielo y la Tierra, en cuanto creador del ramo, y en condiciones de poder penetrar en los secretos de la estructura universal al participar, como mediador, esto es como colaborador, en una obra de arte que excede su individualidad. Esto es así porque la composición floral Ikebana es la participación que uno hace en la obra de la Naturaleza, que es un arte que trasciende al artista y que este nunca podría superar, ni en belleza ni en majestad.

El arte Ikebana, en tanto que actividad ritual, proporciona los elementos adecuados para conjugar un sinfín de relaciones simbólicas que finalmente se concretizan o resuelven en el arreglo floral. Este ejercicio artístico es un vehículo sagrado, como lo es el tiro con arco o la consulta del I Ching, por ejemplo. Vehículos todos ellos a través de los que el ser humano establece una serie de analogías y correspondencias simbólicas que le permiten descubrir el juego de relaciones que conforman la estructura de las cosas concretas y sutiles.

Las imágenes simbólicas que sugiere esta práctica tienen que ver con penetrar en la esencia de cada flor. Todas diferentes y formando parte de un todo. Asimismo cada rama contiene el árbol completo, así como la semilla, la tierra que la arropó, el viento que la modeló, el sol que la vivificó, la luna que le dio su energía, la lluvia que la alimentó... Cualquier rama o flor es fruto de la interrelación de la vida, del Ser. El Universo entero está contenido en cada floración. Esa es la magia de la realidad, pues permanece "invisible" y eternamente expresándose.

Entre las múltiples posibilidades de forma que puede tomar la composición floral el arte Ikebana realiza solo una o, mejor dicho, es una sola forma la que se repite en todas las composiciones, ya que el arreglo floral Ikebana imita un modelo arquetípico y observable en las leyes naturales, y por lo tanto también en el interior de cada ser humano. 

"El Cielo es su padre, la Tierra su madre", dice la Tabla de Esmeralda hermética. En el Ikebana todo arreglo floral, tiene tres niveles de altura. Una rama más alta simbolizando el cielo, una baja, símbolo de la tierra y una intermedia que simboliza al hombre, único ser de la tierra capaz de conjugar ambas energías, por tanto es la síntesis (el hijo) entre estos dos principios que se complementan en él mismo. Reproducir manualmente esta tríada, a través de cualquier modalidad de arte o artesanía es verdaderamente un rito de participación, por comprensión, en el gran rito que es origen de la Creación. 

De esta comprensión nace el arte de "difundir la luz y reunir lo disperso", cosa que en el Ikebana posee los límites simbólicos que establece el propio ornamento floral, al que se toma como modelo del Cosmos. El papel del hombre, integrado en el ornamento, es el de intérprete de los signos que emiten las plantas, tales como su inclinación espacial, su tamaño, su color, su textura, su perfume.  Todas son señales simbólicas que transmiten unas sensaciones determinadas que influyen y fluyen en la propia naturaleza del creador del arreglo floral. 

Este, colocado o en ese lugar intermedio, se hace consciente de su propia posición y su integración total en la Gran Obra de la creación, donde todos los seres, lo mismo que las ramas, están incluidos y ocupan el lugar y sitio que les corresponde. Es decir, que tienen su espacio propio. 

En el arte floral Ikebana a ninguna de las ramas se la rechaza por fea. Siempre se la puede incluir. Es cuestión de aprender a ver qué lugar ocupan en el conjunto: esa es, según la filosofía Zen, la clave del Ikebana, y esa es también la forma de encontrar el propio espacio en la Unidad del Ser Universal. Mª Ángeles Díaz 









*Texto completo publicado por primera vez por Federico González 
en la Revista Symbolos Arte - Cultura- Gnosis. Actualmente en la Biblioteca Hermética

viernes, 6 de mayo de 2022

EL TRIUNFO DE BACO Y ARIADNA, POEMA DE LORENZO DE MEDICI (1449 - 1492)



El Triunfo de Baco y Ariadna (fragmento)


Que bella es la juventud

Que tan aprisa se acaba

Alégrense hoy los que puedan

Del mañana no hay certeza

Aquí están Baco y Ariadna

Hermosos y tan enamorados

Siempre juntos dicha gozan

Como el tiempo fluye y pasa

Estas ninfas con nosotros

La alegría van buscando

Alégrense hoy los que puedan

Del mañana no hay certeza

Damas y tiernos amantes

¡Viva Baco!

¡Viva el Amor!

Suenen ritmos, bailes y cantos

Ardan dulces corazones

Sin esfuerzos ni dolores

Lo que ha de ser será

Alégrense los que puedan

Del mañana no hay certeza.


Publicación: Mª Ángeles Díaz

*



1- Baco y Ariadna. Pintura de Tiziano, 1520-1523. National Gallery de Londres.

2- Abajo: Escultura de mármol de Carlo Albacini, antes de 1807. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid.


3- Serie "Teatro Hermético de la Memoria" nº 72. Inspirada en el Teatro de la Memoria de Federico González del que formamos parte.




martes, 3 de mayo de 2022

LA CIENCIA DE LOS VENENOS ES TAMBIÉN LA CIENCIA DE LOS REMEDIOS. Una Historia ejemplar del Libro de Tobías


Un amigo que conoce bien los caminos y los montes se ofrece a guiar a Tobías,  un joven judío de la tribu de Neftalí, noble y lleno de fe, que se dirige a la ciudad de Ragués de Media donde su padre, ciego desde hace años, le ha mandado para cobrar un capital que tiene allí depositado.

Este amigo, que se acompaña de un perro fiel, conoce bien el alma del joven y sus sueños de hallar a una compañera con la que compartir su vida, por eso durante el viaje le habla de Sara, hija de Raquel, una joven que vive en la ciudad a la que se dirigen. Sara no solo pertenece a una honorable familia, sino que es bonita, inteligente y valerosa, por lo que Tobías, tras escuchar atento al amigo hablar de ella, ansioso está por conocerla, pues ya siente haberse enamorado de aquella tan virtuosa joven.

Pero pronto el amigo le descubre que hay en ella una gran dificultad, y es que la joven tiene un pretendiente fatal, el demonio Asmodeo que cada vez que Sara contrae matrimonio mata al marido durante la noche de bodas. Así ha llegado a matar a siete esposos.

Durante el trayecto los dos amigos se detienen a descansar a la orilla del  río Tigris. De repente, un enorme pez salta del agua e intenta arrastrar al joven Tobías hacia el caudal de aguas, y a punto está de conseguirlo si no es porque el joven, obedeciendo a su compañero de viaje, agarra con fuerza al pez hasta sacarlo fuera del agua.

 Seguidamente el amigo guía le da al muchacho la siguiente instrucción:

 "Tobías abre ese pez y sácale el corazón, el hígado y la hiel. Luego pide matrimonio a Sara y cásate con ella. Una vez ambos en la alcoba nupcial echa sobre el quemador de perfumes el corazón y el hígado. Eso ahuyentará al demonio para siempre, y en cuanto a la hiel guárdala, pues es un buen medicamento".

Una vez alcanzada la ciudad, y ya ante la presencia de Sara, Tobías queda subyugado por la belleza de la joven y lo mismo le sucede a ella, por lo que pronto ambos jóvenes, siguiendo el ritual judío, se desposan.

Finalizada la ceremonia, y antes de llegar al tálamo nupcial, Tobías hace todo cuanto le dijo su compañero de viaje. Y así fue como pudeiron aparecer juntos y abrazados en su primer amanecer como esposos. Asmodeo ya había desaparecido de sus vidas.

Pronto todos emprendieron el viaje de regreso, en este caso acompañados también de Sara y portando la plata que Tobías había recobrado. Y no solo eso, sino que también iban provistos de una rica dote de la esposa. Ya a punto de llegar a la aldea el amigo guía vuelve a dar instrucciones a Tobías:

 "Adelántate y ve hasta tu padre. Toma la hiel que guardaste y frótasela en los ojos"

Raudo, Tobías hace todo lo que le indica el amigo consiguiendo devolverle la vista al padre quien puede ver el regreso del hijo y de su linda esposa, así como la caravana de animales y objetos que portaban para su nueva vida.

Tobías cuenta a su padre todo lo sucedido durante su viaje y este, después de oír el relato, decide que deben entregar la mitad de todos los bienes que poseen a aquel desconocido de aspecto sencillo acompañado de su fiel perro, un joven corriente que sin embargo tanta alegría les había dado.

 Y cuando le preguntan:

   "¿Quién eres?"

 Este responde:

"Yo soy Rafael, que significa medicina de Dios, uno de los siete ángeles que están en la Gloria de Dios encargado de llevar sus mensajes a los hombres"

 Y antes de que lo advirtiesen, Rafael ya había desaparecido.

La historia de Tobías es de las más bellas que pueden leerse en la Biblia y constituye un compendio de la cosmogonía hebrea y de los nombres y números asociados al lenguaje simbólico de la jerarquía angélica. Un relato simbólico cuya enseñanza nos muestra que los contrarios pueden resolverse en complemetarios, como los distintos brazos de la cruz se concilian en el centro de la misma. Aquello que ahuyenta a Asmodeo es también lo que cura la ceguera, lo cual se resume en aquella expresión alquímica que dice que “la ciencia de los venenos es también la ciencia de los remedios”. Mª Ángeles Díaz


Serie: Teatro Hermético de la Memoria nº 71. Basada en el Teatro de la Memoria de Federico González Frías. 

La pintura de nuestro actual escenario es de Francesco Botticini  (Florencia, 1446-1497).



Arcángel San Rafael. Bartolomé Román. Pintor español, nacido en Montoro. Córdoba (1587-1647). Ciudad de la que este arcángel es patrón.