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martes, 24 de agosto de 2021

LUCRECIA BORGIA Y PIETRO BEMBO (Texto y Vídeo)


INTRODUCCIÓN


Fue Federico González Frías quien durante la representación televisiva de la opera de Donizetti, Lucrecia Borgia, me sugirió que investigara en dicho personaje histórico siendo yo la primera en quedar sorprendida por tal sugerencia y más tarde admirada por todo cuanto nos aportó el haber seguido a esta fémina y lo que descubrimos del entorno por el que nos condujo su periplo vital. Para ello hemos contado con el libro de Fernando Gregorovius, escritor del siglo XIX, titulado: "Lucrecia Borgia según documentos y correspondencia de su propio tiempo


Capítulo I 

Lucrecia Borgia, la hija del Papa español 


Lucrecia Borgia es, para la mayoría, un personaje fabricado por la rumorología que ya comenzó a fraguarse en su época, a caballo entre el Quattrocento y el CinquecentoSin embargo, aunque algunos literatos y cineastas han preferido abundar en ello al punto de preferir el personaje inventado, lo cierto es que podemos afirmar que la realidad supera a la ficción, de ahí que de todos los papeles asignados a la figura de Lucrecia Borgia el suyo verdadero resulte el de mayor interés, pues la vincula con el pensamiento de Los Fieles de Amor, es decir, con Dante, Petrarca, Boccacio y Pietro Bembo, entre otros. 





Capítulo II

Pietro Bembo enamorado de Lucrecia Borgia


Pietro Bembo descubrirá que esta madonna  con fama de mujer fatal, es en realidad una linda joven, de figura delicada y pelo rubio como el oro y una forma atractiva en el vestir, siguiendo la moda española. En definitiva una bella mujer que adornaba su persona con cintas en el pelo y modales refinados. Y en especial lo que en ella resalta es su fina inteligencia, algo que para Bembo no es sino la causa de aquel  sutil reflejo en su semblante. Lucrecia se desveló ante todos como una mujer excepcional, cuya preparación se ponía de manifiesto al abordar cualquier tema y en el diálogo en general. Quienes la escuchaban decían que hablaba de los temas “con mucha seriedad y sabiendo de lo que hablaba”. Bembo descubre que Lucrecia está avezada en la lectura de Dante, Petrarca, Bruni, Cicerón, entre otros. Y que con ella es posible emplear el lenguaje secreto de los símbolos  del amor y la virtud, tal y como lo entiende la Filosofía Platónica.

http://dmiventana.blogspot.com/2013/07/pietro-bembo-enamorado-de-lucrecia.html


Los Asolanos y el lenguaje secreto de los Fieles de Amor 







Gli Asolanni, “Los Asolanos” o “Las Gentes de Asol”, es el libro que Pietro Bembo dedica a Lucrecia Borgia de Este, y donde mejor podemos acercarnos al pensamiento que los unió. Bembo frecuentó la amistad de Lucrecia durante todo el tiempo que éste pasó estudiando en la famosa Universidad de Ferrara, que en esa época era un centro cultural de primer orden.(...) 
Los Asolanos es el libro que rescata el pensamiento de Petrarca. Se trata de una composición literaria que bien podría ser considerado un juego de inteligencia hecho para razonar. Y aunque estos juegos mnemotécnicos estaban divulgados entre los nobles, no todos participaban en el mismo nivel de ellos ni con la misma claridad, pues lo que para unos podía ser un juego dialéctico, relacionado con la habilidad en el discurso, para otros era un juego de ideas con el que se construían y embellecían las estancias del palacio interior. Precisamente Bembo le escribe a Lucrecia respecto a esto, que ojala las ideas en él expresadas la hagan aún más bella. 
Bembo entrega a Lucrecia Borgia  su libro “Los Asolanos” con una carta, donde le habla con total confianza explicándole cual es su estado de ánimo, los sinsabores que le ha dado la vida y el modo cómo los va superando. Es decir que para nada es la típica carta protocolaria escrita a un benefactor, como era tan habitual hacer en esta época, sino que en ella, como un amigo, retoma una conversación que ambos dejaron pendiente en Ferrara un año atrás. Seguramente en la casa de los Strozzi. Copio aquí un extracto largo, no sólo porque es un estupendo documento, sino porque en realidad constituye una excelente introducción al libro de Bembo. Sin duda la obra capital del movimiento petrarquista,


Sin duda un escenario muy bien escogido por Pietro Bembo al tratarse de una  isla convertida en el último bastión contra la invasión turca, que después de 1489 en que la República de Venecia se hace con su gobierno, su reina, viuda, mantiene de forma independiente su Corte de régimen monárquico dentro de dicha República. Es decir que a pesar de las presiones mantuvo su propia política basada en los principios defendidos por Dante en la Monarquía y por supuesto por Platón en El Filósofo, que son los mismos por los que apostaron las Cortes italianas como modelo a seguir.



Tras la actuación de esta pareja de doncellas la reina, que naturalmente dirige los actos, llama a una tercera cantora. Esta se distingue sobremanera de las anteriores, pues su belleza es causa de admiración entre la concurrencia. Bembo se las arregla muy bien para hacernos evidente a todas luces, el salto de nivel que quiere establecer entre la nueva joven y las dos anteriores. Esta toma entonces una vihuela y comienza a entonar otra canción de amor. De su actuación nos dice Bembo que lo hace,

con tanta gracia y maneras de melodía tan nuevas que, en comparación de la dulce flama que sus notas en los corazones de los oyentes dejaron, las de las dos mozas cantoras parecieron carbones muertos y fríos.



Bembo, que no da puntada sin hilo,  oculta en literalidad de su relato todo el simbolismo propio de los "Fieles de Amor", y por ello continua recordando el sentido de aquella reunión (...)  Bembo utiliza a la perfección la dialéctica de la batalla, y un lenguaje donde se reconocen las raíces del teatro de Shakespeare. Dos puntos de vista diferentes enfrentados mediante la dialéctica de la reyerta. Esto es idéntico a los planteamientos expresados por las dos jóvenes cantoras que llegaron al banquete nupcial enlazadas de las manos, hasta que interviene la tercera de las doncellas allí reunidas, Lisa, quien dirigiéndose a Lavinelo, el tercer muchacho que ha permanecido en silencio durante la disputa de sus dos compañeros, le interpela para que entre la batalla dialéctica y defienda el Amor verdadero, no dual




Serie Teatro Hermético de la Memoria. Pintura de Lucrecia es obra de Bartolomeo Veneziano (1470-1531)

sábado, 29 de junio de 2013