jueves, 9 de mayo de 2019

LO EXOTÉRICO Y LO ESOTÉRICO. PROGRAMA AGARTHA


Todos los símbolos sagrados, tanto los expresados por la naturaleza como los adquiridos por los hombres mediante revelación divina, ya sean éstos gestuales, visuales o auditivos, numéricos, geométricos o astronómicos, rituales o mitológicos, macro o microcósmicos, tienen una faz oculta y una aparente; una cualidad intrínseca y una manifestación sensible, es decir, un aspecto esotérico y otro exotérico. 

Mientras el hombre profano –que es tal por su estado caído– únicamente puede percibir lo exterior del símbolo, pues ha perdido la conexión con su origen mítico y su realidad espiritual, el iniciado más bien procura descubrir en él lo más esencial, lo que se encuentra en su núcleo interior, lo que no es sensible pero sí inteligible y cognoscible, la estructura invisible del cosmos y del pensamiento, su trama eterna, es decir, lo esotérico, que constituye también el ser más profundo del hombre mismo, su naturaleza inmortal. 

Al tomar contacto e identificarse con esa condición superior de sí mismo y del Todo, constata que signos y estructuras simbólicas aparentemente diversas son sin embargo idénticas en significado y origen; que un mismo pensamiento o idea puede ser expresado con distintos lenguajes y ropajes sin alterarse en modo alguno su contenido único y esencial; que las ideas universales y eternas no pueden variar aunque en apariencia se manifiesten de modo cambiante. 

El cosmos, la creación entera, contiene una cara oculta: su estructura invisible y misteriosa que lo hace posible y que es su realidad esotérica, pero que al manifestarse se refleja en miríadas de seres de variadísimas formas que le dan una faz exotérica, su apariencia temporal y mutable. En el hombre sucede lo mismo: el cuerpo y las circunstancias individuales son 10 las que constituyen su aspecto exotérico y aparente, siendo el espíritu lo más esotérico, lo único Real, su origen más profundo y su destino más alto. 

Si los cinco sentidos humanos son capaces de mostrar lo físico, la realidad sensible, ese sexto sentido de la intuición inteligente y la mirada interna que se adquiere por la Iniciación en los Misterios permite Ver más allá; da acceso a una región metafísica en la que los seres y las cosas no están sujetos ya al devenir ni signados por la muerte. Esa visión esotérica identifica al hombre con el Sí Mismo, es decir, con su verdadero Ser, su esencia inmortal de la que se percata gracias al Conocimiento y al recuerdo de Sí. 

Mientras lo exotérico nos muestra lo múltiple y cambiante, lo esotérico nos lleva hacia lo único e inmutable. 

Con una mirada esotérica, que se irá abriendo gradualmente en nuestro camino interior, iremos comprendiendo y realizando que el espíritu del Padre, su Ser más interno, es idéntico al espíritu del Hijo. Esta conciencia de Unidad es la meta de todo trabajo de orden esotérico e iniciático bien entendido. Hacia Ella se dirigen todos nuestros esfuerzos; en Ella ponemos nuestro pensamiento y nuestra concentración interior. 

Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Federico González y Colaboradores. Revista SYMBOLOS 25-26. (ISBN 84-86695-59-7 ISSN 1562-9910). 
http://introduccionalsimbolismo.com/Programa_Agartha.pdf
Imagen: Beato de Liébana, códice medieval.


martes, 7 de mayo de 2019

LAS TRES GRACIAS. PROGRAMA AGARTHA. PINACOTECA SIMBÓLICA



Hesíodo dice en su Teogonía que a Zeus: "Eurínome, hija de Océano, de seductora belleza, le dio las tres gracias de bellas mejillas: Aglaia, Eufrósine y la encantadora Talía. Cuando miran brota de sus ojos el amor ¡Bellas son las miradas que lanzan bajo sus cejas!" 

Efectivamente, esas tres hembras han sido identificadas como Belleza, Amor y Placer. Esparcen alegría por doquier e inundan los corazones de los hombres. Viven en el Olimpo en compañía de las Musas con las que suelen cantar bellísimas melodías y también acompañan a Apolo cuando éste tañe su lira. 

Se las suele representar como tres jóvenes desnudas unidas por los hombros; generalmente dos de ellas miran en una dirección, y la del medio, en la dirección opuesta. Han tejido el velo de Harmonía y son compañeras de Atenea, Afrodita, Dioniso y Eros; podemos invocarlos a todos ellos con confianza.  Séneca se ha preguntado en el De beneficiis 

"Por qué son tres las gracias, por qué son hermanas, por qué se cogen de la mano" y se contesta: "Por el triple ritmo de la generosidad, que consiste en dar, aceptar y devolver", agregando: "como gratias agere, significa 'dar las gracias' (agradecer); las tres fases (de esta operación) deben estar encerradas en una danza, como lo están las Gracias; el orden de los beneficios requiere que sean dados en mano pero que regresen al donante". 

Para los cabalistas cristianos del Renacimiento este símbolo expresaba las emanaciones celestes que los dioses envían a la tierra, las que producen una inspirada vivificación en los seres, o conversión, a partir de la cual éstos las devuelven (o se elevan) hacia su lugar de origen. Se describe, pues, un recorrido triangular y se retorna al principio. Debe aquí tenerse en cuenta la identidad entre la figura del triángulo y el círculo y su uso indistinto, aunque hay una superioridad del primero respecto al segundo (32 = 9).

Federico González y Colaboradores. Revista SYMBOLOS, Arte-Cultura-Gnosis, número: 25-26. ISSN 1562 9910




jueves, 2 de mayo de 2019

LA DIVINA PROPORCIÓN. LA UTOPÍA MATEMÁTICA DE LUCA PACCIOLI Y LEONARDO DA VINCI



La Divina Proporción, es una obra del matemático hermetista Luca Pacioli, con ilustraciones de Leonardo da Vinci, pues ambos eran buenos amigos y participaban de una misma forma de contemplar el mundo.

Luca Pacioli, cuando presentó el libro en la Corte de Ludovico Sforza, en Milán, explicó que el motivo que le había llevado a dar dicho título a su tratado se debía a las numerosas correspondencias de semejanza entre dicha proporción y Dios mismo. Y como ejemplo de ello resumió para su audiencia cuatro de esas correspondencias comenzando por la unidad:
La primera es que ella es una sola y no más, y no es posible asignarle otras especies ni diferencias. Y dicha unidad es el supremo epíteto de Dios mismo, según toda escuela teológica y también filosófica.
La segunda correspondencia es la de la Santa Trinidad, es decir, que, así como in divinis hay una misma sustancia entre tres personas –Padre, Hijo y Espíritu Santo–, de igual modo una misma proporción se encontrará siempre entre tres términos, y nunca de más o de menos, como se dirá.
La tercera correspondencia es que, así como Dios no se puede propiamente definir ni puede darse a entender a nosotros mediante palabras, nuestra proporción no puede nunca determinarse con un número inteligible ni expresarse mediante cantidad racional alguna, sino que siempre es oculta y secreta y es llamada irracional por los matemáticos.
La cuarta correspondencia consiste en que, así como Dios nunca puede cambiar y está en todo, Él en todo y todo en todas partes, de igual modo nuestra proporción es siempre, en toda cantidad continua y discreta, grande o pequeña, la misma y siempre invariable, y de ninguna manera puede cambiar ni de otro modo puede aprehenderla el intelecto, como nuestra explicación demostrará.
Pacioli transmite, con su Divina Proporción, un legado fundamental que consiste en una visión sobre las cosas, es decir, una «perspectiva» de la Filosofía Perenne consignada a través del número y la matemática.

Federico González, quien nos sigue conduciendo y haciéndonos comprender en qué consiste esta línea hereditaria, nos dice ahora:

Las fuentes, o el legado recibido por Pacioli, se deben fundamentalmente al Timeo de Platón –como él mismo lo dice, y donde encuentra expresada la «división de un segmento en media y extrema razón»–, los Elementos de Euclides (en cuya proporción VI-XXX se encuentra su formulación, que él en su texto repite), los cuales tradujo y publicó en Venecia en 1509; también la Arquitectura de Vitruvio y la influencia del neoplatonismo de la academia florentina, y desde luego el propio Pitágoras.
Es evidente que Leonardo da Vinci y Luca Pacioli amaban las matemáticas y admiraban la máquina celeste, el macrocosmos reflejado en el microcosmos. Sobre los desarrollos de los sesenta dibujos de los cuerpos regulares que Leonardo realizó para la Divina Proporción, Pacioli, en una epístola de 1509, escribe a Pietro Soderini lo siguiente:


“Incluí en él esquemas hechos por la mano de nuestro Leonardo da Vinci, para serlo más instructivo a la vista”.

En la Divina Proporción se explora la vía matemática del intelecto y por ello en su discurso ante el Moro, una vez expuesto el porqué del título de su obra, Pacioli se vincula a Platón, a Euclides, a Nicolás de Cusa, a Vitruvio, a Boecio y por supuesto al propio Leonardo, al que se refiere de forma amistosa como «su compatriota florentino».

A Pacioli se le revela la Cosmogonía y el Orden Universal a través del número, los pesos y las medidas, y así lo comprende Leonardo. Por eso, como señala Federico, al abordar el tratado sobre las matemáticas de Pacioli, se ve que:
Su Divina Proporción es una utopía que se da a conocer mediante la expresión matemática, y por lo tanto una de las más claras en su exposición de la visión esotérica-hermética en la que el hombre como microcosmos está integrado en la creación y constituye todo un orden armónico, de arquitectura matemática (y musical). De esta manera es como a Pacioli se le revelan las formas cosmogónicas, puesto que el interés que había desarrollado por este modo del intelecto le había hecho, por ello, el matemático más destacado de su tiempo, y teniendo en cuenta que en su discurso al duque presenta a la divina proporción poco menos que como magia, lo cual involucra a toda la matemática y a todas las proporciones ya que esta ciencia enseñada en sus libros se transforma en teúrgia como debía suceder en vivo y directo desde la época en que la entregara al Moro. En verdad su libro puede verse también como un tratado de matemática, y de hecho de arquitectura. En la voz de su autor: 'Como se ha dicho, las ciencias y disciplinas matemáticas se encuentran en el primer grado de la certeza y las siguen todas las ciencias naturales; y sin el conocimiento de aquéllas se hace imposible entender bien ninguna otra ciencia. Igualmente está escrito en la sabiduría que omnia consistunt in numero, pondere et mensura, es decir, que todo aquello que se encuentra distribuido por el universo inferior y superior se reduce necesariamente a número, peso y medida'. (Facebook de la Autora)

Viaje Mágico Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual
Mª Ángeles Díaz
SYMBOLOS, Octubre, 2014
ISBN: 978-84-617 - 1445-2

ISSN 1562-9910




miércoles, 1 de mayo de 2019

DEMÉTER. SÍMBOLOS Y RITOS DE LA DIOSA MADRE.


Regina Vasorum, una hidria del siglo IV a. C., que además de su espectacular belleza es una fuente iconográfica única sobre los Misterios de Eleusis.


TEXTO COMPLETO
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BIBLIOTECA HERMÉTICA LA MEMORIA DE CALÍOPE
https://bibliotecahermeticaebook.blogspot.com/


Este artículo se publicó en el número 27-28 de la revista SYMBOLOS Arte Cultura Gnosis, bajo el título: EN POS DE DEMETER. Para esta edición se han incorporado nuevas imágenes como ésta fabulosa hidria.

(Facebook de la Autora)

lunes, 29 de abril de 2019

LA BIBLIOTECA DE FRANCIA. OTRA OBRA DE CATALINA DE MEDICI


Signo de Leo en un manuscrito astrológico editado en 1501 y firmado por Hakin (Abu Ma'sar Ga'far), escrito en árabe el cual se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia, siendo de dominio público.

Todo indica que es uno de los manuscritos que Catalina de Medici hizo llevar a Francia, conformando así una Biblioteca admirada en todo el mundo. Así hablaba de ello uno de sus contemporáneos, el historiador Palma Cayet (1525-1610):
La reina madre es digna de elogio por haber hecho investigar antiguos manuscritos estuvieran en la lengua que fuera, con los cuales ha aumentado y dado honor a la biblioteca del rey [Francisco I] logrando que sea la más bella del mundo
Hilarión de Coste  (1595-1661), es otra fuente que nos explica que él mismo fue enviado por esta reina hermética a Florencia en busca de libros y manuscritos de su bisabuelo Lorenzo el Magnífico. Y aún más, resume todas las obras de arquitectura que realizó en Paris donde esta reina hermética llevó el Renacimiento.
No puede menos de elogiarse en la madre de Enrique III la elegancia de sus modales, y un amor ilustrado a las ciencias y las artes. Hizo trasladar a Francia desde Florencia una parte de los preciosos manuscritos que su bisabuelo Lorenzo de Medici había adquirido cuando la conquista de Constantinopla. Por su orden fueron construidos el palacio de las Tullerias, el Soissons, los castillos de Monceaux y Chenonceaux, y otros muchos edificios notables por un género de arquitectura, de cuyos verdaderos principios no había por aquel tiempo en Francia ni aun idea.
Por todo ello Catalina de Medici estuvo en el punto de mira de quienes veían en el estudio de los astros, en la realización de cartas astrales, en la composición de medicamentos, en la fabricación talismanes, etc., un acto de brujería y nigromancia. Y bajo esa acusación tuvo un proceso en el que fue condenado a muerte uno de aquellos astrólogos amigos suyos, Cosme Ruggieri, al que Catalina consiguió salvar,  aunque tuvo que exiliarlo. Fue en esos años de exilio, dedicados a la escritura, cuando el sabio produce un tratado sobre los calendarios. Mª Ángeles Díaz "La Reina hermética de Francia". 





1 Chronologie.
2 Diccionario Biográfico y Universal de las mujeres Célebres.








domingo, 28 de abril de 2019

LA LUNA, REFERENCIA CELESTE EN LA TIERRA


El ser humano siempre, y en todas las tradiciones, ha observado las fases de la luna, el movimiento del sol en el año y los ciclos reiterados de los astros. Lo que hoy constituye una ciencia, la Astronomía, nunca estuvo separada de la simbólica y la mitología siendo en todos los pueblos las referencia celeste que ubica a la humanidad en el plano terrestre y en el centro del Cosmos, como la pieza fundamental capaz de perfeccionar, por su propia voluntad y su libre albedrío, la obra misma del Creador.

“el arte tradicional no es un "juego", nos dice Guénon, …lo que constituye el fondo mismo de todas las artes es principalmente una aplicación de la ciencia del ritmo en sus diferentes formas, ciencia que se relaciona ella misma directamente con la de los números; y por otra parte debe entenderse bien que cuando hablamos de ciencia de los números no se trata de la aritmética profana tal como la entienden los modernos, sino de aquello cuyos ejemplos más conocidos se encuentran en la Cábala y en el Pitagorismo, y cuyo equivalente existe también en todas las doctrinas tradicionales, con expresiones variadas y con desarrollos más o menos extensos. 

Y de Plinio el Viejo es la siguiente cita:
“Ahora bien, les gana en admiración a todos el último de los astros, el más familiar para nuestras tierras y el que fue descubierto por la naturaleza para remediar las tinieblas: la luna. Multiforme y ambigua, fue una tortura para la inteligencia de sus observadores, que se indignaban de que el astro más próximo fuese el más desconocido, siempre creciendo o menguando, unas veces con su faz curvada en forma de cuernos, otras veces partida justamente por la mitad, otras redondeada en círculo; llena de manchas y de pronto resplandeciente; inmensa en su plenitud total y de repente reducida a nada; unas veces pernocta, otras veces, sale tarde y durante parte del día ayuda a la luz del sol, y otras está eclipsada, pero es visible a pesar del eclipse (ya que a final de mes se oculta y no parece que entonces esté en ese trance). Además, está alta o baja, pero tampoco esto conforme a una misma ley, sino que unas veces está cercana al cielo, otras próxima a los montes, o bien elevada al aquilón o descendida hacia los austros. Estas singularidades suyas fue Endimión el primer hombre que las advirtió; por eso cuenta la tradición su amor por ella. (…) (Plinio el Viejo, Historia Natural. Libro II, 9, 41)
-La Luna en el Tarot de los Medici de Florencia
-La Cita de Guénon: Melanges.
-Cita de Plinio: Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Federico González Frías


sábado, 27 de abril de 2019

SOBRE LA INICIACIÓN Tomado del muro de Francisco Ariza

Federico González y Francisco Ariza 



Dice Federico González en El Simbolismo Precolombino a propósito del rito de la iniciación que:

La muerte a un plano de conciencia –tal vez pudiera decirse, a un grado de experiencia– y la resurrección a un plano mayor, en cuanto más amplio y universal al menos, están íntimamente ligadas a la idea de destrucción del pasado, de fin de las imágenes conceptuales del hombre viejo y renacimiento a otro mundo, el del hombre nuevo; y también con ideas de trabajo, disciplina, orden, sacrificio –que viene de sacrum facere, de hacer sacro–, o mejor, de autosacrificio, en relación con las pruebas que deben sortearse y vencerse en los ritos de iniciación y que obligatoriamente han de vivirse no sólo en la mera superficialidad, sino en la interioridad de la conciencia, para estar efectivamente en el camino del Conocimiento, de la intuición inteligente percibida de manera directa, es decir, para ser un iniciado o tener algún grado de iniciación”.

En algunas tradiciones se dice que “cuando el discípulo está preparado aparece el maestro”, y uno se pregunta qué querrá decir “estar preparado” sino precisamente lo que expresa aquí Federico. ¿Y el maestro? En realidad hay una misteriosa identidad entre el maestro “externo” y el maestro “interno”. Una vez se “reconoce” al primero, el segundo hace su aparición en lo más recóndito del corazón, y se convierte en el “jefe” de tu mansión interna, es decir en su piedra angular, o “clave de bóveda”, o sea que “Yo soy tu”, que es esa identidad, la que permite la posibilidad real de trascender “por lo alto” la individualidad y de conocer los estados suprahumanos.

No negar, ni mucho menos “matar” esa individualidad, sino transmutarla, que es muy distinto, pues todos los elementos que la componen han de participar de ese festín de la Inteligencia al que somos invitados, nunca obligados, pues la libertad interior, por decirlo de alguna manera, es un canon de la iniciación al Misterio. La cadena de unión humana está engarzada simultáneamente con la cadena de unión suprahumana, mítica. ¿Qué diferencia esencial existe entre Hermes, o Hiram, y quienes transmiten, y reciben, su Palabra y su Arte? 
"La Obra de Federico González" de Francisco Ariza
Editorial Libros del Innombrable


viernes, 26 de abril de 2019

JOHANN REUCHLIN Y LA DEFENSA DE LOS LIBROS HEBREOS



Johann Reuchlin en un vitral del antiguo Museo Reuchlin, en  Pforzheim, Alemania, realizado por Fritz Geiges, famoso pintor sobre vidrio. La vidriera fue destruida en un ataque aéreo en 1945,  junto con el museo. La imagen es del archivo de la editorial "De Man Holzboog".

Johann Reuchlin nació en Pforzheim (1455-Bad Liebenzell o Stuttgart, 1522), pertenece a la Cadena Áurea de Occidente. Filósofo, humanista, fue uno de esos sacerdotes de la Iglesia verdadera que tuvieron que enfrentarse a una acusación por parte de la Inquisisión alemana.

Los antecedentes de esta acusación los podemos situar en 1500, cuando un judío converso que había sido rabino, de nombre Pfefferkorn, sostiene que muchos libros hebreos, y en especial el Talmud, contenían grandes herejías. Las autoridades eclesiásticas decidieron entonces que sólo la Torá y aquellos textos que superaran el examen podrían conservarse, el resto debía arder en la hoguera. 

Persuadido por este inquisidor, Maximiliano I promulgó un mandato oficial por el cual se exhortaba a todos los judíos a entregar sus libros en las distintas vicarias donde permanecerían retenidos hasta su inspección. Pero Maximiliano I no estaba convencido de ejecutar la orden, y por ello antes de tomar la última decisión solicitó la opinión y consejo de una serie de expertos. 

Entre ellos estaba Johann Reuchlin que fue el único en oponerse, aduciendo que quemar aquellas obras era una barbarie, alegando, además, que en muchos de aquellos libros judíos se encontraba la esencia del Cristianismo, por lo que esos textos, y en concreto el Talmud, contrariamente a lo propuesto por el inquisidor Pfefferkorn, debían ser no sólo conservados, sino estudiados adecuadamente con el fin de captar en ellos la verdad "de nuestra religión". 

Reuchlin añadía, además, que el hebreo es imprescindible para un estudio filológico de la Biblia y una grandísima ayuda para su comprensión. Por último señala que en cualquier caso siempre debe primar el derecho de las personas a las propias convicciones, en este caso las del pueblo judío que a fin de cuentas no eran sino conciudadanos. 

Como era de justicia y en sintonía con su propio convencimiento, Reuchlin habló de la concordancia de las religiones y especialmente de las tradiciones del libro, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. Seguía en todo a Nicolás de Cusa y a Ramón Llull. En todo ello prácticamente aludió a lo mismo que su amigo Pico de la Mirandola, según hizo constar en su alegato que se publicó bajo el título alemán: Gutachten über das Jüdische Schriftum, y Augenspiegel, en la edición italiana. 

Reuchlin le defendió Juraj Dragisic, de Srebrenica (Bosnia), un joven erudito, también sacerdote platónico y excelente jurista, pues nada menos que había colaborado con Bessarión en una obra en Defensa de Platón.
 
Juraj Dragisic, contratado por Lorenzo de Medici. también fue el defensor de Pico de la Mirandola, después de que éste también fue acusado de haber cometido herejía en algunas de sus 900 tesis, con las que había desafiado en duelo dialéctico a los más doctos representantes de la curia y de la universidad. 

Mª Ángeles Díaz.  
Los Corresponsales de Marsilio Ficino y el entorno femenino de la Academia platónica de Florencia.
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miércoles, 24 de abril de 2019

OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE TYCHO BRAHE EN LA ISLA DE VEN


En el siglo XVI Tycho Brahe, astrónomo danés, construyó un observatorio en la Isla de Ven, situada entre Dinamarca y Suecia, en el estrecho de Oresund, donde se encuentran los restos de Uraniborg, su castillo.


En dicho observatorio estuvo trabajando como colaborador invitado Johannes Kepler.

Debemos recordar aquí  que "autores como Tycho Brahe, Kepler, Newton (sobre todo este último), y un largo etc., viven a sus trabajos individuales como directamente ligados a lo Universal, en busca del Conocimiento, aventurándose al límite de sus posibilidades intelectuales insertadas en un contexto metafísico, como auténticos hermetistas


"De nuestra parte pensamos que este tema de los orígenes ‘mágicos’ de la Ciencia es lo suficientemente importante para tratarlo, ya que de hecho se trata, como en otros casos, de la influencia de la Tradición Hermética en la cultura de Occidente, al punto de constituir una corriente subterránea, secreta, que la ha alimentado con sus aciertos y errores hasta el día de hoy, en perfecta simultaneidad con los ritmos y los ciclos que hacen al tiempo y a la historia en que se manifiestan las Ideas"

Citas de Federico González. Hermetismo y Masonería. Apuntes sobre Hermetismo y Ciencia, c. III).



sábado, 20 de abril de 2019

VITTORIA COLONNA, MAESTRA Y AMIGA DE MIGUEL ÁNGEL


Al acercarnos a estas biografías de personas o entidades lo hacemos porque ellos nos conducen a descubrir mucho mejor la Historia de las ideas, en especial aquellas que han conformado desde antiguo el Occidente. A nosotros nos interesan estas vidas porque forman parte de una cadena hermética de pensamiento, o sea que son representantes de estados espirituales y de ideas arquetípicas que han ido vertiendo en el medio que les ha tocado vivir según era su destino y su función. Por consiguiente, y como venimos diciendo:

"no nos interesan de estas historias arquetípicas los rasgos humanos y anecdóticos ni las valoraciones a que esos enfoques se prestan. Creemos que son importantes al ser simbólicas, es decir como reveladoras de determinadas pautas esotéricas, perfectamente asimilables –en cuanto son ejemplares– al hombre en general, por ser universales y no sujetas por eso al espacio y al tiempo sino de modo secundario. Tienen también otra función: la de ir preparando el camino para el conocimiento y la comprensión de otra historia, secreta para los que no son capaces de profundizar y establecer relaciones entre símbolos y se sienten satisfechos con las cómodas e inverosímiles historias oficiales. La verdadera historia es otra cosa. Y los occidentales podemos leer en la nuestra como en una simbólica de ritmos y ciclos, una danza de cadencias y entrelazamientos, no casuales por cierto, y donde todos y cada uno de los hechos adquieren un significado en la armonía del conjunto, que se contempla bajo una lectura diferente, bañada por una nueva luz. Además, y es lo importante, esto es especialmente válido para ser aplicado a nuestra propia vida, a las anécdotas, aconteceres e historias relativas de nuestra existencia. Las cuales han de ser consideradas bajo un enfoque simbólico y nunca como un conjunto de posesiones personalizadas y exclusivas con las que nos identificamos". (Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Federico González y Colaboradores. Revista Symbolos 25-26 issn 1662-9910). 

Vittoria Colonna (1490-1547) es una de las intelectuales más destacadas del Renacimiento y la escritora que gracias a su brillantez ha alcanzado mayor reconocimiento a lo largo del tiempo.

Vittoria, tras su temprana viudez, dedicó su vida a realizar una importante producción literaria tanto en rima como en prosa, tratando temas filosóficos y espirituales que lograron una gran influencia entre las gentes, pues se dice que a su calidad poética debe añadirse una preciosa voz para el canto.

Su fama de poetisa y de mujer intelectualmente influyente, pues el propio Miguel Ángel Buonarroti la consideró su maestra, llamó poderosamente la atención de los tribunales italianos de la inquisición llegando incluso a ser investigada, como otros de sus amigos, algunos de los cuales fueron finalmente acusados de herejía.

Seguidora de la lectura de Dante, Boccaccio y Petrarca, es decir de la Filosofía iniciatica de los Fieles de Amor, contó entre sus relaciones de amistad con personajes como el escritor Pietro Bembo, hijo de Bernardo Bembo, también se relacionó con Baltasar Castiglione, Leonardo da Vinci, Isabel d'Este, Giulia Gonzága y por supuesto con Miguel Ángel que la admiró como ninguno,considerándola su Dama pues decía estar "enamorado de su espíritu divino". 

Y es que Vittoria le abrió a Miguel Ángel un mundo de sensaciones, inundándose la mente de imágenes bellas y conmovedoras. Y sobre todo le hizo sentir confianza en esa gracia sobrenatural que para el arte poseía, ya que esta mujer supo hacerle comprender que su mano era al fin guiada por un dios que le trascendía. Así, le dice Vittoria a Miguel Ángel después de que éste hubiera finalizado el Cristo que le había pedido para colocarlo en su alcoba.

A través de Vasari, que como se sabe es autor de una famosa biografía de personajes relacionados con la Historia del Arte. Hemos conocido que Vittoria indicó a Miguel Ángel la composición de algunos de sus dibujos, recogiendo escenas de la mitología cristiana, tales como "la Piedad de Colonna" y "la Crucifixión de Cristo".

La Piedad de Colonna. Miguel Ángel



"La Piedad de Colonna" es una obra dibujada por Miguel Ángel según las indicaciones de Vittoria. Con ello la poetisa demostró su filiación espiritual con la "Iglesia interior", la de Juan, que es la que sostiene los pilares de la "Iglesia exterior", la de Pedro que en esa época estaba ya muy desviada del auténtico mensaje de Cristo. 

"Non vi si pensa quanto sangue costa" (No se piensa cuanta sangre cuesta), dice la frase escrita en el palo de la cruz en el centro de la imagen, la cual se corresponde con la que expresa Beatriz en el Canto XXIX del Paraíso, dirigiéndose a los que desde los púlpitos desvirtúan la Sagrada Escritura o hacen de ella una torcida interpretación, llenando a los fieles la cabeza de viento y no del Eterno Amor que es el que irradia toda la doctrina cristiana. A estos les dice Beatriz:

"No pensáis en la sangre que cuesta sembrarla por el mundo..."  censurando de ese modo a los teólogos que abandonaban el Evangelio complaciéndose en inventar fábulas. Cristo no dijo andad y predicar patrañas al mundo, sino que les dio por base la verdad, y esta sonó en sus bocas de tal modo, que al combatir para encender la Fe solamente se valieron del evangelio como escudo y lanza"


Se trata de una Virgen Madre sentada a los pies de la cruz, con la mirada y la actitud dirigida al Padre y el hijo muerto entre las piernas, como dándolo en sacrificio a la luz del mundo.

La segundo es un Cristo clavado en la cruz, “que levanta la cabeza y encomienda su espíritu al Padre, que es cosa divina”, en palabras de Vasari, quien añade que cuando Vittoria murió Miguel Ángel añadió la figura de María Magdalena abrazada a la cruz de Cristo, a la que dió la fisonomía de Vittoria Colonna que de ese modo quedó entre la figura de la Virgen María y San Juan, a ambos lados a los pies de la cruz, recogiendo ese momento la agonía de Cristo en el momento de emitir sus últimas palabras, "Está Cumplido" (Juan 19. 30.)

Boceto inacabado del Cristo de Vittoria Colonna. El original terminado parece que está perdido, aunque existen copias de él realizadas por sus alumnos


 Mª Ángeles Díaz. 

"Los Corresponsales de Marsilio Ficino y el Entorno Femenino de la Academia Platónica de Florencia". 

Ver nuestro post acerca de la Piedad Colonna, en este blog 

COLUMNA ASTRONÓMICA DE CATALINA DE MEDICI DESDE LA QUE OBSERVABA EN EL CIELO EL DESTINO DE FRANCIA


Los planos que aquí se muestran corresponden a los de la torre astronómica que Catalina de Medici, la reina hermética de Francia, construyó en París. 

Esta columna, imagen del eje del mundo, de 32 metros de altura, era el lugar donde la reina se reunía con sus astrólogos, científicos y poetas para calcular, mediante extraños aparatos que ellos mismos construían, las distancias que existen entre los cuerpos celestes, seguir los movimientos estelares y observar los efectos de éstos sobre las cosas, en especial sobre el cuerpo humano y sus humores a fin de favorecer con ello la salud sobre la enfermedad. 

Un cronista de la época cuenta que la torre Medici no tiene parangón alguno tanto por su elegancia y belleza general, como por su atrevimiento al alzarse 90 pies, por lo que merece la “admiración de los inteligentes”. 

También llamaba la atención lo “muy bien encendida" que se hallaba, por lo que, añade la crónica, "se mira con justo título como una obra magistral del arte. Si no existiese, se miraría su ejecución como imposible”.

Jean Farnel, Michel de Nostredame (Nostradamus), Luca Gaurico, Cosme Ruggiere, Girolamo Cardamo y Gabriel Simeoni eran algunos de los astrólogos, médicos, matemáticos y poetas que operaban con Catalina, desde esta torre, para realizar sus cartas de destino, sus talismanes o crear remedios medicinales a partir de las propiedades de las plantas recogidas en momentos precisos de sus ciclos astrales. 

Decir que por los tratados que estos personajes ha dejado, así como por sus cartas astrológicas, almanaques y demás formas de invocación a las fuerzas misteriosas del Universo, han sido considerados profetas.

Añadir, sin embargo, que la Francia de la época los consideró un grupo que practicaba la brujería y algunos de ellos fueron por ello acusados de herejía por el tribunal de la Inquisición configurado en la Sorbona. 
El Talismán de Catalina de Médicihttp://dmiventana.blogspot.com/2019/03/el-talisman-de-catalina-de-medici-reina.html


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Mª Ángeles Díaz. Catalina de Medici, la Reina hermética de Francia. (Fragmento). 



"El camino de la alhóndiga está sobre el sitio de la antigua casa de Soissons, en un edificio destinado puramente a la utilidad pública, no se esperaría hallar dos escaleras de un Corte tan elegante como atrevido. Pero lo que merece sobre todo la atención y la admiración misma de los inteligentes, es la media naranja de una construcción muy bien encendida, y que se mira con justo título como una obra magistral del arte. Si no existiese, se miraría su ejecución como imposible".[1]



[1] Enciclopedia Metódica Geográfica Moderna (1792). 



miércoles, 17 de abril de 2019

POEMA DE SAFO A AFRODITA


Safo en un fresco de Pompeya. Museo arqueológico de Nápoles

Observemos en estas líneas de un poema de Safo a Afrodita en qué términos amigables esta décima la Musa, a decir de Platón, conversa con su eterna Compañera, la Diosa amiga, la que alivia las penas y contenta el alma del desdichado,
"Inmortal Afrodita, /de polícromo trono, / hija de Zeus, sabia en astucias,/ te ruego, soberana, no aflijas con penas ni angustias, mi alma/.Ven a mí, de nuevo,/ como lo has hecho otras veces/ dejando incluso tu morada junto al Padre para acudir en tu carro de oro,/a esta oscura tierra a asistirme./Veloces te traían los hermosos gorriones,/ batiendo intensamente sus alas al atravesar el éter./ Al punto llegaron; y tú, con semblante sonriente, oh diosa, preguntabas/ ¿cuál es hoy tu sufrimiento, Safo, por qué esta nueva invocación?/¿Qué anhelo pasional tiene tu alma?"
Facebook de la Autora

viernes, 12 de abril de 2019

LA MARCIANA. LA BIBLIOTECA DE BESSARION EN VENECIA


Como muchos otros personajes del entorno humanista, y concretamente del círculo de la Academia Platónica en sus diferentes ámbitos, Bessarion asumió la tarea de salvaguardar todos los libros de valía escritos por los antiguos. Es decir, aquellas obras de carácter científico, libros de historia, poesía, matemáticas, astronomía, medicina, leyendas… y todo aquello que representa el saber humano. Y con esa finalidad embarcose en una tarea personal de resultados admirables, pues consiguió recuperar libros y conocimientos que hoy en día estarían irremisiblemente perdidos. 

       Bessarion, que era un gran diplomático y tenía por ello excelentes contactos, logró establecer una red de personas, entre feligreses, amigos e inclusive personas contratadas, para que le ayudaran a salvar códices y manuscritos, comprar, con su propia asignación, todos los textos griegos que pudo localizar rescatándolos de ese modo de las bibliotecas de Constantinopla que estaban siendo saqueadas e incendiadas por los soldados turcos que no robaban los valiosos textos para llevarlos como botín a sus bibliotecas, sino que los odiaban, aunque no sabían leerlos, o tal vez por eso, y por ello sólo buscaban destruirlos. 

Con su gesta logró Bessarion preservar de las llamas ignominiosas de la ignorancia, muchísima de aquella luz vertida en sus obras por los más sabios, para que esta llama no dejase nunca de fluir y de inundar las mentes de las generaciones. Con dicha finalidad, e investido de la fuerza de un Atlas sosteniendo una cultura, realizó gestiones en Alemania, Venecia y Francia donde obtuvo las ayudas que necesitaba para salvar todo lo que pudo del patrimonio cultural. 

Así fue como consiguió esa enorme biblioteca particular que pasó a ser la más rica de Occidente en manuscritos griegos a la cual siempre pudieran tener acceso los estudiosos, con los que a menudo solía compartir comentarios e impresiones acerca de esas lecturas. Sus más de 800 códices griegos y bizantinos suponían un legado de incalculable valor que Bessarion protegió como si se tratara de la única semilla donde se conservaba una tradición cultural y una memoria ancestral.


Y así fue como mientras algunas bibliotecas desaparecían ultrajadas por los soldados otomanos, Bessarion consiguió recuperar innumerables textos y difundir copias de aquellos libros que tanto amaba, pues en sus propias palabras:

Ellos están llenos de las voces de los sabios, llenos de los ejemplos de la Antigüedad... ellos viven, conversan, nos hablan, nos instruyen y nos consuelan.

Seguimos en 1463, año en el que, como hemos dicho, es nombrado patriarca de Constantinopla. Durante ese periodo su actividad se redobla haciendo esfuerzos para continuar ayudando a la recuperación de la ciudad que estaba ya en poder del imperio otomano. Depositar todos aquellos libros que había reunido en un lugar seguro y al alcance de los interesados, se convirtió en una cuestión de honor. Todo ello conduce a Bessarion a pensar que Venecia es el lugar idóneo para salvaguardar aquel tesoro, por lo que hace donación de todos sus volúmenes a dicha república.

Venecia es una ciudad que conoce bien por haber ejercido allí como embajador de la Santa Sede. Sabe pues que es un lugar fuerte y protegido, razón por la cual a la ciudad están llegando las comunidades más importantes de griegos en la diáspora, los que de ese modo podrían tener a su alcance esta biblioteca que les mantuviera unidos a lo esencial de su cultura mientras están a la espera de la reconquista de Constantinopla. No es de extrañar que todo ese ambiente contribuyera a que la Venecia de entonces fuera considerada otra Bizancio, con una notable colonia griega, lo cual a los ojos del mundo Occidental se veía como un bastión de férrea resistencia a los turcos.

Cuando Bessarion gestionó la donación de su biblioteca, hecho registrado el 31 de mayo de 1468, consiguió de las autoridades un compromiso: el legado debía ser la base para una gran biblioteca que permaneciese accesible a la consulta de los estudiosos. Finalmente el pacto se alcanzó y Bessarion mandó su colección a la República veneciana. Hoy en día estos libros se encuentran en la Biblioteca Marciana de Venecia, o Biblioteca de San Marcos, conformando parte de una de las colecciones de textos clásicos más grandes del mundo[1].

Una sala que lleva el nombre de Bessarion acoge, entre códices e incunables, lo ejemplares del cardenal. Una selectísima colección con obras de Platón, Plutarco (último sacerdote del templo de Apolo, en Delfos), casi todo Aristóteles; dos famosos manuscritos de la Ilíada; obras del monje bizantino Máximo Planudo que contienen todo lo que se pudo salvar de la poesía helena; San Agustín, Boecio y Ovidio, junto a estudios aritméticos del propio Planudo.

De hecho todos sus contemporáneos sabían que la colección de Bessarion era algo extraordinario, por eso la donación fue un hecho muy comentado. Esas mismas fuentes coinciden en afirmar que él fue el artífice que hizo llegar la imprenta a Venecia, de donde finalmente salieron los libros clásicos que se difundieron por todas partes, llegando hasta nosotros.

La donación magnífica de Bessarion y el pacto que éste alcanzó para ello dio la oportunidad a Venecia de construir una de las más bellas bibliotecas del mundo empleándose en el edificio y su revestimiento finísimos mármoles y decoraciones pictóricas a base de frescos realizados nada menos que por la mano de Tiziano, Veronese y Tintoretto. Todo un fino enmarque protector para tantos manuscritos célebres, tratados de medicina, astrolabios, globos terráqueos, objetos científicos como un planisferio, y otros instrumentos destinados a la navegación. Mª Ángeles Díaz. Los Corresponsales de Marsilio Ficino y el Entorno Femenino de la Academia Platónica de Florencia. 







[1] Hacer de Venecia un centro cultural filosófico fue una idea que con anterioridad a Bessarion también tuvo Petrarca, quien en 1362 también había donado su biblioteca a dicha ciudad; incluido todo el mobiliario. En ese momento la colección de Petrarca también contribuyó a que se crease en Venecia una de las más importantes bibliotecas de Europa, conformada por grandes colecciones.
[2] Las imágenes de las góndolas pertenecen a una colección de la British Library, 1580.