PUBLICADO EN LA REVISTA SYMBOLOS, CELEBRACIONES ISSN 1562-9910 * FEDERICO GONZALEZ: LA TRADICIÓN VIVA Francisco Ariza 2- LOS SIMBOLOS PRECOLOMBINOS. COSMOGONIA, TEOGONIA, CULTURA 3- EN EL VIENTRE DE LA BALLENA. TEXTOS ALQUIMICOS 6- ESOTERISMO SIGLO XXI EN TORNO A RENE GUENON 9- LAS UTOPIAS RENACENTISTAS ESOTERISMO Y SIMBOLO Federico González (derecha) y Francisco Ariza, durante la presentación del libro Antología, una selección de la obra de Federico realizada por Mª Victoria Espín. Librería Alibri. Barcelona, 2008 Francisco Ariza y José Manuel Río durante la presentación del libro La Obra de Federico González. Simbolismo, Literatura, Metafísica. Federico quiso que aparecieran todos sus libros en la mesa mostrando que su monto medía un metro exacto. Biblioteca Arús. Barcelona 2014 |
Corte Inglés de Zaragoza, en octubre de 2014 |
sábado, 22 de enero de 2022
LA OBRA DE FEDERICO GONZÁLEZ, POR FRANCISCO ARIZA
jueves, 20 de enero de 2022
"HE ESTADO CON PLATÓN ESTA MAÑANA"
martes, 18 de enero de 2022
La Dama del Unicornio (Texto y Vídeo)
"un caballo blanco con pezuñas divididas y barba de cabra, con un cuerno frontal impelido hacia arriba y que toma forma espiral, tal cual se lo puede observar en el famoso tapiz que lo representa, depositado en la abadía de Cluny.
En la iconografía cristiana indica curiosamente a la Virgen fecundada por el rayo del espíritu, por eso se los vincula en muchas representaciones. En todo caso siempre está relacionado con el rayo que toca a los hombres para despertarlos, al mismo tiempo que simboliza un arma de defensa. Posteriormente esta criatura imaginaria ha sido el protagonista de numerosos escritos y leyendas que han dado lugar a múltiples obras de arte relacionadas con los contenidos de la psiqué. En China fue durante un periodo el emblema real y en Inglaterra forma parte –con el león– del escudo del monarca británico".
https://dmiventana.blogspot.com/ Publicación Mª Ángeles Díaz
Con los que siguen se completa una muestra de toda la serie que compone esta rica tapicería.
viernes, 14 de enero de 2022
LUCRECIA BORGIA Y EL ESPÍRITU DE SU ÉPOCA (Texto y Vídeo)
Compartimos esta nueva biografía que, como todas las que
realizamos, se basa en personajes que nos muestras en sus periplos vitales la
estela de la Tradición Hermética, biografías que siempre formaron parte de nuestros estudios con el Programa de Estudios Agartha, con el que nos hemos formado de la mano de
nuestro maestro y amigo Federico González. Un Programa que, como arca de
sabiduría, reúne en sí lo esencial de todas las tradiciones verdaderas siendo
por lo tanto un “caballo” libre para ser montado por todo aquel que lo precise y
descabalgarlo cuando crea que ya puede prescindir de él.
A través de Lucrecia Borgia hemos querido hablar del
espíritu de su época, o sea del Renacimiento, en el que se inscribe su
biografía, y sin duda podemos afirmar con total certeza que, esta dama fue una
fiel representante de dicho espíritu. Su relación con ciertos poetas y
filósofos (como Pietro Bembo, hijo de Bernardo Bembo) la sitúan dentro de la
corriente que parte de los Fieles de Amor a través de Petrarca y que desemboca en
la Academia Platónica dirigida por Marsilio Ficino. Es decir, que lejos de la
“leyenda negra” con que tan injustamente se la ha identificado, estamos en
presencia de una autentica mecenas que propició el desarrollo de las artes y
las ciencias tradicionales permitiendo así que la luz y el brillo intelectual
del Renacimiento llegara hasta nuestros días. Mª Ángeles Díaz
sábado, 1 de enero de 2022
LA SIBILA señalando la estrella de Belén
La Sibila señalando la estrella de Belén que habrá de abrir paso al nuevo ciclo humano. Escuela de Zurbarán
FELIZ 2022
A todos los amigos y conocidos con los que hemos compartido este año difícil, os quiero agradecer que estéis ahí, y deseo que el 2022 podamos seguir manteniendo un diálogo fructífero que nos permita elevarnos por encima de los límites terrestres y, como Dante, emprender el viaje hacia nuestra estrella interior.
miércoles, 24 de noviembre de 2021
HEROIDA I. Carta de Penélope a Ulises. Estudio de Mª Ángeles Díaz sobre las Heroidas de Ovidio (Texto, Vídeo y Podcast)
La imagen que del mito de Penélope nos hemos forjado procede de la poesía épica de Homero quien nos la describe como una fiel y leal esposa que durante los cuatro lustros que duró la ausencia de Ulises (Odiseo) por causa de la guerra de Troya se mantuvo firme a la espera del regreso del esposo, siendo capaz de mantener su matrimonio y su hacienda con gran astucia empleándose en el ardid de “tejer y destejer” una prenda para continuar eludiendo a sus pretendientes y a los que creyéndola ya viuda tenían sobre ella derecho de rescate, es decir derecho a reclamar las posesiones de un difunto por vía matrimonial, y a permanecer en la hacienda que reclamaban hasta recibir una respuesta de la viuda. Penélope, sin embargo, que nunca aceptó que Ulises estuviera muerto a pesar de los años de ausencia, consiguió mantener a sus pretendientes en permanente espera prometiendo que elegiría como marido a uno de ellos cuando terminara su labor en el telar, una labor que realizaba de día y deshacía de noche. Y es que Penélope nunca perdió la esperanza de que Ulises, su esposo, hijo de Laerte, rey de la isla de Ítaca y padre de su hijo Telémaco, estuviera vivo y que algún día regresaría de aquel viaje que emprendió con destino a Troya para participar en la tan famosa contienda con la que los griegos vengaron la afrenta hecha por Paris a Menelao, rey de Esparta micénica, robándole a su esposa Helena.
Homero nos muestra con este mito de Penélope, la que deshace de noche lo que construye de día, vestigios de la era matriarcal de nuestra civilización y de los ritos ctonicos de la Diosa Madre, Deméter, la que da la vida y la quita. Hace y deshace para mantener el equilibrio. En este sentido el símbolo de Penélope guarda relación con el mito de Ocnos, el soguero que trenza una soga afanosamente sin reparar en que su asna está, en el otro extremo, comiéndose su labor.
Para Plutarco este símbolo indica la incapacidad que tienen algunos para entrelazar el presente con el pasado. Ortega y Gaset, quien llama a Penélope la “Tejedora conyugal”, siguiendo los estudios de J. J. Bachofen, sintetiza brillantemente este mito en su ensayo titulado justamente “Oknos. El soguero[1]” donde escribe:
“Lo que Oknos laborioso trenza, el asna lo va anulando. Representa este animal el poder destructor necesario al ritmo de la Gran Madre. Una creación lograda y perfecta detendría el proceso: es menester que colabore la potencia enemiga, la energía destructora. El trozo de soga que hay entre las manos del soguero y el belfo de la bestia es breve jornada de la existencia que se abre entre el poder de hacer y el de deshacer, ambos eviternos. (…) La esposa de Ulises desteje cada noche lo tejido durante el día para que la tarea sea perdurable. Penélope es una última modulación del mito ctónico: también ella estaba quieta e hilando”
El mito de Penélope nos muestra la
pervivencia de la cultura matriarcal, cultura hembra, lunar, telúrica con
dioses subterráneos, que va al encuentro de un ciclo nuevo, solar y luminoso
representado por dioses como Apolo o Zeus. Lo que salva esta tejedora conyugal con
su fidelidad, simboliza el abrazo amoroso entre dos culturas opuestas, una
femenina, cuyo ciclo se extinguía, y otra masculina que nacía fulgurante con
todos los dioses solares.
La narración con la que Homero viste
este mito da cuenta que una vez conseguida la victoria y arrasada Troya no todos
los supervivientes regresaron a sus patrias, sino que algunos perecieron en el
camino al hundirse sus naves o ser atrapados en corrientes tenebrosas. Otros,
caso de Ulises, extraviaron el rumbo de vuelta a Ítaca permaneciendo durante
diez años perdido en desconocidas islas y procelosas aguas.
Son varias las mujeres del relato de
la Ilíada y la Odisea que detestaban a Helena y Paris, es el caso de Penélope,
pues por causa de la infidelidad de ambos ellas sufren la ausencia de sus
compañeros teniendo que dejar por años su vida en suspenso.
Penélope, prima de Helena de Troya, era
hija de una ninfa náyade y del rey Ícaro, de Esparta micénica, una “mujer
irreprochable”, nos dice Homero, que durante esa larga ausencia perseveró con
firmeza y lealtad matrimonial esperando que Ulises al fin volviera o que
alguien le diera cuentas de él. Por eso iba todos los días al encuentro de los
barcos que llegaban a sus costas para preguntar a los tripulantes si alguien
podía darle alguna noticia de Ulises. Así supo de sus valerosas hazañas y
también pudo comprobar que nadie lo había visto muerto lo cual aumentaba su
esperanza. De ahí que cada vez que una nave zarpaba, ella entregaba a la
tripulación una carta para Ulises, solicitando que si en algún momento alguien
lo encontraba ésta le fuera entregada. Una de esas misivas es la que nos ofrece
Ovidio y que a continuación nosotros extractamos. En ella Penélope cuenta, desde su propia perspectiva, lo
que para ella supuso la guerra de Troya lamentándose de que Paris no hubiese
muerto antes de provocar tantas desgracias. Y es evidente que
Concluyendo
el mito y la leyenda tradicional no necesitan de invenciones argumentales sino
que, tal y como demuestra Ovidio con su obra original, lo que al rapsoda
corresponde hacer es vivificar y actualizar su mensaje para que su enseñanza
arquetípica siga llegando al corazón de sus contemporáneos. Eso pretendía
Ovidio al poner esta carta a Ulises en el cálamo de su esposa Penélope que en
sus principales párrafos dice así:.
"Esta carta, Ulises, la envía Penélope a tu tardanza. No me contestes; sino
mejor, ven en persona. (…)
Yace en ruinas Troya, aborrecida, con razón de las mujeres dánaas[1]
(…) ¡Ay! Ojalá entonces, cuando navegaba a Lacedemonia, se hubieran tragado las
enfurecidas aguas al adúltero[2].
No hubiese dormido yo sin tu calor en un lecho vacío (…)
¿Cuándo no he temido yo peligros más graves que los reales? Cosa henchida
de angustiado recelo es el amor. Contra ti me imaginaba que se disponían a
enfrentarse temibles troyanos. Con sólo nombrar a Héctor[3] me ponía lívida (…)
Cualquiera que gira en estas riberas[4] su viajera popa, no se
marcha sin haberle preguntado yo muchas cosas de ti; y para que te la entregue,
si alguna vez te viere, le confío una carta escrita por mi mano. (…) ¿Qué
tierras habitas, en dónde prolongas tu ausencia? (…)
Mi padre Icaro me obliga a abandonar la viudez de mi lecho y censura sin
cesar tu infinita tardanza. ¡Que censure mientras pueda! Tuya soy: que tuya me
llamen todos es menester, Penélope, esposa siempre de Ulises seré. (…)
Y yo no tengo fuerzas para arrojar a los enemigos de mi casa[5].
¡Ven pronto tú, puerto y altar para los tuyos! Tú tienes, y que lo sigas
teniendo pido, un hijo[6],
que en sus tiernos años debía ser educado en las artes de su padre. (…)
Y es cierto que yo, que al marcharte tú era una muchacha, por pronto que vuelvas, pareceré una anciana".
[1] Dánaos es uno de los nombres utilizados en la Odisea y en la Ilíada para identificar a los griegos. Otro término es aqueos.
[2] Se refiere a Paris, como
se sabe casado con Enone, una ninfa de los ríos.
[3]
Héctor era hermano de Paris y conocido como el “domador de caballos”. Se trata
de uno de los principales personajes del poema homérico de la Ilíada. Fue el comandante que dirigió la
defensa de la ciudad troyana frente a los aqueos, en esa guerra en la que no
estuvo de acuerdo, pues entendía que esa disputa concernía únicamente a Paris
que era quien debía enfrentarse a Menelao. Héctor finalmente murió a manos de
Aquiles.
[4]
Ítaca, pequeña isla griega del mar Jónico perteneciente al grupo de las islas
Jónicas.
[5] Los
pretendientes tenían derecho a permanecer en la casa de Ulises, al que
consideraban difunto, comiendo y bebiendo a la espera de que Penélope se
decidiera por uno de ellos.
[6]
Telémaco, que era un niño pequeño cuando su padre partió para regresar veinte
años después.
YOU TUBE:
Vídeo Primer Episodio Introducción a la Serie
Vídeo Segundo Episodio. Carta de Penélope a Ulises
https://youtu.be/wLAO9T5AOY4
Primer Episodio: Heroidas, Mujeres del Ciclo Heroico. Presentación
Segundo Episodio: HEROIDA I. Carta de Penélope a Ulises
viernes, 12 de noviembre de 2021
LA HAMSA, Mano de Fátima o Mano de Miriam
En la tradición musulmana recibe el nombre de “mano de
Fátima”, la hija del profeta Muhammad, y
en la tradición judía se la
denomina “mano de Miriam”, hermana de
Moshe Rabenú.
La Hamsa se ha convertido en un objeto “compartido” por
ambas tradiciones, es decir en un auténtico símbolo de intercambio cultural. En la tradición
musulmana se le identifica con los cinco pilares del Islam, mientras que en la
tradición judía se le relaciona con los cinco libros de la Torá.
Las hamsas tienen una rica variedad de elementos
decorativos, materiales y colores y son una muestra de una memoria iconográfica
compartida en toda la ribera sur del Mediterráneo. Mª Ángeles Díaz
https://dmiventana.blogspot.com/ Publicación Mª Ángeles Díaz
lunes, 1 de noviembre de 2021
HEROIDAS, Mujeres del Ciclo Heroico (Primer episodio)
Este es el primer episodio de una serie de videos y texto sobre " Las Heroidas" de Ovidio, que iré publicando hasta completar la cadena que conforman todas las cartas de estos personajes, tanto en vídeos y podcast así como en texto PDF dentro de "Cuadernos de la Tradición Unánime. La Memoria de Calíope", todo lo cual quedará depositado en la página de la Biblioteca Hermética.com:
https://www.bibliotecahermetica.com/
Espero que disfrutéis con este trabajo tanto como lo he hecho yo al estudiarlo y recrearlo. Os espero en los próximos episodios que dedicaremos a cada una de las Heroidas.
Mª Ángeles Díaz
domingo, 17 de octubre de 2021
EL MAGO, PRIMERA CARTA DEL TAROT
" ... He de creer a Platón cuando asegura que entre los Dioses y los hombres existen ciertos poderes divinos, que les sirven de intermediarios, por su naturaleza y por el lugar que ocupan, y que tales poderes rigen todas las manifestaciones de la adivinación y los milagros realizados por los magos."
Apuleyo: Apología, 43, 2
EL MAGO DEL TAROT Simboliza el principio del viaje iniciático para aquel que se propone hacer de sí mismo la mayor obra de arte, capaz de vivir equilibradamente uniendo lo material al espíritu. 'El Mago' es aquel que libre de prejuicios vive consciente de su papel dentro de la Creación, es decir consciente de ser el cooperador único del Creador, pues tiene en su mano la posibilidad de "perfeccionar la materia imperfecta".
Identificarse con el 'Mago del Tarot' significa haber alcanzado a ver que cada día es el primero y el último de la Creación por lo que todas las posibilidades están siempre contenidas en el presente. M.A.D.
Serie TEATRO HERMÉTICO DE LA MEMORIA
jueves, 14 de octubre de 2021
EN MEMORIA DEL SABIO TAOISTA GIA FU FENG
Gia Fu Feng, un maestro taoísta (por cierto amigo de Alan Watts) con el que tuvimos el gusto de hacer un retiro de unos días en un pueblo catalán, cuando nos llevaba a caminar por el bosque y la montaña siempre encontraba un lugar especial para quedarnos a descansar y a escuchar sus enseñanzas. Y lo primero que hacía era dar un nombre a ese sitio de tal modo que ,en el entorno de la masía donde residíamos durante aquellos días, surgió una geografía significativa que a todos nos orientaba en aquel espacio de valles y montañas, lo cual es un símbolo en toda regla de lo que para la filosofía hermética es el Arte o Ciencia de la Memoria, o sea que asociábamos los lugares a sus nombres y a las palabras del sabio taoísta.
Desde entonces nos ha quedado la costumbre de dar nombre a los lugares de nuestro entorno, o que encontramos en nuestros viajes y que nos parecen dotados de una armonía intrínseca donde está vivo el “genio del lugar”. Este espacio cercano a nuestra casa lo llamamos "jardín de Pan". MªA.D.
viernes, 8 de octubre de 2021
LA DIVINA PROPORCIÓN. Luca Pacioli
La Divina Proporción, obra de Luca Pacioli con ilustraciones de Leonardo da Vinci, cuando se presentó en público, concretamente en Milán, su autor explicó que el motivo que le había llevado a dar dicho título a su tratado se debía a las numerosas correspondencias de semejanza entre dicha proporción y Dios mismo. Y como ejemplo de ello resumió para su audiencia cuatro de esas correspondencias comenzando por la unidad:
La primera es que ella es una sola y no más, y no es posible asignarle otras especies ni diferencias. Y dicha unidad es el supremo epíteto de Dios mismo, según toda escuela teológica y también filosófica.
La segunda correspondencia es la de la Santa Trinidad, es decir, que, así como in divinis hay una misma sustancia entre tres personas –Padre, Hijo y Espíritu Santo–, de igual modo una misma proporción se encontrará siempre entre tres términos, y nunca de más o de menos, como se dirá.
La tercera correspondencia es que, así como Dios no se puede propiamente definir ni puede darse a entender a nosotros mediante palabras, nuestra proporción no puede nunca determinarse con un número inteligible ni expresarse mediante cantidad racional alguna, sino que siempre es oculta y secreta y es llamada irracional por los matemáticos.
La cuarta correspondencia consiste en que, así como Dios nunca puede cambiar y está en todo, Él en todo y todo en todas partes, de igual modo nuestra proporción es siempre, en toda cantidad continua y discreta, grande o pequeña, la misma y siempre invariable, y de ninguna manera puede cambiar ni de otro modo puede aprehenderla el intelecto, como nuestra explicación demostrará.
Barbari es el pintor a quien se atribuye el conocido cuadro (que tenemos arriba) donde se ve a Pacioli vestido con los hábitos de monje y dibujando los cuerpos geométricos en una pequeña pizarra, mientras parece traducir las indicaciones que se hallan en un libro de Euclides. Junto a él, un paso atrás, se ve al Duque de Urbino, Guidobaldo de Montefeltro.
Mª Ángeles Díaz.
"Viaje Mágico a Andros. Una Aventura Intelectual". Editorial Symbolos.