Llamamos "chivo
expiatorio" a aquel que siendo inocente, carga con todas las culpas. Esta
designación, cuyo sentido podemos compartir los que procedemos de una misma
cultura, tiene su origen en la mitología judeo-cristiana, representando este
animal al propio Cristo quien, haciéndose cargo de la ignorancia y el dolor del hombre, se convierte en aquel que paga por todos nuestros errores y nos abre la
puerta a la posibilidad de lo real, teniendo presente que, en palabras de René Guénon, “lo
posible y lo real son metafísicamente idénticos”.
Este sorprendente lienzo de Willian
Holman Hunt, uno de los fundadores de la hermanad prerrafaelita, donde aparece un chivo engalanado con una corona, nos introduce
en aquellos párrafos de la Biblia en los cuales se nos habla de los diferentes
niveles de lectura que posee esta figura simbólica relacionada con la acción del maestro Jesús en la tierra, aquel que borra los pecados [errores] del mundo y nos da una nueva oportunidad.
El chivo que aparece en el cuadro remite al rito ceremonial dentro del calendario hebreo, conocido como Yon Kipur, o sea "Día de la Expiación" o Día del perdón y donde se ofrece un arrepentimiento sincero, de corazón.
El Yon Kipur es una fiesta sagrada con la que se pretende mantener viva la
memoria de lo que representa, por analogía, la figura de Jesús (nombre hebreo, con el agregado
del griego Cristo, Jesucristo) en nuestra cultura, la de aquel que nos revela con su historia
arquetípica la doble naturaleza, divina y humana, del hombre, “símbolo vertical
y axial de la comunicación cielo-tierra, hecho a imagen y semejanza de su
Creador” [1]
Estas son las citas bíblicas donde
se menciona este mito:
“Y
tomará Aarón los dos machos cabríos y los presentará ante Yahveh a la entrada
de la tienda del encuentro. Luego echará suertes sobre los dos machos cabríos,
una para Yahveh, otra para Azazel. Presentará el macho cabrío sobre el cual
haya caído la suerte para Yahveh ofreciéndolo suerte "para Azazel", lo
colocará vivo delante de Yahveh para hacer sobre él la expiación, para echarlo
al desierto para Azazel”. (Levítico 16:7-10).
“El
hombre encargado de soltar el macho cabrío para Azazel, lavará sus vestidos y bañará
su cuerpo en agua; después de esto podrá entrar en el campamento”. (Levítico
16:26).
“Y
con todo eran nuestras dolencias las que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba.
Nosotros le tuvimos por azotado herido de Dios y humillado”. (Isaías 53:4).
“Esto
ocurrió en Betania, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando. Al
día siguiente ve a Jesús venir hacia él, y dice: He ahí el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo”. (Juan 1:29).
“Al
quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser
justicia de Dios en él”. (2 Corintios 5:21 [San Pablo]).
“Pero
presentóse Cristo como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de una
tienda mayor y más perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de
este mundo. Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de
machos cabríos y de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una
redención eterna. Pues si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza
de vaca santificada con su aspersión a
los contaminados, en orden a la purificación de la carne ¡Cuánto más la sangre
de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios,
purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios
vivo!”. (Hebreos 9:11-14 [San Pablo]).
❤️1.- Federico González Frías.Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Jesús
❤️2.- Fuente de las Citas: Biblia de
Jerusalén.
❤️3.- Azazel: espíritu del mal. Ilustración del año 1825 para el Dictionnaire
infernal, de Collin de Plancy.