Fue Federico González Frías quien durante la representación televisiva de la opera de Donizetti, Lucrecia Borgia, me sugirió que investigara en dicho personaje histórico siendo yo la primera en quedar sorprendida por tal sugerencia y más tarde admirada por todo cuanto nos aportó el haber seguido a esta fémina y lo que descubrimos del entorno por el que nos condujo su periplo vital. Para ello hemos contado con el libro de Fernando Gregorovius, escritor del siglo XIX, titulado: "Lucrecia Borgia según documentos y correspondencia de su propio tiempo".
A partir de ahí seguí muchos caminos y leí diferentes obras
de personajes relevantes que estuvieron con ella relacionados. Es el caso de
Pietro Bembo, hijo de Bernardo Bembo, ambos miembros destacados en la Cadena Áurea del pensamiento filosófico y hermético, comprobando que éste último la
consideró su Dama, con toda la connotación simbólica que en las Cortes de Amor
italianas poseía tal título que consideraban superior al de Reina, pues mientras
éste se hereda, el de Dama se obtiene por mérito propio.
También le seguí el rastro a la relación de Lucrecia con su
cuñada Isabel d'Este, descubriendo entre sus cartas la seriedad con la que hablaban estas dos
donnas de palazzo, sobre sus estrategias militares en tiempos de
tribulaciones y guerras.
Todo ello me fue dando el perfil de esta mujer y una
perspectiva para integrarme en su ambiente,o sea, en el ambiente del Renacimiento, y por supuesto observar de dónde
partía la mala y adversa literatura que sobre ella se ha venido construyendo,
destacándose en ello a Victor Hugo y al propio Donizetti que fueron los que
acabaron desvirtuando a la verdadera Lucrecia d'Este Borgia, Duquesa de
Ferrara, nombre con el que ella misma firmaba.
Finalmente lo resumí en varios artículos y un video-documental, que Federico llegó a ver, y que os invito a que veáis también.
Finalmente lo resumí en varios artículos y un video-documental, que Federico llegó a ver, y que os invito a que veáis también.
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