miércoles, 7 de agosto de 2019

VIRGEN CHOLITA (Escuela Cuzqueña)


Virgen María vestida de cholita, un atuendo típico de las mujeres del altiplano, principalmente Bolivia, Perú y Chile.
Cholita es una denominación referida a mujeres mestizas creadoras de un estilo propio en su vestuario en el que se mezclan, con una gracia excepcional, los tejidos y prendas tradicionales indígenas con los nuevos textiles que arribaron de ese desconocido mundo europeo, especialmente las sedas y encajes que les llegaban en barcos procedentes de Sevilla y Valencia. M.A.D.
(Pintura.Virgen Cholita.  Escuela Cuzqueña)

OTRAS ENTRADAS SOBRE ARTE INDÍGENA 
3.- LAS GUARDAS DEL PONCHO AMERICANO.(TEXTO Y VÍDEO)
4.- PINTURA MAYA PRIMITIVISTA (TEXTO Y VÍDEO)

10-LOS VENDEDORES DE ALCATRACES. Pinturas de Diego Rivera













jueves, 1 de agosto de 2019

MITOS Y LEYENDAS DE LAS FLORES "JACINTO"


Cuenta la leyenda que Jacinto era un hermoso príncipe troyano que despertó la pasión amorosa de Tamiris, el primer hombre que se nos muestra cortejando a otro hombre, sin embargo el joven desatendiendo ese amor terrenal se decantó por el de un dios, Apolo, habitante del Olimpo al que seguían las Musas.

Apolo se prendó de la belleza de Jacinto, y de su alma deseosa por conocer, y quiso enseñarle todas sus artes. También Céfiro, que es el dios que se manifiesta en el viento de poniente, se había enamorado de aquel príncipe espartano. Un día en el que Apolo le mostraba a Jacinto cómo lanzar el disco, y viéndolos Céfiro a ambos bajo el sol embadurnados de aceite, tal y como hacían los atletas, cegado por los celos desvió el lanzamiento del disco que fue a dar contra la cabeza de Jacinto hiriéndolo de muerte. 

Apolo intervino con todas sus artes y plantas curativas, más nada pudo hacer por salvarle la vida. Pero sí logró que de la sangre derramada del amigo brotase una bellísima flor perfumada que llevaría el nombre del amado Jacinto. Sangre que equivale a la doctrina o "rocío celeste" que siempre viene a vivificar el tiempo por lo que está ligado a ideas de regeneración y resurrección.  

Ovidio nos cuenta que de las lágrimas que Apolo vertió sobre los pétalos de la flor surgieron las letras griegas AI («¡Ay!»), como símbolo de lamento.

Apolo y Jacinto. Autor desconocido

Las leyendas sobre Jacinto son varias y en ellas se lo asocia a Afrodita, Atenea y Artemisa, sin embargo su culto más relevante siempre estuvo emparentado con Apolo, el dios solar, y con todos los juegos y artes que este le enseñó, que incluyen la adivinación y la música.  
Una fórmula simbólica, la del enamoramiento de un dios por un hombre, que no es otra cosa que la expresión mitológica de esa energía que nos transciende y que nos posee y nos infunde fuego en el alma y ganas de conocer.

Jacinto se convirtió en un héroe civilizador directamente educado por Apolo,  y por ello en su honor se celebraban en verano festivales denominados Jacintias. Efectivamente hay constancia de que eran fiestas muy importantes en Esparta. Jenofonte, por ejemplo, relata que los espartanos interrumpían sus viajes y campañas militares para poder asistir a ellas. Otros autores, como Pausanias, hablan incluso de días de tregua militar. 

Las Jacintias duraban tres días. El primero era un día de duelo en el que se lloraba la muerte del héroe, los dos días restantes estaban dedicados a festejar su renacimiento con juegos y cantos e himnos de niños acompañados de la cítara. 

Wolfgang Amadeus Mozart tenía 11 años cuando compuso una pieza sobre este mito de Apolo y Jacinto, titulado Apollo et Hyacinthus seu Hyacinthi metamorphosis, KV 38 (Apolo y Jacinto o La metamorfosis de Jacinto).

Por otro lado, según el antiguo lenguaje de las flores que llegó a Europa desde Oriente, y que fue especialmente empleado en la época del Romanticismo, la flor de jacinto significa Afecto, y si es azul: Constancia, y si la flor es blanca: Hermosura discreta, y si púrpura: Pesares, y si es silvestre: Juegos peligrosos.

Aquí os dejo con la pieza de Mozart niño. 

Mitos y Leyendas de las Flores
Capítulo I. Jacinto
Mª Ángeles Díaz





martes, 30 de julio de 2019

SIMBOLISMO DEL REINO VEGETAL. CALENDARIO DEL FRESNO YGGDRASSIL

CALENDARIO DEL FRESNO YGGDRASSIL


El Reino Vegetal es eso, un reino, y como tal está gobernado por un rey, el árbol, cuyo ciclo está supeditado a las leyes divinas, las leyes que rigen el Cosmos. El árbol es el mejor exponente del tiempo y de las estaciones pues su desarrollo, en correspondencia con los ciclos solares y lunares, ordena el calendario logrando que de forma natural vivamos acompasados con el latir del Universo. 

“En el árbol están presentes todas las características de la creación; por lo que él la simboliza, tal los numerosos símbolos del Árbol de la Vida, común a distintas Tradiciones" (1) 

“En efecto, nada hay que exprese mejor el despliegue de la vida universal que una planta en su pleno desarrollo, como por ejemplo el árbol, el cual es también uno de los símbolos naturales más difundidos del Eje del Mundo, y el que más claramente alude a la estructura cósmica y sus diferentes planos o grados de manifestación. Baste recordar el Árbol de la Vida Sefirótico, semejante, en cuanto a su significación esencial, a otros muchos árboles sagrados pertenecientes a las más diversas tradiciones de todos los tiempos y lugares, como la ceiba entre los mayas, el roble (o encina) entre los celtas, el olivo entre los pueblos mediterráneos, el árbol Yggddrasil entre los escandinavos, la palmera entre los antiguos egipcios y los árabes, etc.” (2)



1. Árbol. Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos: http://diccionariodesimbolos.com/arbol.htm
2. Simbolismo Vegetal: Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha, del mismo autor con la participación de algunos colaboradores, entre ellos Francisco Ariza y José Manuel Río.
http://introduccionalsimbolismo.com/Programa_Agartha.pdf
3. Dibujo del Calendario del Fresno Yggdrassil: Ignacio Abella.
4. Este texto está compartido del Blog de Abelardo Noria con su autorización.

viernes, 26 de julio de 2019

LAS SIBILAS. Sacerdotisas Itinerantes de Apolo y Cristo. (PDF y VIDEO)


Las Sibilas son sacerdotisas itinerantes que recorren toda una geografía sagrada y significativa del Occidente Cultural para profetizar un idéntico mensaje oracular: el nacimiento de Cristo. Son, pues, anunciadoras del Dios único, y del Verbo encarnado que comunica al mundo un tiempo nuevo. 

Homero, Virgilio, Platón, Marco Varrón, Eliano, San Agustín, San Isidoro, Ptolomeo o el neoplatónico Cristóforo Landino, entre otros, nos hablan de estas sabias precristianas que cumplen un papel determinante en la historia de las ideas al ejercer de intermediarias entre el antiguo politeísmo pagano y la idea de un sólo dios, creador del Cielo y de la Tierra que ampara bajo su manto a todo el Universo.

Del prestigio y consideración que tuvieron estas entidades en nuestro pasado dan cuenta los Oráculos Sibilinos Hebreos, una recopilación de textos en lengua griega que van del siglo III a.C. al X d.C.

El número de estas sabias varía un poco, según las fuentes. Por ejemplo, Lactancio en sus “Instituciones Divinas” nombra a diez, sin embargo, a partir del siglo XV se habla de doce Sibilas. También varían los nombres de algunas de ellas, pero lo que no cambia es lo que ellas simbolizan como anunciadoras y mensajeras y puente que une al tiempo inmemorial la idea representada en la “Buena Nueva”. Mª Ángeles Díaz




Este vídeo ha contado con la colaboración de Claudia A. Ingénito que ha puesto voz a los oráculos de las 12 Sibilas. Para este vídeo-arte documental nos hemos apoyado en las imágenes pictóricas que se encuentran en la iglesia de San Telmo, en Buenos Aires, de todas las Sibilas. 

miércoles, 5 de junio de 2019

SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ EN EL TEATRO DE ALMAGRO



El Festival Internacional de Teatro clásico de Almagro tiene como figura representante este año a Sor Juana Inés de la Cruz, considerada la autora más importante del Siglo de Oro Español.
Dejo la ruta a los dos entradas recientes hechas sobre ella en este blog.

sábado, 1 de junio de 2019

DAFNE, LA AMADA DE APOLO


Dafne es una mujer viril, seguidora de Diana, la diosa lunar y hermana gemela de Apolo. Este la desea y la intenta conseguir, pero ella no lo acepta ni en su naturaleza, ni en su corazón, pues ella es ave nocturna que nada quiere saber del furor solar del dios.

Dafne, Laurel o Laura será para Apolo el símbolo de la pasión de una conquista, y por ello con laurel se coronan los héroes que han conseguido una meta.

"Atalanta Fugitiva", la obra alquímica de Michael Maier, es otra manera de explicar este mito que tiene que ver con la persecución que emprende el alma en pos del Conocimiento que tan irrefrenablemente desea obtener, esencialmente por haberse dado cuenta de lo mucho que ignora.  Mª Ángeles Díaz http://dmiventana.blogspot.com/


Dafne convertida en laurel en este lienzo atribuido a Piero Pollaiuolo (1441-1496)

sábado, 25 de mayo de 2019

HERMETISMO Y EDUCACIÓN INFANTIL. LECCIONES DE HERMES A SU HIJO TAT

 "Nadie presume que una estatua o una pintura pueda haber sido  hecha sin escultor o sin pintor ¿y esta creación habría venido a ser sin su Creador? ¡qué ceguera! ¡qué colmo de ceguera! ¡qué impiedad! ¡qué colmo de irreflexión! Nunca vayas a separar, Tat, hijo mio, las obras creadas de su Creador".

Fuente de la cita: Poimandrés. Discurso de Hermes a Tat. Traducido para la Revista SYMBOLOS Arte - Cultura - Gnosis, por Federico González y José Manuel Río.
http://www.symbolos.com/corpus00.htm

Foto: Mª Ángeles Díaz



#revistasymbolos #programaagartha #pinacotecasimbolica #lamemoriadecaliope #federicogonzalez #bibliotecahermetica #teatrodelamemoria #tradicionhermetica



viernes, 24 de mayo de 2019

Baelo Claudia. La Ciudad Desconocida



Al sur del sur, en lo que fue la Bética, se encuentra Baelo Claudia, llamada la Pompeya Andaluza, una de las primeras ciudades romanas fundada allá por el siglo II a.C. en la Península Ibérica.

Situada a orillas del mar, en una preciosa bahía en forma de copa, y protegida por altos riscos y espesa vegetación, la ciudad de Baelo Claudia comenzó hace unos años a emerger imponente y majestuosa a medida que avanzaban las excavaciones y la restauración de sus altas columnas. Que en la actualidad aparecen como colosos que resistieron al tiempo para ser implacables testigos de una realidad histórica que fecundó a través de sus dioses y su concepción del mundo, el espíritu de esta tierra.

Todas las fotos de este post corresponden a Baelo Claudia, Cádiz


Si nos ponemos mirando al mar, el diseño de la ciudad recuerda a el de Cartago Nova y la ciudad de Tárraco. Una suave pendiente que se desliza hasta la playa de tal manera que desde el punto más alto se tiene una amplia visión del mar y del entorno terrestre, que aún hoy en día sigue estando constituido por un tupido bosque de encinas que recuerda al visitante lo que ,llegó a ser toda esta zona de la Bética.

Vemos en la parte baja del entramado de Baelo Claudia, construcciones que pertenecieron a las empresas de salazón que aquí existieron, justo como sucede en Ampurias, mientras que  en la parte alta y ocupando el centro de la ciudad, se encuentran los denominados templos capitolinos, es decir tres templos juntos, en honor a la triada de dioses común a todas las ciudades romanas, o sea el templo de Júpiter, en el centro, y a sus costados el de Minerva y Juno.



No puedo evitar subir los 132 escalones del templo central, el de Júpiter, que es además el mejor conservado. Es emocionante comprobar que 22 siglos después de su construcción aún puede distinguirse el lugar donde se encontraba la estatua del padre de los dioses. Asimismo se ve aflorado el teatro, una construcción que no falta en ninguna ciudad romana importante.

Junto a estos tres templos, pero en la misma calzada, vemos otro santuario, éste dedicado nada menos que a Isis, la venerada diosa de Egipto, esposa de Osiris y madre de los iniciados en sus misterios, una imagen siempre bella de la Sabiduría.

Me pregunto por qué un templo a Isis junto a la tríada capitolina. Sin duda existió una fuerte relación entre Baelo Claudia y los puertos del Oriente Mediterráneo, especialmente Alejandría, donde estuvo tan extendido el culto a esta deidad en época helenística. 
Mª Ángeles Díaz



jueves, 23 de mayo de 2019

SOR JUANA, UNA HERMETISTA DEL SIGLO DE ORO HISPANOAMERICANO


"Yo no estimo tesoros ni riquezas, 
y así siempre me causa más contento 
poner riquezas en mi pensamiento 
que mi pensamiento en las riquezas".
Sor Juana Inés de la Cruz

“Las últimas poesías significativas del Siglo de Oro español fueron escritas por una mujer, la única poetisa importante de la tradición renacentista. Y lo que puede asombrar a algunos es que no se escribieron en España, sino en el virreinato de la Nueva España, o sea en México”. (1)

Sus escritos llegaban a España editándose en Sevilla, Madrid y Barcelona. Y sus obras teatrales representadas en distintos escenarios españoles. 

Ver: Sor Juana Inés de la Cruz. Musa Novohispana 


(1) Georgina Sabat de Rivers. El «Sueño» de Sor Juana Inés de la Cruz:tradiciones literarias y originalidad. Támesis Books Limited. London 1975. Biblioteca Cervantes.


sábado, 18 de mayo de 2019

SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ. MUSA NOVOHISPANA.




Si algo puede decirse con total rotundidad acerca de Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, es que sintió una pasión irrefrenable por el conocimiento anidando en su alma, ya desde muy niña, aquella fuerza irresistible que también decía sentir Sócrates, que le incitaba a conocer todo lo que ignoraba acerca de la máquina del Universo, por lo que hizo de las ciencias y del estudio, una escalera por cuyos peldaños ascender a vislumbrar algunos de aquellos misterios. 
"Yo no estudio para escribir, ni menos para enseñar (que fuera en mí desmedida soberbia), sino sólo por ver si con estudiar ignoro menos...
"Sor Juana supo conciliar los saberes de la cultura náhuatl y los proporcionados por los clásicos europeos, todo lo cual ella integra en una bella y sabia combinación que le sirve para rescatar lo universal y explicar con ello la nueva realidad a la que se le estaba dando forma, una edad de oro o renacimiento que se conoce como periodo Novohispano en el que ella fue la máxima exponente, y eso lo demuestra el hecho de que se la haya llamado Fénix de América y Décima Musa.

Nació el 12 de Noviembre de 1648 en San Miguel Nepantla, en el Virreinato de Nueva España, actual territorio de México. Hija de una dama criolla, Isabel Ramirez, y de un capitán español, Pedro Manuel de Asbaje y Santillana, se nutrió de dos culturas a través de las cuales aprendió a indagar en las cosas que rigen y ordenan el Cosmos, siendo ella misma fruto inequívoco de aquellos dos mundos que dieron lugar, durante el barroco hispano, a una cultura nueva en la cual ella fue la luz.

Su primera obra la escribió en náhuatl, pero también lo hacía en español y latín, ya que sus libros se editaron en Madrid.

Desde muy joven debido a sus dotes y preparación fue reclamada en la Corte del virreinato como dama de compañía de la virreina la cual se convirtió en su amiga y mecenas, donde participaba en las tertulias literarias en las que la poetisa novohispana brilló por encima de todos.

Sin embargo cuando por su edad debía decidirse por un matrimonio, tenía unos veinte años, decidió, por honestidad con ella misma, vivir como monja y de ese modo poder continuar con sus estudios, tal y como hacían muchas mujeres europeas, que encontraron en esos espacios creados por la Iglesia, una forma de independencia.

Primero estuvo en un convento de carmelitas que a los tres meses dejó por su rigidez, para entrar en las jerónimas, que tenían una regla mucho más abierta. Recordemos que las primeras jerónimas no eran monjas de clausura ni mucho menos, sino que fueron aquellas mujeres de la nobleza romana que conformaron el "Círculo de damas del monte Aventino" que son las que ayudaron a Jerónimo a traducir la Biblia. Por cierto que una de ellas era Paula, a cuya memoria se debía el nombre del convento en el que vivió Sor Juana Inés, quien desde su celda ya nunca dejó de estudiar y escribir, y de tener una vida de relación epistolar con todos los universitarios e intelectuales de su época.

Los temas que abordó incluyen el teatro, comedias, autos sacramentales, poemas, villancicos, mitología, teología, astronomía, matemáticas, historia, pintura, medicina, cocina..., pues no había rama del saber que quedara al margen de su interés.

Consiguió reunir en su amplia celda más de 4.000 volúmenes, conformando la biblioteca más importante de su tiempo. También poseyó toda clase de aparatos científicos, de medición, astronómicos, instrumentos musicales, mapas, pinturas, etc.

Siguiendo el impulso de esa fuerza arrolladora que únicamente puede venir de un poder superior, no sólo estudiaba en los libros, sino que todo a su alrededor se le volvían letras y claves de una ciencia que en todo se expresaba. Así le cuenta por carta a una amiga sus  experiencia filosóficas en la cocina, citando a Lupercio Leonardo que decía que "bien se puede filosofar y aderezar la cena".
"Pues que os pudiera contar, señora, de los secretos naturales que he descubierto estando guisando; ver que un huevo se une y se fríe en la manteca o aceite y por el contrario se despedaza en almíbar..." 
También le escribe, en referencia a un periodo en el que le fueron prohibidos los libros, lo siguiente:
"...aunque no estudiaba en los libros, estudiaba en todas las cosas que Dios crió, sirviéndome ellas de letras, y de libro toda esta máquina universal. 
Y en otro párrafo:
“Estaban en mi presencia dos niñas jugando con un trompo, y apenas yo vi el movimiento y la figura, cuando empecé, con esta mi locura, a considerar el fácil moto de la forma esférica, y cómo duraba el impulso ya impreso e independiente de su causa, pues distante la mano de la niña, que era la causa motiva, bailaba el trompillo; y no contenta con esto, hice traer harina y cernerla para que, en bailando el trompo encima, se conociese si eran círculos perfectos o no los que describía con su movimiento; y hallé que no eran sino unas líneas espirales que iban perdiendo lo circular cuanto se iba remitiendo el impulso”
Sus obras son numerosas, las que en estos momentos estamos consultando son:
"El Divino Narciso"  y "Primero Sueño", y en ellas Sor Juana nos habla del dios de las Semillas, Xiuhtecuhtli, y asimismo de las luces del Evangelio para recordar al fin que "El hombre, pese a sus muchas limitaciones, tiene la centella del intelecto que participa de la divinidad".

Finalizamos citando a una autora que resume muy bien lo que esta hermetista del renacimiento español representa en la historia de las letras hipanas de su época:

“Las últimas poesías significativas del Siglo de Oro español fueron escritas por una mujer, la única poetisa importante de la tradición renacentista. Y lo que puede asombrar a algunos es que no se escribieron en España, sino en el virreinato de la Nueva España, o sea en México” (1).

*Mª Ángeles Díaz. La Mujer en la Filosofía Hermética.


Referencias:
*Iberoamérica. Divulgación científica 
*Jorge Sánchez Hernández, autor del óleo (fragmento).


(1) Georgina Sabat de Rivers. El «Sueño» de Sor Juana Inés de la Cruz:tradiciones literarias y originalidad. Támesis Books Limited. London 1975. Biblioteca Cervantes.

https://dmiventana.blogspot.com/2019/05/sor-juana-una-hermetista-del-siglo-de.html

FACEBOOK DE LA AUTORA DEL BLOG

martes, 14 de mayo de 2019

ARTE NOVOHISPANO Y LA PRESENCIA DE LA BIBLIA


San José y el niño. Arte Novohispano. Escuela Cuzqueña


"Cuán desnudas estarían las paredes de nuestros museos despojadas de las obras de arte que ilustran, interpretan o aluden a temas bíblicos. Cuánto silencio habría en nuestra música ocidental, desde el canto gregoriano hasta Bach, desde Haendel hasta Stravinski y Britten, si suprimiéramos las versiones de textos bíblicos, las dramatizaciones y los motivos. Lo mismo vale para la literatura ocidental. Nuestra poesía, nuestro drama, nuestra ficción serían irreconocibles si omitiésemos la continua presencia de la Biblia". 

George Steiner Un Prefacio a la Biblia Hebrea. 

FACEBOOK DE LA AUTORA DEL BLOG

domingo, 12 de mayo de 2019

APOLO DE DELFOS. Viaje Mágico-Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual

Cuando se visita el museo de Delfos,  una pieza que llama poderosamente la atención es una cabeza de Apolo, que recuerda a las figuras egipcias. Es de marfil, oro y plata y tiene la mirada más luminosa que jamás se ha visto en una estatua, con los ojos húmedos. Dicen que es a causa de una resina, aunque los análisis que se le han practicado no han podido concluir qué es lo que tiene en esa mirada, y en cualquier caso lo que importa es apreciar la «viveza» luminosa de esos ojos, cuya luz te llega directa al corazón. Quienes esculpieron este magnífico busto sabían muy bien qué entidad estaban representando: nada menos que a Apolo, dios de la Luz inteligible, siendo además esta talla no la de cualquier Apolo, sino el de Delos, la isla que le vio nacer.


Mª Ángeles Díaz. “Viaje Mágico-Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual”. Libro Editado por SYMBOLOS.
#pinacotecasimbolica #viajeandros

https://bibliotecahermeticaebook.blogspot.com/
FACEBOOK DE LA AUTORA DEL BLOG

#revistasymbolos #programaagartha 

jueves, 9 de mayo de 2019

LO EXOTÉRICO Y LO ESOTÉRICO. PROGRAMA AGARTHA


Todos los símbolos sagrados, tanto los expresados por la naturaleza como los adquiridos por los hombres mediante revelación divina, ya sean éstos gestuales, visuales o auditivos, numéricos, geométricos o astronómicos, rituales o mitológicos, macro o microcósmicos, tienen una faz oculta y una aparente; una cualidad intrínseca y una manifestación sensible, es decir, un aspecto esotérico y otro exotérico. 

Mientras el hombre profano –que es tal por su estado caído– únicamente puede percibir lo exterior del símbolo, pues ha perdido la conexión con su origen mítico y su realidad espiritual, el iniciado más bien procura descubrir en él lo más esencial, lo que se encuentra en su núcleo interior, lo que no es sensible pero sí inteligible y cognoscible, la estructura invisible del cosmos y del pensamiento, su trama eterna, es decir, lo esotérico, que constituye también el ser más profundo del hombre mismo, su naturaleza inmortal. 

Al tomar contacto e identificarse con esa condición superior de sí mismo y del Todo, constata que signos y estructuras simbólicas aparentemente diversas son sin embargo idénticas en significado y origen; que un mismo pensamiento o idea puede ser expresado con distintos lenguajes y ropajes sin alterarse en modo alguno su contenido único y esencial; que las ideas universales y eternas no pueden variar aunque en apariencia se manifiesten de modo cambiante. 

El cosmos, la creación entera, contiene una cara oculta: su estructura invisible y misteriosa que lo hace posible y que es su realidad esotérica, pero que al manifestarse se refleja en miríadas de seres de variadísimas formas que le dan una faz exotérica, su apariencia temporal y mutable. En el hombre sucede lo mismo: el cuerpo y las circunstancias individuales son 10 las que constituyen su aspecto exotérico y aparente, siendo el espíritu lo más esotérico, lo único Real, su origen más profundo y su destino más alto. 

Si los cinco sentidos humanos son capaces de mostrar lo físico, la realidad sensible, ese sexto sentido de la intuición inteligente y la mirada interna que se adquiere por la Iniciación en los Misterios permite Ver más allá; da acceso a una región metafísica en la que los seres y las cosas no están sujetos ya al devenir ni signados por la muerte. Esa visión esotérica identifica al hombre con el Sí Mismo, es decir, con su verdadero Ser, su esencia inmortal de la que se percata gracias al Conocimiento y al recuerdo de Sí. 

Mientras lo exotérico nos muestra lo múltiple y cambiante, lo esotérico nos lleva hacia lo único e inmutable. 

Con una mirada esotérica, que se irá abriendo gradualmente en nuestro camino interior, iremos comprendiendo y realizando que el espíritu del Padre, su Ser más interno, es idéntico al espíritu del Hijo. Esta conciencia de Unidad es la meta de todo trabajo de orden esotérico e iniciático bien entendido. Hacia Ella se dirigen todos nuestros esfuerzos; en Ella ponemos nuestro pensamiento y nuestra concentración interior. 

Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Federico González y Colaboradores. Revista SYMBOLOS 25-26. (ISBN 84-86695-59-7 ISSN 1562-9910). 
http://introduccionalsimbolismo.com/Programa_Agartha.pdf
Imagen: Beato de Liébana, códice medieval.


martes, 7 de mayo de 2019

LAS TRES GRACIAS. PROGRAMA AGARTHA. PINACOTECA SIMBÓLICA



Hesíodo dice en su Teogonía que a Zeus: "Eurínome, hija de Océano, de seductora belleza, le dio las tres gracias de bellas mejillas: Aglaia, Eufrósine y la encantadora Talía. Cuando miran brota de sus ojos el amor ¡Bellas son las miradas que lanzan bajo sus cejas!" 

Efectivamente, esas tres hembras han sido identificadas como Belleza, Amor y Placer. Esparcen alegría por doquier e inundan los corazones de los hombres. Viven en el Olimpo en compañía de las Musas con las que suelen cantar bellísimas melodías y también acompañan a Apolo cuando éste tañe su lira. 

Se las suele representar como tres jóvenes desnudas unidas por los hombros; generalmente dos de ellas miran en una dirección, y la del medio, en la dirección opuesta. Han tejido el velo de Harmonía y son compañeras de Atenea, Afrodita, Dioniso y Eros; podemos invocarlos a todos ellos con confianza.  Séneca se ha preguntado en el De beneficiis 

"Por qué son tres las gracias, por qué son hermanas, por qué se cogen de la mano" y se contesta: "Por el triple ritmo de la generosidad, que consiste en dar, aceptar y devolver", agregando: "como gratias agere, significa 'dar las gracias' (agradecer); las tres fases (de esta operación) deben estar encerradas en una danza, como lo están las Gracias; el orden de los beneficios requiere que sean dados en mano pero que regresen al donante". 

Para los cabalistas cristianos del Renacimiento este símbolo expresaba las emanaciones celestes que los dioses envían a la tierra, las que producen una inspirada vivificación en los seres, o conversión, a partir de la cual éstos las devuelven (o se elevan) hacia su lugar de origen. Se describe, pues, un recorrido triangular y se retorna al principio. Debe aquí tenerse en cuenta la identidad entre la figura del triángulo y el círculo y su uso indistinto, aunque hay una superioridad del primero respecto al segundo (32 = 9).

Federico González y Colaboradores. Revista SYMBOLOS, Arte-Cultura-Gnosis, número: 25-26. ISSN 1562 9910