miércoles, 20 de mayo de 2020
TRES NUEVOS TÍTULOS EN LA BIBLIOTECA HERMÉTICA.COM
La Biblioteca Hermética acaba de incorporar tres nuevos títulos a su colección de "Textros de la Tradición Unánime", en PDF gratis, cuyas portadas recogemos aquí, así como el link al post que los acoge en la página de la BIBLIOTECAHERMÉTICA.COM
https://www.bibliotecahermetica.com/
AURORA, del hermetista cristiano Jakob Böhme
SOBRE EL ZEN, Mª Ángeles Díaz
CORPUS HERMETICUM. Poimandrés
lunes, 4 de mayo de 2020
GEMISTO PLETÓN, OTRO ESLABÓN DE LA CADENA ÁUREA
Gemisto Pletón (1360-1452), importante eslabón de la «cadena
áurea» y cuya efigie podemos ver en la Galería de los Uffizi junto
a otros retratos de personajes que consiguieron, remando en una misma
dirección, poner en pie las columnas de una Tradición sapiencial y crear con
dichos mimbres una utopía que conocemos como el Renacimiento, justamente
porque hicieron renacer un espíritu que ha sido el que ha vivificado
periódicamente Occidente, que no es únicamente un lugar geográfico, sino un
espacio mental, un lugar del alma.
Pletón, que toma su nombre de Platón, es la persona que
recopiló, entre otros textos, el Corpus Hermeticum y
los Oráculos Caldeos, reunidos y revividos siglos antes por el platónico
bizantino Miguel Pselos.
Imposible estar en Florencia y no rememorar la gesta de
Pletón cuando, en el año 1442, llegó a esta ciudad en compañía de su discípulo,
el cardenal Bessarión, ambos procedentes de Bizancio, ya que habían sido
invitados a dar una serie de conferencias en esta ciudad del Arno con ocasión
de celebrarse un Concilio muy importante que pretendía encontrar una solución
para unificar las Iglesias de Oriente y Occidente, puesto que la división que
mantenían no hacía sino debilitar el propio Cristianismo. Un intento que ambos
personajes ya habían llevado a cabo anteriormente en Ferrara con el fin de unir
la Iglesia Católica Romana y la Ortodoxa Griega.
Dicen que las charlas que dio Gemisto Pletón en Florencia
calaron muy hondo entre el público asistente, y que fue el calor de sus
palabras el que impulsó a Cosme de Medici a decidirse a crear la Academia
Platónica en su villa de Careggi, con el fin de que pudieran reunirse los textos
sapienciales que en esa época andaban desperdigados,
traducirse, estudiarse y en definitiva salvaguardarlos de las llamas,
el extravío y la incomprensión.
Muchos de los textos clásicos que hoy citamos como fuente fidedigna de nuestra Tradición, tuvieron su propio renacimiento en esta villa florentina que bajo la dirección de Marsilio Ficino, máximo representante de esa proeza cultural.
En su libro, titulado Leyes, Pletón habla de los
dioses, es decir- en palabras de Federico González “de la organización de estos
o sea del conocimiento de la cosmología y su relación con las almas humanas que
ubicadas en el último peldaño de la jerarquía de la inmortalidad deben tomar
conciencia del bien divino expresado en el orden perfecto de la creación mediante
la verdad y la belleza, invocando a aquellos mediante himnos recitados a lo
largo del ciclo anual de un modo rítmico y concentrado, forma de manifestar su
entrega absoluta a la deidad”(Utopías Renacentistas).
Sin embargo, no podemos olvidar que para aquel entonces Florencia
era ya la ciudad de Dante, cabeza de la organización iniciática de «Los Fieles
de Amor», formada por hombres de gran ardor guerrero y poético. Ellos ya habían
cruzado muchas veces el Ponte Vecchio por donde un día pasó
también Beatriz para enamorarnos el alma de la sensación de Belleza que Dante
experimentó al verla, siendo el encuentro con esa joven dama el aldabonazo que
le dió la pasión para avanzar en el Conocimiento, tal y como nos refiere él
mismo en su libro La Vita Nuova.
Un escenario y un puente bajo el que sigue pasando el Arno,
río al que, precisamente, da la ventana de mi habitación. Sin duda estos días
pasarán a ser inolvidables para mí, en el auténtico sentido de la expresión.
Eso espero, que este recuerdo permanezca siempre vivo, como vivos están los
días pasados en la verde isla de Andros. En ambos lugares la Memoria se ha
hecho presente en mí, y quieran sus hijas, las veneradas Musas, que se retenga
por siempre en mi alma. Ma. Angeles Díaz
sábado, 2 de mayo de 2020
SOBRE LA GENEALOGÍA DE ERIS, LA DISCORDIA
Los dioses no son buenos ni malos, son energías que se
manifiestan y que, dependiendo del momento cíclico, son los aspectos negativos los
que se revelan con más fuerza que los aspectos positivos, aunque estos últimos siempre
están presentes si bien de manera más oculta, por así decir. Depende de la
calidad que la naturaleza humana exprese en un momento dado, esas energías podrán
manifestar uno u otro de esos dos aspectos.
En este momento del ciclo que estamos atravesando, son precisamente
los aspectos negativos los que se manifiestan con mayor intensidad. A ello ha
contribuido la conjunción de dos errores, o desviaciones sufridos por la
naturaleza humana: el racionalismo y el sentimentalismo, aspectos aparentemente
opuestos, pero que a decir de Guénon se complementan para facilitar que las
fuerzas del caos prosperen.
Lo primero que se ve afectado por esa “alianza malsana” es nuestra percepción de la verdad de las cosas, pues como también manifiesta Guénon, ¿qué importa la verdad en un mundo cuyas aspiraciones son únicamente positivistas, materialistas y sentimentales?
Lo primero que se ve afectado por esa “alianza malsana” es nuestra percepción de la verdad de las cosas, pues como también manifiesta Guénon, ¿qué importa la verdad en un mundo cuyas aspiraciones son únicamente positivistas, materialistas y sentimentales?
No debemos perdernos en los detalles, mirar los árboles (la
parte) que tenemos delante sin ver el bosque (el Todo), porque en esa mirada
corta es donde perdemos la perspectiva siendo en ese espacio mental donde se
solaza el “príncipe de la mentira”, que siempre se las ingeniará para adoptar
los disfraces, o las máscaras, más adecuados para lograr seducir a la mayoría
de personas. No olvidemos que este gran tergiversador de los principios, es un
imitador de Dios, pero de manera “invertida”, o mejor “contrahecha”, “adulterada”,
un hacedor de principios falsos o “consignas” con los que pretende, y muchas
veces consigue, destronar a la Concordia, “la unión de los corazones”, una
manifestación del Amor, y poner en su pedestal a Eris, la Discordia.
De ella, y de su abyecta genealogía, todo lo sabemos, pues
nos lo dejó dicho bien claro Hesíodo en su Teogonía:
Mª Ángeles Díaz"Eris (Discordia) parió al doloroso Ponos (Pena), a Lete (Olvido) y a Limos (Hambre) y al lloroso Algos (Dolor), también a las Hisminas (Disputas), las Macas (Batallas), las Fonos (Matanzas), las Androctasias (Masacres), los Neikea (Odios), las Pseudologos (Mentiras), las Anfilogías (Ambigüedades), a Disnomia (el Desorden) y a Ate (la Ruina y la Insensatez).”
Eris Discordia. Acuarela de André Declaustre, 1785
La Ilustración del frontispicio es de "Los Triunfos", de Petrarca
jueves, 23 de abril de 2020
SAN JORGE Y EL DRAGÓN (Texto y Vídeo)
La princesa
Sabra, hija del rey de Silene en la actual Turquía, camina hacia el lugar donde
habrá de ser sacrificada a un terrible dragón que tiene subyugado y amenazado
de muerte a todo su pueblo al haber hecho su nido en una gruta donde se encuentra
el manantial del que dependen.
Ante la
gravedad de la situación, aquel reino había tomado una decisión drástica y dolorosa,
distraerían al dragón entregándole periódicamente una joven doncella
seleccionada por sorteo, y mientras la fiera se deleitaba con su presa otros
podían recoger el agua suficiente para ir sobreviviendo hasta un nuevo
sacrificio.
Sabra no era
la primera víctima, pero si era una víctima especial, pues no sólo era la hija
del rey, sino que era una joven muy instruida, valiente y justa que según
cuentan habría sido ella misma quien propuso ese sacrificio como única forma de
que su pueblo no se extinguiera.
La noticia
de que la princesa Sabra había sido la elegida para ser conducida al palo
sacrificial se extendió rápidamente por otros reinos, y fueron muchos los que
se reunieron con el rey para buscar junto a él una solución que acabara de una
vez con aquel sorteo macabro.
Y así fue
como también llegó a oídos de un famoso caballero que ya era conocido como
Jorge de la Capadocia, joven y valeroso oficial romano de alto rango, un
tribuno, que con su caballo blanco y blandiendo su espada Ascalón, nombre de la
ciudad de Israel donde fue forjada, consiguió matar al dragón y acabar así con
aquel intolerable ritual.
Jorge abatió
al dragón y salvó a la princesa. Y es evidente que el hecho los unió por lo que
pronto celebraron su boda en aquel reino.
El Dragón, un símbolo que ha sido visto como
El Dragón, un símbolo que ha sido visto como
" una representación del enemigo que hay que vencer, y así es denominado por figuras clásicas como Apolo, y Perseo y también por el Sigfrido nórdico y ya en el cristianismo hay una especie de resurrección cuando Miguel y Jorge los matan con su lanza. Aparecen en el Apocalípsis de Juan y en algún profeta y particularmente en la Alquimia donde según su color (y según los distintos autores) representan diversas operaciones que van de la putrefacción a la sublimación"(1).
Dado que
este mito está tan arraigado en muchos lugares donde es patrón, como
Inglaterra, Portugal, Etiopía, Bulgaria, Georgia, Bielorrusia… También en
España: Cataluña, Aragón, Castilla-León, Cáceres, Lucena, Santurce… o en
distintos lugares de Argentina, Chile, Uruguay o México, entre otros, hay
distintas leyendas las cuales que varían ciertos detalles, pero ninguna difiere
en el fondo. Por otro lado no es esta la única vez en que, bajo la forma de una
simple leyenda o cuento, se disimula un sentido iniciático que queda de ese
modo velado a unos y revelado a la investigación de otros.
Cita: Federico
González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Voz: Dragón
Video:https://www.youtube.com/watch?v=42b7yyFtQ-Y
Ver también el Video, que ya dejé al principio.
http://dmiventana.blogspot.com/2012/04/q-ue-el-espiritu-del-santo-guerrero.html
Ver también el Video, que ya dejé al principio.
http://dmiventana.blogspot.com/2012/04/q-ue-el-espiritu-del-santo-guerrero.html
miércoles, 22 de abril de 2020
PICCARDA DONATI, PERSONAJE FEMENINO DE LA "DIVINA COMEDIA" DE DANTE
Esta figura representa a Piccarda Donati, figura femenina de
la Divina Comedia a la que Dante y Beatriz encuentran en primer lugar al llegar
al cielo de la Luna, Paraíso III.
Representa a las almas que aceptan de buen grado la voluntad
de Dios, sin sentir odio, ni rabia, ni envidia, sino paz por dicha aceptación.
Y eso es así porque Piccarda, habiendo entregado su vida a la clausura en un
convento de clarisas en Florencia, involuntariamente tuvo que quebrantar sus
votos al ser secuestrada por su hermano, el violento Corso, y obligada a
casarse por razones políticas con Rosellino della Tosa. Al parecer la joven murió
poco antes de que se celebrase la boda. Lo mismo que a ella le sucedió a la
Emperatriz Constanza de Sicilia, de la cual Piccarda habla a Dante:
“En la esfera de la Luna se ven las almas de aquellos que faltaron a sus votos religiosos y que por lo mismo no llegaron al grado de gloria de los demás bienaventurados. Aparecese al poeta Piccarda di Donati, que satisface algunas de sus dudas respecto a la condición de los que moran en las esferas celestiales, y le refiere la violencia con la que fue sacada de su monasterio, hablándole también de la emperatriz Constanza , que como ella tuvo que colgar los hábitos para casarse con el rey Enrique VI de Suabia.
Virgen al claustro accedí como doncella. Y si tu memoria los recuerdos guardaNo me desconocerás por ser hoy más bella
Vendrás en conocimiento de que soy Piccarda. Y aquí me hallo con estotras bienaventuradas,
Siéndolo yo también en esta esfera que más lentamente gira”.Paraíso Canto III versos 46-51
jueves, 16 de abril de 2020
sábado, 11 de abril de 2020
EL DECAMERÓN. UNA UTOPÍA LITERARIA ENTRE LA ‘PESTE NEGRA’ Y EL CORONAVIRUS
La terrible
calamidad provocada por el coronavirus (Covid-19) en la que casi de repente nos
hemos visto afectados los humanos del siglo XXI de forma global, a algunos nos
ha hecho recordar lo que creíamos que era algo del pasado, e impensable que
sucediera en la época actual. Me refiero a la mortífera Peste Bubónica o Peste Negra,
la devastadora pandemia que se vivió en el siglo XIV, y que afectó primero a
Asia, como ahora, y después a Europa.
Y eso
me llevó a releer el Decamerón, obra
de Giovanni Boccaccio, uno de los más destacados integrantes de la organización
iniciática de los Fieles de Amor, en la cual el autor adopta la actitud de un cronista de esa cruenta
realidad que le tocó vivir, y la de un narrador sabio y ágil que logra, en ese ambiente de depresión, crear un libro excepcional tanto en su prosa como en sus valores, y es que Boccaccio con su Decamerón consigue un
modelo literario insuperable, construido a base de tejer sus historias desde lo dramático, irónico,
mordaz, irreverente, crítico, cómico, trágico, sensual y refinadamente
lujurioso. Como si quisiera captar la atención del mayor número de personas, o
sea no queriéndose dejar a nadie fuera de aquellas enseñanzas tradicionales que deseaba comunicar, ni
a los de “fino” oído que de seguro iban a captar la doctrina secreta, ni a los de
oído más simple, los que sin duda hallarían enseñanzas para el goce y el buen entretenimiento.
En suma, que todos podían estar capacitados para obtener de su narración algún tipo de beneficio.
Compuesto
de 100 novelas cortas en las cuales sin duda se vehiculan ciertas enseñanzas de
los Fieles de Amor, el Decamerón es
un semillero donde afloran personajes dotados de virtudes como la nobleza, la generosidad, la solidaridad,
la abnegación, el ingenio y, asimismo, sus contrarios, la miseria, la mentira, la
insolidaridad, la picaresca, del lado de los más abyectos personajes.
El Decamerón se
sitúa en el año 1348 cuando, en plena epidemia, Boccaccio, que entonces tenía 35
años, se encuentra en la egregia ciudad de Florencia que nos describe como un lugar pestilente por cuyas calles circulaban continuamente los
carros cargados de féretros.
Nadie
sabía a ciencia cierta por qué las personas se infectaban con aquellos bubones
del tamaño de un huevo e incluso de una manzana, los cuales comenzaban a
surgirles en las axilas y en las ingles y acababan cubriendo y desfigurando todo
el cuerpo del afectado; pero sí sabían todos que aquel primer bulto era la
señal inequívoca de que la muerte se había cernido sobre aquella persona, la
cual a partir de entonces era repudiada por todos. Ningún lugar había donde
refugiarse, pues el aire mismo traía la enfermedad contagiando a miles de personas
que quedaban debilitadas, solas y desamparadas.
Giovanni
Boccaccio, un filósofo hermético, y como decía, militante en las filas de Amor
no permitiendo que otro dios sino ese fuera el que guiara su destino, ni
siquiera en aquellos días funestos, tomó la determinación de consolar con su
arte y con su pluma a cuantos pudieran leer su obra, eso sí, sin salirse de una
realidad que no trata de disfrazar, sino que por el contrario se esfuerza por
describir demostrando la proximidad de aquello que estaba viviendo, y al mismo
tiempo manifestando que la posibilidad de elevarse por encima de aquella
situación también era real, y ya nos advirtió René Guénon acerca de que “lo
posible y lo real son metafísicamente idénticos”.
El Decamerón no es sólo la obra talentosa que
abrió el paso a la novela corta actual, es además una obra solidaria y de agradecimiento,
pues Boccaccio considerando que las armas de las que está dotado, por sus propios
talentos y esa militancia suya en los Fieles de Amor, le hacen apto para
consolar a aquellos que sufren, devolviendo así lo recibido, es decir cuando él
mismo sufría el ardor provocado por el fuego en su corazón y contó con el apoyo
de los amigos en el Conocimiento de la Sagrada Filosofía, para sofocar y
aliviar su alma herida. Las obras y enseñanzas de sus amigos, Dante o Petrarca,
uno ya ausente y otro presente, fueron entonces su refugio y consuelo.
“Los sufrimientos que esto me proporcionaba eran tan grandes que hubiera terminado por morir a no ser porque algún amigo me prestó la ayuda de sus consejos y de sus consuelos”.
“Todo el mundo siente compasión, pero nadie la siente más que quien ha tenido necesidad de ella alguna vez y ha experimentado sus saludables efectos; entre ellos me encuentro yo. (…) Pero, aunque mis tormentos hayan terminado ya, no por ello olvido a quienes compartieron, con cariño mis tribulaciones. Solo la muerte podrá borrar su recuerdo de mi alma agradecida. Y como la gratitud es la más estimable de las virtudes, y su contraria el más vituperable de los vicios, ahora que ya me encuentro libre, para no parecer ingrato, he determinado procurar alivio, si no a quienes me lo proporcionaron a mí, porque su sano juicio o su buena fortuna les ha dispensado de ello, sí a quienes pueden necesitarlo. Y aunque mi consuelo pueda significar muy poco para los necesitados, paréceme que puedo brindarlo, sin embargo, a quienes más afligidos se encuentren, porque de esa forma será más útil y apreciado”.
Y como
cree que es de bien nacidos ser agradecidos, entrega su obra de consolación a
los que sufren aquella terrible realidad, a los que han quedado solos,
huérfanos, sin residencia. De esa manera pretende Boccaccio “aliviar en parte
el fallo de Fortuna”. Concretamente
dedica su obra a un público femenino, a aquellas damas que buscan amar, “porque
las otras tienen suficiente con la aguja, el huso y la rueca”.
Y así
pues nos cuenta el autor, cómo a una abandonada casa solariega, un castillo, rodeado de
frondosa vegetación y zonas ajardinadas, acuden, escapando de Florencia, siete jóvenes damas: Pampinea, Fiammeta, Filomena,
Emilia, Lauretta, Neifile, y Elisa; y tres caballeros de una similar edad:
Pánfilo, Filostrato y Dioneo. Todos ellos,
acompañados de algunos criados y criadas que organizan la cocina y el resto de
las estancias. Allí, dichos personajes, deciden crear un reino literario, una utopía.
Y en el transcurso de 10 jornadas, los mencionados 10 jóvenes, resuelven que
cada uno de ellos reinará por un día, y ordenará la materia que en ese día todos ellos
tratarán. Es decir que habrán de relatar uno a uno, una historia que tenga que
ver con el tema escogido por el rey o la reina. Hemos de añadir que, como lo
indica su propio nombre, en el Decamerón
hay una estructura numérica que no solo ordena el desarrollo de las historias, sino
que en algunos casos está integrada en la propia trama, como es el caso de la
Primera jornada y el Tercer cuento dentro de ella, titulado “Los Tres anillos”
donde se habla de Melquisedeq y las tres religiones del Libro.
Así construye
Boccaccio esas 100 novelas cortas que revolucionaron la literatura Occidental
hasta nuestros días. Así presenta nuestro autor estas historias las cuales están:
“narradas en diez días, como manifiestamente aparecerá, por una honrada compañía de siete mujeres y tres jóvenes, en los pestilentes tiempos de la pasada mortandad, y algunas canciones cantadas a su gusto por las dichas señoras. En las cuales novelas se verán casos de amor placenteros y ásperos, así como otros azarosos acontecimientos sucedidos tanto en los modernos tiempos como en los antiguos; de los cuales, las ya dichas mujeres que los lean, a la par podrán tomar solaz en las cosas deleitosas mostradas y útil consejo, por lo que podrán conocer qué ha de ser huido e igualmente qué ha de ser seguido: cosas que sin que se les pase el dolor no creo que puedan suceder. Y si ello sucede, que quiera Dios que así sea, den gracias a Amor que, librándome de sus ligaduras, me ha concedido poder atender a sus placeres.
Decamerón' (1876) de Raffaello Sorbi (1844-1931)
Primera jornada, turno del reinado de Pampinea, la más exuberante de las
damas, quien propone que elijan un juego, puede ser el ajedrez, aunque en él la
diversión no es recíproca, ya que uno gana y otro pierde, sin embargo, en la
narración hay más equidad, ya que tanto disfruta el que habla como el que
escucha, es decir el que transmite como el que recibe esa transmisión. Y dado
que todos están de acuerdo comienza el juego narrativo en aquella jornada cada
uno de los participantes contará una historia relacionada con lo que más le
agrada. “Os permito hablar sobre la materia que os parezca más alegre y
divertida” …Y así es que cada uno de ellos cuenta su historia bajo esos
parámetros, yendo con ella una enseñanza tan insólita como razonada del
comportamiento humano.
Segunda jornada, reinado de Filomena, esta dama dispone contar historias de personas
que, después de pasar por graves aprietos han sido capaces de escapar de ello y
salir adelante.
Tercera jornada, reinado de Neifile, quien dictamina que se relaten historias
de personas que por su empeño e ingenio llegaron a conseguir lo que querían o
bien recobraron lo que habían perdido.
Cuarta jornada, reinado de Filostrato, quien dispone que se narren hechos de
amores con final desdichado.
Quinta jornada, reinado de Fiammeta, quien dispone que durante la jornada se
traten historias de enamorados que después de muchas y crueles vicisitudes
vieron satisfechos sus deseos.
Sexta jornada, bajo el reinado de Elisa quien dictamina que en aquella
jornada de su reinado se tratará de narrar historias donde los personajes, con
su réplica ingeniosa o una salida inesperada, evitaron ofensas de estúpidos a
los que cerraron de ese modo la boca.
Séptima jornada, bajo el reinado de Dioneo quien decide que aquel día se
narren historias de mujeres que engañan a sus maridos, bien para satisfacer sus
deseos o para salir de su prisión. En unas el marido se da cuenta y en otras
no.
Octava jornada, reinado de Lauretta. Ella decide que las historias que se
narren en esta jornada traten de las burlas a que continuamente someten las
mujeres a los hombres, los hombres a las mujeres y ellos entre sí.
Novena jornada, bajo el reinado de Emilia se decide que cada quien escoja el
tema que más le plazca.
Décima jornada, bajo el reinado de Pánfilo se decide narrar historias de grandes
y magníficas acciones realizadas por Amor.
Decir,
para finalizar, que la gracia literaria del Decamerón,
calificado de libro pagano y puesto en entredicho por la Inquisición italiana, ha permitido que muchos lectores con poca
predisposición a leer textos sagrados o filosóficos, hayan accedido, sin embargo, a este libro
por pura diversión, y no por ello han dejado de obtener sus beneficios.
Añadiremos que la literatura escrita por los hermetistas y hombres de
Conocimiento, trata siempre de llegar al lector bajo fórmulas distintas, siendo
la intención de todos esos ropajes literarios despertar el interés del oyente a
fin de hacer de él un receptor cualificado capaz de vislumbrar el verdadero
mensaje de la Filosofía Sagrada, o cuanto menos esta clase de literatura
siempre dará al lector algún tipo de enseñanza y buen entretenimiento.
Concluimos
esta oda introductoria al Decamerón
recordando unas palabras extraídas del Programa Agartha, dado que sintetiza muy bien la perspectiva desde la que nosotros abordamos la
literatura tradicional que, en el caso del Decamerón
es un vehículo de transmisión de la doctrina iniciática de los Fieles de
Amor.
“Crear, es repetir y reproducir la situación de la Creación original. La literatura no escapa a este principio, y las grandes obras en verso y en prosa son aquellas que despiertan y hacen presentir la inquietud y el deslumbramiento del Conocimiento. El poeta, bardo, o vate (de allí la palabra Vaticano), es un transmisor inspirado de las energías de lo sublime, y su lenguaje se articula con un ritmo preciso y particular. Los textos sagrados de todas las tradiciones dan cuenta cabal de ello. La belleza de la forma es el ropaje y la atracción de la Belleza del Principio, y por lo tanto lo refleja armónicamente. El arte es un vehículo y una manera de conocer, y son numerosos los esoteristas que se han expresado por su intermedio. Recordemos que la sefirah Tifereth es Belleza, y que se halla en el camino ascendente que va de Malkhuth a Kether. En un sentido amplio, todo escrito es literatura. Pero hay algunos en los que, el arte en la manera de decir, la transparencia de las imágenes con que se dice, la claridad y el orden de los conceptos, aunque permanezcan velados, los hacen memorables y los ligan a nosotros con lazos emotivos y sutiles" Mª Ángeles Díaz
Cita: Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Federico González y Colaboradores.
viernes, 10 de abril de 2020
sábado, 4 de abril de 2020
TALISMÁN PROTECTOR
Este escorpión es un talismán tibetano protector y eficaz
contra ciertos demonios íncubos, responsables de ciertas fiebres y pandemias. La
inscripción que lleva en su cuerpo es un encantamiento que dice:
Ayama dururcashana zhmaya
Hum! Om! A! Hum! Artsignirtsig!
Namo Bhagavati Hum! Hum! Phat Que proteja contra las asechanzas de los demonios rgyalpo, drimo, btsan, sa-dag, Klu y Gnan.
Jsa! Hum! Hum! Bam! Ho!
domingo, 29 de marzo de 2020
miércoles, 25 de marzo de 2020
MARSILIO FICINO A ÁNGELO POLIZIANO, EL POETA HOMÉRICO
"Marsilio Ficino a Angelo Poliziano,
el poeta homérico, saludos:
He tomado la pluma Angelo,
con la intención de ensalzar
hasta los cielos a tu Musa homérica. Pero, repentinamente, Cupido se interpuso.
(…)
Pero escucha Cupido, no es Venus la madre de este amor. Es la Musa Calíope quien cuidadosamente lo alimenta, de modo que crece constantemente. Dejémosle que crezca así alimentado, y permitámosle que sea engañoso. Pues eso no es una falta cuando del
amor se trata.
Así Angelo, es mi deber y mi deseo cuidar de nuestro mutuo amor y de tu Musa, al mismo tiempo. Tu mismo deberías adorar a esa Musa, como la madre del amor y la alabanza".
Este fragmento pertenece a una carta enviada por Marsilio Ficino a Ángelo Poliziano, uno de sus amigos y alumno en la Academia Platónica de Florencia. Primer traductor de la Ilíada, a petición de su protector Lorenzo de Medici, quien dedicó su vida a la Enseñanza a través de explicar la poesía de Homero, Hesíodo y Virgilio.
Ángelo es también el primer creador del precedente de la Opera con su obra: La Fábula de Orfeo, basada en el mito de Orfeo y Eurídice, es decir en la historia del héroe que logró conmover con su música incluso a los dioses del Averno, quienes consintieron en devolverle desde el inframundo a su esposa Eurídice. Es debido a esta obra que Ficino considera a Calíope, en tanto que madre de Orfeo, la Musa que inspira a Ángelo siendo ella, y no Venus, la madre del amor que une a los dos amigos.
Ángelo también escribió historias para ser llevadas al lienzo, por ejemplo por Sandro Boticcelli, un joven que como él pertenecía al círculo de amistad que convivían en la "Ciudad Celeste" formado, entre otros, por Giuliano de Medici, Pico de la Mirandola o Girolamo Benivieni.
Ma. Angeles Díaz. "Viaje Mágico-Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual". Editado por SYMBOLOS
Ángelo Poliziano con sus alumnos, los niños y jóvenes de la familia Medici a los que educó. Fresco en la Capilla Sassetti, obra de Domenico Ghirlandaio.
Pintura del frontispicio: Cupido, de Joshua Reynolds
viernes, 20 de marzo de 2020
ELOGIO A LA VIDA SOLITARIA. Francesco Petrarca
El hombre solitario se tiene a sí mismo como compañero
de mesa, como interlocutor y convidado no tiene miedo de quedarse solo si es
consigo mismo con quién está.
Su corazón no envidia
ni odia a nadie. Contento con su suerte y su fortuna e inaccesible a las
injusticias, no teme ni desea nada, pues sabe que son bien pocas las cosas que
bastan en la vida de los hombres, y que la riqueza más elevada y más auténtica
es no codiciar nada y no temer al poder supremo.
Lleva una vida sosegada y dichosa, de
noches plácidas, días basados en el ocio y comidas tranquilas. Camina libre, se
sienta confiado, no urde ni se previene contra ninguna intriga. Sabe que a él
le quieren por lo que es y no por lo que tiene.
Ciertamente hay quien piensa que la vida
solitaria es peor que la muerte y que precisamente este tipo de vida conduce a
ella.
Esta idea se da principalmente entre los
iletrados, a los cuales si les falta un interlocutor ya no tienen nada de qué
hablar con ellos mismos o con los libros, y por tanto permanecen callados.
Sin duda la soledad sin las letras es
totalmente un exilio, una prisión, un potro de tortura. Pon la cultura y
tendrás la patria, la libertad, una fuente de placer.
Son bien conocidas aquellas
palabras de Cicerón referidas al ocio: ¿Hay algo más dulce que el ocio
dedicado a la cultura?
Por otra parte, también es bien conocida la sentencia de Séneca: El
ocio sin la cultura es como la muerte, o sea, una sepultura para el hombre
vivo".
Petrarca, el autor de esta oda,
perteneció a los "Fieles de Amor", organización iniciatica de
la cual Dante fuera su miembro más destacado. Estos filósofos a menudo
aparecen retratados con apariencia de clérigos o místicos,
pero en verdad todos ellos fueron
hombres apasionados y auténticos iniciados en el Conocimiento,
los cuales se manifestaron contra la estulticia, enfermedad que amenaza a los
hombres de todos los tiempos, y frente a la cual contrapusieron
el cultivo de las ciencias y las artes, entre ellas la poesía, como
manifestación del Verbo creador.
Y aunque todos ellos hablaban de la necesidad de la soledad y el silencio, siendo los primeros en la historia en aconsejar tener un gabinete privado para el estudio (cambiando así el concepto de vivienda) tanto para la mujer como para el hombre. Sin embargo, estuvieron muy comprometidos con la vida social y con la política de su época, señalando, cuando fue necesario, todos los abusos y malas artes (artimañas) que desde los poderes políticos y religiosos se cometieron, ya fuera por maldad o por ignorancia.
Y aunque todos ellos hablaban de la necesidad de la soledad y el silencio, siendo los primeros en la historia en aconsejar tener un gabinete privado para el estudio (cambiando así el concepto de vivienda) tanto para la mujer como para el hombre. Sin embargo, estuvieron muy comprometidos con la vida social y con la política de su época, señalando, cuando fue necesario, todos los abusos y malas artes (artimañas) que desde los poderes políticos y religiosos se cometieron, ya fuera por maldad o por ignorancia.
Petrarca escribió numerosas odas y canciones de amor dirigidas a exaltar el triunfo del Amor. Muchas las dirigió a Laura, la musa de su inspiración, o sea la mujer donde vio reflejada su propia alma superior. fb: Mª Ángeles Díaz
jueves, 19 de marzo de 2020
VIRGEN Y MADRE, HIJA DE TU HIJO
Andrea Mantegna, un pintor del círculo del humanismo hermetista de Mantua, es el autor de este cuadro titulado: "Cristo con el alma de la Madonna" que simboliza la idea expresada por Dante en el canto trigésimo tercero de la Divina Comedia: "Vergine e madre, figlia del tuo Figlio". Todo un misterio para la meditación.
martes, 17 de marzo de 2020
Coronavirus, el “Virus Global” como síntoma del Fin de Ciclo. Francisco Ariza
Desde que la humanidad entró en el siglo XXI (“inaugurado”
con la destrucción de las torres gemelas de Nueva York), los acontecimientos se
han ido desarrollando de manera vertiginosa. Las crisis sociales y económicas
se han encadenando sin solución de continuidad. No hay tregua. Estamos
instalados en una crisis permanente, y la aparición del llamado “coronavirus”
es un elemento más que contribuye a esa aceleración. Los virus comienzan a
infectar a los humanos cuando estos se sedentarizan, pero sobre todo cuando
empiezan a crear importantes núcleos de población que facilitan su propagación,
más o menos lenta dependiendo de las características y tipología del virus. O
sea que esa propagación está directamente relacionada con la cantidad de
personas que conviven en un mismo espacio.
Antes eran ciudades o aldeas, aisladas entre sí y con poco
contacto entre sus habitantes, que además eran muy pocos en número, no como
ahora, que somos ya 7000 millones en todo el planeta, y aumentando
exponencialmente. Estamos no ya en la “aldea global” -expresión que cuando fue
acuñada en los años sesenta del pasado siglo aún tenía algo de bucólico y
campestre – sino en la “megalópolis global”, mecanizada y tecnificada hasta en
sus últimos detalles, robándonos cada vez más espacio vital y mental. La velocidad de nuestro tiempo constriñe el
espacio, a todos los niveles: el espacio “exterior” y el espacio “interior”. De
ahí la necesidad imperiosa, para los que están en una vía de Conocimiento pero
que al mismo tiempo viven en este mundo, de desconectar de tanto en tanto del
“reino de la cantidad” para preservar ese espacio interior, cualitativo,
gracias al cual se reconocen a sí mismos formando parte de una Tradición
Unánime, y por tanto Universal. Continuar:
https://franciscoariza.blogspot.com/2020/03/el-virus-global-como-sintoma-del-fin-de.html
viernes, 13 de marzo de 2020
HERMES ENAMORADO DE HERSE
Cuenta la leyenda que Zeus, atento a la organización social
y política que se estaba desarrollando en Atenas, y en vistas a configurar
Europa, no dejaba de enviar a su hijo Hermes a inspeccionar estas tierras,
dándole empresas que cumplir.
Un día, mientras el hijo de Maya sobrevolaba la
tierra por encima de los bosques y verdes prados del Ática, cerca del puerto del Pireo, se fijó en un grupo de muchachas que caminaban risueñas portando
cestillos con flores en la cabeza. Iban engalanadas, pues se estaban celebrando
las fiestas Panateneas en honor a Atenea, la diosa protectora de la ciudad.
Desde las alturas vio el dios que tenían encendidos los altares donde ardían
los perfumes, y que todas ellas estaban ocupadas en adornar el templo para las
ofrendas y rituales. Entre aquel nutrido grupo de doncellas se encontraban las
tres hijas de Cécrope, rey de Atenas.
De inmediato la mirada del dios del caduceo se fijó en una
sola. Era Herse, la hija mediana del rey. Mirad si era bella Herse que cuando
Hermes la vio, su vuelo paró en seco dando un giro completo a su rumbo. Luego,
haciendo círculos en el aire, se mantuvo largo rato planeando en aquellas
brisas pues no quería, ni podía, quitar la vista de tan hermosa muchacha.
Ya comenzaba a anochecer y a hacerse presente la luna.
Hermes descubre entonces que bajo esa clara luz de luna, a Herse aún se la ve
más bella, siendo el realce de la procesión de vírgenes y sacerdotisas del
templo de Atenea. Mª Ángeles Díaz. Viaje
Mágico Hermético a Andros. Editado por SYMBOLOS
Herse y Hermes en una vasija griega del Louvre
jueves, 12 de marzo de 2020
SOBRE LA APOLOGÍA DE SÓCRATES. BibliotecaHermética.com
En el juicio que desembocó en su sentencia de muerte, Sócrates explica de dónde le llegó esa fama de sabio que lo ha hecho tan antipático:
“Os preguntareis donde ha venido este popular renombre de Sabio que me han colocado, cuando hay tantos mucho más sabios que yo, pero en un tipo de cosas que a mí no me merecen el interés. No sé nada de ellas. Veréis atenienses, todos sabéis quien era Querefonte, demócrata como vosotros, desterrado por el régimen de los 30 tiranos y que luego contribuyó a restaurar el sistema democrático. Este amigo mío, en cierta ocasión fue a Delfos y se atrevió a hacer la siguiente consulta al oráculo; preguntó si había algún hombre más sabio que yo, y este le dijo que no había nadie más sabio que yo. Cuando conocí la opinión del oráculo sobre mí, empecé a reflexionar. ¿Qué quiere decir realmente el dios? ¿Qué significa éste enigma? Porque yo sé muy bien que no lo soy. ¿A qué viene, pues, proclamar que lo soy?”
Fue eso lo que le llevó a querer medirse con los sofistas y
políticos que eran aclamados por todos como sabios, primero con uno, luego con
otro y veía que no, que los que se tenían por más sabios eran los más carentes
de sabiduría, así se fue ganando la enemistad de todos ellos:
“Al desenmascarar a la gente ésta se encorajina contra mí”- Afirma el sabio, añadiendo:
Es probable que ni uno ni otro sepamos nada que tenga valor, pero estos hombres creen saber algo y no lo saben, en cambio yo, así como en efecto no sé, tampoco creo saber. Parece, pues, que al menos soy más sabio que ellos en esta misma pequeñez, en que lo que no sé tampoco creo saberlo.
En efecto, Sócrates está poniendo las bases de la “docta ignorancia”
cuyo fin persigue la Filosofía. El sabio les cuenta que se tomó esa búsqueda como
si se tratara de realizar los trabajos de Hércules, pues se propuso ser fiel a
su deber consigo mismo y con la divinidad. Y así, dialogando y reflexionando
con unos y otros y esperando saber si habría alguien capaz de rebatirle aquella
certeza, refrendada por el propio Apolo.
De esta indagación, atenienses -sigue diciendo Sócrates- han surgido todos estos odios y estas enemistades, que han provocado las calumnias que sabéis, y me han hecho adquirir el nombre de sabio; porque todos los que me oyen dialogar creen que sé todas las cosas sobre las que descubro la ignorancia de los demás. Me parece, atenienses, que sólo Dios es el verdadero sabio, y que esto ha querido decir a través de su oráculo, dando a entender que toda la sabiduría humana no es gran cosa, o mejor dicho, que no es nada; el oráculo ha elegido mí nombre como un ejemplo, y como si dijese a todos los hombres: el más sabio entre vosotros es aquel que reconoce, como Sócrates, que su sabiduría no es nada.
Toda mi ocupación ha sido y es trabajar para persuadiros, jóvenes y viejos, que antes que del cuidado del cuerpo y de las riquezas, es del alma y de su perfeccionamiento de lo que os habéis de ocupar, porque no me canso de deciros que la virtud no viene de las riquezas, sino por el contrario, que las riquezas vienen de la virtud, y que es de aquí de donde nacen todos los demás bienes públicos y particulares. Pues bien, si diciendo esto corrompo a los jóvenes, tendré que aceptarlo, pero si alguien sostiene que yo digo una cosa distinta miente. Atenienses tened presente que, aunque se me impongan mil penas de muerte no puedo sino afirmarme en todo lo que he dicho, así hagáis caso a Anito, me absolváis o no me absolváis.
Y no digo más, porque es hora de partir, yo para morir, y vosotros para vivir. Quién de nosotros va a una mejor suerte, nadie lo sabe, solo los dioses lo saben.
Pieza del frontispicio con la imagen de Sócrates de la Galería de los Uffizi.
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