Los Fieles de Amor seguían una Tradición que arraigaba en la
Sabiduría eterna, pero que de partida podemos muy bien situar en dos textos
bíblicos: Cantar de los Cantares, por un lado, donde el rey Salomón dedica
hermosos versos a la sulamita, la cual posiblemente no sea otra que la reina de
Saba, la mujer que para el sabio rey encarnó el modelo de la Dama Sabiduría. El
otro, también de este rey, es el Libro de Sabiduría, al cual pertenece el
siguiente fragmento:
Pues hay en ella un espíritu inteligente, santo, único,
múltiple, sutil, ágil, perspicaz, inmaculado, claro, impasible, amante del
bien, agudo, incoercible, bienhechor, amigo del hombre, firme, seguro, que todo
lo puede, todo lo observa, penetra todos los espíritus, los inteligentes, los
puros, los más sutiles. Porque a todo movimiento supera en movilidad la
Sabiduría, todo lo atraviesa y penetra en virtud de su pureza. Es un hálito del
poder de Dios, una emanación pura de la gloria del Omnipotente, por lo que nada
manchado llega a alcanzarla. Es un reflejo de la luz eterna, un espejo sin
mancha de la actividad de Dios, una imagen de su bondad. Aun siendo sola, lo
puede todo; sin salir de sí misma, renueva el universo; en todas las edades,
entrando en las almas santas, forma en ellas amigos de Dios y profetas, porque
Dios no ama sino a quien vive con la Sabiduría. Es ella, en efecto, más bella
que el sol, supera todas las constelaciones; comparada con la luz, sale
vencedora, porque a la luz sucede la noche, pero contra la Sabiduría no
prevalece la maldad. (Sabiduría VII, 22-30)
Mª Ángeles Díaz
Imagen: "Serie Teatro Hermético de la Memoria" Nº 64, inspirada en el Teatro de la Memoria de Federico González Frías del que fuimos parte.
BRUJA 1.– Silencio, hermanas, va a comenzar nuestra ceremonia. Bebamos
el brebaje y untémonos con nuestras pomadas hechas con los elixires de la
naturaleza y hagamos las ofrendas acostumbradas. Silencio, hermanas, invoquemos
con toda el alma a nuestro amo y comencemos a brindar por la salud de las
estrellas.
BRUJA 2.– Levanto mi copa por la fértil luna, equívoca y obediente,
caprichosa reina de la noche. (Bebe).
BRUJA 3.– Por el alado Mercurio, el mensajero secreto del Demiurgo del
mundo. (Bebe).
BRUJA 4.– Brindo por la tersura del amor. Por la juventud sin barreras.
Por la unión orgiástica con el cosmos invisible. (Bebe).
BRUJA 1.– Por el bendito sol de cada día y por la belleza y la majestad
radiante del macho cabrío. (Bebe).
BRUJA 5.– Por la fuerza marcial del rigor y el carácter indomable del
rito. ¡Acude a vengarnos, dios de la guerra!. (Bebe).
BRUJA 6.– Bebo en homenaje al señor más dulce y comprensivo, a la salud
de nuestro padre arquetípico. Venga a nosotros la magia del verbo y la
transformación del amor. (Bebe).
BRUJA 7.– A tí, melancólico antiguo, que permanentemente recuerdas la
memoria del mundo. (Bebe).
BRUJA 8.– ¡Y a ti, Calodemon, príncipe de príncipes, que reúnes toda la
potencia de los planetas!
Fragmento de "Noche de Brujas" obra teatral de Federico González Frías
En la imagen yo misma durante la representación de la obra, en este caso bajo la bóveda celeste, acompañada de brujas medievales.
"Levanto mi copa por la fértil Luna, equivoca y obediente, caprichosa reina de la noche" (Foto: Mª Ángeles Díaz durante su actuación en "Noche de Brujas", de Federico González Frías
Leer la obra completa en la web. del autor. Obra en la representé, como se ve arriba, el papel de una de la brujas. Otras hermanas Adara, Mariví, Margherita, y Margarita
Durante la grabación del Vídeo titulado: "El Teatro Hermético de la Memoria de Federico González", en nuestra cadena de Vídeo-Arte Documental @lamemoriadecalíope
Noche de San Juan 2022
Noche de Brujas. Las brujas o lobas iluminan el
camino con sus antorchas y hacen hogueras entorno a las cuales llevan a cabo sus ritos ancestrales, poderosos, los que conducen a los participantes a un lugar secreto. Nadie sabe.
Federico González Frías inaugurando el Teatro de Cámara (2012) de Qyuen son estas palabras:
"Unicamente la solidaridad y una unión monolítica puede hacer que nuestros esfuerzos no sean en vano y se potencialicen".
Con Federico González en la Sala González Frías
Otros escenarios compartidos. Mª Ángeles Díaz y Francisco Ariza junto a Federico González (a la derecha).
Cuentan que
fue durante el reinado del rey Cécrope cuando se sostuvo una lucha que
enfrentaba a Atenea con Poseidón, pues ambos pretendían ser la deidad que
imperase en Atenas. Es por ello que en algunas versiones sobre su vida, Cécrope
aparece como árbitro, o juez, en la contienda por las tierras del Ática, siendo
este rey quien resolvió finalmente la situación con su laudo: que cada uno de
los dioses propusiera lo mejor y más beneficioso para los ciudadanos. Tras lo
cual él decidiría.
Poseidón
entonces abrió con su tridente un manantial de agua cristalina en la Acrópolis,
mientras que Atenea, por su parte, plantó un olivo. Cécrope consideró dicho
cultivo más útil a los ciudadanos, por lo cual adjudicó la protección de la ciudad
a Atenea dándole su nombre y realizando en ella la primera estatua de esta
diosa.
Y como la
historia mítica no se corresponde con una ensoñación, sino con una realidad
tanto histórica como suprahistórica, sucedió que esa lucha entre los dioses del
mar y de la tierra se vio reflejada en la retirada del Mediterráneo de las
costas atenienses. Efectivamente, las aguas del mar que hasta entonces llegaban
prácticamente hasta la altura del monte donde se halla el santuario de Delfos,
como sabemos, se encuentra actualmente bastante retirado de la costa, separado
de ella por las montañas.
Atenea está
asociada a la Sabiduría y la Inteligencia activa, esa energía que nos capacita
para romper los límites de nuestra pequeñez humana y trascender al amplio mundo
de las ideas arquetípicas. Atenea es la contraparte del dios Marte, una diosa
guerrera y siempre armada de las Ciencias y las Artes en las que apoya su acción
bélica contra todo aquello que impide al alma humana desprenderse de sus adherencias
e ilusiones y alcanzar la realidad metafísica y la revelación de que todo está
en todo, es decir, de descubrir la posibilidad de la autogeneración de la
deidad en nosotros, lo cual es un descubrimiento que para algunos supone la renovación
del mundo y de su circunstancia en él.
Mª Ángeles Díaz, de mi libro: Viaje Mágico Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual. Ed. Symbolos
Imagen: Atenea. Serie "Teatro Hermético de la Memoria" Nº 59, inspirada en el teatro de Federico González Frías del que formamos parte.
"La dualidad ha sido destacada en numerosas oportunidades
como motor fundamental de las creencias y culturas de los precolombinos. Esto
es particularmente claro entre incas y aztecas si los tomamos como dos ejemplos
de civilizaciones desarrolladas al arribo de los europeos. En la primera Manco
Capac y Mama Ocllo, equiparados al sol y a la luna, el sol y la plata, fundan
conjuntamente el Cuzco, el cual se divide desde su centro en dos partes, una
masculina y activa, la otra femenina y pasiva, a la que denominaron parte alta
y parte baja y a las que nosotros equiparamos a la vertical y a la horizontal". Federico González. Los Símbolos Precolombinos. Edición de Obelisco.
Pinacoteca Simbólica de hoy:
Cuenta la leyenda que Inti, el rey sol, mando a sus hijos Manco Capac y Mama Ocllo a civilizar las tierras al norte del lago Titicaca. Antes de partir Inti les hizo entrega de un bastón de oro diciéndoles que caminasen con él y que allí donde se detuviesen a descansar lo clavasen y donde se hundiera sin esfuerzo fundaran la capital del Imperio del Sol. Así fue como la pareja fundó Cuzco, enseñando él a los hombres a cultivar la tierra, construir casas y cazar. Mama Ocllo por su parte les enseñó a las mujeres a tejer la lana de la llama, a cocinar y cuidar de la familia. MªA.D. Documentos de la Iglesia Secreta. Editado por SYMBOLOS
Federico González (derecha) y Francisco Ariza, durante la presentación del libro Antología, una selección de la obra de Federico realizada por Mª Victoria Espín. Librería Alibri. Barcelona, 2008
Francisco Ariza y José Manuel Río durante la presentación del libro La Obra de Federico González. Simbolismo, Literatura, Metafísica.
Federico quiso que aparecieran todos sus libros en la mesa
mostrando que su monto medía un metro exacto.
Biblioteca Arús. Barcelona 2014
Meses después el libro también se presentó en la sala del Corte Inglés de Zaragoza, en octubre de 2014
*
PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
SIMBOLISMO DE LA HISTORIA. Una Perspectiva Hermética de la Tradición de Occidente. También de Francisco Ariza
"He estado con Platón esta mañana. Me lo he encontrado mientras
iba ensimismado por el parque central. Hablamos de Orfeo y que no hay magia más
espectacular que la vida misma. La vida es mágica, le dije con mirada de
importante y tono de entendido tratando de iniciar una conversación con un
autor que jamás aparece en su obra. Al recordar estos hechos he llegado a la
conclusión de que solo alterno con gente destacada. Soy amigo de profetas y de
inspirados, compañero de filósofos y sabios, todas personas muy distinguidas.
Me parece muy buen programa estos diálogos con Platón. Estos intercambios con
Proclo, con Dionisio Areopagita, con mi maestro, conmigo mismo".
Federico González.En el Útero del Cosmos
En el Útero del Cosmos "es una comedia hiperrealista de alcance subliminal,
emparentada con el teatro de la memoria y el teatro del absurdo. Aquel que
mediante una trama sin un aparente significado y con unos diálogos que no
parecen seguir una secuencia dramática, va creando una atmósfera que nos
presenta el absurdo de lo convencional y simultáneamente nos abre la puerta, a
través de la poética y la magia, de lo 'real' ".
Foto: Jardines Medici en Luxemburgo
Recreación de la Sala de teatro "González Frías" donde se ensayó y grabó esta obra como sesiones del Programa Agartha, y en la que tuve el privilegio de participar.
Un juego de seis
tapices de manufactura flamenca datados entre 1484 y 1500, tejidos para el
caballero Jean de Viste, se alojan en la Abadía de Cluny, convertida desde
antiguo en Museo, y lo hace bajo el título de "La Dama del
Unicornio".
En efecto, en todos
ellos hay una bella dama en una pequeña isla entre un unicornio y un león y
rodeada de animales, flores y los emblemas, estandartes y armas e insignias de la simbólica de la Caballería.Y en los que destaca
la verticalidad de los distintos elementos que conforman el conjunto.
Están realizados en cartonajes, con hilos de lana y seda sobre un fondo bermellón y gran profusión
de animales, plantas, vegetación y muchas flores (un estilo propio de Flandes
que se conoce como "mil flores"). Cinco de los tapices están referidos a los sentidos (Vista, Oido, Olfato,
Gusto y Tacto).
En el sexto, en
torno a la corona de una preciosa tienda que asemeja el manto de la Virgen que
todo lo cobija, aparece una enigmática leyenda que dice: Mon seul desir.
Federico González Frías
cita en su Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos esta tapicería, y lo hace precisamente para
hablarnos del simbolismo del Unicornio
"un caballo blanco con pezuñas divididas y barba de
cabra, con un cuerno frontal impelido hacia arriba y que toma forma espiral,
tal cual se lo puede observar en el famoso tapiz que lo representa, depositado
en la abadía de Cluny.
En la iconografía cristiana indica curiosamente a la Virgen
fecundada por el rayo del espíritu, por eso se los vincula en muchas
representaciones. En todo caso siempre está relacionado con el rayo que toca a
los hombres para despertarlos, al mismo tiempo que simboliza un arma de
defensa. Posteriormente esta criatura imaginaria ha sido el protagonista de numerosos
escritos y leyendas que han dado lugar a múltiples obras de arte relacionadas
con los contenidos de la psiqué. En China fue durante un periodo el emblema
real y en Inglaterra forma parte –con el león– del escudo del monarca británico".
Con los que siguen se completa una muestra de toda la serie que compone esta rica tapicería.
A continuación os invito a ver un documental de 7 minutos con imágenes de los tapices, acompañadas de una pieza musical preciosa de Domenico da Piacenza, pitagórico y maestro de danza en la Corte de Ferrara. http://youtu.be/D_lqovHeE00?list=UUnMHp9YxoxnrYdO8t-x_Acg
Compartimos esta nueva biografía que, como todas las que
realizamos, se basa en personajes que nos muestras en sus periplos vitales la
estela de la Tradición Hermética, biografías que siempre formaron parte de nuestros estudios con el Programa de Estudios Agartha, con el que nos hemos formado de la mano de
nuestro maestro y amigo Federico González. Un Programa que, como arca de
sabiduría, reúne en sí lo esencial de todas las tradiciones verdaderas siendo
por lo tanto un “caballo” libre para ser montado por todo aquel que lo precise y
descabalgarlo cuando crea que ya puede prescindir de él.
A través de Lucrecia Borgia hemos querido hablar del
espíritu de su época, o sea del Renacimiento, en el que se inscribe su
biografía, y sin duda podemos afirmar con total certeza que, esta dama fue una
fiel representante de dicho espíritu. Su relación con ciertos poetas y
filósofos (como Pietro Bembo, hijo de Bernardo Bembo) la sitúan dentro de la
corriente que parte de los Fieles de Amor a través de Petrarca y que desemboca en
la Academia Platónica dirigida por Marsilio Ficino. Es decir, que lejos de la
“leyenda negra” con que tan injustamente se la ha identificado, estamos en
presencia de una autentica mecenas que propició el desarrollo de las artes y
las ciencias tradicionales permitiendo así que la luz y el brillo intelectual
del Renacimiento llegara hasta nuestros días. Mª Ángeles Díaz
La Sibila señalando la estrella de Belén que habrá de abrir paso al nuevo ciclo humano. Escuela de Zurbarán
https://youtu.be/iP3enRAGWKo
Este vídeo recoge toda la colección pictórica de Sibilas que se encuentran en la Iglesia de San Telmo de Bs. As. y ha contado con la colaboración de nuestra amiga Claudia A. Ingénito.
A todos los amigos y conocidos con los que hemos compartido este año difícil, os quiero agradecer que estéis ahí, y deseo que el 2022 podamos seguir manteniendo un diálogo fructífero que nos permita elevarnos por encima de los límites terrestres y, como Dante, emprender el viaje hacia nuestra estrella interior.
Segundo Episodio de la Serie (Texto, Vídeo y Podcast)
La imagen que del mito de Penélope nos
hemos forjado procede de la poesía épica de Homero quien nos la describe como una
fiel y leal esposa que durante los cuatro lustros que duró la ausencia de
Ulises (Odiseo) por causa de la guerra de Troya se mantuvo firme a la espera
del regreso del esposo, siendo capaz de mantener su matrimonio y su hacienda
con gran astucia empleándose en el ardid de “tejer y destejer” una prenda para
continuar eludiendo a sus pretendientes y a los que creyéndola ya viuda tenían sobre
ella derecho de rescate, es decir derecho a reclamar las posesiones de un
difunto por vía matrimonial, y a permanecer en la hacienda que reclamaban hasta
recibir una respuesta de la viuda. Penélope, sin embargo, que nunca aceptó que
Ulises estuviera muerto a pesar de los años de ausencia, consiguió mantener a
sus pretendientes en permanente espera prometiendo que elegiría como marido a
uno de ellos cuando terminara su labor en el telar, una labor que realizaba de
día y deshacía de noche. Y es que Penélope nunca perdió la esperanza de que
Ulises, su esposo, hijo de Laerte, rey de la isla de Ítaca y padre de su hijo
Telémaco, estuviera vivo y que algún día regresaría de aquel viaje que
emprendió con destino a Troya para participar en la tan famosa contienda con la
que los griegos vengaron la afrenta hecha por Paris a Menelao, rey de Esparta
micénica, robándole a su esposa Helena.
Homero nos muestra con este mito de Penélope,
la que deshace de noche lo que construye de día, vestigios de la era matriarcal
de nuestra civilización y de los ritos ctonicos de la Diosa Madre, Deméter, la que
da la vida y la quita. Hace y deshace para mantener el equilibrio. En este
sentido el símbolo de Penélope guarda relación con el mito de Ocnos, el soguero
que trenza una soga afanosamente sin reparar en que su asna está, en el otro
extremo, comiéndose su labor.
Para Plutarco este símbolo indica la
incapacidad que tienen algunos para entrelazar el presente con el pasado. Ortega
y Gaset, quien llama a Penélope la “Tejedora conyugal”, siguiendo los estudios de J. J. Bachofen, sintetiza brillantemente
este mito en su ensayo titulado justamente “Oknos. El soguero[1]”
donde escribe:
“Lo que Oknos laborioso trenza, el
asna lo va anulando. Representa este animal el poder destructor necesario al
ritmo de la Gran Madre. Una creación lograda y perfecta detendría el proceso:
es menester que colabore la potencia enemiga, la energía destructora. El trozo
de soga que hay entre las manos del soguero y el belfo de la bestia es breve
jornada de la existencia que se abre entre el poder de hacer y el de deshacer,
ambos eviternos. (…) La esposa de Ulises desteje cada noche lo tejido durante
el día para que la tarea sea perdurable. Penélope es una última
modulación del mito ctónico: también ella estaba quieta e hilando”
Ocnos el Soguero
El mito de Penélope nos muestra la
pervivencia de la cultura matriarcal, cultura hembra, lunar, telúrica con
dioses subterráneos, que va al encuentro de un ciclo nuevo, solar y luminoso
representado por dioses como Apolo o Zeus. Lo que salva esta tejedora conyugal con
su fidelidad, simboliza el abrazo amoroso entre dos culturas opuestas, una
femenina, cuyo ciclo se extinguía, y otra masculina que nacía fulgurante con
todos los dioses solares.
La narración con la que Homero viste
este mito da cuenta que una vez conseguida la victoria y arrasada Troya no todos
los supervivientes regresaron a sus patrias, sino que algunos perecieron en el
camino al hundirse sus naves o ser atrapados en corrientes tenebrosas. Otros,
caso de Ulises, extraviaron el rumbo de vuelta a Ítaca permaneciendo durante
diez años perdido en desconocidas islas y procelosas aguas.
Son varias las mujeres del relato de
la Ilíada y la Odisea que detestaban a Helena y Paris, es el caso de Penélope,
pues por causa de la infidelidad de ambos ellas sufren la ausencia de sus
compañeros teniendo que dejar por años su vida en suspenso.
Penélope, prima de Helena de Troya, era
hija de una ninfa náyade y del rey Ícaro, de Esparta micénica, una “mujer
irreprochable”, nos dice Homero, que durante esa larga ausencia perseveró con
firmeza y lealtad matrimonial esperando que Ulises al fin volviera o que
alguien le diera cuentas de él. Por eso iba todos los días al encuentro de los
barcos que llegaban a sus costas para preguntar a los tripulantes si alguien
podía darle alguna noticia de Ulises. Así supo de sus valerosas hazañas y
también pudo comprobar que nadie lo había visto muerto lo cual aumentaba su
esperanza. De ahí que cada vez que una nave zarpaba, ella entregaba a la
tripulación una carta para Ulises, solicitando que si en algún momento alguien
lo encontraba ésta le fuera entregada. Una de esas misivas es la que nos ofrece
Ovidio y que a continuación nosotros extractamos. En ella Penélope cuenta, desde su propia perspectiva, lo
que para ella supuso la guerra de Troya lamentándose de que Paris no hubiese
muerto antes de provocar tantas desgracias. Y es evidente que
Concluyendo
el mito y la leyenda tradicional no necesitan de invenciones argumentales sino
que, tal y como demuestra Ovidio con su obra original, lo que al rapsoda
corresponde hacer es vivificar y actualizar su mensaje para que su enseñanza
arquetípica siga llegando al corazón de sus contemporáneos. Eso pretendía
Ovidio al poner esta carta a Ulises en el cálamo de su esposa Penélope que en
sus principales párrafos dice así:.
[1]Artículo publicado
originalmente en la Revista de Occidente, 1923
Próximamente PDF del cuaderno en la Bibliotecahermética.com
"Esta carta, Ulises, la envía Penélope a tu tardanza. No me contestes; sino
mejor, ven en persona. (…)
Yace en ruinas Troya, aborrecida, con razón de las mujeres dánaas[1]
(…) ¡Ay! Ojalá entonces, cuando navegaba a Lacedemonia, se hubieran tragado las
enfurecidas aguas al adúltero[2].
No hubiese dormido yo sin tu calor en un lecho vacío (…)
¿Cuándo no he temido yo peligros más graves que los reales? Cosa henchida
de angustiado recelo es el amor. Contra ti me imaginaba que se disponían a
enfrentarse temibles troyanos. Con sólo nombrar a Héctor[3] me ponía lívida (…)
Cualquiera que gira en estas riberas[4] su viajera popa, no se
marcha sin haberle preguntado yo muchas cosas de ti; y para que te la entregue,
si alguna vez te viere, le confío una carta escrita por mi mano. (…) ¿Qué
tierras habitas, en dónde prolongas tu ausencia? (…)
Mi padre Icaro me obliga a abandonar la viudez de mi lecho y censura sin
cesar tu infinita tardanza. ¡Que censure mientras pueda! Tuya soy: que tuya me
llamen todos es menester, Penélope, esposa siempre de Ulises seré. (…)
Y yo no tengo fuerzas para arrojar a los enemigos de mi casa[5].
¡Ven pronto tú, puerto y altar para los tuyos! Tú tienes, y que lo sigas
teniendo pido, un hijo[6],
que en sus tiernos años debía ser educado en las artes de su padre. (…)
Y es cierto que yo, que al marcharte tú era una muchacha, por pronto que
vuelvas, pareceré una anciana".
[1] Dánaos es uno de los
nombres utilizados en la Odisea y en
la Ilíada para identificar a los
griegos. Otro término es aqueos.
[2] Se refiere a Paris, como
se sabe casado con Enone, una ninfa de los ríos.
[3]
Héctor era hermano de Paris y conocido como el “domador de caballos”. Se trata
de uno de los principales personajes del poema homérico de la Ilíada. Fue el comandante que dirigió la
defensa de la ciudad troyana frente a los aqueos, en esa guerra en la que no
estuvo de acuerdo, pues entendía que esa disputa concernía únicamente a Paris
que era quien debía enfrentarse a Menelao. Héctor finalmente murió a manos de
Aquiles.
[4]
Ítaca, pequeña isla griega del mar Jónico perteneciente al grupo de las islas
Jónicas.
[5] Los
pretendientes tenían derecho a permanecer en la casa de Ulises, al que
consideraban difunto, comiendo y bebiendo a la espera de que Penélope se
decidiera por uno de ellos.
[6]
Telémaco, que era un niño pequeño cuando su padre partió para regresar veinte
años después.
Estos días hemos vuelto a la Casa de Sefarad en
plena judería de Córdoba, situada frente a la Sinagoga, y visitando
su museo nos hemos detenido una vez más ante este símbolo llamado Hamsa, el cual puede verse realizado en diferentes materiales.
Allí se explica que la Hamsa -que
literalmente significa cinco, en lengua árabe- es un símbolo en forma de mano
usado tradicionalmente como talismán o amuleto que protege contra los males e
infortunios. Es de origen pre-islámico y se ha convertido en un objeto muy
popular, tanto en la cultura musulmana como en la cultura judía,
particularmente en la sefardí.
En la tradición musulmana recibe el nombre de “mano de
Fátima”, la hija del profeta Muhammad, y
en la tradición judía se la
denomina “mano de Miriam”, hermana de
Moshe Rabenú.
La Hamsa se ha convertido en un objeto “compartido” por
ambas tradiciones, es decir en un auténtico símbolo de intercambio cultural. En la tradición
musulmana se le identifica con los cinco pilares del Islam, mientras que en la
tradición judía se le relaciona con los cinco libros de la Torá.
Las hamsas tienen una rica variedad de elementos
decorativos, materiales y colores y son una muestra de una memoria iconográfica
compartida en toda la ribera sur del Mediterráneo. Mª Ángeles Díaz
Este es el primer episodio de una serie de videos y texto sobre " Las Heroidas" de Ovidio, que iré publicando hasta completar la cadena que conforman todas las cartas de estos personajes, tanto en vídeos y podcast así como en texto PDF dentro de "Cuadernos de la Tradición Unánime. La Memoria de Calíope", todo lo cual quedará depositado en la página de la Biblioteca Hermética.com:
https://www.bibliotecahermetica.com/
Espero que disfrutéis con este trabajo tanto como lo he hecho yo al estudiarlo y recrearlo. Os espero en los próximos episodios que dedicaremos a cada una de las Heroidas.