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viernes, 6 de mayo de 2022

EL TRIUNFO DE BACO Y ARIADNA, POEMA DE LORENZO DE MEDICI (1449 - 1492)



El Triunfo de Baco y Ariadna (fragmento)


Que bella es la juventud

Que tan aprisa se acaba

Alégrense hoy los que puedan

Del mañana no hay certeza

Aquí están Baco y Ariadna

Hermosos y tan enamorados

Siempre juntos dicha gozan

Como el tiempo fluye y pasa

Estas ninfas con nosotros

La alegría van buscando

Alégrense hoy los que puedan

Del mañana no hay certeza

Damas y tiernos amantes

¡Viva Baco!

¡Viva el Amor!

Suenen ritmos, bailes y cantos

Ardan dulces corazones

Sin esfuerzos ni dolores

Lo que ha de ser será

Alégrense los que puedan

Del mañana no hay certeza.


Publicación: Mª Ángeles Díaz

*



1- Baco y Ariadna. Pintura de Tiziano, 1520-1523. National Gallery de Londres.

2- Abajo: Escultura de mármol de Carlo Albacini, antes de 1807. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid.


3- Serie "Teatro Hermético de la Memoria" nº 72. Inspirada en el Teatro de la Memoria de Federico González del que formamos parte.




lunes, 4 de mayo de 2020

GEMISTO PLETÓN, OTRO ESLABÓN DE LA CADENA ÁUREA

Gemisto Pletón (1360-1452), importante eslabón de la «cadena áurea» y cuya efigie podemos ver en la Galería de los Uffizi junto a otros retratos de personajes que consiguieron, remando en una misma dirección, poner en pie las columnas de una Tradición sapiencial y crear con dichos mimbres una utopía que conocemos como el Renacimiento, justamente porque hicieron renacer un espíritu que ha sido el que ha vivificado periódicamente Occidente, que no es únicamente un lugar geográfico, sino un espacio mental, un lugar del alma.

Pletón, que toma su nombre de Platón, es la persona que recopiló, entre otros textos, el Corpus Hermeticum y los Oráculos Caldeos, reunidos y revividos siglos antes por el platónico bizantino Miguel Pselos.

Imposible estar en Florencia y no rememorar la gesta de Pletón cuando, en el año 1442, llegó a esta ciudad en compañía de su discípulo, el cardenal Bessarión, ambos procedentes de Bizancio, ya que habían sido invitados a dar una serie de conferencias en esta ciudad del Arno con ocasión de celebrarse un Concilio muy importante que pretendía encontrar una solución para unificar las Iglesias de Oriente y Occidente, puesto que la división que mantenían no hacía sino debilitar el propio Cristianismo. Un intento que ambos personajes ya habían llevado a cabo anteriormente en Ferrara con el fin de unir la Iglesia Católica Romana y la Ortodoxa Griega.

Dicen que las charlas que dio Gemisto Pletón en Florencia calaron muy hondo entre el público asistente, y que fue el calor de sus palabras el que impulsó a Cosme de Medici a decidirse a crear la Academia Platónica en su villa de Careggi, con el fin de que pudieran reunirse los textos sapienciales que en esa época andaban desperdigados, traducirse, estudiarse y en definitiva salvaguardarlos de las llamas, el extravío y la incomprensión.

Muchos de los textos clásicos que hoy citamos como fuente fidedigna de nuestra Tradición, tuvieron su propio renacimiento en esta villa florentina que bajo la dirección de Marsilio Ficino, máximo representante de esa proeza cultural. 

En su libro, titulado Leyes, Pletón habla de los dioses, es decir- en palabras de Federico González “de la organización de estos o sea del conocimiento de la cosmología y su relación con las almas humanas que ubicadas en el último peldaño de la jerarquía de la inmortalidad deben tomar conciencia del bien divino expresado en el orden perfecto de la creación mediante la verdad y la belleza, invocando a aquellos mediante himnos recitados a lo largo del ciclo anual de un modo rítmico y concentrado, forma de manifestar su entrega absoluta a la deidad”(Utopías Renacentistas).

Sin embargo, no podemos olvidar que para aquel entonces Florencia era ya la ciudad de Dante, cabeza de la organización iniciática de «Los Fieles de Amor», formada por hombres de gran ardor guerrero y poético. Ellos ya habían cruzado muchas veces el Ponte Vecchio por donde un día pasó también Beatriz para enamorarnos el alma de la sensación de Belleza que Dante experimentó al verla, siendo el encuentro con esa joven dama el aldabonazo que le dió la pasión para avanzar en el Conocimiento, tal y como nos refiere él mismo en su libro La Vita Nuova.

Un escenario y un puente bajo el que sigue pasando el Arno, río al que, precisamente, da la ventana de mi habitación. Sin duda estos días pasarán a ser inolvidables para mí, en el auténtico sentido de la expresión. Eso espero, que este recuerdo permanezca siempre vivo, como vivos están los días pasados en la verde isla de Andros. En ambos lugares la Memoria se ha hecho presente en mí, y quieran sus hijas, las veneradas Musas, que se retenga por siempre en mi alma. Ma. Angeles Díaz




viernes, 13 de marzo de 2020

HERMES ENAMORADO DE HERSE


Cuenta la leyenda que Zeus, atento a la organización social y política que se estaba desarrollando en Atenas, y en vistas a configurar Europa, no dejaba de enviar a su hijo Hermes a inspeccionar estas tierras, dándole empresas que cumplir. 

Un día, mientras el hijo de Maya sobrevolaba la tierra por encima de los bosques y verdes prados del Ática, cerca del puerto del Pireo, se fijó en un grupo de muchachas que caminaban risueñas portando cestillos con flores en la cabeza. Iban engalanadas, pues se estaban celebrando las fiestas Panateneas en honor a Atenea, la diosa protectora de la ciudad. 

Desde las alturas vio el dios que tenían encendidos los altares donde ardían los perfumes, y que todas ellas estaban ocupadas en adornar el templo para las ofrendas y rituales. Entre aquel nutrido grupo de doncellas se encontraban las tres hijas de Cécrope, rey de Atenas.

De inmediato la mirada del dios del caduceo se fijó en una sola. Era Herse, la hija mediana del rey. Mirad si era bella Herse que cuando Hermes la vio, su vuelo paró en seco dando un giro completo a su rumbo. Luego, haciendo círculos en el aire, se mantuvo largo rato planeando en aquellas brisas pues no quería, ni podía, quitar la vista de tan hermosa muchacha.
Ya comenzaba a anochecer y a hacerse presente la luna. 

Hermes descubre entonces que bajo esa clara luz de luna, a Herse aún se la ve más bella, siendo el realce de la procesión de vírgenes y sacerdotisas del templo de Atenea. Mª Ángeles Díaz. Viaje Mágico Hermético a Andros. Editado por SYMBOLOS

Herse y Hermes en una vasija griega del Louvre

martes, 1 de octubre de 2019

PINACOTECA SIMBÓLICA. FILÓSTRATO SOBRE LA PINTURA Mª Ángeles Díaz


"Quien no ama la pintura es injusto con la verdad, es injusto con toda sabiduría que les ha sido dada a los poetas –pues tanto éstos como los pintores contribuyen por igual al conocimiento de los hechos y apariencia de los héroes- y desprecia las proporciones por las que el arte se vincula a la razón. Para el que quiere ejercer su ingenio, la pintura fue inventada por los dioses a partir de las formas naturales, como los prados pintados por las Estaciones o los fenómenos celestes; pero para quien investiga el origen del arte, es la imitación el hallazgo más antiguo y más afín a la naturaleza, y fueron hombres sabios quienes la inventaron, llamándola unas veces pintura y otras arte plástica.

Hay muchas formas de artE plástica: el modelado, propiamente dicho, la imitación en bronce, la obra de quienes trabajan el mármol blanco o el de Paros, la talla en marfil y, por Zeus, hasta la glíptica. 

La pintura, en cambio, está basada en los colores, y, aunque sólo se sirve de éstos, con ellos se las ingenia mejor que el arte plástica con sus muchos medios. Porque reproduce el sombreado y permite reconocer la mirada del loco o de quien está triste o alegre. Un artista plástico no es capaz de reproducir el brillo de los ojos, mientras que la pintura sabe representar el ojo azul, verde o negro, y conoce también la cabellera rubia, pelirroja o dorada, el color de los vestidos y de las armas, las habitaciones, las casas, los bosques, las montañas, las fuentes y la atmósfera que todo lo envuelve". Filóstrato. Filósofo griego. 

Pintura: Danza de la música del tiempo. Nicolás Poussin (1636)

sábado, 10 de agosto de 2019

LA ESCUELA HERMÉTICA INFANTIL DE MANTUA


"...En realidad, la Corte renacentista funcionaba para todos como una institución educativa ya que en ella se accedía desde niño a la cultura. Eran muchos los que pretendían emplearse en ella, entrar como pajes, luego escuderos y terminar por ser caballeros. Las normas no eran sino la cortesía, que se tenía como sinónimo de amabilidad; y de mesura en todo, regla de conducta que cada quien podía aplicar sobre sí mismo y sus pensamientos y actos. Esa es la verdadera gracia perseguida, esa la libertad, y no las formas meramente aparentes y externas.

Ese afán que tenían los gobernantes por inculcar una verdadera educación que diera prestigio a su Corte, lleva a éstos a invitar a los más destacados a establecerse en su ciudad, ofreciéndoles protección y salario a cambio de que impartieran sus conocimientos. Para los ideales de la Corte la educación que debía recibir el príncipe, mucho más esmerada, era tema fundamental, puesto que éste debía encarnar la unidad del Estado y la unidad universal, con capacidad para ser adalid de la paz y la justicia. Un asunto expuesto con toda claridad por Dante en su idea de la Monarquía.

Por esta gran importancia que tenía para la política y el orden de la Corte que el príncipe tuviese la mejor de las instrucciones, Isabel d'Este y Francesco Gonzaga, gobernantes de la Corte de Mantua, invitaron a Vittorino Ramboldini, más conocido como Vittorino da Feltre, a establecerse en ese pequeño estado y crear allí una escuela a la que llamó «Casa de la Alegría». Isabel, como dama de palacio, era quien tenía asignada la función de procurar esa buena educación al futuro gobernante y por lo tanto de ponerlo en manos de un buen maestro.

La fórmula educativa de Vittorino da Feltre consistía principalmente en fomentar el interés de los alumnos por aprender, de modo que éstos nunca pudieran tomar el estudio como una obligación o castigo. Con este propósito la escuela infantil y juvenil de Mantua promovió un programa de estudios donde la actividad física, al aire libre, era parte de la formación. Este modelo educativo incluía ejercicios gimnásticos y deportes como la arquería, las carreras, la cacería, la pesca, la natación, la esgrima, la lucha... También una buena formación musical que contemplaba el tañer de algún instrumento así como el aprendizaje de ciertos pasos de baile. Es decir, un programa de estudios basado en los principios utópicos de hacer perfectos cortesanos, instruidos en la conversación y elegantes en el baile con las damas, hábiles con las armas e inteligentes y audaces para evitar usarlas.

Mediante estos principios y disciplinas se trasladaba el ideal de cortesanía a la formación educativa de todos los niños dado que a nadie se excluía, ni por la sangre, ni por la alcurnia, ni por ninguna otra condición social; sólo el esfuerzo personal, el talento y la constancia del alumno contaban a la hora de que cualquiera pudiese encontrar su lugar en la Corte. Precisamente fue Vittorino da Feltre, el pedagogo a quien se atribuye que por primera vez se efectuasen ejercicios especiales para niños con incapacidades físicas, o que habían sufrido alguna lesión. Mediante dichos ejercicios se conseguía que muchos se recuperaran completamente, o bien que obtuviesen grandes resultados.

Es curioso, pero actualmente su sistema de enseñanza, donde los estudios y el deporte se comparten por igual en la formación de los jóvenes, sigue siendo la fórmula que ofrece mayor estímulo a los estudiantes. Es por esa razón por la que muchos expertos en educación consideran que este programa puesto en marcha en Mantua es la culminación pedagógica de la enseñanza. Al parecer, todas las buenas escuelas de Europa han intentado imitarlo". Ma Ángeles Díaz. Viaje Mágico Hermético a Andros.Una Aventura Intelectual. Edición de Symbolos. (Fragmento). 

Imagen: Pierre Auguste Cot. Tomada de internet

domingo, 12 de mayo de 2019

APOLO DE DELFOS. Viaje Mágico-Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual

Cuando se visita el museo de Delfos,  una pieza que llama poderosamente la atención es una cabeza de Apolo, que recuerda a las figuras egipcias. Es de marfil, oro y plata y tiene la mirada más luminosa que jamás se ha visto en una estatua, con los ojos húmedos. Dicen que es a causa de una resina, aunque los análisis que se le han practicado no han podido concluir qué es lo que tiene en esa mirada, y en cualquier caso lo que importa es apreciar la «viveza» luminosa de esos ojos, cuya luz te llega directa al corazón. Quienes esculpieron este magnífico busto sabían muy bien qué entidad estaban representando: nada menos que a Apolo, dios de la Luz inteligible, siendo además esta talla no la de cualquier Apolo, sino el de Delos, la isla que le vio nacer.


Mª Ángeles Díaz. “Viaje Mágico-Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual”. Libro Editado por SYMBOLOS.
#pinacotecasimbolica #viajeandros

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#revistasymbolos #programaagartha 

jueves, 2 de mayo de 2019

LA DIVINA PROPORCIÓN. LA UTOPÍA MATEMÁTICA DE LUCA PACCIOLI Y LEONARDO DA VINCI



La Divina Proporción, es una obra del matemático hermetista Luca Pacioli, con ilustraciones de Leonardo da Vinci, pues ambos eran buenos amigos y participaban de una misma forma de contemplar el mundo.

Luca Pacioli, cuando presentó el libro en la Corte de Ludovico Sforza, en Milán, explicó que el motivo que le había llevado a dar dicho título a su tratado se debía a las numerosas correspondencias de semejanza entre dicha proporción y Dios mismo. Y como ejemplo de ello resumió para su audiencia cuatro de esas correspondencias comenzando por la unidad:
La primera es que ella es una sola y no más, y no es posible asignarle otras especies ni diferencias. Y dicha unidad es el supremo epíteto de Dios mismo, según toda escuela teológica y también filosófica.
La segunda correspondencia es la de la Santa Trinidad, es decir, que, así como in divinis hay una misma sustancia entre tres personas –Padre, Hijo y Espíritu Santo–, de igual modo una misma proporción se encontrará siempre entre tres términos, y nunca de más o de menos, como se dirá.
La tercera correspondencia es que, así como Dios no se puede propiamente definir ni puede darse a entender a nosotros mediante palabras, nuestra proporción no puede nunca determinarse con un número inteligible ni expresarse mediante cantidad racional alguna, sino que siempre es oculta y secreta y es llamada irracional por los matemáticos.
La cuarta correspondencia consiste en que, así como Dios nunca puede cambiar y está en todo, Él en todo y todo en todas partes, de igual modo nuestra proporción es siempre, en toda cantidad continua y discreta, grande o pequeña, la misma y siempre invariable, y de ninguna manera puede cambiar ni de otro modo puede aprehenderla el intelecto, como nuestra explicación demostrará.
Pacioli transmite, con su Divina Proporción, un legado fundamental que consiste en una visión sobre las cosas, es decir, una «perspectiva» de la Filosofía Perenne consignada a través del número y la matemática.

Federico González, quien nos sigue conduciendo y haciéndonos comprender en qué consiste esta línea hereditaria, nos dice ahora:

Las fuentes, o el legado recibido por Pacioli, se deben fundamentalmente al Timeo de Platón –como él mismo lo dice, y donde encuentra expresada la «división de un segmento en media y extrema razón»–, los Elementos de Euclides (en cuya proporción VI-XXX se encuentra su formulación, que él en su texto repite), los cuales tradujo y publicó en Venecia en 1509; también la Arquitectura de Vitruvio y la influencia del neoplatonismo de la academia florentina, y desde luego el propio Pitágoras.
Es evidente que Leonardo da Vinci y Luca Pacioli amaban las matemáticas y admiraban la máquina celeste, el macrocosmos reflejado en el microcosmos. Sobre los desarrollos de los sesenta dibujos de los cuerpos regulares que Leonardo realizó para la Divina Proporción, Pacioli, en una epístola de 1509, escribe a Pietro Soderini lo siguiente:


“Incluí en él esquemas hechos por la mano de nuestro Leonardo da Vinci, para serlo más instructivo a la vista”.

En la Divina Proporción se explora la vía matemática del intelecto y por ello en su discurso ante el Moro, una vez expuesto el porqué del título de su obra, Pacioli se vincula a Platón, a Euclides, a Nicolás de Cusa, a Vitruvio, a Boecio y por supuesto al propio Leonardo, al que se refiere de forma amistosa como «su compatriota florentino».

A Pacioli se le revela la Cosmogonía y el Orden Universal a través del número, los pesos y las medidas, y así lo comprende Leonardo. Por eso, como señala Federico, al abordar el tratado sobre las matemáticas de Pacioli, se ve que:
Su Divina Proporción es una utopía que se da a conocer mediante la expresión matemática, y por lo tanto una de las más claras en su exposición de la visión esotérica-hermética en la que el hombre como microcosmos está integrado en la creación y constituye todo un orden armónico, de arquitectura matemática (y musical). De esta manera es como a Pacioli se le revelan las formas cosmogónicas, puesto que el interés que había desarrollado por este modo del intelecto le había hecho, por ello, el matemático más destacado de su tiempo, y teniendo en cuenta que en su discurso al duque presenta a la divina proporción poco menos que como magia, lo cual involucra a toda la matemática y a todas las proporciones ya que esta ciencia enseñada en sus libros se transforma en teúrgia como debía suceder en vivo y directo desde la época en que la entregara al Moro. En verdad su libro puede verse también como un tratado de matemática, y de hecho de arquitectura. En la voz de su autor: 'Como se ha dicho, las ciencias y disciplinas matemáticas se encuentran en el primer grado de la certeza y las siguen todas las ciencias naturales; y sin el conocimiento de aquéllas se hace imposible entender bien ninguna otra ciencia. Igualmente está escrito en la sabiduría que omnia consistunt in numero, pondere et mensura, es decir, que todo aquello que se encuentra distribuido por el universo inferior y superior se reduce necesariamente a número, peso y medida'. (Facebook de la Autora)

Viaje Mágico Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual
Mª Ángeles Díaz
SYMBOLOS, Octubre, 2014
ISBN: 978-84-617 - 1445-2

ISSN 1562-9910




miércoles, 17 de abril de 2019

POEMA DE SAFO A AFRODITA


Safo en un fresco de Pompeya. Museo arqueológico de Nápoles

Observemos en estas líneas de un poema de Safo a Afrodita en qué términos amigables esta décima la Musa, a decir de Platón, conversa con su eterna Compañera, la Diosa amiga, la que alivia las penas y contenta el alma del desdichado,
"Inmortal Afrodita, /de polícromo trono, / hija de Zeus, sabia en astucias,/ te ruego, soberana, no aflijas con penas ni angustias, mi alma/.Ven a mí, de nuevo,/ como lo has hecho otras veces/ dejando incluso tu morada junto al Padre para acudir en tu carro de oro,/a esta oscura tierra a asistirme./Veloces te traían los hermosos gorriones,/ batiendo intensamente sus alas al atravesar el éter./ Al punto llegaron; y tú, con semblante sonriente, oh diosa, preguntabas/ ¿cuál es hoy tu sufrimiento, Safo, por qué esta nueva invocación?/¿Qué anhelo pasional tiene tu alma?"
Facebook de la Autora

martes, 6 de noviembre de 2018

SAFO, COMPAÑERA DE AFRODITA Y ALIADA DE LAS MUSAS Mª Ángeles Díaz


La pintura es de Miquel Carbonell y Selva, un pintor catalán nacido en 1854 en Molins de Rei, un pueblo del entorno de Barcelona. Recuerdo haber leído sobre los antecedentes pictóricos de este artista y sobre la relación de amistad que mantuvo con el literato y político Víctor Balaguer, hasta el punto que se da por seguro que fue esta relación la que inspiró al pintor a elegir la figura de Safo para esta pintura literaria.

Carbonell había retratado a la poetisa en actitud enérgica, como dominando las aguas sobre un acantilado. Se trata de un óleo sobre tela de 1881, de un tamaño considerable (250 x 170 cm.), cuyo título es Musa calmando la tempestad.

Verdaderamente la figura de Safo en este lienzo parece estar domesticando las aguas, incluso dialogando apasionadamente con el mar, tal vez haciendo algún conjuro para atraer el calor y la alegría de Afrodita. Lo cierto es que Safo conoció el escenario agreste que ofrecen los riscos de Andros, isla a la que estaba vinculada por su matrimonio con un tal Kerkilas, rico comerciante con el que tuvo una hija de nombre Kleis. Precisamente uno de los poquísimos fragmentos que se ha conservado de la obra de la poetisa son unos versos llenos de amor que dedica a su hija.


Tengo una hermosa hija
quien tiene para mí
la esplendente belleza de una flor de oro, mi amada Kleis,
no la cambiaría ni por todas las riquezas de Lidia.
Ni tan siquiera por la hermosa isla de Lesbos.

(Autor sin identificar) 



lunes, 13 de agosto de 2018

EL JUICIO DE PARIS . PINACOTECA SIMBÓLICA


Cuando Federico González Frías, nuestro maestro y amigo, me regaló la edición de este libro me dijo que sería mi salvoconducto para abrirme paso como una representante de la Tradición Hermética, de nuestro Programa Agartha y de la estructura creada como plataforma y cauce a nuestras investigaciones.

Hoy, cuando de improviso he sido requerida por un grupo de interesaros en la historia del arte, para dar una charla, me he dado cuenta de lo que me quiso decir. 

Mª Ángeles Díaz. Museo de Bellas Artes de Málaga, ante "El Juicio de París" obra de Enrique Simonet (Valencia, 1866- Madrid, 1917).

De inmediato he pensado en Filóstrato, y en su pinacoteca simbólica de la que me hago eco en mi libro, y tal como hizo él así he abordado el asunto que nos ha llevado a tratar de la Sagrada Filosofía y de nuestros mitos fundadores. De ello todos hemos aprendido algo nuevo. 

No he tenido que buscar mucho, pues el museo malagueño lo tiene todo. Una formidable sección arqueológica y una rica pinacoteca. Nos hemos detenido ante una bella pintura representando el famoso 'Juicio de Paris', un enorme y luminoso lienzo. Su autor, Enrique Simonet, nos muestra en el cuadro la luz de los pintores levantinos y una escena donde las adelfas dan ese toque tan mediterráneo al entorno. 

En la escena recogida por este artista plástico se ve a Paris cuando aún vivía como pastor en los bosques de Frigia y había sido instruido en el arte de amar por Enone, una ninfa de las fuentes, hija del dios río Cebren. Fue entonces cuando requerido por Hermes para resolver una disputa entre diosas, Paris emitió su veredicto ante aquel dilema:

¿Cuál de las tres es la más bella; Hera, la diosa protectora del hogar, y del orden matrimonial; Atenea, la diosa de la paz, la sabiduría y la civilización o Afrodita, la diosa del amor? (Juno, Palas o Venus).


Paris eligió a Venus, a ella entregó la manzana de oro como trofeo. a su belleza. La diosa, agradecida por ese gesto, quiso recompensar al hermoso joven ofreciéndole a la mujer más bella de la tierra. En realidad, nos dice Ovidio en las Heroidas, que la diosa "en recompensa le otorgó a Paris poderes de seducción y potestad sobre Helena".

Pronto, en sus sueños, el joven visualizó a Helena y convencido de que conseguirla era parte de su destino dejó los bosques, y en ellos a Enone, e investido como el príncipe troyano que en realidad era, zarpó en busca de la reina espartana, o sea la esposa del rey Menelao, Helena, de la que Paris de oídas ya se había enamorado tan irrefrenablemente, que no pensó en otra cosa que no fuera secuestrarla.



Y lo llevó a cabo, siendo ese robo el que desencadenó la tan famosa guerra entre los griegos y los troyanos, durante la cual Atenas vengó la ofensa infringida a su rey destruyendo la ciudad de Troya, que quedó arrasada tras la contienda, muriendo héroes como Héctor, hermano de Paris, a pesar de creer éste que esa batalla era cosa entre Menelao, el marido ofendido y su hermano Paris, y que por lo tanto el pueblo no debía participar en esos riesgos. 

Por parte de los griegos combatientes también fueron muchos los que perecieron, tantyo en la batalla como en el camino de regreso a casa, al hundirse sus naves en las procelosas aguas, o bien al extraviar el rumbo de su naves permaneciendo por varios lustros perdidos en desconocidas islas. Este es el caso de Ulises, perdido cuando volvía a Ítaca, su casa, donde le esperaba Penélope de cuya lealtad matrimonial nos da cuenta Homero.


Enrique Simonet, El Juicio de Paris, 1904. Museo de Bellas Artes de Málaga

Viaje Mágico Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual. Editado por SYMBOLOS, una publicación de Agartha, que en esta ocasión nos ha llevado a hablar del Juicio de Paris.


Heroidas de Ovidio. Episodios Míticos del Ciclo Heroico: http://angeladiazk.blogspot.com/2017/12/heroidas-de-ovidio-episodios-miticos.html
http://www.malaga.es/es/turismo/patrimonio/lis_cd-4101/museo-malaga



jueves, 9 de abril de 2015

Egipto a través de sus animales sagrados



Dios Babuino, una imagen de Thot.  Pieza exhibida en Madrid procedente del Louvre. En su cabeza un creciente lunar y la esfera solar, sobre su pecho el Ojo de Horus. Capa de plumas de halcón. (Horus)

Sílice, plata y oro para representar a Thot en su aspecto de Babuino. Esta pequeña pieza, de aproximadamente 15 centímetros de alto (procedente del Louvre), nos abre las puertas de una exposición que desde hace unos días se muestra aquí en Madrid.

Son 430 piezas cedidas por distintos museos y reunidas bajo el título "Animales y Faraones", todas ellas relacionadas con el simbolismo que para el antiguo Egipto tuvo el reino animal y su imbricación en el lenguaje jeroglífico de Thot, revelado a sus sacerdotes. Jeroglíficos que, como nos recuerda Horapolo del Nilo, conforman aquella lengua que enuncia las cosas a distintos niveles, por lo que allí donde los iniciados leen acerca de los secretos del más allá, otros obtienen enseñanzas que utilizan para ordenar su vida diaria.


Dice una inscripción a Thot en una tumba de Tebas:

"Salud, señor de las palabras divinas, tú que presides los misterios de los cielos y de la tierra, gran dios de los tiempos primordiales; tú, el originario, que aportaste las fórmulas mágicas y la escritura que hace progresar las cosas al otorgarles un buen asentamiento; tú que señalas a cada dios su lugar, que das estatuto a cada profesión, mantén cada cosa en su límite, cada campo, cada país".

El Babuino era, como el Ibis, uno de los animales que los egipcios tenían asociado a Thot, y del que se lee en el Libro del Amanecer al Nuevo Día, más conocido como Libro de los Muertos: "Mensajero es uno de sus nombres, Babuino es el otro".

El Dios Babuino está relacionado con el tiempo cíclico. Federico González Frías, nos dice en su Diccionario:

"Los egipcios los llamaban hijos de Thot, el escriba divino. También eran los amos del tiempo y del calendario. Son igualmente guías o psicopompos en el viaje post-mortem, tal como los perros".

Efectivamente, los sacerdotes de Thot, observaron que este animal tiene con el sol una relación muy especial, pues sentado al amanecer observa con alegría la salida del astro celebrando con chillidos el acontecimiento del orto diario. Una actitud que evidencia su participación en un ritual cósmico poniendo de manifiesto que es un escriba de Thot. 
En cuanto a su papel de psicopompos es el Babuino el dios que ayuda a Thot a pesar en la balanza las almas que piden paso a la entrada a la nueva vida.

Esa es la razón de que, según se lee en el Libro de los Muertos,  el corazón del difunto se colocaba en una escala y en ella se sentaba un Babuino como si estuviera en la proa de la nave de Ra, oteando el horizonte del nuevo amanecer. El animal tenía la función de informar, al atravesar las aguas, que el saldo que había dejado en aquella vida estaba en perfecto equilibrio. Imágenes en papiros o en cámaras funerarias muestran al Babuino en el fiel de la balanza.

Son cuatro los Babuinos que representan el espíritu del alba, los cuales tienen en el concierto cósmico el papel de conducir la barca de Ra hacia la otra orilla, y de cantar un himno al sol naciente. Asimismo también hay muestras del Dios Babuino representando a la Luna, porque ella, como Thot, es la que en la noche retiene al sol.  
Lo siguiente es una "Fórmula de invocación a los cuatro Babuinos", y se dice que Thot jamás dejó de escuchar a nadie que la invocó.

"Salve, vosotros, los cuatro Babuinos que os sentáis en la proa de la barca de Ra, que lleváis justicia y verdad al Señor del Universo, que separáis al débil del poderoso que alegráis a los dioses con aliento de vuestras bocas, que dais ofrendas divinas a los dioses y ofrendas funerarias a los bienaventurados".

Precisamente una de las piezas más llamativas de la exposición de Madrid es un grupo escultórico de cuatro Babuinos tallados en granito rosa de Asuán. Pesan seis toneladas y según se explica la pieza decoraba la cara sureste del obelisco oriental del Templo de Luxor, que es el que recogía al amanecer el primer rayo de sol, símbolo del que iluminó el primer día de la Creación.
Estatuaria perteneciente al Templo de Luxor. Donde cuatro Babuinos dioses del Alba, que recuerdan el Primer Rayo de Luz de la Creación. Pieza de la muestra en Madrid.


A continuación os invito a ver una exposición donde he recogido figuras que informan sobre el contenido de este post. O sea, que hay imágenes de la exposición de Madrid y otras de la biblioteca de Federico González Frías y de mi archivo fotográfico.


Imponente Babuino contemplando el sol




Un escriba recogiendo los mensajes dictados por el Dios Babuino, enviado de Hermes.



Las siguiente son escenas funerarias donde se representa el pesaje de las almas, y en las que el dios Babuino está en el fiel de la balanza. En casi todas aparece también Ammit, un monstruo con cabeza de cocodrilo dispuesto a comerse el corazón del que no obtenga la nivelación en el peso de su alma.










*

A continuación unas imágenes que Champollión, acompañado de un equipo de dibujantes, recogió durante su expedición a Egipto. Inscripciones que llevaron al estudioso de las lenguas hasta el libro de Horapolo: Hieroglyphica (hallado en la isla de Andros por Cristóforo Buondelmonte), obra que, como sabemos, le dio la clave para descifrar la Piedra de Rosetta. 

Representación de la Luna, el Sol, el Ojo de Horus y la Barca hacia la Luz, tal y como la porta en su cabeza el dios Babuino.


En estos dos jeroglíficos (sobre estas líneas y bajo ellas) se nos muestra al Babuino cubierto con la capa de Horus, recibiendo ofrendas en su templo.




Para finalizar la imagen de Thot es su aspecto de Ibis, o sea, el jeroglífico con el que los antiguos egipcios escribían Corazón.



Como escribíamos en nuestro libro sobre el viaje a Andros, cuando los iniciados egipcios quieren escribir ‘corazón’, pintan un Ibis. Pues el animal está íntimamente unido a Hermes, señor de todo corazón y raciocinio, porque también el Ibis, en sí mismo, es semejante al corazón, sobre el cual se cuentan entre los egipcios numerosos relatos.

Plinio, quien también se refiere al lenguaje sagrado de los egipcios, señala que cuando éstos pintaban dicha ave significaban el corazón del hombre y lo dedicaron a Mercurio, a quien tenían por presidente y gobernador de las palabras y los conceptos del corazón.

Por su parte Plutarco, en su libro Isis y Osiris, explica que el Ibis representa a Thot, añadiendo que es la:

Primera letra de su alfabeto, pues de este dios viene toda inteligencia y memoria.  

Dedicado a Federico González Frías, con el que tantas veces hemos venido a Madrid al Museo Arqueológico y a ver este tipo de exposiciones.