Henry Holiday, Dante y Beatriz, 1883.
"De hecho, Pitágoras y Platón son los padres de la Filosofía,
a la que dotaron de las ideas esenciales que están en el origen de nuestra
cultura, y sin las cuales ésta no existiría. Esa Filosofía es la misma que en
palabras de Boccaccio "nutre a Dante", y que éste concibe como una de
las Damas de su universo poético, la "donna gentile", aquella que le
abre junto con Beatriz las puertas del Paraíso y de los estados superiores:
digo y afirmo que la mujer de la que me enamoré después de mi primer amor fue la muy bella y honesta hija del Rey del Universo, a la cual Pitágoras puso por nombre Filosofía (Convivio, II, XV-12).
No es necesario recordar que Filosofía quiere decir
precisamente "amor a la Sabiduría", Sabiduría que para el gran
gibelino está encarnada en Beatriz.
En el Convivio (III, 14-2) Dante habla de
este "amor a la Sabiduría" en los siguientes términos:
la Filosofía en este mundo tiene por sujeto material la sabiduría y por forma el amor, resultando de la unión de ambas el ejercicio especulativo. Así que en la estrofa que viene ahora, que empieza con "La divina virtud se infunde en ella", mi pretensión es ensalzar el amor en tanto que es parte de la Filosofía.
Puesto que forma parte de su identidad, Dante apela
directamente al amor por lo más alto, es decir a su sentido metafísico, como
una energía que encauza la voluntad del hombre de conocerse a sí mismo.
Precisamente ese cordón umbilical sutil que une a Dante con la Tradición
pitagórico-platónica, y por tanto con los Antiguos Misterios, lo podemos
comprobar varias veces a lo largo de su obra. Un ejemplo muy claro lo
encontramos en La Divina Comedia, cuando en el canto I del Paraíso
el poeta comienza su ascensión por las esferas celestes. Antes de emprender esa
ascensión exclama Dante:
En mi último trabajo yo te pido / de tu valor, oh Apolo, ser tal vaso / que me halles digno del laurel querido. / Bastó hasta aquí una cumbre del Parnaso, / mas ambas necesito cuando intento / a la última palestra abrirme paso. / Penetra en mi corazón, espira en él tu acento / como cuando arrancaste la piel de Marsias / de su vaina y aposento".
Francisco Ariza. LA TRADICION HERMETICA Y PLATONICA EN DANTE Y LOS FIELES DE AMOR. Publicado en la Revista SYMBOLOS Arte - Cultura - Gnosis.