Yo frente al retrato de Vittoria Colonna en el Museo de Arte de Cataluña |
Hace unos días estábamos en el Museo Mares de Barcelona visitando el busto de Giulia Gonzága, una de las mujeres que formaron parte del grupo de Juan Valdés cuyos miembros estuvieron perseguidos, y algunos ajusticiados, por la inquisición. Hoy nos hemos venido, también en Barcelona, a visitar en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, también en la ciudad condal, el retrato de Vittoria Colonna, amiga y maestra de Miguel Ángel y miembro del mismo grupo que luchó por devolverle a la Iglesia la fuerza de los Evangelios de la que la curia, imbuida de un espíritu malévolo e inquisitorial, la había desposeído. Una locura, provocada por la ignorancia sumada al poder que son elementos inequívocos de corrupción, que se cobró muchas víctimas mujeres y hombres que fueron llevadas ante los tribunales que decidían quiénes merecían vivir y quienes ser quemados vivos por herejes o brujas.
Del alcance que tuvo esta locura en la que se sumió Europa
en dicha época da cuenta un libro terrible titulado: "Martillo de Brujas para golpear a las brujas y sus herejías con poderosa maza", un manual que
registra toda clase de advertencias para aprender a detectarlas que despertó
un enorme interés ya que tuvo más de una docena de ediciones y una difusión
extraordinaria, pues durante 200 años se divulgó por toda Europa
constituyéndose justamente, en la guía que se usó como prueba de cargo contra
las brujas en todos los procesos inquisitoriales que llevaron a la hoguera a tantas
mujeres y hombres de la calidad intelectual de los que formaron parte del grupo
de Valdés.
El mamotreto es de 1487 y fue divulgado por el dominico
Heinrich Kramer, inquisidor del sur de Alemania (región de intensa persecución)
quien dio a conocer el texto diciendo que había sido escrito por Jacob
Sprenger, teólogo de Colonia. El “Malleus Maleficarum” o sea “Martillo de Brujas”,
detalla "las distintas formas en que actúa el demonio sobre la
mujer", dando detalles de sus artificios y "claves para resistirse a
sus hechicerías". También refiere el modo en que deben llevarse a cabo las
causas contra dichas mujeres. En fin, un manual que fue durante dos siglos la
cartilla de los inquisidores y de todo aquel que con malévolas intenciones
quiso ir contra todo tipo de personas que por algún motivo odiaban, siendo pues
la espita que causó la histeria que contaminó a Europa y propició la terrible
"caza de brujas". Mª Ángeles Díaz
La pintura de Vittoria es de Sebastiano del Piombo
Vídeo sobre el grupo de Valdés
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