Si continuamos la visita
por esta galería de arte nos detendremos ahora ante un cuadro donde se ve un
niño dios. Para saber de él y conocer la razón de esta imagen sólo tenemos que
prestar oído al sabio Filostrato:
“Este niño pequeño,
todavía en pañales, que conduce las vacas hacia una cavidad de la tierra y
también aquel que le roba las flechas a Apolo, es Hermes. Los hurtos del dios
son muy divertidos. Pues se dice que, a Hermes, cuando nació de Maya, le
encantaba robar y tenía maña para ello y no es que lo hiciese el dios por
necesidad, sino por darse a la diversión y por jugar. Pero si quieres también
seguir su rastro, mira al cuadro (…). Hermes lleva hasta una cavidad de la
tierra, haciéndolas girar como una peonza, las vacas que pastaban al pie del
Olimpo ciertamente de cuernos de oro y más blancas que la nieve —pues están
consagradas a Apolo—, no para que mueran, sino para hacerlas desaparecer
durante un día, hasta que esto fastidie a Apolo. Y luego, como no teniendo nada
que ver en lo sucedido, se desliza en el interior de los pañales.
¿Por qué un dios hace estas travesuras?, tal vez se pregunte
alguno.
Porque Hermes es el más humano de los dioses y sabe que el
juego mantiene al hombre despierto y vivo.
Si Apolo tiene un semblante risueño ante la travesura de
Hermes es porque sabe muy bien a qué se dedica ese niño. Y cuáles son los
asuntos de sus juegos: robar a los dioses la palabra para dársela a los hombres”.
Texto tomado de mi Libro: "Viaje Mágico Hermético a
Andros. Una Aventura Intelectual" Editorial SYMBOLOS
Imagen: Serie TEATRO HERMÉTICO DE LA MEMORIA 16
(Todas las imágenes de esta serie son de la autora de este blog)
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