Paracelso médico, alquimista y filósofo
Ayer recibí un e-mail de mi amiga Ana, donde ésta me ponía al corriente de una tropelía llevada a cabo por las huestes ignorantes que mangonean la política y las leyes de este país, y que son análogas a tantas otras, con colores y tendencias incluso opuestas, aunque unidas por el pensamiento débil que es el que impera en las sociedades actuales.
La llamé y pude comprobar lo indignada que estaba. Después de un rato de conversación le propuse publicar una nota en este blog, pues le dije que aunque es una trinchera pequeña no por eso va a dejar de denunciar y ponerse al servicio de las causas justas, y le recordé que son gotas de agua las que forman el Océano.
Apenas unos minutos después y ya tenía en mi buzón su nota, con unas palabras anteriores que transcribo tal cual:
Querida Núria:
Te agradezco la iniciativa, pues creo que cierto activismo es necesario para parar los pies a estos energúmenos.
Te mando un besazo y espero tus comentarios.
Ana.
A continuación mi amiga escribe:
Quiero poner en evidencia desde esta página dirigida a un público que intenta ir más allá de lo que nos hacen engullir los engañosos medios de comunicación, otra prueba de la falsedad que nos venden unos políticos absolutamente indignos, propios de un momento realmente oscuro de la historia, pero no por ello menos disculpables.
Resulta que existe un proyecto de ley, entretejido por oscuros intereses económicos que provienen de la industria farmacéutica, que pretende cargarse de un plumazo los laboratorios homeopáticos en España, argumentando medidas que ellos mismos han urdido con tal de desfavorecer y desprestigiar de una forma indirecta la medicina homeopática, en la que ya demasiadas personas creen por sus probados benéficos resultados.
11 comentarios:
Gracias Nuria por tu eficacia y tu apoyo incondicionado.
Esperemos reunir muchísimas firmas para dar la cara ante un sistema prepotente e ignorante que pretende arrasar con todo!
Gracias a todos los que os unís a la causa, que al fin y al cabo viene a ser siempre la misma causa: la lucha contra la ignorancia, en este caso en un plano bien concreto.
Ana
Que nadie se llame a engaño. Aquí no vamos contra ningún partido ni tendencia ideológica, pues a este respecto opino, como Cicerón, que toda opción política puede ser válida si son honestos y capaces los que la llevan a cabo.
En este caso creemos que la medicina tradicional, como es la homeopatía, es eficaz en muchos casos y nada legitima que por intereses económicos de los poderosos laboratorios se la quiera eliminar de un plumazo, quiero decir, de un decretazo.
En este caso me solidarizo, ante todo, con Teofrasto, un médico alemán, un alquimista o hermetista platónico que perteneció a una hermandad de andariegos, pasando gran parte de su vida recogiendo recetas tradicionales por toda Europa, con las que curaba a cuantas personas solicitaban su ayuda. Un personaje de carácter iracundo que portaba una espada como arma defensiva que no dudaba en desenvainar ante sus agresores, pero en cuya empuñadura guardaba toda clase de medicinas con las que curó a muchos.
Paracelso obtuvo el rechazo de la oficialidad de su época por mantener una actitud en contra de todos aquellos que se guardaban las fórmulas farmacéuticas y las vendían sólo a los que podían pagarlas. También se manifestó en contra de la cirugía agresiva ya que sabía que Naturaleza tenía todos los remedios y que saber de medicina no es conocer las enfermedades, sino saber que es la salud.
Tengo información de primera mano de cómo los laboratorios farmacéuticos se comportan ante la medicina tradicional, mandando “espías” a visitar a los hombres medicina y chamanes de distintos países, como Perú o Costa Rica.... En la mayoría de los casos se encuentran con personas sencillas que guardan en su memoria remedios de sus antepasados y que luego de habérselos robado los ponen bajo su marca y a precios inalcanzables para muchos.
Con esto no quiero obviar que, seguramente, en el sector de la homeopatía actual habrá actuaciones igualmente lamentables que del mismo modo censuramos desde aquí.
En el fondo este post, surgido en el camino hacia donde nos llevan los vientos, mascarón de proa de esta nave hacia lo vertical y simultáneo, es nuestro particular desagravio a las ofensas que recibió Teofrasto Paracelso, este médico del alma, al estilo de Marsilio Ficino, como él mismo se consideraba; este guerrero y mago, iniciado en el campo de los misterios del vegetal y en el modo de operar con ellos remedios para curar todo tipo de dolencias, por lo que sufrió desprecio y abandono. En definitiva un conocedor de la concatenación que tienen todas las cosas e inserto en la corriente de pensamiento de los hermetistas, como Agrippa y el ya citado Ficino.
Federico González (Symbolos. com), se refiere a Paracelso como precursor de la homeopatía y C.G.Jung añade que Paracelso usa la magia en su ámbito, como cualquier otro conocimiento, y con su vocación médica trata de aprovecharla para el bienestar de sus enfermos...Para él la magia y la “sapientia” de Naturaleza se encuentra dentro del orden querido por Dios como “misterium”.
¡Va por tí, Teofrasto!
Un saludo.
Núria
La homeopatia es una medicina que se centra en el ser como un todo y no ataca solo al sintoma sino mas bien a la causa. Y eso es lo que experimenté con la homeopatia.
En Francia, la homeopatia esta reconocida por la seguridad social y eso da posibilidad a la gente de elegir lo que más le convenga. ¿por qué esto no sucede en otros países?
Si como se ha publicado "la mayoría de los políticos y gente con recursos hacen uso de la homeopatia para curar sus enfermedades y las de sus hijos"¿Qué se esconde verdaderamente detrás de esta orden ministerial?
Y sobre todo, ¿a quién beneficia?
¿Qué facturaciones se resienten con el despertar de la medicina tradicional natural?
Muy buena idea la de tejer con los mimbres que se tienen.
Respecto a Paracelso estoy completamente de acuerdo contigo y con Ana.
Me gustaría añadir que la enunciación de sus principios, basados en la simplicidad de los medicamentos y la pequeñez de la dosis, le llevaron en su época, como apuntais, a enemistarse con médicos y boticarios. Se cuenta que estando de docente en la universidad de Basilea, una de las primeras cosas que dijo es que había más sabiduría en sus zapatos que en todos aquellos libros de medicina.
Paracelso no se conformaba nunca con ver al ser humano como un simple cuerpo físico, sino ver su organización y sus diferentes niveles.
"El hombre -decía- está inseparablemente unido al universo, está en contacto con la creación en su totalidad".
También hablaba de cinco ens o entes en el hombre:
Ens Astrale, Ens Venini, Ens Naturale, Ens Spirituale, Ens Dei.
Es decir: El hombre tiene sus raíces en el cosmos, realiza sus funciones en el metabolismo, se individualiza en su constitución personal, coopera en la psicosomática mediante sentimientos e intelecto, y todo es creado y mantenido por una suprema inteligencia, que marca mediante destino y karma el camino.
Un abrazo.
Gracias Azur por formar parte de este equipo de "tejedores de mimbres" Como trenzar la realidad, la cotidianidad...
Es muy interesante lo que cuentas de Philippus Aureolus Theophrastus Boombastus Von Hohenheim, más conocido como Paracelsus, nombre que él mismo se dio en 1529 cuando publicó en Nuremberg sus primeros libros. Y hasta me dieron ganas de consultar el “Libro de Hierbas” de Paracelso. En realidad una de esas ediciones reducidas y sencillas de la editorial Obelisco, donde ponen fragmentos de la obra completa "Herbario".A continuación leo lo que Gerhard E. Solbrig dice de esos niveles en el prólogo:
“-Si todas las funciones del ser humano en estos cinco niveles armonizan en su trabajo, están en equilibrio, entonces las energías pueden entrar bien y desplegarse correctamente.
-Este estado se llama salud, mientras las alteraciones del equilibrio de estas cinco organizaciones significa enfermedad.
-Únicamente la naturaleza puede curar, el terapeuta puede y debe ayudarla creando las condiciones que les faciliten su trabajo a las fuerzas de la Naturleza.
-Cuando la medicina olvida la importancia del medicamento natural y la terapéutica integral del ser humano, Paracelso nos indica el camino hacia las bases esenciales del arte curativo.
-Paracelso investiga las plantas, los minerales, las fuentes de aguas minerales.
-En el momento actual cuando nuevamente la medicina corre peligro de entrar en el estancamiento material es de desear que Paracelso sea redescubierto. Su obra, demasiado desconocida en general y en particular en medicina, será siempre la base de toda terapia que pretende obrar en sincronía con los fundamentos de la creación. Una ciencia curativa que quiera garantizar curación auténtica y duradera únicamente podrá tener como base unos principio que correspondan a leyes naturales”
Gracias amiga, seguimos en contacto.
Núria
No soy homeópata, pero me trato con homeopatía hace muchos años y también mi marido y mis hijos, con excelentes resultados. Si algún homeópata quiere corregir o ampliar lo que sigue, está invitado a hacerlo, pues aquí se trata de dar la mejor información.
Existen dos maneras de aplicar los remedios homeopáticos y consecuentemente dos corrientes dentro de esta ciencia que no son opuestas sino complementarias desde el punto de vista más amplio y por tanto más sabio. Una consiste en poner remedio a los síntomas y otra en tratar al paciente de forma holística, que sería la propia de la homeopatía unicista.
Ambas corrientes curan lo parejo con lo parejo por una ley de analogía que los ayudantes de Hermes conocen bien. Como leemos en “Noche de brujas” de Federico González en boca de una de las brujas, “la ciencia de los venenos es la misma que la de los remedios”. Una misma substancia que en una cantidad determinada puede matar, también puede curar en una dosis concreta, despertando al organismo y poniéndole a trabajar para encontrar nuevamente su equilibrio. Pues se trata en síntesis de equilibrar, siempre equilibrar, de encontrar el justo medio, el fiel de la balanza, que no está ni de un lado ni del otro, sino en el centro.
En realidad, el secreto está en establecer con criterio la analogía que corresponda y por supuesto saber aplicar la dosis adecuada. Así, una flor con pétalos en forma de corazón puede curar una dolencia de corazón, o un mineral con unas características símiles a un paciente, puede poner remedio a todos sus males, ya sean éstos físicos o anímicos.
En síntesis, estamos hablando de remitirse al arquetipo. Hace años, asistí a una curiosa conferencia que trataba precisamente este tema sobre el cual se ha escrito un libro, que posiblemente hasta haya sido ampliado, pues se trataba de un primer acercamiento a este mundo apasionante. El autor es Jordi Vila i Alcalde y su título “Diálogo aventurado entre Homeopatía y Mitología”, editado por La liebre de Marzo. Si os interesa el tema, existe otra libro, “El remedio homeopático” de Didier Grandgeorge, de Kairós, que se basa en el lenguaje cifrado que hay detrás de un síntoma. Ambos sorprendentes.
En definitiva, un arte que va mucho más allá de lo que hoy día se entiende por medicina, y de ahí la importancia de un buen homeópata, porque como pasa con todas estas ciencias, hay mucho charlatán dispuesto a engrandecer su pequeño ego de pobre diablo o su bolsillo, a expensas del que no sabe, aunque a diferencia de lo que ocurre con los medicamentos, con homeopatía, en el peor de los casos no te curas, cosa que en la medicina alopática suele ser mucho peor, pues una medicina mal administrada o que interactúe con otra, puede costar la muerte.
Ana
Nuria, estoy leyendo esta entrada y los comentarios. Evidentemente hay mucha gente que se ha despertado del adormecimiento manipulador del sistema. Es obvio que al sistema no le conviene que prosperen formas alternativas a las establecidas por "lo legal" (legal como todo aquello que hace más poderoso al sistema y aporta a él). Y que mejor manera de combatir algo acusándolo de fraude y sembrando el miedo y la inseguridad. Es obvio que el sistema no reconocerá que el agua tiene memoria, aunque si se aprovechará de esto para su propio beneficio.
Estoy totalmente de acuerdo con Ana (anónimo)cuando habla de las diferencias entre la mala administración de la medicina alopàtica y sus graves consecuencias. Lamentablemente los médicos, están cada vez más alejados de lo auténtico, manipulados y adormecidos por el sistema.
Evidentemente a los laboratorios les conviene gente enferma y no sana para su beneficio económico. Todo un gran negocio que mueve millones.
Saludos, desde la otra cara de la tierra:
BeT, desde la Bitácora de Alchemy.
Querida Bet, que gustó recibir tu visita y conversar de nuevo contigo. Sí, son muchos los que se han movilizado para defender la medicina homeopatica. Concretamente 11.700 y pico personas han dejado su comentario a favor en la plataforma que se ha creado para batallar contra esta plaga de incompetentes abusadores que manejan el mundo aquí y allá. Tanto Ana, que es una guerrera de cuidado, como yo vamos a seguir denunciando este hecho, aunque ahora el tema abierto sea nuestro pequeño homenaje a estos dos hombres grandes: Roland Goffin y John Deyme de Villedieu, ambos de la revista VERS LA TRADITION. Porque me parece lo menos que puedo hacer por lo que me aportaron con su trabajo y lúcidez sobre el mundo de las ideas y la realidad del hombre actual. En especial recuerdo un trabajo del segundo titulado: “Los Tchandalas”, donde se refería a este periodo del ciclo como edad sombría. En él hacía una descripción de las sociedades actuales: “Cansado de tantos desórdenes, el pueblo acaba por colocar a su cabeza a un elegido, el cual aumenta poco a poco el poder, hasta que este personaje, convertido en tirano, explota cruelmente a la multitud de ingenuos que lo habían escogido: los explota a impuestos, suprime a los descontentos, recluta una guardia cada vez más numerosa....”
Volviendo al tema de éste post, Paracelso, me gustaría hablar un poco más de él en tanto que alquimista, es decir artista y guía de la propia construcción interior, aunque el mundo de la naturaleza y la medicina formaran parte esencial de sus exploraciones. No sé si seré capaz de definir lo amplio de su pensamiento, pero algo aportaremos, y en cualquier caso no conozco otro plan mejor que difundir la sabiduría y quedarme con la parte que me corresponda por realizar dicho trabajo. Ese es el sentido simbólico que tiene en la Masonería la idea de recibir un salario o de glorificar el trabajo.
Y ya que hablamos de salario, es decir de sal, te diré, que una de las cosas que más detestaban de Paracelso sus detractores es que supiera tanto de cosas tan sencillas como de la sal, el mercurio y el azufre.
Gracias de nuevo Bet por tu visita, nos seguimos encontrando.
Núria.
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