viernes, 10 de agosto de 2018

Utopía, de u-topos, ausencia de lugar


  
"U-topos significa ausencia de lugar, simbolizando la inexistencia de lo que está más allá del espacio, lo que carece de lugar y por lo mismo de tiempo. Imagen de la ciudad celeste es, pues, una organización casi imposible de alcanzar por las limitaciones humanas, aunque real en otros espacios o mundos relacionados con las ideas". Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. 

A Federico le encantaba la pintura surrealista. Un día que paseábamos por Málaga nos detuvimos ante una fachada de un gran edificio en rehabilitación y sobre cuya fachada habían colocado una enorme lona que la cubría. En ella se reproducía un edificio de estilo renacentista, con sus ventanas, balcones... pero tomado desde una perspectiva que daba la sensación de estar en movimiento, como asentándose. Muy sorprendente. 

-Mirá, me dijo, con su animoso acento porteño - a mi me gustan cosas como ésta. Yo de joven fui diseñador de muebles inflables. 

En aquellos días visitamos el museo Picaso y pasamos ratos muy divertidos hablando de arte, y viendo a una camarera que nos servía en el restaurante que era idéntica a las pinturas cubistas del pintor malagueño.

También hablamos de la arqueología romana tan presente en el sur de España, y de la nueva cocina, en fin de todo, pues Federico tenía una conversación muy amena y sabía de tantas cosas..., pero lo mejor era su capacidad de síntesis a la hora de exponer sus precisas observaciones.Verdaderamente un goce para la inteligencia.

En aquellos días también nos habló de este pintor polaco, Jacek Yerka. Hoy, al encontrarme con una exposición de sus obras, he recordado esos días en Málaga y he tenido la necesidad de tomar estas notas, que tal vez sirvan para un posterior desarrollo de esos viajes al sur con Federico, o solo para que crezcan lo recuerdos en mi memoria. M.A.D.

Fuente del texto:  http://diccionariodesimbolos.com/utopia.htm#diccionario
Fuente de la imagen: Jacek Yerka, pintor polaco.

Símbolismo de las Abejas. Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos


Fuente del texto:
http://diccionariodesimbolos.com/abejasyhormigas.htm#diccionario

martes, 7 de agosto de 2018

QUIPÚ, La Escritura de los Incas. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Federico González Frías



AMERICA PRECOLOMBINA A TRAVÉS DE FEDERICO GONZÁLEZ

Recuerdo que estábamos en la antigua Barceloneta, el barrio más marinero de Barcelona y que a Federico le encantaba frecuentar, en especial le gustaba ir al Porta Coeli, un restaurante situado en un espigón que se adentraba en el mar y que los barceloneses conocemos como "el rompeolas", un espacio maravilloso que una reforma urbana se cargó. Dentro del restaurante aquel día nos fijamos en un cuadro donde estaban representados una gran cantidad de nudos marineros, todos ellos hechos con cuerdas blancas y cada uno con su nombre. En uno ponía "margarita" otro "cirujano", "ballestringe" y al menos cuarenta más. 

Fue entonces, a raíz de los comentarios que sobre aquellos nudos, como surgió el tema. Efectivamente Federico nos habló del quipú, del que por cierto ninguno de los que estábamos allí habíamos oído hablar.

Efectivamente nos contó que entre los indios del Perú, tenían una escritura realizada a base de nudos hechos en ramales de cuerdas de diferentes medidas y colores. De ese modo era como  databan los hechos, marcaban cómputos y en fin,  guardaban todo la información en aquél código. Me pareció sorprendente y además, quiero decirlo, siempre consideré una gran suerte haber descubierto la América Precolombina través de Federico, en este caso conocer los instrumentos mnemotécnicos de los Incas, un arte de la memoria que conlleva una dimensión metafísica.

Sobre el Quipú, Federico González Frías nos dice en su Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos:

"Así se llama a los ramales de cuerdas de distinto largo en los que estos aborígenes hacían nudos de varios colores que les servían para numerar y que utilizaban los incas también como escritura. En ellos clasificaban y guardaban información de distinto tipo; eran asimismo instrumentos mnemotécnicos, concediendo a esta ciencia de la memoria su dimensión verdadera, metafísica, sagrada y ritual, como lo han efectuado unánimemente los pueblos tradicionales. Se los puede relacionar con los instrumentos análogos iroqueses, donde conchillas o piedras de distintos colores se anudaban a diferentes alturas de unos cordeles”
.

Fuente de la cita: http://diccionariodesimbolos.com

lunes, 6 de agosto de 2018

Revista SYMBOLOS, Historia y Geografía Sagradas.

Presentación del Número 31-32 de la Revista SYMBOLOS Arte-Cultura-Gnosis. 
Monográfico dedicado a la Historia y la Geografía Sagradas.
8 de Octubre de 2007. Librería Alibri de Barcelona.
En las fotos: Francisco Ariza y Mª Ángeles Díaz durante el acto. 



"Queremos dar las gracias a todos los que se han acercado a este nuevo acto cultural y literario de la Revista Symbolos, y por supuesto también a la librería Alibri y a las personas que directamente nos facilitan las cosas siempre que hemos acudido aquí.

Estos espacios son muy importantes en estos tiempos en los que la cultura no está nada de moda. Tal vez cierta literatura que algunos califican  de “literatura infantil para adultos”, tiene algún éxito, pero aquellos libros, temas, enfoques sobre ideas que inducen a la reflexión seria tienen, en verdad, muy pocos seguidores hoy en día.

En esta ocasión el número de la revista que les presentamos es el 31-32, un nuevo monográfico dedicado, en esta ocasión, a la Historia y la Geografía Sagradas. Un volumen del que les hablará más extensamente Francisco Ariza, que es quien ha coordinado este número y a quien se debe el trabajo más extenso. Eso es lo que Federico nos ha pedido que les transmitiéramos.

Decirles, además, que Symbolos, así como el Programa Agartha o el Centro de Estudios de Simbología, a lo largo de los años han conformado un espacio y creado una corriente de pensamiento que nace a principios de los ochenta aquí en Barcelona, la cual ha revitalizado la Tradición Hermética, o sea el Esoterismo Occidental. Una corriente que tiene como máximo inspirador a Federico González, creador y fundador de todas esas estructuras, y que nos ha traído, asimismo, el pensamiento de René Guénon al que la revista toma como guía intelectual.

Symbolos, a lo largo de los años, ha realizado una labor filosófica encarada como una poiesis procedente del furor, el mismo que inflamó durante el Renacimiento a todos aquellos artistas y adeptos del Hermetismo, que promovieron el resurgir de las artes, las letras, las ciencias, la arquitectura y que tuvo como punto de inicio la Escuela Platónica de Florencia, y a Marsilio Ficino, su director, aunque sus ideas sobre la Filosofía Sagrada y la forma de acceder a ser Uno con el Todo se conviertieron en una utopía, una idea con la que consiguieron traspasar las fronteras italianas y penetrar en el alma de toda Europa.

En su entorno encontramos a Gemisto Pletón, Pico de la Mirándola, al cardenal Bessarión, Nicolás de Cusa, pintores y grabadores como Durero, Boticelli, hombres de ciencia, etc. Una corriente hermética que en España inflama a Jacinto Verdaguer, más conocido como Mossen Cinto, quien escribió esa obra insigne titulada la Atlántida. Poema lleno de furor en el que el poeta se refiere a la Patria común del hombre, es decir la Patria Celeste. Ese lugar al que todas las tradiciones de la tierra se han referido asociándolo siempre a un lugar que no está en el espacio pero que equiparan con el Centro del Mundo el Corazón del Mundo, es decir con el hombre mismo como Corazón de la Creación.

Santo Palacio, Palacio Interior, Morada Celeste, Santa Santorum… son diferentes definiciones de esa misma concepción y de la idea de situar ese hogar fuera de los límites terrenales, en el Cielo.


Los betilos y todas las piedras negras caídas en la tierra, asociadas a la diosa Cibeles y a las vírgenes negras, son símbolos de esas moradas divinas todas ellas con condiciones magnéticas como para atraer ciertos influjos espirituales del cielo a la tierra, como han sabido todos nuestros ancestros. Esta idea también está representada en el Santo Grial y la aventura de su búsqueda está en la base de nuestra cultura, es decir de nuestro imaginario tradicional, es la aventura del viaje en pos del Conocimiento.

Symbolos, o lo que es lo mismo su director Federico González, ha conseguido fortalecer una cadena de pensamiento, crear un método de enseñanza, restituir el valor del símbolo, una labor que ha sido reconocida como unida al “hilo de oro”, nombre con el que se reconoce una ligazón total con la Tradición Hermética.

Se ha dicho de Federico, y del núcleo de colaboradores de Symbolos, que somos un grupo elitista, pero la verdad es que, como muy bien lo repite nuestro director en la carta editorial de este número de Symbolos, es que aquí no hay nada gratis sino que hay que hacer un gran esfuerzo, que no todos están dispuestos a realizar, para no dejarse arrastrar por la masa, tipo marabunta, que nos succiona hacia lo más denso y lo más grosero del ser humano.

Ese esfuerzo de Federico, y de sus colaboradores, es el secreto de que una revista del tipo de Symbolos (literaria, esotérica, revista-libro) haya supervivido en un mundo donde la confusión es total (ya nadie distingue entre esoterismo y exoterismo, entre metafísica y religión, entre belleza y estética, entre sagrado y moral) Para empezar el mundo universitario está plagado de estos equívocos y ya no digamos en otros ámbitos sociales, culturales, museísticos, etc.

Symbolos siempre ha combatido las imposturas del mundo moderno y eso le ha ocasionado cierta polémica, pero Federico ha tenido la habilidad de saber adaptarse a los nuevos tiempos y crear nuevos espacios, como es el Teatro de la Memoria o Internet donde en el dominio Symbolos.com se encuentran textos bien importantes que están sirviendo de material de trabajo para muchos internautas. Seguidores anónimos que desde sus páginas personales o desde sus blogs comparten y comentan los textos de Symbolos.

Acabamos con estas palabras que nuestro director nos decía hace un momento por teléfono desde Guatemala, donde reside:

“Nosotros no nos retiramos, pues no nos asustan las contiendas, sino que nos adaptamos a nuevas formas con el fin de difundir la voz de la Tradición Hermética entre oyentes inéditos y tal vez interesar con todo ello a otra generación. Algunos de nosotros tenemos vocación de internautas.

De hecho el dios Hermes, mensajero dúctil y maleable, siempre ha estado relacionado con el servicio de correos –como puede verse en la inclusión de su efigie en numerosos edificios de servicios postales– y no cuesta entender su transformación de patronazgo en nuevos medios de comunicación como es Internet”. Mª Angeles Díaz  

Fuente de la reseña: http://dmiventana.blogspot.com/2007/10/symbolos-historia-y-geografia-sagrada.html
Fotos: Adara Ariza



Francisco y Ariza y Mª Ángeles Díaz durante la presentación del monógrafíco de la Revista SYMBOLOS, dirigida por Federico González desde su fundación  en 1991, 
Número 31-32 dedicado a la  Historia y la Geografía sagradas.


   
Completa, con todos los vínculos activados tal y como fue publicada por Federico. 
También en Guía Bibliogáfica del Esoterismo se hallan todos los artículos tal y como se encontraban en el momento en que Federico pasó al Oriente Eterno. En la versión actual, de forma incomprensible, muchos artículos, reseñas de libros, notas y videos han sido borrados, siendo ese el motivo de que nuestros vínculos remitan al archivo hemeroteca Wayback Machine.

viernes, 3 de agosto de 2018

MITRA, HERMES Y LA PIRATERIA CELESTE


Francisco Ariza y Mª Ángeles Díaz en el estudio de Córdoba grabando la serie Mitra

Ciertamente no resulta fácil adentrarse en la cosmogonía mitraica, primero porque se entiende como una tradición arcaica, desaparecida e incluso ajena, luego, también, por el tono dramático que contiene su ritual, 'la muerte del toro', algo que en nuestro imaginario actual no se acepta  con la misma actitud con la que lo hacemos cuando el animal a combatir es un dragón. Sin embargo el simbolismo esotérico es el mismo, la lucha entre el yo y lo otro, que niega o se opone al Sí Mismo, a la Unidad.

También se nos puede hacer difícil, a las mujeres en este caso,  acercarnos sin reparos a unos símbolos y a un ritual propiamente masculino, y más concretamente constituido sobre todo por las legiones de soldados romanos, quienes tenían su iniciación espiritual y guerrera a través de la simbólica de la muerte del toro, la tauroctonía, tema central del ritual mitraico.

Sin embargo, es posible atravesar la puerta y apoderarnos de los valores y códigos simbólicos que representa esta deidad de origen persa asociada a la luz, es decir apropiarnos de la Enseñanza tradicional que emana de Mitra, una tradición viril lo cual, desde la perspectiva iniciática, está referido al acto yang, propio de la vía guerrera, pues se trata de mantener nuestro propia guerra interna contra nuestras propias limitaciones, tendencias y condicionamientos, aquellos que nos han sido impuestos por el medio, y una vez libres de esos prejuicios podremos comprender la transcendencia de la Cosmogonía mitraica en tanto que una forma de la gnosis tan verdadera como cualquier otra que a fin de cuentas exprese la misma realidad.

Como Prometeo robemos las ideas a los dioses, a todos ellos, pues todos tienen tesoros que como hombres nos pertenecen. Por esa razón, no lo olvidemos, Hermes es el patrón de los ladrones, es decir de la piratería celeste, no el de los simples rateros. 

Mª Ángeles Díaz  
Fuente del texto:https://memoriadecaliope.blogspot.com/ 

martes, 31 de julio de 2018

"Los Misterios de Mitra. Símbolos y Ritos de su Cosmogonía". Canal de Video-Arte Documental: "La Memoria de Calíope"




Este es el panel que hemos completado con la serie de vídeos sobre Mitra y sus misterios que podéis ver en nuestro Canal al que os invito a suscribiros, los cuales son un desarrollo del Acapite sobre Mitra en el Programa Agartha.

Decir, además, que este trabajo de Video-Arte documental parte de una idea de Federico González, Francisco Ariza y yo misma, el cual ha contado con el apoyo de muchos amigos que colaboran en el proyecto, tanto desde España como desde América, y que pese a los palos en las ruedas que nos han puesto determinados personajes de corte inquisitorial, sigue aumentando en número de apoyos. 


jueves, 26 de julio de 2018

"EL Mito y el Símbolo de Santiago Apóstol". Francisco Ariza



Quisiéramos añadir las siguientes reflexiones acerca del Apóstol Santiago en tanto que mito fundador de la España medieval, forjada durante la Reconquista. Como otros grandes episodios de la Historia (Grecia contra Persia, Roma contra Cartago, etc.), la Reconquista se inscribe dentro de la lucha por la hegemonía de dos civilizaciones, en este caso la cristiana y la musulmana, pero que tuvo además otras connotaciones debido al largo período de permanencia en la península de la civilización islámica.

Existió evidentemente la España musulmana, con sus características propias, y que durante varios siglos fue hegemónica cultural y militarmente con respecto a la España cristiana, al menos hasta comienzos del siglo XIII con la famosa batalla de las Navas de Tolosa (Jaén), ganada por los ejércitos venidos de los distintos reinos cristianos de la península al mando de Alfonso VIII, y que supuso un punto de inflexión en el desarrollo de la Reconquista. A pesar de todo, hubo periodos de relativa estabilidad, e incluso de fructífera y mutua influencia cultural (los mozárabes cristianos son un ejemplo entre muchos otros), y relaciones de todo tipo entre las distintas poblaciones (incluida la judía), y por supuesto entre los reyes cristianos y musulmanes. En los casi ocho siglos que duró la presencia de la civilización árabe en España ocurrió de todo, pero siempre existió una cuestión pendiente en la España cristiana: la recuperación del solar arrebatado.

La Reconquista llevada a cabo por la España cristiana surgió de un impulso nacido de necesidades anímicas y espirituales que tenían en el Apóstol Santiago (y en San Millán) el origen de su fe y de su esperanza en la victoria final sobre el Islam. Frente al poder militar y la fortaleza mostrada por este último, los habitantes de la España cristiana reaccionaron acudiendo a la leyenda de uno de los apóstoles de Cristo, Santiago el Mayor, “hijo del trueno” como lo es también Juan Evangelista, y ambos “hermanos” del Señor, pero no de la carne sino del Espíritu.


Américo Castro en La Realidad Histórica de España señala que la figura de Santiago montado en su caballo blanco es la síntesis de los dos Santiago que aparecen en los Evangelios, el Mayor y el Menor; ambos evocan también las figuras de los Dioscuros (Cástor y Pólux), que igualmente aparecen montados a caballo, y “descienden” del cielo al igual que Santiago en su caballo blanco en el momento de la legendaria batalla de Clavijo (año 884), lo que supuso una victoria significativa sobre el ejército musulmán, dando lugar al mito de Santiago Matamoros, un mito vertebrador de la España cristiana, que a partir de entonces ve posible la reconquista. Precisamente los Dioscuros son las divinidades tutelares de la caballería, y en cierto modo también lo es Santiago Apóstol con respecto a la caballería cristiana de España, como lo certifica que surgiera una Orden militar con su nombre: la Orden de Santiago.

Los Dioscuros son hijos de Júpiter, y en esto también habría una semejanza con Santiago el Mayor, que con Juan Evangelista es el “hijo del trueno” (ligado al rayo o relámpago, “armas” de Júpiter), como hemos señalado anteriormente. También hicimos mención a San Millán, otro santo guerrero, considerado durante mucho tiempo el patrón de Castilla, y que contribuyó junto a Santiago en el proceso de afirmación de la identidad cristiana de España (inseparable de su constitución como nación) frente al poder musulmán. Pues bien, existió un paralelismo entre ambos patrones y los Dioscuros, como evoca este poema de Gonzalo de Berceo en su Vida de San Millán, escrito en el siglo XIII:
“vieron dues personas fermosas y lucientes / mucho eran más blancas que las nieves recientes / Viníen en dos cavallos plus blancos que cristal …/ avíen caras angélicas, celestial figura, descendíen por el aer [aire] a una grant pressura, catando a los moros con torva catadura, espada sobre mano, un signo de pavura [pavor]”.

En este poema, y en muchas leyendas en torno a Santiago, hay que hacer una transposición simbólica a otro orden de realidad no sólo circunscrito a la guerra externa, sino a la que se libra contra los “enemigos internos”, que es la más importante desde nuestro punto de vista. En este sentido es imprescindible la “ayuda” de las entidades espirituales, es decir el despertar de la conciencia a los estados superiores del ser, que en este contexto están representados o simbolizados por los Dioscuros, San Millán y Santiago Apóstol. También por San Jorge y San Miguel. Todos ellos patrones terrestres y celestes de la caballería hermético-cristiana.

Recordemos, en fin, que el “trueno”, anunciado por el rayo, es la propia Palabra que ilumina el intelecto humano, lo fecunda y lo vivifica. Acerca de San Millán quisiéramos añadir que la relación que mantiene con Santiago Apóstol se extiende también a esa función taumatúrgica característica del patrón de España, y que igualmente está presente en San Juan Evangelista. Además, la espada flamígera que blande San Millán tanto en la batalla de Simancas como en la de Hacinas, alude también al “fuego del Espíritu” y por supuesto al “rayo”, es decir al símbolo que expresa la emanación de una influencia espiritual, que es al mismo tiempo una “protección” del espacio sagrado (espacio sacralizado que era también la tierra de España para aquellos guerreros cristianos), lo cual evoca desde luego al querubín guardián que con su espada flamígera protege la entrada al Paraíso.

Santiago predicó en España, y tras su muerte sacrificial en Palestina fue trasladado en barca (o arca) nuevamente al país del Occidente, o del extremo Occidente para aquella época, siendo enterrado finalmente en Galicia, en el finis terrae, en el “fin del mundo conocido”, como una semilla plantada en tierra sagrada destinada un día a dar sus frutos, que serían perceptibles en el desarrollo posterior de la Historia de España, incluida la “conquista” de América, considerada como la apertura a “un nuevo mundo”, que por analogía se correspondería con otros planos más sutiles e intangibles de la realidad. Pero el mito de Santiago, y las posibilidades que éste contenía, permaneció latente durante siglos y no se habría despertado con la fuerza con que lo hizo si los árabes no hubieran invadido la península. A una acción sigue irremediablemente una reacción según la ley universal de las “acciones y reacciones concordantes”, que repercuten tanto en la Historia como en el ser humano.

Esto nos hace recordar lo que dice Arnold Toynbee en su Estudio de la Historia acerca de los “golpes subitáneos”, o repentinos, que reciben los pueblos por parte de sus invasores, y que pueden ser un verdadero acicate para reaccionar frente a esa invasión, despertando en ellos energías que permanecían dormidas, y que generalmente son aquellas que, al despertar, rompen con esquemas mentales solidificados para dar cauce a otras potencialidades de su ser colectivo, e individual, pues en estos casos lo colectivo y lo individual actúan al unísono, como un solo organismo. Hubo, en consecuencia, una verdadera “revolución de las conciencias” que durante varios siglos giró en torno al apóstol Santiago, cuyas historias ejemplares sirvieron para ir galvanizando espiritual y culturalmente una sociedad, la España cristiana, que había sido vencida y fragmentada por la invasión árabe del 711.
Por otro lado, el hecho de ser Santiago el “hermano” de Cristo lo dotaba de una autoridad espiritual superior a otros apóstoles, como Pedro, el fundador de la Iglesia de Roma. El Camino de Santiago fue, en este sentido, un eje que iría ordenando poco a poco la vida de aquellos reinos del norte peninsular que habían sido liberados de la presencia islámica. Era el camino que unía España con Europa, y viceversa, y más concretamente con Santiago de Compostela, el “campo de estrellas”, que devino, junto con Jerusalén y Roma, el centro sagrado de la Cristiandad.

En este sentido, no hay que olvidar que el mito de Santiago (y el camino al que da nombre) está íntimamente relacionado con la luz que viene de Oriente y se dirige a Occidente, siguiendo así el ejemplo de otros muchos héroes de la antigüedad, como el griego Heracles-Hércules sin ir más lejos, uno de los fundadores míticos de Hispania. Nos interesa destacar este aspecto civilizador del discípulo de Cristo, es decir el carácter fundacional de su misión para una época determinada de la Historia de España, y también de la Europa cristiana, construida espiritualmente de Oriente a Occidente siguiendo el eje Jerusalén-Roma-Santiago de Compostela.

Este último es un lugar de peregrinaje no sólo religioso, sino también iniciático y alquímico, hasta tal punto que el propio apóstol Santiago llegaría a ser el patrón de los alquimistas, además de todos aquellos oficios ligados con la iniciación a los misterios de la Cosmogonía. Santiago es entonces, y al igual que Juan Evangelista, el representante de la “Iglesia Secreta”, o “Iglesia Interior”, denominación dada al esoterismo cristiano, donde reside el aspecto más profundo y metafísico de esta tradición. Pedro, en cambio, representa la “Iglesia exterior”, la puramente religiosa y dogmática.

Así pues, en su sentido más profundo y elevado, supra-histórico podríamos decir, el Camino de Santiago (reflejo de la Vía Láctea) es un símbolo de las etapas de la realización interior. Es por ello que Compostela es también el “compost” alquímico, es decir el “abono” de la putrefacción de donde surgirán las energías y potencias que regenerarán al ser en su proceso de Conocimiento. El simbolismo alquímico es aquí transparente: el finis terrae, el lugar donde se oculta y “muere” el sol, es el comienzo de otro viaje, esta vez no ya horizontal sino vertical, pues se ha llegado a un “lugar” (a un centro donde mora el Espíritu del Dios Vivo) en el proceso del viaje interior donde todo lo realmente nuevo está por encima de las expectativas que puedan generar lo humano, que no queda abolido ni disuelto en una especie de “ensoñación cósmica” como cree y postula la falsa espiritualidad de hoy en día, sino “transmutado” o “sublimado” en sus posibilidades más universales.

De la patria terrestre a la patria celeste. Siguiendo las pautas de una Historia y Geografía sagradas, y por tanto simbólicas, míticas y significativas. Francisco Ariza


Tumba de Santiago Apóstol. Catedral de Santiago de Compostela


miércoles, 25 de julio de 2018

LAS SIETE ARTES LIBERALES, UN PUENTE HACIA EL MUNDO INTELIGIBLE


Las Artes Liberales han sido consideradas desde la Antigüedad Clásica, concretamente desde la Edad Media, un puente para atravesar el mundo sensible hasta alcanzar el inteligible, ya que estas disciplinas le dan al hombre el hábito de pensar en los seres incorpóreos, en las ideas, y no únicamente en las cosas materiales.

Ciertamente muchos conocemos que los pitagóricos e integrantes de la Academia de Platón juraban sus iniciaciones por la «Divina Tetraktys», es decir por los diez primeros números, porque para ese punto de vista sagrado es en dichos números donde se expresa la matriz intelectual que configura todas las posibilidades numéricas, siendo un modelo de la Cosmogonía. Una perspectiva, la del número y su simbólica, desde la que los hombres pueden muy bien alcanzar el acuerdo, distanciándose así de la religión, o mejor del dogmatismo religioso que ha sido a lo largo de la historia fuente de conflictos. M.A.D.


Esta es la síntesis que sobre estas Siete Artes leemos en el Programa Agartha:

LAS SIETE ARTES LIBERALES I

De entre los numerosos legados de la Edad Media, recibidos a su vez de griegos y romanos, se hallan las denominadas "artes liberales", siete disciplinas que aglutinaron todo el saber de la época, y a las que se dividía de la siguiente manera: Gramática, Dialéctica (a veces sustituida por la Lógica), Retórica, Aritmética, Geometría, Música y Astronomía. Las siete artes liberales representaron la columna vertebral en torno a la cual giraba el conjunto de la vida cultural de la sociedad medioeval. Y cuando decimos cultural no nos estamos refiriendo sólo a la actividad intelectual y especulativa, tal y como se impartía en las universidades y centros escolásticos que existían en las más importantes ciudades de la Europa cristiana, sino también a la propia actividad manual y operativa ejercida en los colegios, talleres y corporaciones artesanales.

En la Edad Media aún no se había producido el divorcio entre la teoría y la práctica, el espíritu y la mano, la ciencia y el arte. Y esta imbricación entre el arte y la ciencia está claramente señalada en el famoso adagio: "La ciencia sin el arte no es nada".

Por ejemplo, en la construcción de una catedral o monasterio se conjugaban sintéticamente la actividad intelectual   y la manual: la idea concebida en el espíritu se plasmaba en la piedra gracias al esfuerzo y habilidad de la mano, siendo esto mismo válido para cualquier otro oficio y artesanía. El origen de las artes y ciencias liberales se remonta a las escuelas griegas y romanas, especialmente a las de Atenas y Roma, sin olvidar el importante aporte de la cultura islámica. Se llamaban "liberales" porque como decía el gran rey español Alfonso X el Sabio "quieren totalmente libre de todo otro cuidado y estorbo al que deseaba aprender", es decir, que se necesitaba una plena y total dedicación a su estudio e investigación.

Entre cada una de las artes liberales se establecían permanentes correspondencias analógicas, hasta el punto de que una contenía y comprendía a las demás. Sin embargo, esto no impedía que fueran también un todo perfectamente jerarquizado, una escala que permitía al estudiante avanzar ordenada y gradualmente por el camino de su evolución interior.

LAS SIETE ARTES LIBERALES II

En este sentido, las artes liberales estaban divididas en dos grupos bien delimitados: el trivium (la triple vía) y   el quadrivium (la cuádruple). Al trivium correspondía a Gramática, la Dialéctica y la Retórica, y al quadrivium la Aritmética, la Geometría, la Música y la Astronomía. Con las tres primeras se aprendía a pensar y razonar debidamente por medio del conocimiento y significado de la lengua  (Gramática), la coherencia lógica de la misma (Dialéctica), y finalmente, por su aplicación al discurso y la palabra (Retórica), verdaderos soportes y vehículos todos ellos del pensamiento. Sólo a través del trivium, de las palabras, voces y nombres de las cosas, podía accederse a las ciencias del quadrivium, que eran superiores a aquéllas por cuanto que expresaban, y expresan, un conocimiento más esencial y profundo. Las cuatro ciencias del quadrivium se referían directamente al estudio de los ritmos y de los ciclos, de la proporción y la medida, que como sabemos conforman la estructura prototípica de todas las cosas. Al trivium y al quadrivium se añadía a veces el bivium, que comprendía la Alquimia y la Astrología.

Imágenes de las Siete Artes Liberales:© British Museum  

jueves, 19 de julio de 2018

SENSACIONES EN EL CURSO DE Mª ANGELES DÍAZ. "LA MUJER DENTRO DE LA FILOSOFÍA HERMÉTICA."




En el curso del que se da cuenta, percibí en la Ponente una pasión arrebatada por desembocar, desde el amor, en el conocimiento, pero en un conocimiento resignificado. Un saber que busca en la naturaleza y en la tradición la escritura de Dios, del Espíritu. Es decir, no el saber por saber sino la vocación de dirigirse, de reconocer la verdad única que cada tradición expresa a su modo.

María Ángeles Díaz nos mostró su pasión por la tradición hermética, su vigencia hoy y, sobre todo, nos enseñó que recuperar los valores, como ya sucediera en el Renacimiento, es posible. Aprendimos de su verbo y de su entusiasmo que resignificar puede ser también recuperar el significado fundacional, reconocer en la experiencia -aunque sea como siempre a contracorriente- que cabe hacer aflorar tus talentos, tu niño de oro y la pureza del alma.

Desde ahí, partiendo de la Escuela Iniciática de Safo, Afrodita y las Musas, y terminando en Catalina de Medici, pasando por decenas de mujeres que sostuvieron y resignificaron dando su valor original al camino hermético en el Renacimiento, hicimos un maravilloso ejercicio de mística urbana, poesía espermática, alquimia del alma y tradición evolutiva.

Como alguien dijera sobre Safo, “no lo hicimos por hacer, sino para morir llevándolo aprendido”. Preciosa experiencia sobre la mujer en la filosofía hermética. Vínculo a la Reseña



Doy las gracias a Anabel García que me ha hecho llegar esta reseña firmada por José, uno de los asistentes al curso, al que saludo afectuosamente. Mª Ángeles Díaz

lunes, 9 de julio de 2018

BERENGUELA LA GRANDE, EL ROSTRO MÁS BELLO DE MADRID




Había oído decir que la estatua de Berenguela es el más bello rostro de Madrid. Y ahí está, en el Parque del Retiro para quien quiera comprobarlo.

Y es más, ir a su encuentro nos da la oportunidad de añadir un comentario recordando la valía histórica de esta destacada fémina, abuela de Alfonso X el Sabio y nieta de Leonor de Aquitania, entre otros parentescos ilustres.

Nosotros nos acercamos a esta figura precisamente por su relación con el movimiento trovadoresco pudiendo comprobar no sólo lo merecido que tiene ese título de Grande que acompaña su nombre, sino que pudimos reconocerla como una auténtica representante de esa cadena de la tradición trovadoresca que atrajo a España la poesía provenzal y todo el movimiento de juglaría, marca indeleble para la Cultura de Occidente.

Las crónicas recogen que Berenguela cantaba y tocaba la cítara, el salterio, los tímpanos, las castañuelas, la pandereta y varios instrumentos más. Sobre esta reina también se cuenta una hazaña que sin duda la hace merecedora del título de heroína, lo que los amigos hermetistas del Renacimiento llamarían una mujer “virago”.

Corría el año 1139 y los reyes cristianos tenían un conflicto constante con los emires musulmanes que aún ocupaban una parte de la península Ibérica. Resulta que estando su esposo, el rey Alfonso IX, librando una batalla junto a su ejército fuera de Toledo (concretamente en la fortaleza de Aurelia cerca de Aranjuez, donde resistía un último bastión del ejército musulmán) los almorávides de Córdoba, Sevilla y Valencia decidieron unirse para asediar Toledo conformando para ello un gran ejército que pronto tuvo cercada la ciudad.

Viéndose en esa temible situación, Berenguela, acostumbrada a la guerra y sobre todo interesada en las estrategias para prevenirla, subió a las torres, que le ofrecieron un escenario de porte imperial, y rodeada de un ejército de más de trescientas damas, todas ellas engalanadas y provistas de cítaras, salterios y panderetas, se pusieron a cantar alegres canciones trovadorescas.

La reina Berenguela que en esa época tenía 23 años y poseía todo el esplendor de su belleza, desde las almenas se dirigió a los caudillos del ejército musulmán afeándoles la acción cobarde de aprovechar la ausencia de los hombres para atacar una ciudad cuando sólo unas mujeres tañendo sus instrumentos musicales la defendían, es decir que invocó a que se respetaran las reglas éticas de todo caballero armado.

Algunos historiadores recogen así la arenga de Berenguela:

«¿No conocéis que es mengua de caballeros y capitanes esforzados acometer a una mujer indefensa cuando tan cerca os espera el emperador? Si queréis pelear, id a Aurelia y allí podréis acreditar que sois valientes, como aquí dejar demostrado que sois hombres de honor si os retiráis».
Esta contundente reprobación quebró el ánimo de los atacantes, que tras  la representación de Berenguela se retiraron. Sin duda se dieron cuenta del indigno gesto o quizá temieron que las composiciones musicales de la reina y su ejército de trovadoras, divulgaran con sus letras y sus trovas aquella acción de cobardía. Mª Ángeles Díaz

Ver:  Mujeres en la Tradición de las Artes Escénicas. Capítulo: La Reina Berenguela y su Ejército de Trovadoras. 

martes, 12 de junio de 2018

LA MEMORIA DE CALÍOPE . RESUMEN GRÁFICO PRIMER ANIVERSARIO


Compartimos el cartel con el resumen gráfico de las actividades llevadas a cabo por la "LA MEMORIA DE CALÍOPE, un espacio dedicado al Arte y la Cultura como Vías de Conocimiento"

En fin, en este cartel se recoge una muestra de lo que hemos realizado Francisco Ariza y yo misma después de un año, aunque hemos contado con la colaboración de un precioso equipo de amigos que nos han ayudado en más de un sentido. 



sábado, 28 de abril de 2018

Taller de Lectura: "La Obra de Federico González Frías. Simbolismo - Literatura - Metafísica" de Francisco Ariza



Compartimos con todos los amigos de este blog algunas de las entregas del libro que Francisco Ariza dedica a la obra de Federico González Frías, y que el autor viene publicando desde hace meses en una página de Facebook. 

El libro es una oportunidad para introducirse en la Vía Simbólica a través de temas fundamentales que son justamente los que Federico ha desarrollado en su obra.

Leemos: 

"Ya desde el primer capítulo de El Simbolismo de la Rueda, nuestro autor comienza hablando precisamente del símbolo y de la ciencia que lo estudia, la Simbólica, o la Simbología. Sin embargo, su “definición” la da en el último capítulo de dicha obra, el IX, donde afirma que la Simbólica jamás ha estado:


Sujeta a la sistematización, ni a la manía clasificatoria de la epistemología (…) En verdad, la simbólica es una ciencia de estructuras, una ciencia arquetípica, una ciencia de ciencias.
Tan alto concepto de la Simbólica, y del símbolo, reside en el hecho de que este siempre ha sido el núcleo y la estructura didáctica de la Ciencia Sagrada, que se ha ido actualizando permanentemente en conformidad con la naturaleza cualitativa del tiempo manifestado en cada momento histórico. Esto es precisamente lo que diferencia a la Simbólica de la epistemología, que nace en el ámbito universitario moderno sin relación directa con ningún tipo de tradición arraigada en la Filosofía Perenne, descrita por Federico en otro lugar de su obra como una auténtica “panacea universal que diese respuesta a todas nuestras preguntas”. Es muy importante entender este matiz, pues no es posible conocer la verdadera naturaleza del símbolo y su potencia transmisora si lo desligamos de la Ciencia Sagrada o Filosofía Perenne, de la que él es el vehículo y el soporte, o sea de una cadena de testificación tradicional que, en el caso de Occidente -y esto lo subraya siempre Federico- no es otra actualmente que la Tradición Hermética, de largo linaje por otro lado.

El símbolo es, pues, el vehículo del Conocimiento, de la Gnosis. No es ese Conocimiento, sino un medio para llegar a él. Esa es su función, nada más, y nada menos:


Todos los seres y las cosas expresan una realidad oculta en ellos mismos, la cual pertenece a un mundo superior, al que manifiestan, y son el símbolo de un mundo más amplio, más realmente universal, que cualquier enfoque particular y literal, por más rico que éste fuese. En verdad la vida entera no es sino la manifestación de un gesto, la solidificación de una Palabra, que contemporáneamente ha cristalizado un código simbólico.
Con estas palabras comienza el libro de la Rueda, hablando directamente de la existencia en el mundo y en el hombre de realidades más sutiles y universales, lo cual supone un reto y la posibilidad de emprender un viaje para su conquista, o sea la aventura del Conocimiento. Este es el objetivo, si así pudiera decirse, de esta Enseñanza: encontrar en uno mismo ese mundo, esa “realidad otra”, que pudiera sacarnos de las limitaciones y condicionamientos impuestos por la individualidad, que por el hecho mismo de ser un reflejo de lo universal no tiene en sí misma su razón de ser.

Justamente esto, y no cualquier veleidad new age y “pseudo-esotérica”, o de esos grupos cada vez más abundantes de “amigos del misterio”, es lo que toda enseñanza iniciática promueve: ir a la causa y al principio de las cosas. Y siempre se partirá del estado en que el ser se encuentra, en este caso el estado humano individual. De la ignorancia condúcenos al Conocimiento, nos dicen todas las tradiciones sapienciales. Tomar conciencia de este hecho es de alguna manera empezar un proceso donde, sin embargo, todo está por hacer:


Tienes que hacerlo todo, instaurar una creación, un orden, una civilización, un lenguaje y un espacio absolutamente nuevos.

Estas palabras de Federico las encontramos en ese inmenso poema alquímico que es En el Vientre de la Ballena (llevada al teatro por él mismo bajo el título En el Útero del Cosmos), y que describen perfectamente el momento en que se halla el ser cuando, tras haber caído el primer velo de la ignorancia descubre una perspectiva de las cosas antes insospechada, y que le ofrece la oportunidad de empezar conocer otros estados de su conciencia más sutiles y menos condicionados. En efecto, tienes que hacerlo todo de nuevo porque nada es lo que parece en este mundo de apariencias, el que Platón ha descrito como una “caverna” habitada por sombras e iluminada por una luz que no está en ella sino que procede del mundo arquetípico.

Se han de invocar, pues, esas ideas-fuerza que “están en nosotros” como dice el Evangelio (“El Reino del Padre está dentro de vosotros”), y que toman nombres de dioses, númenes, ángeles, de entidades sutiles, todos ellos intermediarios, como el propio símbolo. Esa invocación del Mundo Inteligible es de hecho entrar en contacto directo con su influjo espiritual. Los símbolos, por un lado, velan su contenido a través de sus formas, cualquiera que estas sean, pero por otro, y una vez nuestra mirada ha penetrado más allá de lo aparente y periférico, nos revela ese contenido en todo su esplendor. Por lo tanto el símbolo no nos es ajeno, y la mente humana no tiene otra manera de aprehender las ideas si no es a través de su representación mediante las formas y las imágenes simbólicas; y más aún: el símbolo está ya incorporado y es parte constitutiva de nuestra identidad, o, como afirma Federico, consubstancial a nuestro ser". (Continuará).

Obras citadas, ambas de Federico González El Simbolismo de la Rueda y En el Vientre de la Ballena (llevada al teatro por él mismo autor, bajo el título En el  Útero del Cosmos).

Foto: Cartel de una de las últimas presentaciones del libro.
                 

martes, 24 de abril de 2018

"Oculto". 2º Grado de la iniciación Mitraica (La Memoria de Calíope)


El Segundo grado iniciático de la Cosmogonía mitraica se llama "Oculto", también Nymphus, Novio... Simboliza a aquél que con amor se entrega a realizar una vía de Conocimiento. Aquí dejo el vídeo que con gusto realizamos en "La Memoria de Calíope", resumiendo o recreando toda esta rica simbología que tanto nos enseña. Pues para nosotros la única Enseñanza es Aprender.




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sábado, 21 de abril de 2018

"Cuervo", primer grado de la Iniciación Mitraica

Os invito a todos los amigos de este blog a ver el siguiente vídeo que pertenece a una serie (11 vídeos en total sobre los Misterios de Mitra) donde se despliega la simbólica de la cosmogonía mitraica, que siendo una tradición mistérica tiene mucho que aportarnos en la vía de la realización por el Conocimiento. Esta serie es un desarrollo del acápite "Mitra", perteneciente a Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha, que como sabéis todos los que seguís este espacio es una obra de Federico González Frías y colaboradores.
Espero que os guste este trabajo y os suscribáis al canal de vídeo-arte documental "La Memoria de Calíope", que tengo el placer de realizar junto a Francisco Ariza. 

Ver vídeo: 


miércoles, 21 de marzo de 2018

"La Tradición Hermética". Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha

Texto y Video.

Las verdades eternas, conocidas unánimemente y expresadas por sabios de todos los tiempos y lugares, se plasmaron en Occidente en el pensamiento de culturas estrechamente interrelacionadas que en distintos momentos florecieron en regiones ubicadas entre Oriente Medio y Europa, durante esta cuarta y última parte del ciclo, a la que se ha llamado Kali Yuga o Edad de Hierro, y que siempre se vinculó con el Oeste. Antiquísimos conocimientos patrimonio de la Tradición Unánime fueron revelados a los sabios egipcios, persas y caldeos. 

Ellos se valieron de la mitología y el rito, del estudio de la armonía musical, de los astros, de la matemática y geometría sagradas, y de diversos vehículos iniciáticos que permiten acceder a los Misterios, para recrear la Filosofía Perenne diseñando y construyendo un corpus de ideas que ha sido el germen del pensamiento metafísico de Occidente conocido con el nombre de Tradición Hermética, rama occidental de la Tradición Primordial. Hermes Trismegisto, el Tres Veces Grande, da nombre a esta tradición. En verdad, Hermes es el nombre griego de un ser arquetípico invisible que todos los pueblos conocieron y que fue nombrado de distintas maneras. Se trata de un espíritu intermediario entre los dioses y los hombres, de una deidad instructora y educadora, de un curandero divino que revela sus mensajes a todo verdadero iniciado: el que ha pasado por la muerte y la ha vencido. 

Los egipcios llamaron Thot a esta entidad iniciadora que transmitió las enseñanzas eternas a sus hierofantes, alquimistas, matemáticos y constructores, que con el auxilio de complejos rituales cosmogónicos emprendieron la aventura de atravesar las aguas que conducen a la patria de los inmortales. Autores herméticos han relacionado a Hermes con Enoch y Elías, quienes serían, para los hebreos, la encarnación humana de esta entidad suprahumana a la que identifican con Rafael, el arcángel también guía, sanador y revelador. Esta tradición judía, que se ha considerado siempre como integrante de la Tradición Hermética, convivió con la egipcia antes y durante la cautividad –Moisés es fruto de esta convivencia– y en tiempos de los reyes David y Salomón durante la construcción del Templo de Jerusalén; hace alrededor de tres mil años estos pensamientos se consolidaron en una arquitectura revelada que permitió, una vez más, la creación de un espacio vacío o arca interior capaz de albergar en su seno la divinidad. En el siglo VI antes de Cristo, que es el mismo siglo de la destrucción del Templo de Jerusalén, y contemporánea de Lao Tsé en la China, del Buddha Gautama en la India, y del profeta Daniel en Babilonia, nace la escuela de Pitágoras que, también heredera de los antiguos misterios revelados por 9 Hermes, iluminará posteriormente a la cultura griega, tanto a los presocráticos como a Sócrates y Platón. Este pensamiento hermético influyó notablemente en la cultura romana, en los primeros cristianos y gnósticos alejandrinos, en los caballeros, constructores y alquimistas de la Europa medioeval y en los filósofos y artistas renacentistas, nutriéndose al mismo tiempo de los conocimientos cabalísticos y del esoterismo islámico.

Luego florecen estas ideas hermético-iniciáticas en el movimiento rosacruz que se desarrolla en Alemania y en la Inglaterra de la época isabelina, habiendo sido depositadas estas antiguas enseñanzas, posteriormente, en la Francmasonería. Esta Orden, que en su apariencia exotérica no ha podido escapar a la degradación y disolución promovidas por la humanidad actual, conserva sin embargo en sus ritos y símbolos ese germen revelado y revelador, activo en el seno de unas pocas logias que han logrado sustraerse a las modas innovadoras que amenazan a Occidente con sucumbir, y mantienen ese vínculo regenerador con el eje invisible de la Tradición que se dirige siempre hacia el verdadero Norte, origen y destino de la humanidad, del que esta tradición nunca se ha separado. Hermes y la Tradición Hermética viven actualmente. Su presencia es eterna.



Introducción a la Ciencia Sagrada Programa Agartha, de Federico González Frías y Colaboradores, se encuentra íntegro en el siguiente enlace:  
http://introduccionalsimbolismo.com/Programa_Agartha.pdf