"Los Kogi son una tribu de dos mil indios de habla
chibcha que habitan en la actualidad las faldas meridionales de la Sierra
Nevada de Santa Marta, Colombia, y guardan aún hoy completamente su visión
cosmogónica, tradicional y metafísica, la que se expresa por medio de varios
ritos, símbolos y prácticas culturales". Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Entrada Cosmogonía".
Tras leer lo que Federico recoge acerca de los Kogi y su Cosmogonía nos hemos interesado en este pueblo colombiano, los cuales se consideran a sí mismos, "guardianes del mundo y hermanos mayores de todos los pueblos de la Tierra por haber sido creados antes que el
resto de linajes humanos", a los que por esa razón llaman hermanos menores. Es decir que se consideran ancestros de la humanidad (en especial los Arhuacos) y los primeros en aparecer sobre la faz de la Tierra.
Por esa razón, y según ellos mismo lo expresan, los indígenas de Sierra
Nevada se sienten en el deber de proteger el corazón de la Madre Universal, que según su cosmogonía está en esa sierra donde todos los espíritus que habitaron en el origen de la Creación tienen su
espacio, viven en él, por lo que vendría a ser la reserva espiritual del mundo. Esa es la razón de que el mensaje que dirigen a los hermanos menores, es serio: "No dejar morir a la Madre"
Es muy sorprendente esto que dicen sobre todo porque Sierra Nevada es como una representación del planeta entero ya que tiene todos los climas; tropical en la costa, nieves perpetuas
en las altas cimas, numerosos ríos (35 principales), cascadas, selva y bosque, todo lo cual lo hacen un pequeño mundo, pues no hay clima en el planeta que no esté en esa sierra representado.
Los Kogi han visto en ello
un pantáculo, un centro de interconexión con los campos energéticos del Cosmos que son, a decir de ellos mismos, los que los Kogi cuidan de tal modo que lo han convertido en un verdadero Paraíso ocupado por varios poblados que viven en perfecta armonía.
Hemos indagado en estas comunidades y comprobado que en la actualidad se rigen, cada una de ellas, por un Máma, que actúa como guardián y guía espiritual de todos, y que además es un hombre-medicina. Este es elegido cuando es muy niño, incluso un bebé, y desde entonces es educado aparte del resto de niños y siguiendo un rito muy, pero muy especial que dura hasta la edad adulta, cuando ya está capacitado para tan alto cargo.
Parte de la instrucción se produce dentro de una cueva. En ella el niño aprende a escuchar la
Tierra y a todo lo que en ella vive, el mar, el viento, el pájaro, incluso la piedra.
Hemos podido constatar que los Kogi actuales hablan varias lenguas indígenas, además de un perfecto español, pero todos pertenecen
a la misma Tradición, por lo que viven, piensan y actúan de manera
coherente a su cosmovisión. Son cultos y están muy bien informados de cómo anda el mundo
moderno, el cambio climático, la capa de ozono, la falta de agua en ciertas partes del planeta, etc.
Por eso sin dejar de ser fieles a su forma de aprendizaje y modo de vida tradicional también estudian en las universidades, pues
saben lo importante que es estar preparados para proteger adecuadamente la Cultura que representan. Por eso las materias que en esas universidades estudian son economía, leyes, informática..., es decir, todo aquello que les sirva para llevar a cabo acciones jurídicas que les permitan comprar sus propias tierras y detener los proyectos que hay para Sierra Nevada, como construir un gran Hotel en la zona de
las nieves perpetuas, un teleférico que cruce la sierra, un carreteado por toda
la zona y distintas presas.
Dos miembros de la comunidad Kogi con su ropa tradicional y su poporo, una calabaza que todos los hombres reciben al final de la adolescencia, que estiman a los 14 años, y que conservan durante toda su vida. En el interior de la calabaza introducen conchas, que el mar devuelve a la costa con todo el mensaje del Océano, junto con hojas de coca que van mezclando con el palito y su saliva.
Es un signo de madurez y responsabilidad y el instrumento ritual que les ayuda a meditar en el origen de la vida, a concentrarse a la hora de tomar decisiones justas y a estar atentos para devolver a la Madre Universal, con su actitud y sus ritos, todo lo que reciben de ella.
Poblado de los Arhuacos. Los más antiguos de los Kogi.
Cuando reciben el poporo también reciben la posibilidad de unirse a una mujer, cuidarla y tratarla con respeto.
El Máma es elegido y educado desde su más tierna infancia para ser el guía espiritual de su pueblo y Guardián del Corazón de la Madre Universal.
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Los Kogi se consideran los Hermanos Mayores de la Humanidad |
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Son las mujeres las que se ocupan de los cultivos, de la comida y de los hijos pequeños. |
Todos visten de blanco con tejidos que realizan los hombres, mientras las bolsas y mochilas las realizan ellas, quienes se adornan con collares de cuentas de colores, generalmente rojas.
Fuente de las imágenes: Natingp.blogspot.com.ar