Niké, la Victoria.

Niké, la Victoria, sefirah número siete del Árbol de la Vida, íntimamente ligada al planeta Venus. 
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Sobre ella, leemos en el Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, de Federico González Frías: 

"Diosa greco-romana relacionada con la guerra y por lo tanto con Marte, por lo que recibía veneración especial por los hombres de armas. Se la representaba alada, coronada de laurel y como bajando de lo alto, con hojas de palma y olivo en sus manos. Luchó contra los Titanes, junto con sus hermanos (Celo, Poder y Fuerza) y por ello era venerada por Zeus. Fue considerada como la diosa de los combates atléticos, aunque en la guerra era también convocada, por lo que su culto se vio muy extendido (Hesíodo, Teogonía, 383-386).

2. Era la arbitraria e inconsistente diosa de la fortuna. Se dice que la ejecutora dela justicia no es Niké que permanece inconsciente sino Némesis que lleva en su mano una rama de manzano, se desplaza en una rueda y se adorna la cabeza con una corona repleta de ciervos de plata; de su cintura pende un látigo".