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lunes, 17 de agosto de 2020

Federico González Frías. En el Útero del Cosmos.Teatro de la Memoria


Del collar se desprenden cosmos indefinidos que nada simbolizan en un mundo sin significados. Los números sólo para medir, las palabras para consumir, una potencialidad para que quede en nada. La llave perdida en la gruta de la montaña. Siempre un punto marca la puerta, señala y revela la salida. Voy a colocarme a la luz y al calor de la pasión contenida, de la atención concentrada, de la reiteración ritual sucesiva. 

martes, 17 de septiembre de 2019

RENÉ GUÉNON ACERCA DE LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL

La doncella del Grial. Anthony Frederick

Texto Mª Ángeles Díaz

Estos días estoy leyendo los capítulos que René Guénon le dedica al Simbolismo del Grial, "El Santo Graal" (Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada). De esta lectura son los siguientes extractos que, a mi entender, sintetizan muy bien lo fundamental de dichos capítulos en los que, con su maestría habitual, Guénon nos introduce en los elementos esenciales que conforman la tradición del Grial.

Uno de los tapices que componen la serie realizada 
por William Morris en el siglo XIX con la leyenda del Santo Grial 


"No nos parece dudoso que los orígenes de la leyenda del Graal deban remitirse a la transmisión de elementos tradicionales, de orden iniciático, del druidismo al cristianismo; habiendo sido esta transmisión operada con regularidad, y cualesquiera hayan sido por lo demás sus modalidades, esos elementos formaron desde entonces parte integrante del esoterismo cristiano".


Frescos alusivos a la leyenda artúrica en la Biblioteca Pública de Boston.
Edwin Austin Abbey

"La existencia del esoterismo cristiano en el Medioevo es cosa absolutamente segura; abundan las pruebas de toda clase, y las negaciones debidas a la incomprensión moderna, ya provengan, por otra parte, de partidarios, ya de adversarios del cristianismo, no pueden nada contra ese hecho".



Ilustración en un manuscrito medieval en la que el Rey Arturo y sus caballeros se encuentran ante el Santo Grial

"Nótese bien que decimos “esoterismo cristiano” y no “cristianismo esotérico”; no se trata de modo alguno, en efecto, de una forma especial de cristianismo, sino del lado “interior” de la tradición cristiana; y es fácil comprender que hay en ello más que un simple matiz. Además, cuando cabe distinguir así en una forma tradicional dos fases, una exotérica y otra esotérica, debe tenerse bien presente que no se refieren ambas al mismo dominio, de manera que no puede existir entre ellas conflicto ni oposición de ninguna clase; en particular, cuando el exoterismo reviste el carácter específicamente religioso, como es el caso aquí, el esoterismo correspondiente, aunque tomando en aquél su base y soporte, no tiene en sí mismo nada que ver con el dominio religioso". 


Biblioteca pública de Boston. 
Sala donde se encuentran los frescos con la leyenda artúrica. 


"Queremos aludir aquí al simbolismo de la desaparición definitiva del Graal: que éste haya sido arrebatado al Cielo, según ciertas versiones, o que haya sido transportado al “Reino del Preste Juan”, según otras, significa exactamente la misma cosa".

"Se trata siempre de esa misma retirada de lo exterior hacia lo interior, en razón del estado del mundo en determinada época." 

Las doce doncellas bailarinas. Ruth Sardenson


"Tal retirada no se aplica aquí, por lo demás, sino al lado esotérico de la tradición, ya que en el caso del cristianismo el lado exotérico ha permanecido sin cambio aparente; pero precisamente por el lado esotérico se establecen y mantienen los vínculos efectivos y conscientes con el Centro supremo". 

"Que algo de él subsista empero, aun en cierto modo invisiblemente, es forzosamente necesario en tanto que la forma tradicional de que se trata permanezca viva; de no ser así, equivaldría a decir que el “espíritu” se ha retirado enteramente de ella y que no queda sino un cuerpo muerto". 

"Se dice que el Graal no fue ya visto como antes, pero no se dice que nadie le haya visto más; seguramente, en principio por lo menos, se halla siempre presente para aquellos que están 'cualificados'". 


Edwin Austin Abbey. Rey Lear, 1898.

ENTRADAS DEL BLOG SOBRE ESTE TEMA:

lunes, 2 de septiembre de 2019

EN EL ÚTERO DEL COSMOS. TEATRO DE LA MEMORIA, FEDERICO GONZÁLEZ

Francisco Ariza y Mª Ángeles Díaz durante un ensayo de la Colegiata

"Lamentablemente se confunde a la humildad con la tontera. El humilde sabe que no tiene nada. El tonto quiere quedarse con lo que nunca tuvo. 

Dos actitudes mentales  completamente diferentes. El segundo se resigna, lo hace a su pesar y con odio; el primero acepta y participa de la Obra con amor. 

Advirtamos otra clara diferencia: la unidad se desdobla produciendo el binario y nunca el binario podría ser el origen de la unidad. En esos pequeños detalles, al parecer molestos, e inatendibles, nos hemos derrochado toda una civilización. 

Sólo un mundo ignorante puede imaginar que el átomo de los griegos, es decir, el concepto de lo irreductible, pueda ser reducido. Se supone que enfatizando estas calumnias ante la opinión pública, lo irreductible deja de ser tal, o desaparece. 

Si decimos: que lo reductible es lo irreductible, que la uniformidad es la unidad, que la substancia es la esencia, que existir es ser, que la personalidad o la individualidad es el Yo, que la humanidad es lo divino, que lo cósmico es el infinito, que lo espiritual es material, que lo más bajo es lo más alto, que lo grande y múltiple es lo valioso, que nuestras miserias son importantísimas, no diremos sino lo que dice el amo invertido de este mundo". En el Útero del Cosmos. Teatro de la Memoria Federico González Frías. 

viernes, 8 de abril de 2016

Caterina Sforza, la Virago de Forli

Armadura de Caterina Sforza

Sobre estas líneas la armadura que perteneció a Caterina Sforza, una mujer que fue llamada la "Virago" de Forli, un nombre que en el Renacimiento se aplicaba a las mujeres que se comportaban como hombres cuando las circunstancias lo requerían. Y así sucedió cuando tras el asesinato de su segundo marido no dudó en ejecutar a todos los conspiradores y poniéndose a la cabeza de un ejército de soldados, defender lo que era suyo. También se enfrentó con las armas a las fuerzas vaticanas del Papa Borgia y de su hijo César, quien la mantuvo prisionera en el castillo de San Ángelo.

Caterina era una intelectual que formó parte del entorno de la Academia Platónica de Florencia, siendo su último marido Giovanni de Gianfrancesco de Medici, "El Popular", el gran amor de su vida. Primo menor de Lorenzo de Medici, quien lo adoptó cuando de niño quedó huérfano educándolo junto a sus propios hijos por maestros como Marsilio Ficino o Ángelo Poliziano.

Ambos, Giovanni y Caterina, fueron modelos de Botticelli, apareciendo él como imagen de Hermes en el cuadro de la Primavera, mientras ella encarna a una de las tres gracias.

Sandro Botticelli. La Primavera. 

Hasta nuestros días nos ha llegado un libro de esta dama con recetas y fórmulas magistrales, titulado Experimenti de la Ecc.ma Signora Catereina de Furlii, donde queda demostrado que era perita en lo relativo a las propiedades de las plantas, y a la elaboración de medicamentos, ungüentos, pomadas para la piel y tinturas para el cabello. Son 450 fórmulas las que recoge su tratado. También se han hallado cuadernos con apuntes cabalísticos y signos astrológicos. Por estos conocimientos llegó a ser acusada de brujería, siendo precisamente ese libro suyo la prueba acusatoria.

Caterina fue por tanto una de esas mujeres sabias que han integrado la cadena de la Filosofía Hermética que tan bien fueron representadas en la obra teatral "Noche de Brujas", de Federico González Frías, actuada por la Colegiata en distintos escenarios, de su Teatro de la Memoria.

Caterina Sforza. Fragmento de La Primavera. Sandro Botticelli

Del libro: "Los Corresponsales de Marsilio Ficino y el entorno femenino de la Academia"
Mª Ángeles Díaz