Dúho, asiento ceremonial tallado en madera
La población taína habitaba la región del Caribe precolombino, en las islas que conocemos como las Antillas Mayores y que son: la antigua La Española, Jamaica, Puerto Rico y Cuba, cuando la llegada de Colón. El hombre que pese a sus errores (incluido el de creer que llegaba a las Indias), fue el artífice que eligió el destino para cambiar la faz de la tierra.
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Lo que sabemos de estos antiguos pobladores está ligado a la fecha de 1493, cuando el Almirante se entrevistaba con los reyes Católicos en el monasterio de San Jerónimo de la Murtra, un antiguo convento gótico situado en el término de Badalona (Barcelona), para hablarles de aquél gran acontecimiento que representó el “Nuevo Mundo”.
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El Almirante, hombre culto e imbuido de lecturas y estudios de los que se alimentaron las grandes figuras del Renacimiento, de cuyo núcleo formó parte, manifiesta a los monarcas la necesidad de acompañarse en su segundo viaje, de personas instruidas, capaces de aprender el idioma y las costumbres de los indígenas e indagar en el modo que aquellas gentes tenían de entender el universo.
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Seguramente fue en el propio monasterio de la Murtra donde Colón conoce a Fray Ramón Pané, un religioso de la Orden de los Jerónimos, quien decide enrolarse con el navegante y hacerse cargo de esa misión.
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Es así como Pané escribe la primera crónica del descubrimiento, hoy considerada el “primer documento etnográfico de América”, cuyo redactado entrega al almirante Colón hacia 1498.
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Colón trae a España el manuscrito que enseguida interesó, entre otros, a fray Bartolomé de Las Casas, el defensor de los indios y considerado por Federico González, “la gran figura del Renacimiento Español” junto a personajes como Juan Luis Vives, el hebraísta Benito Arias Montano y Francisco de Vitoria.
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La crónica de Pané, titulada “Relación Acerca de las Antigüedades de los indios”, se inicia con estas palabras:
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“Yo, fray Ramón, pobre ermitaño de la Orden de San Jerónimo, por mandado del ilustre señor Almirante y virrey y gobernador de las Islas y de la Tierra Firme de las Indias, escribo lo que he podido saber y entender de las creencias e idolatrías de los indios, y de cómo veneran a sus dioses. De lo cual ahora trataré en la presente relación….”
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Pané anota en su relación como que estas gentes trabajaban de forma extraordinaria la madera, la cerámica, la piedra, el carey, el algodón..., que cultivaban tabaco, maíz, yuca, y maní, principalmente y describe un pueblo tranquilo que además de vivir de la agricultura eran excelentes pescadores y practicaban el ancestral juego de la pelota.
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También se lee lo que aquellas gentes creían que pasaba con las almas de los difuntos, describiéndose ciertas ceremonias de los sacerdotes y la forma como éstos realizaban sus curaciones. También recoge la relación de sus nombres, la función que desempeñaban en su organización social y los atributos que ostentaban.
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Fray Ramón pasó años con los taínos, aprendió varias lenguas y nos trajo palabras tainas a nuestro vocabulario español como es huracán que se corresponde con el nombre de una de sus deidades furiosas, canoa, cacique, barbacoa, maíz, cayuco, hamaca, y otras muchas.
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Explica que ellos no tenían escritos y que por eso no sabían bien cómo relatar las cosas, por eso apunta:
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“Todo lo que escribo, ellos lo dicen así, y de esta manera escribo yo”
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Y señala:
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"Creen que hay en el cielo un dios inmortal, y que nadie puede verlo, y que tiene madre, mas no tiene principio, y a éste llaman locahuuague Maorocon"
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Y aquel gran señor, que dicen está en el cielo, según está escrito en el principio de este libro, mandó a cierto cacique que ayunase... Y dicen que este cacique afirmó haber hablado con Giocauuaghama”
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Pané no sólo recoge los mitos con que estos pueblos explicaban el origen del mundo, del sol y de la luna, la creación del mar y de los peces, y la aparición del hombre en la tierra, sino ciertos detalles relevantes del modo en que los aborígenes recibieron, adaptándolos a su propio imaginario, los mitos cristianos.
Distintos cemíes taínos
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Habla de los cemíes (o cemis, también se escribe zemí)), considerados por los taínos representaciones de sus dioses tutelares. Cuenta que cada cacique o jefe tribal tenía un cemí particular, aparte de que existían cemíes que eran aceptados como poderosos protectores por los diversos grupos clánicos.
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También anota Fray Ramón, que cuanto más dignidad tenía una persona, chamanes, caciques, etc., más importancia daban a los cemíes y todo lo que estos representaban, pues sabían que de ellos dependía toda su cosmogonía y su organización cultural.
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Los cemies son iconos con distintos aspectos y fabricados con diversos materiales: piedra, barro, madera, hueso, concha.
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Entre los cemíes mas habituales estaban las "piedras de tres puntas" o trigonolítos, representaciones de Yucahuguamá, (locahuuague) tanto Pané como De las Casas escriben el nombre de distintas formas) “el Gran señor que hace nacer la Yuca” y que enseñó a los taínos a domesticar este rico alimento que sin embargo contiene cianuro que debe ser eliminado durante una correcta elaboración.
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Estas líticas expresiones artísticas y simbólicas, eran utilizadas por los antiguos pobladores, como talismanes, en rituales propiciatorios de la fecundidad.
Cemí representando a Yucahuguamá. Trigonolíto
Dice Pané:
"Los cemíes de piedra son de diversas hechuras.
Hay algunos que dicen... que tienen tres puntas y creen que hacen nacer la yuca".
Una muestra que reúne cincuenta y seis piezas del arte ritual taíno, procedentes de distintas colecciones, del British Museum de Londres, del Museo de América de Madrid y del Museo Barbier-Mueller de Arte Precolombino de Barcelona, se presentó hace unos meses en este último lugar. En la actualidad se exhibe en la Casa de América de Madrid. De todo ello se ha editado un magnífico catálogo (ISBN: 978-84-96982-17-8) con espléndidas fotos de todas las piezas expuestas, titulado igual que la exposición: “El Caribe precolombino. Fray Ramón Pané y el universo taíno”, el cual constituye una obra preciosa para cualquier buena biblioteca
Aro lítico. Cultura Taína
Ver: http://cacibajagua.blogspot.com.es/2008/01/mitonimia-aborigen-taina.html