Cuenta Frances A. Yates, la perspicaz investigadora del
Hermetismo renacentista, que una de las acusaciones que se les hacía a los
hermetistas para considerarlos herejes, era que estos parecían pertenecer a
todas las religiones a la vez. Nunca entendieron los inquisidores lo que eso en
verdad significa al no considerar la perspectiva filosófica de lo esencial en
la que se basa la Ciencia Sagrada y sus vías de transmisión sapiencial, a
saber: que la Verdad solo es una, aunque se exprese con diferentes lenguajes y
formas. Asimismo, existen una serie de símbolos que son comunes a todas las
tradiciones y pueblos de la Tierra, y el Hermetismo los ha conservado y se basa
en ellos para seguir vehiculando lo fundamental de la Cosmogonía Perenne. Por
ejemplo, esta figura de una reina perteneciente al pueblo ibo (Nigeria), y que
forma parte de este escenario, no es extraña a la mirada hermética, pues en
dicha figura esta puede reconocer un símbolo que exalta la idea de verticalidad
y eje que caracterizaba a la realeza entre las sociedades tradicionales, si
bien, y yendo más al fondo, esa misma idea, o arquetipo, está presente en la
propia naturaleza del ser humano. M.A.D.
Imagen: Serie TEATRO HERMÉTICO DE LA MEMORIA 21
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