Gia Fu Feng, un maestro taoísta (por cierto amigo de Alan Watts) con el que tuvimos el gusto de hacer un retiro de unos días en un pueblo catalán, cuando nos llevaba a caminar por el bosque y la montaña siempre encontraba un lugar especial para quedarnos a descansar y a escuchar sus enseñanzas. Y lo primero que hacía era dar un nombre a ese sitio de tal modo que ,en el entorno de la masía donde residíamos durante aquellos días, surgió una geografía significativa que a todos nos orientaba en aquel espacio de valles y montañas, lo cual es un símbolo en toda regla de lo que para la filosofía hermética es el Arte o Ciencia de la Memoria, o sea que asociábamos los lugares a sus nombres y a las palabras del sabio taoísta.
Desde entonces nos ha quedado la costumbre de dar nombre a los lugares de nuestro entorno, o que encontramos en nuestros viajes y que nos parecen dotados de una armonía intrínseca donde está vivo el “genio del lugar”. Este espacio cercano a nuestra casa lo llamamos "jardín de Pan". MªA.D.
Así es querida hermana, y no solo dio nombre a los lugares también nos renombró a muchos de los asistentes.... cuantos recuerdos!!!...y que buenas y bellas enseñanzas aprendimos en aquella época de aquel gran maestro
ResponderBorrarTienes razón, aún conservo la gran lámina de papel de arroz donde pinceló con tinta china el nombre que a mí me dio. Un beso mi querida, encantada de recibirte en este espacio.
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