Inmortal Afrodita, de polícromo trono,
hija de Zeus, sabia en astucias, te ruego,
soberana, no aflijas con penas ni angustias,
mi alma.
Ven a mí, de nuevo,
como lo has hecho otras veces
dejando incluso tu morada junto al Padre,
para acudir en tu carro de oro,
a esta oscura tierra a asistirme,
al oír mi voz desde lejos.
Veloces te traían
los hermosos gorriones,
batiendo intensamente sus alas
al atravesar el éter.
Al punto llegaron; y tú, con semblante
sonriente, oh diosa, preguntabas:
¿Cuál es hoy tu sufrimiento Safo,
por qué esta nueva invocación?
¿Qué anhelo pasional tiene tu alma?
Tomado de, Viaje Mágico Hermético a Andros. Una aventura intelectual. Mª Ángeles Díaz. Editorial Symbolos 2014
No hay comentarios.:
Publicar un comentario