La Granada
Hades da unos granos de granada a Perséfone para asegurarse el regreso de
ésta al hogar del esposo, el rey del mundo subterráneo y Señor de los tesoros y
las riquezas ocultos. En este mito la granada aparece asociada tanto al amor
como a la muerte. De ahí que la granada sea un fruto tradicionalmente ligado,
por un lado a los ritos matrimoniales y por otro a los ritos funerarios de
algunos pueblos del Mediterráneo antiguo21.
Hera, quien se convirtió en Juno para los romanos, representa el aspecto de
la diosa que inspira a los héroes (recordemos que Heracles debe su nombre a la
diosa), pero siendo la esposa legítima de Zeus es también la que defiende el
orden que se estructura a partir de la indisolubilidad de la pareja divina. La
Tierra no tiene más esposo que el Cielo, esta es la primera idea fundamental
que expresa Hera. El resto de relaciones no pueden ser más que incestos contra
natura y romances nacidos de pasiones pasajeras. Ellos, Cielo y Tierra,
conforman la unidad matrimonial por excelencia y constituyen el marco donde
todo se produce, pues más allá de ese marco, en verdad, ¿qué podría decirse?
Por eso la diosa Hera siempre se presenta en la mitología como la tremenda y
celosa esposa de Zeus, la defensora del lecho conyugal y de las bodas legítimas
como célula principal y familiar de organización social. Aunque también es
Hera, (bajo el nombre de Elitita, diosa que aparece como hija suya), la
protectora de los partos.22
Es en calidad de defensora de la idea de matrimonio entre Cielo y Tierra
que vemos a Hera en representaciones artísticas con el fruto del granado en la
mano, o con una manzana, regalo de Gea por su matrimonio con Zeus. Frutos ambos
asociados a Hera que está en diferentes lugares de Europa relacionada con las
fiestas de casamiento, en las cuales la granada y la manzana forman parte de
las ofrendas que se hacen a los esposos. En este mismo sentido debe entenderse
la tradición que tenían las novias romanas de adornarse el pelo con un tocado
hecho de ramas de granado. Justamente así es como se presenta este fruto
nupcial en el mito de Perséfone y Hades. Al comer la diosa los granos que le da
el dios subterráneo, ella, la diosa, sella el lazo de unión matrimonial y con
ello el compromiso de amor de regresar con el esposo periódicamente a fin de
realizar la unión con él. Asimismo es conocida la asociación que siempre ha
existido entre la mujer, la fertilidad de la tierra y el amor representado por
la diosa, la que
"simboliza la recepción, en cuanto es la contraparte femenina del
cielo, y genera el dulce y delicioso vino de la vida, la comunión en la sangre
del Cosmos, en los efluvios secretos y nutritivos de la savia de la tierra, y
nos trasmite el vértigo y el éxtasis de la belleza."23
Está claro que en el simbolismo del mito de las diosas Deméter-Perséfone,
la granada es una expresión de fertilidad y de renovación de la naturaleza,
pues sus múltiples granos son, como los gérmenes o las células embrionarias,
una expresión magnífica que muestra la exuberancia y admirable perfección de la
naturaleza. Un símbolo que pone a la semilla, y a quien que se identifica con
el mito que ella ejemplifica, como testigo de una trasmutación verdaderamente
mágica, pues su muerte a un estado, el de germen, produce junto a los
nutrientes de la tierra, el agua y demás elementos, su multiplicación generosa
y más jugosa, lo que hace de la granada digna representante de la ambrosía que
los dioses entregan como alimento a los hombres.24
El granado desempeña un papel muy importante también en el simbolismo
masónico, recordemos que el templo de Salomón, cuya imagen imitan todas las
logias, estaba decorado con ellas, y así las vemos sobre las columnas del
pórtico de entrada al templo, las columnas J y B, así como insertas en
diferentes cuadros de logia de primer grado, o bordadas en antiguas bandas y
mandiles. En este fruto también se ha visto simbolizada a la fraternidad
masónica. Oswald Wirth así se refiere al fruto:
"las granadas representan a la familia masónica en donde todos los
miembros están armoniosamente religados por el espíritu de orden y de
fraternidad".
Sin embargo a ese simbolismo de fraternidad habría que añadirle el hecho de
que la granada aparezca como uno de los símbolos más importantes de
domesticación de la naturaleza vegetal por parte de los humanos, pues el
granado es un árbol que de no contar con la colaboración del hombre-agricultor,
deja de ser un árbol y se convierte en un matorral dejando incluso de dar
frutos. Al granado le aparece un ramaje que surge de su propia raíz que es
necesario irle eliminando para que éste culmine su ciclo de crecimiento,
floración y finalmente fructifique, lo que sin duda tiene que ver con el
trabajo de pulimento de la piedra bruta, símbolo del aprendiz masón, a la que
es necesario irle despojando continuamente las aristas hasta lograr hacer de
ella una piedra cúbica, apta para la construcción del edificio.
Todos los árboles son un símbolo del eje y un modelo del cosmos. Sus
raíces, tronco y copa lo hacen ser una expresión de esa estructura. Asimismo, y
apoyándonos en lo expuesto por René Guénon, señalamos que el granado es uno de
esos árboles especialmente asociados a la luz y a las armas vegetales, como
serían los cuernos en el simbolismo animal, debido a las espinas de sus ramas,
como es la acacia, la rosa, el acanto y otras plantas cuyo simbolismo desempeña
un papel importante, espinas que evocan la idea de elevación y símbolos de los
rayos luminosos25.
En el mito de las dos diosas, Deméter y Perséfone, se une amor y muerte, lo
dulce con lo amargo tal el sabor de la granada. Se trata de un símbolo donde se
expresan de modo vegetal los misterios del amor y de la muerte, de los que se
dice en los textos del Programa Agartha26:
"Los humanistas y maestros herméticos del Renacimiento, que recogieron
las enseñazas de Platón y la mitología órfica y greco-romana, hablaban de los
misterios del Amor identificándolos con los misterios de la muerte, que son al
fin y al cabo, los misterios de la iniciación, y explicaban que morir es ser
amado por un dios, y viceversa, que amar era morir y ser muerto por un dios. En
realidad se trata de un sacrificio (de un acto sagrado), pues no hay nacimiento
a la realidad del Espíritu, es decir al Conocimiento, sin que esto suponga una
muerte o superación de las limitaciones propias de lo humano".
Por eso los griegos contaban que en Chipre, el único árbol que Afrodita
había dejado crecer era un granado.
"Nací con la corona"
es la divisa de la ciudad de Granada en Andalucía, España, y es que la granada
nace, efectivamente, coronada por Naturaleza, y esto no es un artificio del
lenguaje sino que verdaderamente es así; la flor no se transforma en el fruto,
sino que se conserva para coronarlo. Es por otro lado un caso único en el reino
vegetal pues no se trata de un fruto compuesto aunque sí complejo, que tampoco
indica su madurez por el tono de la piel que es dura como coraza, sino que
señala su plenitud como fruto con un estallido de la corteza dejando los granos
a la vista como una herida sangrante, símbolo del sacrificio de los dioses a
los hombres. Existe otra leyenda mediterránea que explica que el primer granado
brotó de la sangre vertida por Dionisos niño, cuando éste fue atacado por los
Titanes.
*
* *
Decir que en la versión digital de la revista, tras el fallecimiento de Federico González y pasar la marca Symbolos a tener nuevos propietarios, casi todos los artículos de esos colaboradores fueron eliminados de forma incompresible. Por suerte la Librería Dos de Enero (distribuidora oficial de la revista en tiempos de Federico) recuperó muchos de ellos en su web. También en las páginas de los propios autores pueden encontrarse los mencionados artículos. https://www.2enero.com/temas/symbolos.htm