Federico González y Mª Ángeles Díaz subiendo a la exposición. Foto Francisco Ariza.
Con el título “Il.lustració il.lustrada. Simbologia Maçònica” permanece hasta el 22 de Septiembre de 2008 en la Biblioteca Arús de Barcelona (Paseo Sant Joan, 26) una exposición de Manel Rubiales, artista contemporáneo e ilustrador, diseñador de carteles, portadas de libros, etc, quien también ha colaborado en la llamada prensa “underground” de los años setenta y principios de los ochenta. En la actualidad dirige un taller en la escuela de arte Eina de la ciudad condal donde enseña la técnica del ensamblaje. Rubiales es además un gran viajero que después de una larga temporada viviendo en los EE UU regresa a su ciudad natal.
La muestra que este artísta nos presenta consiste en una bella recreación plástica y tridimensional cuya composición artística a base de superposiciones y ensamblajes de cartón, madera y otros elementos, tiene como motivo la iconografía masónica. Concretamente el tema central de la exposición son los cuadros de logia de los tres primeros grados de la Masonería, que es donde se condensa la cosmovisión de esta Orden iniciática. El artista, a través de un trabajo artesanal minucioso y esmerado que según dicen pertenece al estilo "Povera", que se define por emplear materiales sencillos y trasformarlos en una obra elogiosa. El artista se centra en la belleza de estos cuadros, de Logia , lo que es un modo de aproximarse a ellas.
Podría decirse que si la Sabiduría concibe las ideas y la Fuerza las sostiene, aquí, efectivamente, la Belleza las adorna. En el caso que nos ocupa el autor de esta recreación infunde a los cuadros masónicos un cierto aire venido del “modernismo”, ese estilo artístico que marcó una época en Cataluña y que es tan característico en determinados artistas actuales que lo han heredado como parte de su patrimonio cultural.
Cuadro de Primer Grado, Aprendiz
Cuadro de Segundo Grado, Compañero.
.Cuadro de Tercer Grado, Maestro
Recreación de tres escenarios de la simbología masónica. Cada uno de ellos costituye una síntesis símbolica de cada una de las tres cámaras masónicas. La Primera: Aprendiz, La segunda :Compañero, la tercera: Maestro.
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Las cajitas que siguen conforman las piezas de un puzler que, articuladas según la técnica del ensamblaje, terminan siendo una sola caja, tal y como se puede apreciar en la secuencia siguiente.
Recreación del Delta Luminoso.
Aprendiz. Las "Tres Grandes Luces" de la Masonería: El "libro de la ley Sagrada", el "Compás" y la "Escuadra", aparecen aquí sobre el pavimento mosáico. En la primera cajita estos símbolos estan dispuestos según la cámara de primer grado y se distingue porque la escuadra, símbolo de la tierra, está sobre el compás, símbolo del cielo.
Compañero. Aquí una punta del compás está ya sobre la escuadra, significando de ese modo los progresos del masón, ya compañero, por cierto que Compañero es el que comparte el pan, naturalmente el pan que el compañero está en disposición de compartir son sus bienes espirituales e intelectuales, sus logros, algo que sólo puede dar aquel que lo posee, que lo ha adquirido en su etapa de aprendiz.
Maestro. Las "Tres Grandes Luces" están, en esta tercera cajita, dispuestas según la "Cámara de Tercer Grado" también llamada "Cámara del Medio". Su simbolismo está relacionado con los misterios del grado de Maestro. Aquí el compás está sobre la escuadra. El cielo sobre la tierra.
Recreación de distintos símbolos del Segundo Grado, cuyos secretos están velados y a la vez se revelados, en la simbólica del número cinco y de la letra G.
En este escenario se ve una puerta cerrada y una abierta, pues velar y desvelar es lo que hacen los símbolos masónicos.
Aquí el artísta toma algunos símbolos de la Logia, tales como el pavimento mosáico, las dos luminarias, Sol y Luna y las columnas J. y B. , donde simbolicamente está depositada toda la Sabiduria antediluviana y cuyos signos misteriosos grabados en ellas fueron descifrados una por Hermes Trismegisto y otra por Pitágoras, las dos corrientes que nutren intelectualmente a la Masonería. Por eso se dice que los masones reciben su salario junto a ellas. Estas dos columnas, situadas a la entrada del templo de Salomón, constituyen las piernas de la madre Logia por entre las que es parido el neofito al interior de la Logia, es decir en el seno de su luz y su didáctica. Se trata de un nacimiento que se produce tras la muerte a su condición de profano o ignorante.
Los símbolos recreados aquí son, por un lado, una escala de ascenso por los cinco sentidos y por otro, una imagen de la muerte. Naturalmente es un símbolo de la muerte iniciática, que es para la Masonería, el primer paso de la obra de autorregeneración, pues unicamente después de morir a la ilusión de lo que uno no es, puede nacer a su verdadera identidad.
Al final de esta secuencia de imágenes, o escenarios simbólicos, el artista hace aparecer todos estos escenarios ensamblados en una sola cajita, la cual constituye un juego nemotécnico para aquel que quiera descifrar o profundizar en esta simbólica arquetípica y por lo tanto universal.
Toda la Cosmogonía Masónica en una cajita.
Instantáneas tomadas en dos de de las salas de la biblioteca Arús de Barcelona, donde se celebra esta exposición
Núria (M Ángeles Díaz)
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