Francisco Ariza y Mª Ángeles Díaz durante un ensayo de la Colegiata
"Lamentablemente se confunde a la
humildad con la tontera. El humilde sabe que no tiene nada. El tonto quiere
quedarse con lo que nunca tuvo.
Dos actitudes mentales completamente diferentes.
El segundo se resigna, lo hace a su pesar y con odio; el primero acepta y
participa de la Obra con amor.
Advirtamos otra clara diferencia: la unidad se
desdobla produciendo el binario y nunca el binario podría ser el origen de la unidad.
En esos pequeños detalles, al parecer molestos, e inatendibles, nos hemos
derrochado toda una civilización.
Sólo un mundo ignorante puede imaginar que el
átomo de los griegos, es decir, el concepto de lo irreductible, pueda ser reducido.
Se supone que enfatizando estas calumnias ante la opinión pública, lo
irreductible deja de ser tal, o desaparece.
Si decimos: que lo reductible es lo
irreductible, que la uniformidad es la unidad, que la substancia es la esencia,
que existir es ser, que la personalidad o la individualidad es el Yo, que la
humanidad es lo divino, que lo cósmico es el infinito, que lo espiritual es
material, que lo más bajo es lo más alto, que lo grande y múltiple es lo
valioso, que nuestras miserias son importantísimas, no diremos sino lo que dice
el amo invertido de este mundo". En el Útero del Cosmos. Teatro de la Memoria Federico González Frías.
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