sábado, 27 de abril de 2019

SOBRE LA INICIACIÓN Tomado del muro de Francisco Ariza

Federico González y Francisco Ariza 



Dice Federico González en El Simbolismo Precolombino a propósito del rito de la iniciación que:

La muerte a un plano de conciencia –tal vez pudiera decirse, a un grado de experiencia– y la resurrección a un plano mayor, en cuanto más amplio y universal al menos, están íntimamente ligadas a la idea de destrucción del pasado, de fin de las imágenes conceptuales del hombre viejo y renacimiento a otro mundo, el del hombre nuevo; y también con ideas de trabajo, disciplina, orden, sacrificio –que viene de sacrum facere, de hacer sacro–, o mejor, de autosacrificio, en relación con las pruebas que deben sortearse y vencerse en los ritos de iniciación y que obligatoriamente han de vivirse no sólo en la mera superficialidad, sino en la interioridad de la conciencia, para estar efectivamente en el camino del Conocimiento, de la intuición inteligente percibida de manera directa, es decir, para ser un iniciado o tener algún grado de iniciación”.

En algunas tradiciones se dice que “cuando el discípulo está preparado aparece el maestro”, y uno se pregunta qué querrá decir “estar preparado” sino precisamente lo que expresa aquí Federico. ¿Y el maestro? En realidad hay una misteriosa identidad entre el maestro “externo” y el maestro “interno”. Una vez se “reconoce” al primero, el segundo hace su aparición en lo más recóndito del corazón, y se convierte en el “jefe” de tu mansión interna, es decir en su piedra angular, o “clave de bóveda”, o sea que “Yo soy tu”, que es esa identidad, la que permite la posibilidad real de trascender “por lo alto” la individualidad y de conocer los estados suprahumanos.

No negar, ni mucho menos “matar” esa individualidad, sino transmutarla, que es muy distinto, pues todos los elementos que la componen han de participar de ese festín de la Inteligencia al que somos invitados, nunca obligados, pues la libertad interior, por decirlo de alguna manera, es un canon de la iniciación al Misterio. La cadena de unión humana está engarzada simultáneamente con la cadena de unión suprahumana, mítica. ¿Qué diferencia esencial existe entre Hermes, o Hiram, y quienes transmiten, y reciben, su Palabra y su Arte? 
"La Obra de Federico González" de Francisco Ariza
Editorial Libros del Innombrable


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