Lucrecia Borgia. Retrato de Bartolomeo Veneto
Lucrecia Borgia es, para la mayoría, un personaje fabricado
por la rumorología que ya comenzó a fraguarse en su época, a caballo entre el Quattrocento y el Cinquecento. Sin embargo, aunque algunos literatos y cineastas han
preferido abundar en ello al punto de preferir el personaje inventado, lo
cierto es que podemos afirmar que la realidad supera a la ficción, de ahí que
de todos los papeles asignados a la figura de Lucrecia Borgia el suyo verdadero
resulte el de mayor interés, pues la vincula con el pensamiento de Los Fieles de
Amor, es decir, con Dante, Petrarca, Boccacio y Pietro Bembo, entre otros.
La vida de esta mujer hija del Papa español Rodrigo Borgía y de su amante Vanesa Catanei, pasa por etapas muy diferentes, pues
tiene varios matrimonios, uno a los 13 años con Giovanni Sforza de Milán, conde de Pesaro, que por intereses de la política vaticana es anulado por su propio padre, el Papa Alejandro VI que acusa al
esposo de impotencia. Seguidamente, y por esa misma política de poder, su segundo esposo, Alfonso de Aragón, Príncipe de Salerno, de Lucrecia espera un hijo, será asesinado, según opinión de muchos por un sicario de su hermano César Borgia.
Pero el destino, forjado de miles de filamentos, quiso que
en su tercera boda abandonara Roma, y las intrigas del Vaticano, para convertirse,
con 21 años, en la esposa de Alfonso d'Este, hijo del Duque Ercole, ambos viudos, y por tanto en Dama de una de las cortes más brillantes de Italia y centro
cultural de primera magnitud. Allí ejerció como una auténtica donna de
palazzo, con toda la carga que
el término poseía dentro del organigrama de las Cortes de amor y entre todos aquellos
que participaban del ideal humanista del Renacimiento, esto es, ser la
contraparte femenina de la pareja de gobernantes en un tiempo en el que, como
sabemos, se recuperó por parte de ciertos grupos intelectuales (encabezados por miembros de la Academia Platónica de Florencia de la que eran miembros destacados, Marsilio Ficino y Pico Della Mirándola), el valor del pensamiento y
la Filosofía, tal y como fue formulada por los clásicos Platón, los Textos
Herméticos, los Oráculos Caldeos, etc. (continuar)
Querida Núria!
ResponderBorrarEs siempre un placer leerte, y con esta entrada nos tienes a la espera de la continuación.
Un fuerte abrazo!
M.
Querido amigo, qué placer encontrarte también por aquí. Mira, ya publiqué la continuación, aunque voy a seguir el tema. Ven cuando puedas a saludarme.
ResponderBorrarUn abrazo.